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«Barcelona es una ciudad que intenta contener a los perros en vez de aprender a coexistir con ellos»

Como mínimo una de cada cuatro familias barcelonesas comparte su vida con un perro o más. Los datos no son exactos, pero lo que si está claro es que una parte de los referentes de esos canes urbanos han optado por liderar un movimiento en la defensa de los derechos de los ciudadanos de cuatro patas. Àngela Coll de Espai Gos genera espacios junto a su equipo para que los políticos y los técnicos comprendan las necesidades de las familias heterogéneas.

¿Es Espai Gos Barcelona un espacio de defensa de los derechos de las personas con perro?

Sí, pero siempre con la mirada puesta en el bienestar del animal. Las personas que convivimos con un perro tenemos unas necesidades especificas para garantizar este bienestar y tenemos derecho a que la administración se responsabilice y facilite la convivencia en nuestra ciudad al lado de nuestros perros.

¿Qué hizo saltar la chispa para comprender la necesidad de articularse?

No se si fue una chispa exactamente, pero si hubo una frase que supuso un punto de inflexión. En un encuentro con el ayuntamiento y AAVV para reclamar espacios adecuados y poder ofrecer un paseo de calidad a nuestros perros, se nos dijo: «es que els veïns es queixen». Ahí nos dimos cuenta que no se nos consideraba vecinos ni vecinas por el simple echo de convivir con un perro. Que nadie iba a tener en cuenta nuestras necesidades y que debíamos aunar esfuerzos como colectivo de la ciudad para hacer entender que cuando un perro entra por la puerta de casa, se convierte en un miembro del núcleo familiar. Que podrán o no entenderlo, pero deben respetarlo. Que ya basta de la hipocresía de sociedad inclusiva y de lanzarnos florecitas de lo integradores que somos, mientras a mi me excluyes de mi ciudad por que mi núcleo familiar no se ajusta a tus estándares.

¿Barcelona es perro friendly?

No, no lo es. Barcelona es una ciudad que intenta contener a los perros en vez de aprender a coexistir con ellos.

¿La normativa sobre perros atados o sueltos está clara?

En absoluto. La normativa da lugar a interpretaciones por parte del gobierno del momento y/o los agentes de la guardia urbana. Un ejemplo clarísimo es la prohibición de perros «cerca» de las zonas infantiles. Este «cerca», nos deja en total indefensión ante las sanciones, que quedan en manos del criterio de cada uno de los agentes de la guardia urbana, llegando incluso a recibir multas por el simple echo de estar en un parque donde “había” una zona infantil.

Otro ejemplo seria la interpretación de la administración de lo que son espacios suficientes y adecuados para el bienestar de los perros. Si tomamos como referencia el aforo que ellos mismos marcaron en el espacio de la playa de Llevant y hacemos números, resulta que cada una de las persona que conviven con un perro en la ciudad de Barcelona, tiene derecho a 15’ al día de utilización de estos espacios. ¿Y lo consideran suficiente? Parece que sí.

¿Los parques para perros son lo que tienen que ser?

En Barcelona no hay parques para perros.

Hay lo que antes se llamaban pipicans con superficies menores de 300m2 que ahora les llaman áreas de perros. Se les ha cambiado el nombre, pero no se ha hecho ninguna mejora en el espacio, siguen siendo sitios concebidos para que los perros entraran a hacer sus necesidades fisiológicas y nada más. Cambiar el nombre es falsear la realidad para que quede bien en las web’s promocionales.

Luego están las áreas de recreo para perros que tienen una superficie mayor a 300m2. La mayoría de ellas son terrenos yermos al estilo plaza de toros, que no ofrecen ningún estimulo adecuado para los perros, al contrario, les dejan expuestos a encontronazos involuntarios con otros perros al no haber obstáculos visuales, sobre excitación al no tener más estimulo que el de los otros perros y sufrimiento psicológico al verse obligados a mantener distancias cortas con otros canes. Un despropósito.

En las de nueva construcción, se han añadido obstáculos de agility, a modo de enriquecimiento sin tener en cuenta que, como todo deporte, hay que tener una preparación para ello y que sobre todo debe estar guiada por profesionales.

Por hacer una analogía comprensible es como si cualquiera de nosotros fuésemos a un gimnasio para hacer pesas, y en vez de darnos unas mancuernas nos dieran directamente una de las piedras que levantaba Iñaki Perurena.

¿Qué son las áreas de uso compartido?

Que deberían ser, porque ya veremos en lo que las convierten. Las zonas de uso compartido deberían ser la regularización del espacio en la ciudad donde todos los colectivos y sus diferentes usos estuvieran contemplados. Deberían ser zonas de convivencia y coexistencia. Barcelona ENTERA debería ser una zona de usos compartidos. Sin embargo, el hecho de que se contemplen estas zonas para regular donde puede o no haber perros sueltos ya empieza mal.

No podemos contemplar como criterio excluyente cualquier excusa para vetar la entrada a las personas que convivimos con un perro. Es decir, a mi se me puede vetar la entrada a un lugar por si mi perro molesta, sin embargo, no se vetará la entrada a nadie que pueda molestarme a mi por ir con mi perro. Agravio de manual contra el colectivo de personas con perro.

Se están planificando estas zonas solo contemplando criterios negativos del uso por parte de nuestro colectivo, sin embargo, jamas se ponen en la mesa todos los problemas que nos generan el resto de usuarios a las personas con perro.

Desde los restos del botellón que corta las patas de los animales, pasando por la cantidad de basura tirada entre los arbustos de los parques que hacen aflorar a las ratas del subsuelo y hasta las heces humanas que seguramente se achacan a los perros pero que no, que son humanas y que las hay a mansalva. Monopatines, petardos, bicicletas, niños que se abalanzan sobre los perros…

Por suerte la mayoría de personas saben hacer un uso correcto del espacio, tengan perro, monopatín, bicicleta, bolas de petanca, les guste plantar lechugas y tomates, jueguen al ping pong, basket, etc. Y en ellos se debería confiar y atacar quirúrgicamente aquellas actitudes que perturben la convivencia.

Esta obsesión por parte de los gobernantes a decidir por nosotros es ridícula e insultante. No es su ciudad, es nuestra ciudad, ellos son simples gestores que deben rendirnos cuentas y dejar de imponer sus criterios.

¿Cómo es vuestra relación con los representantes municipales?

Me acojo a la quinta enmienda.

¿Qué debería hacer los responsables actuales o futuros del Ayuntamiento de Barcelona para mejorar?

Escuchar en vez de oír.

¿Qué dirías a esas personas que atribuyen a los perros la suciedad urbana?

Que #TotsFemCaca y #NoÉsDeGos

¿Qué dirías a las personas que tienen entre su familia a uno o más perros?

Prefiero escuchar lo que ellas tienen que decirme a mi, para eso se creó Espai Gos Barcelona. Para escucharnos, acompañarnos y entre todas, conseguir una ciudad amable que respete las relaciones interespecies.

La mala gestión estrangula el voluntariado del Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona

El Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona no pasa por sus mejores momentos. Son muchos los problemas que envuelven a un centro cuyos objetivos deberían ser: dar un buen servicio a la ciudadanía y garantizar el bienestar de los animales que acogen por abandono, pérdida o decomiso. Las continuas discrepancias entre voluntarios y titulares, las inadecuadas condiciones de las jaulas, la eterna promesa de un nuevo centro ubicado en Montcada i Reixac… son algunas de las cuestiones que ocupan la actualidad del CAACB. Pero si hay una cuestión candente en la perrera es la dificultad que reviste formar parte del voluntariado.

El Ayuntamiento de Barcelona impone una cláusula abusiva a los voluntarios que quieran formar parte de la perrera municipal. El punto diecisiete del convenio de colaboración prohíbe que “ningún voluntario puede difundir información que pueda perjudicar la imagen institucional del CAACB ni de los animales que sean acogidos”. Un requisito que atenta contra los derechos recogidos en la Constitución vigente.

Los voluntarios son el alma de la atención social y emocional del CAACB. Hacemos referencia a personas que dedican su tiempo de manera totalmente altruista a mejorar las condiciones de vida de los animales, un grupo de personas indispensables que son las que hacen posible el funcionamiento del centro.  El problema reside en que la gestión de la perrera municipal de Barcelona no sólo no facilita el reclutamiento y formación de voluntarios, sino que está poniendo todas las trabas posibles para la incorporación de personas nuevas.

Los animales ingresados en las distintas sedes (Collserola, Argentona y Vic) son los más perjudicados con la falta de voluntarios en el CAACB. La carencia de miembros del voluntariado provoca que los animales puedan estar días sin salir de las jaulas, jaulas poco confortables con unos tamaños que no son acordes a las necesidades del animal y donde deben comer, dormir y defecar.

Desde el año 2019 el proceso de integración al voluntariado del Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona ha pasado de ser muy difícil a ser extremadamente difícil. Sin que haya cambiado la coordinadora del voluntariado desde 2014, la persona que quiera regalar su ilusión y tiempo a los animales del centro ha de formar parte de una de las seis asociaciones con plan de voluntariado específico. Es decir, quien quiera pasear perros o acompañar gatos debe adquirir un compromiso con una entidad de la que cuenta con poca o nula información. Hay quien lo compara con una cita a ciegas.

Una cláusula abusiva para los voluntarios del CAACB

Por otro lado, hay que destacar la cláusula abusiva que debe firmar cada uno de los voluntarios que quieran formar parte de la perrera municipal. Entre los puntos más destacados encontramos el punto diecisiete en el que se expone que “ningún voluntario puede difundir información que pueda perjudicar la imagen institucional del CAACB ni de los animales que sean acogidos”. Un requisito que atenta contra el derecho a la opinión y expresión de las personas.

Cristina Bécares, abogada del ilustre Colegio de Abogados de Terrassa, nos explica que “Tendríamos que plantearnos si firmar este documento vulnera la libertad de expresión y si consecuentemente es válido. La libertad de expresión es un derecho recogido en la Constitución, donde se prevé expresamente que este derecho no se puede restringir mediante ningún tipo de censura previa”.

Así pues, ¿los voluntarios de la CAACB pueden expresar todo lo que quieren? Cristina Bécares nos responde que: “La respuesta es sí, pero hasta unos límites. Podríamos decir que deben cumplir tres requisitos: (a) que las opiniones respeten el derecho al honor y la intimidad de los otros; (b) que las opiniones sean veraces y (c) que no exista el deber de mantener la información secreta”.

Esta cuestión se ha planteado en varias ocasiones en la vía judicial; por ejemplo, si asimilamos los Contratos de Voluntariado con los Contratos Laborales, hay doctrina del propio Tribunal Constitucional que prevé que:

«El contrato de trabajo no implica la privación para el trabajador de los derechos que la Constitución Española le reconoce como ciudadano, así como la libertad de empresa reconocida en el artículo 38 de la CE no conlleva que los trabajadores tengan que soportar limitaciones injustificadas de los sus derechos fundamentales y libertades públicas «.

Estas condiciones abusivas del voluntariado del CAACB han precipitado la fuga de muchos de los voluntarios y como consecuencia la pérdida del bienestar de muchos de los animales. Recordemos que a menor número de voluntarios implicados en el proyecto de la perrera municipal, peor son las condiciones de vida de los animales del centro.

protectora animals barcelona

La mala gestión del centro de Barcelona con los voluntarios afecta de manera especial a los perros de raza potencialmente peligrosa. Este colectivo animal requiere unos voluntarios con unas condiciones exclusivas. Para poder pasear a los perros potencialmente peligrosos se requiere una licencia específica que cuesta dinero y tiempo, además de la disposición y el conocimiento necesario.

El horizonte del voluntariado del CAACB no es nada esperanzador. El motivo no es otro que la mala gestión por parte de los responsables y los titulares del centro, una gestión que está acabando con la labor de unos voluntarios que son el epicentro de todo el proyecto y, sobre todo, del bienestar de los animales.

Galgos: de los campos y la caza, a perro de moda en las calles de Barcelona

Los galgos son una de las razas de perros más castigadas por el ser humano, especialmente en España. Estos animales destacan por sus aptitudes para la carrera y la velocidad. Además, disponen de un gran sentido de la vista diferenciándose así del resto de las familias caninas.

Las privilegiadas condiciones físicas de los galgos han provocado que los humanos hayan explotado históricamente, y en la actualidad, a estos animales. Por un lado, son utilizados para correr carreras en las que se mueve mucho dinero en materia de apuestas. Por otro lado, son animales educados por las personas para actuar como armas de caza, actividad llevada a cabo especialmente en el sur del territorio español.

España es el país con mayor fama de maltrato sobre los galgos. Así lo ha publicado The Guardian, medio de comunicación referencia en Gran Bretaña. El diario británico nos explica cómo es la vida de esta familia de animales en el territorio español: “cuando acaban la temporada de caza, los galgos tienen como recompensa una ejecución rápida. Algunos son estrangulados con alambres para ahorrarse las balas”.

Los galgos son utilizados en España como armas de caza, ya que pueden alcanzar entre 50 y 60 km por hora. Las características de su raza les permiten ser devoradores de liebres y conejos, un tesoro para los cazadores españoles, pero un tesoro de vida muy corta.

Cuando los galgos superan los tres años de vida o están lesionados ya no son útiles para los cazadores, por lo que el destino de estos animales siempre es trágico: abandono o sacrificio. Por este motivo, cada vez que finaliza la temporada de caza (después del mes de febrero) son sacrificados en España más de 50.000 galgos según ha informado Anna Clements, cofundadora y directora de SOS Galgo. Clements además ha afirmado que “la cifra de galgos sacrificados tras la temporada de caza está muy lejos de la realidad ya que hay sacrificios y abandonos durante todo el año”.

Sin embargo, según ha publicado The Guardian, algo está cambiando con el devenir de estos perros en España. La raza de este animal destinado tradicionalmente para la caza se ha convertido en una de las favoritas para la adopción de perros, especialmente en el norte del territorio español. “El movimiento de los españoles para frenar la barbaridad que sufren los galgos ha acelerado las adopciones de estos animales. Los galgos cada vez son más populares entre las comunidades inconformistas y los habitantes de las ciudades del norte de España”, ha apuntado el medio británico.

Barcelona es una de las ciudades en las que el galgo está de moda. Cada vez es más común encontrar a alguien paseando con su galgo por las calles de la ciudad catalana. La subcultura urbana hípster es uno de los colectivos que más ha apostado por la adopción de estos animales, algo que seguro que han agradecido los propios animales.

Klea Levin, ex modelo sueca y activista del galgo, ha hablado sobre el nuevo paradigma que está viviendo esta raza de perro: “Nuestras campañas de sensibilización han resaltado las terribles formas con las que se tratan a los galgos. Esto ha movilizado a muchas personas que han visto en estos perros lo que realmente son: unos animales hermosos y elegantes”.

Una vez más, la solución ante el maltrato, el abandono y el sacrificio de los animales pasa por dos vías: la sensibilización y la adopción. Este proceso está salvando la vida de muchos galgos en España. Queda mucho camino por recorrer pero cabe la esperanza de que el galgo olvide sus carreras por los campos persiguiendo conejos y liebres, y pase a ser un perro con felicidad plena caminando con su elegancia pura y su hermosura inconfundible por las calles de las ciudades españolas.

Los cinco principales problemas de las áreas de recreo para perros de Barcelona

La semana pasada publicamos en la web de Animalados la guía sobre las grandes áreas de recreo para perros de Barcelona. Unas zonas construidas desde el Ayuntamiento para potenciar la convivencia entre las personas y los animales domésticos.

Hemos hablado con los usuarios de algunas de estas áreas y la realidad es que no existe aprobación hacía estos espacios caninos. De hecho, el nivel de insatisfacción es muy alto.

Desde Espai Gos Barcelona, Àngela Coll, portavoz de la plataforma, nos ha confesado que son muchos los motivos de insatisfacción por parte de los usuarios:Las áreas para perros de Barcelona no están hechas para la satisfacción de los animales, nuestros perros merecen espacios dignos. Muchas de ellas no tienen espacio suficiente para todos los vecinos del barrio, están equipadas con juegos de agilidad que perjudican la salud física de los perros, cuando llueve se quedan inundadas durante días… son muchos los aspectos que han provocado la insatisfacción de los usuarios y esto conlleva que las áreas no se utilicen. Además, no hay suficientes áreas habilitadas en la ciudad. Muchas personas tienen casi una hora de camino para poder acudir a estos lugares”.

El Ayuntamiento de Barcelona ha recibido varias quejas por las carencias de las grandes áreas de recreo para perros de Barcelona. Nos hemos puesto en contacto con la municipalidad y aseguran que en la última GT acordaron que van a revisar uno por uno todos estos espacios caninos de Barcelona, empezando por la Guineueta, Vía Favencia y Enric Sagnier. También afirman que tratarán de escuchar las peticiones de los usuarios para establecer espacios satisfactorios tanto para los animales como las personas.

Según los usuarios, estos son los cinco principales problemas de las grandes áreas de recreo para perros de Barcelona:

Espacio

El plan municipal del Ayuntamiento detalla que las medidas de las grandes áreas de recreo de Barcelona han de disponer de un mínimo de 700 metros cuadrados. Únicamente las áreas de la Estació del Nord, la de Sant Martí y la de Piscines i Esport superan el mínimo establecido. El resto de parques disponen exactamente de 700 metros cuadrados que no son suficientes para el bienestar de los perros y las personas. Un ejemplo claro sucede en el barrio de Les Corts. Humberto Querol, vecino que acude al parque junto a su cocker con asiduidad, nos confiesa que hay tardes en las que coincide con más de una decena de perros en el área, hecho que complica el recreo de los animales por la falta de espacio.

Juegos de agilidad

Todas las grandes áreas de recreo construidas están equipadas con juegos de agilidad para los perros. Rampas, túneles, circuitos de obstáculos… una serie de elementos que no han sido bien recibidos por los usuarios. Un ejemplo claro ha sucedido en el barrio de la Prosperidad, donde la queja vecinal ha provocado que se retiren los palos de agilidad al causar daño físico en los perros. Las personas con animales domésticos argumentan que estas construcciones no son adecuadas para el uso de perros domésticos comunes, sino que son una serie de instalaciones propias de perros preparados para esta disciplina canina.

Número de áreas

Marga Urbano, máxima responsable de Espai Gos Barcelona en el distrito de Sants, asegura que no hay suficientes áreas de recreo para perros en Barcelona. Algunas de las grandes áreas construidas están muy lejos de los usuarios. Actualmente existen dos distritos de Barcelona que todavía no disponen de un área grande de recreo, se trata de Gracia y Sants-Montjuïc, donde aún se trabaja en la edificación de estas zonas caninas.

Mantenimiento

Muchos usuarios se quejan del mal mantenimiento de las áreas de recreo para perros. Una de las preocupaciones más comunes entre los vecinos de Barcelona es la falta de soluciones durante los días de lluvia. No existe un método adecuado para la expulsión del agua y esto provoca que las instalaciones queden inundadas y muy deterioradas. Además, varios vecinos del barrio de Les Corts aseguran que hay muchas áreas de recreo que tienen grandes agujeros en el suelo que son peligrosos para el bienestar de los animales. Estos agujeros son propiciados por la excavación de los propios perros, pero es necesario buscar una solución para disponer de un espacio seguro y eficiente.

Valla perimetral

Desde Espai Gos Barcelona confiesan también que algunas de las áreas reciben quejas por las vallas perimetrales edificadas con el objetivo de evitar la fuga de los animales. En algunos casos, las vallas están construidas con un material que puede provocar daños al animal. Asimismo, existen áreas en las que la medida de las vallas no es suficientemente alta, por lo que es fácil que un perro pueda escaparse.

Los parques de Barcelona en los que NO puedes entrar con tu perro

Barcelona es una de las ciudades más bellas de todo el mundo. En su haber dispone de una variedad exquisita de cosas que hacer y lugares que visitar. Entre sus tenencias, la ciudad cuenta con un total de 100 parques y jardines distribuidos entre sus diez distritos. El Parque de la Ciutadella, el Labertinto de Horta o los Jardines del Palacio de Pedralbes son algunos de los más populares.

La gran cantidad de parques que dispone Barcelona invita a pensar que se trata de una ciudad con espacios idílicos en los que convivir junto a tu perro, pero hay que tener en cuenta que algunos de estos parques tienen un cartel que prohíbe el acceso de los perros a estas áreas. Además, la gran mayoría del resto de parques que sí habilitan el acceso a perros, no disponen de área de recreo para ellos, por lo que deben ir siempre atados.

Desde Animalados hemos hablado con el Ayuntamiento para conocer de primera mano cuáles son los parques que vetan la entrada a los animales. Hay que destacar que algunos de ellos han denegado el acceso a estos animales domésticos recientemente, como es el caso del parque de Turó Park situado al lado de Francesc Macià. Desde el 3 de abril de 2017 no se puede ir a pasear a este parque junto a tu perro a pesar de las manifestaciones de los usuarios por evitar esta medida.

El Ayuntamiento prohíbe el acceso de los perros a los parques y jardines por tres motivos concretos:

-Parques históricos: son parques con muchos años de vida en Barcelona que tienen connotaciones históricas en su origen y en sus infraestructuras. Se considera parques de patrimonio propio del ciudadano de Barcelona. Un ejemplo claro son los Jardines del Teatre Grec, creados con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. El Jardín Botánico, el Jardín de la Tamarita, los Jardines Joan Brossa, los Jardines del Palacio de Pedralbes, el Parque de la Creueta del Coll, los Jardines de Mòssen Costa i LLobera, el Parque de Cervantes y el Parque del Laberint d’Horta son otros parques históricos sin acceso permitido para perros.

-Parques temáticos: son espacios con muchos metros que destacan por su belleza en la vegetación. Están diseñados con la voluntad de estudiar, mantener y preservar las especies vegetales. Los Jardines de Mossèn Costa i Llobera, el Jardín Botánico, los Jardines de Mossèn Cinto Verdaguer, el Vivero Municipal de Plantas Tren Pins, los Jardines de Laribal y los Jardines de Rodrigo Caro forman parte de los parques temáticos de Barcelona sin permiso para acceder con los perros.

-Parques de dimensiones pequeñas: son áreas muy pequeñas, jardines de barrios, espacios mínimos que no permiten la convivencia entre personas, animales domésticos y vegetación con el fin de mantener en buen estado las instalaciones. Los Jardines de Portolà, los Jardines de Montserrat Roig, los Jardines de Paula Montal, el Jardín de Tres Tombs i los Jardines de Can Ferrer son algunos de estos espacios pequeños con cartel de no acceso a los perros.

El Ayuntamiento de Barcelona prohíbe el acceso a estos parques pero asegura que cada distrito dispone de áreas de recreo para perros, espacios públicos de convivencia entre personas y animales de compañía con una superficie suficiente para el bienestar del animal

Àngela Coll, portavoz de Espai Gos Barcelona, ha dado su opinión sobre el no acceso de los perros a los parques y sobre las áreas de recreo para perros: “El problema no es que un número determinado de parques no tengan acceso para los perros, entendemos los motivos históricos o temáticos del Ayuntamiento. El problema es que siempre hay algún motivo para vetar el acceso a estos animales domésticos. Un caso claro es el Jardín de Enric Sagnier, que ha denegado el acceso a los perros por un motivo de civismo general: botellones, gritos, incivismo… Además, las grandes áreas de recreo que se han construido en cada distrito no son eficientes por dos motivos. En primer lugar estas áreas no disponen de los metros suficientes para la satisfacción de los usuarios y sus perros. Y en segundo lugar, muchas de ellas cuentan con infraestructuras peligrosas para perros, como ha sido el caso de la zona de agility del parque de la Prosperitat”.

El problema con los parques y los perros se extiende a otras ciudades de Cataluña como es el caso de Girona y Salt. Según informa el diario Ara, los propietarios de los animales han recogido unas 1.800 firmas contra la prohibición del acceso de los perros a los parques. En Girona, en la Plaça de l’Assumpció y la Plaça Miquel de Palol, el Ayuntamiento ha colocado carteles que avisan de la prohibición de acceso y también se advierte que el incumplimiento de ello puede sancionarse hasta con 300 euros. En Salt hay hasta 13 parques y zonas enjardinadas con la entrada vetada.

Desde el Ayuntamiento de Girona y Salt se afirma que recibían constantes quejas de los vecinos por los excrementos que depositaban los perros en los parques públicos, y que esta ha sido la causa definitiva para que antes de verano se denegara el acceso a los perros.

El conflicto sobre el acceso de los perros a los parques, jardines y plazas es un problema creciente en Cataluña. La realidad actual es que cada vez hay más espacios con acceso vetado para los perros y cada vez son más las quejas vecinales sobre las características de los espacios habilitados para el recreo de los perros. Veremos si los distintos ayuntamientos de Cataluña toman cartas en el asunto.