Los partidos tradicionales se juegan mucho en las elecciones del 21 de diciembre. La inmediatez con que han convocado los comicios ha obligado a los partidos a definir sus programas electorales en poco tiempo. Sea por el contexto o por las preferencias políticas, las diferencias entre unos y otros en la protección de los animales es muy grande. Analizamos las propuestas de cada organización en materia animalista.
La CUP y Catalunya en Comú representan la apuesta más ambiciosa al respecto. Ambos se han decidido por medidas elaboradas en la regulación de prácticas como la caza y la venta de animales. Además, desarrollan apartados específicos en el programa dedicados a las problemáticas relacionadas con el mundo animal.
En el caso de la CUP, una de las ideas más rompedoras ha sido ‘la prohibición de zoos’. Quieren aprovechar estos espacios y sustituirlos por ‘centros de recuperación de fauna, santuarios, centros de acogida y adopción de los animales’. En el caso de la caza, defienden ‘su eliminación por ocio, excepto en casos de sobrepoblación de especies, debidamente acreditada por los organismos correspondientes’, afirma su programa.
El partido de la izquierda independentista también se muestra favorable a ‘la municipalización del servicio de rescate, acogida y recogida de animales perdidos’. Lo ven diferente los Comunes, que son más partidarios de una gestión de la cuestión vía Generalidad. Ambos coinciden, eso sí, en que hay un incremento de recursos en esta partida.
Catalunya en Comú apuesta por recuperar soberanía y reabrir el frente contra la tauromaquia. La ley aprobada por el Parlament, que la prohibía, fue anulada por el Tribunal Constitucional en 2016. La formación liderada por Xavier Domènech también pedirá la obligatoriedad de los chips en animales y aumentar los recursos en los centros de acogida de animales. Además, los comunes regularían, si se aplicara su programa, la situación de los animales que acompañan profesionales en su trabajo, como la policía.
El Partido Socialista de Catalunya se ha limitado a una proclama y una única propuesta. La proclama: considerar a los animales seres vivos dotados de sensibilidad. La medida: la creación de campañas para concienciar a los ciudadanos de que hay que respetar a los animales.
El resto de partidos no ha desarrollado mucho este apartado en su programa. Por ejemplo, ERC y Junts Per Catalunya han dedicado una única frase. Los republicanos se han limitado a decir que favorecerán «la Protección de los animales de manera que no se permitan situaciones de maltrato y sufrimiento». Junts per Catalunya, por su parte, sólo mencionaron como objetivo «consolidar y avanzar en materia de protección de los animales». Más allá de eso, ninguna otra referencia.
El PP no menciona la palabra animal ninguna vez. Tampoco ha elaborado ninguna propuesta en esta línea.
El caso más alarmante para los defensores de los animales es el del Ciudadanos. El partido de Inés Arrimadas no ha incluido ni una sola medida para combatir el maltrato animal. Tampoco ninguna declaración simbólica que dé a entender que el partido se mojará en un futuro por esta causa. Más bien al contrario. Desde el partido naranja, su apuesta es «abordar el problema de la superpoblación de la fauna salvaje». Una formulación con la que los defensores de los animales sólo están de acuerdo bajo una serie de premisas muy restrictivas.
Las propuestas de los partidos con representación parlamentaria han variado sensiblemente entre partidos. Otros partidos sin representación parlamentaria, como PACMA, han elaborado un programa más amplio y centrado específicamente en la defensa de los animales.