“Todos hemos soplado alguna vez en un control de alcoholemia y ninguno hemos pasado un control de chip con nuestro perro”
Las adopciones internacionales son… ¿un apaño, una solución o un problema vinculado a las grandes cifras de abandono de perros?
Desde Animalados nos hemos atrevido a preguntar a Alejandra Mier de la Fundación Protectora de Asturias por una cuestión muy controvertida de la que se habla muy poco. Un tema polémico por el que España es muy mal vista en Europa. Países como Alemania, Holanda, Francia, Italia e incluso Dinamarca son receptores de perros de los que a veces nunca se vuelve a saber nada. Ha habido y habrá cambios legislativos en este sentido por eso es momento de saber más.
Ustedes son muy eficientes en la difusión y gestión de adopciones. Probablemente tengan unas de las estancias medias más cortas de todo el estado español. Aun así, envían animales al extranjero. ¿Por qué?
Aunque percibimos que la situación mejora día a día en nuestro país y nuestra realidad entre 2006 -cuando empezamos a hacer adopciones internacionales- y actualmente, ha mejorado mucho, seguimos siendo un país con una tasa de abandono muy superior a la de otros países europeos.
Ponerles fronteras a nuestros perros y gatos, sería una visión antropocéntrica, carente de sentido para nuestros animales. Ellos no ven patrias, banderas ni fronteras. ¿Por qué deberíamos imponerlas nosotros? ¿Qué base tendría eso?
En el tema de las adopciones internacionales, como en la mayoría de los temas relacionados con el bienestar animal, creo que tenemos demasiada tendencia a posicionarnos completamente a favor o completamente en contra, blanco o negro, y al final, la realidad, es una escala de grises.
¿Cuál es su perspectiva sobre el envío de perros a países como Alemania, Holanda, Dinamarca, Francia e Italia?
Nunca hemos mandado perros a Italia. Entendemos que su situación es similar a la nuestra, con una balanza comercial positiva (que en nuestro sector es un valor negativo), y, por tanto, es un país exportador como lo somos nosotros.
En cuanto a Holanda, Alemania o Suiza, son los países con los que hemos tenido principalmente relación a lo largo de los años. ¿Qué sentido tiene que el idioma en el que habla una familia sea relevante para valorarlos como adoptantes?
¿Es seguro? ¿Cómo lo han chequeado?
En nuestro caso no enviamos animales directamente a familias, sino que siempre contamos con una organización de nuestra confianza sobre el terreno, en el país de destino. Colaborar con organizaciones con las que se establecen sinergias permite apoyarnos y encontrar más y mejores hogares para nuestros animales, que no deja de ser nuestro fin.
Además, estas entidades suelen organizar reuniones anuales de perros adoptados a las que acudimos y en las que, además de mantenernos en contacto con nuestros colegas, disfrutamos reencontrándonos con algunos de nuestros peques.
«Los animales están perfectamente atendidos durante el traslado en las adopciones internacionales»
¿El traslado que supone miles de kilómetros es confortable?
El viaje es un poco pesado (lo he hecho personalmente) pero sin duda merece la pena y los animales van perfectamente atendidos en cuanto a condiciones de temperatura, agua, limpieza…
¿Ha habido casos de estafas o problemas en colaboraciones relacionadas con el envío de perros a otros países?
Por suerte, no hemos tenido malas experiencias, pero es cierto que no hemos trabajado con todas las organizaciones con las que hemos contactado, simplemente, si no lo ves claro, mejor no arriesgarse.
¿Han tenido conocimiento certero de malas experiencias?
No. Algunas veces hemos oído cosas, pero por terceros. Así que no nos gusta entrar a valorar esas historias. Historias, por otro lado, que también hemos oído en movimientos de animales sin el debido control dentro del territorio nacional.
¿Cómo impacta el envío de perros a estos países en la economía de las protectoras? ¿Representa un beneficio económico para ellas?
En nuestro caso el impacto económico es positivo, pero no tanto por las adopciones en sí mismas, sino por la ayuda que las organizaciones colaboradoras de los países de destino nos brindan cuando tenemos una cirugía costosa, un gasto extra en el refugio, donaciones que recogen y nos envían… Las adopciones tienen el mayor impacto positivo, por supuesto, pero no desde un punto de vista económico sino desde un punto de vista de generar bienestar animal, que es nuestro fin fundacional.
De todos modos, como en toda gestión empresarial (no entiendo ser una buena protectora sin maximizar la rentabilidad de los recursos disponibles en el fin fundacional, en este caso generar bienestar animal) no es bueno poner demasiados huevos en la misma cesta, así que creo que las entidades de protección animal deben huir de que su viabilidad dependa de estos ingresos.
¿Existen argumentos sólidos en contra de la práctica de enviar perros a otros países?
Existen argumentos sólidos en contra de hacer las cosas mal, sin responsabilidad y sin unos procedimientos basados en ciencia, pero da igual que sea una adopción en otro país o a la vuelta de la esquina.
«Conocer al perro, a la madre, a la camada… es clave antes de formalizar una compra o adopción»
¿Observa un aumento en la venta de perros a través de las redes sociales? ¿Cómo afecta esta situación a los perros que buscan una segunda oportunidad?
No sabría decir si la venta de perros por internet va en aumento, pero sí que me parece una mala idea. Conocer al perro, a la madre, a la camada, antes de formalizar una compra o adopción, creo que es fundamental.
Efectivamente, hoy en día, en nuestra situación actual, podemos ver la compra como un hándicap para nuestros perros, pero creo que no deberíamos perder nunca la perspectiva: las protectoras de animales no deberían tener más que un número muy muy pequeño de animales buscando hogar por circunstancias muy muy puntuales. El mayor hándicap para nuestros animales son los miles de abandonos que se producen por una tenencia irresponsable, no la cría con responsabilidad.
En un mundo perfecto, con bienestar animal pleno, no habría perros abandonados y por tanto no habría adopciones, no habría granjas de cachorros, ni juntaperros… El nuevo miembro de nuestra familia llegaría de un criador que se preocupe por las enfermedades genéticas de la raza, por la salud y socialización de sus cachorros, por explicar las necesidades de la raza a las familias interesadas, por cribar a quienes no les parezcan familias adecuadas para la raza que cría ¿No? ¿O cómo llegaría un nuevo perro a nuestro hogar, si no?
¿Qué piensa sobre la existencia de razas de moda y su impacto en las oportunidades de adopción para perros que necesitan un hogar?
Las razas de moda son un ejemplo de libro de la estupidez humana. Hay montones de razas de perros, ¿De verdad somos tan idiotas de elegir para nosotros la que tienen todos nuestros vecinos en lugar de la que es más adecuada para nuestras circunstancias?
El impacto en las adopciones no es tanto las adopciones que puedan restar, sino que más pronto que tarde, lo estamos viendo con border collies y malinois, son esos pobres perros los que necesitan un nuevo hogar.
¿Qué conocimiento tiene sobre las fábricas de cachorros y cómo influyen en la problemática del abandono de perros?
Las fábricas de cachorros son unos lugares espantosos donde el bienestar animal brilla por su ausencia, así que, en sí mismas, son un problema para nosotros, porque son centros de malestar animal. Todos esos cachorros que desgraciadamente mueren a las pocas semanas de nacer en esas fábricas, no influyen en el abandono animal, pero eso no resta un ápice de sufrimiento animal.
¿Por qué no estamos dedicando esfuerzos desde las protectoras a ayudar/guiar a quién elija comprar para que evite las fábricas de cachorros o los juntaperros o a reunirnos con las Sociedades Caninas para ver los puntos de encuentro y trazar un plan común? Efectivamente estamos desbordados de trabajo, no llegamos a todo lo que querríamos hacer y eso me vale como justificación, pero demonizar la cría, sin más, sin entrar al detalle, me parece un análisis demasiado superficial.
«Cada vez hay menos veterinarios que quieran dedicarse a la práctica clínica»
¿Es fácil dar con profesionales bien formados en cirugía?
No, es un problema que nosotros estamos viviendo. Cada vez hay menos veterinarios que quieran dedicarse a la ‘práctica clínica’ y dentro de estos, menos que quieran dedicarse a la cirugía y el control de natalidad, que, hoy en día, es pieza angular.
¿Qué piensa sobre las reservas respecto a la castración o esterilización, y cómo influye el alto coste, incluido el IVA, en la toma de decisiones de los dueños de animales de familia?
En nuestro entorno – me refiero a Asturias- las reservas sobre la esterilización son bajas, no son un problema, en general. Es un mensaje en el que hemos sido muy pesadas transmitiéndolo y que ha calado. También los veterinarios de referencia en la región han sido grandes defensores de esta práctica.
En cuanto al acceso a ciertos servicios básicos, la medicina preventiva, a unos precios asequibles, me parece fundamental, tanto la identificación, como las vacunas, desparasitaciones y esterilización… No quiero romantizar la tenencia de animales como algo basado en el amor, no, para tener un animal hay que tener unos ciertos recursos económicos y decidir destinarlos a nuestro compañero, pero la atención básica se está realizando con unos márgenes comerciales altísimos, creo, que por una organización del sector bastante caótica.
En cuanto al IVA, sinceramente, no creo que, en términos generales, si se baja, vaya a repercutirse al cliente, me imagino más una realidad en la que se justifiquen por subidas de costes pasadas asumidas por el profesional dejar los precios iguales, aunque el IVA baje.
¿Existen alternativas viables a enviar perros a otros países como medida para abordar el problema del abandono en España?
Enviar perros a otros países o simplemente hacer adopciones no aborda el problema del abandono, es un tratamiento para el síntoma. El problema se aborda buscando el origen de la enfermedad y su cura, que no se produzca el abandono en sí mismo.
«El problema del abandono se aborda buscando el origen de la enferdad y su cura»
Desde Europa se está trabajando en un nuevo reglamento de transporte de perros y gatos sin fines lucrativos después de constatarse un volumen importante de falsificaciones documentales, información engañosa e indicios de desplazamientos encubiertos de perros con fines comerciales como desplazamientos sin ánimo comercial para beneficiarse de normas de control menos estrictas. ¿Ha tenido noticias al respecto? ¿Qué opinión le merece?
Creo que deberían tener los mismos controles los movimientos con fines comerciales y los que no. No tengo ningún interés en que mis perros ni otros perros adoptados que viajan sean sometidos a menos controles, de hecho, diría que hasta me molesta. Dedicamos esfuerzos al control de lo que nos parece importante, de lo que nos interesa. Menos controles para los perros abandonados y su bienestar en el transporte, su condición clínica, simplemente me dice que se desprecian como sujetos de derechos.
¿Cuáles considera que son las acciones más urgentes y efectivas que se deben tomar para abordar el problema del abandono de perros en España?
Primero, saber exactamente el tamaño del problema, ya que no tenemos datos, ¿Quién puede resolver un problema sin datos? Vale que en el ideario popular haya una serie de consignas que también se repiten como mantras en manifestaciones, pero no sabemos cuántos animales se abandonan, cuántos se adoptan, perfil del abandonado, perfil del adoptado… y no hay datos porque recoger datos cuesta dinero y el problema no interesa lo suficiente para la inversión necesaria.
Cada uno vemos nuestro árbol, pero no tenemos una visión del bosque, todos sabemos que se recogen más pitbulls que bichones y que se colocan mejor los perros de 5 kilos que de 40… pero son generalidades, no datos correctamente analizados después de un estudio en profundidad. Pero, si en 22 años que es obligatorio el chip en Asturias para los perros, jamás me han comprobado si mis propios perros tenían chip, qué queremos. Mientras todos hemos soplado alguna vez en un control de alcoholemia y ninguno hemos pasado un control de chip con nuestro perro, bastante hemos avanzado, porque lo ha hecho la sociedad sola, motu proprio, sin ayuda de la autoridad.
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