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¿Dónde puedo llevar el perro suelto en Barcelona?

Según el Ayuntamiento de Barcelona, actualmente existen un total de 225 zonas de la ciudad donde los perros pueden ir desatados que pueden ser áreas para perros, áreas de recreo para perros y espacios para perros desatados (ZUC).

Desde el 18 de diciembre de 2023 Barcelona puede multar a las personas que lleven el perro suelto fuera de las 225 áreas autorizadas. En el resto de espacios de la ciudad estos animales deben ir siempre atados en cumplimiento de la Ordenanza de Protección, Tenencia y Venta de Animales (OPTVA). Además, recordemos que los perros potencialmente peligrosos deben ir siempre atados y con bozal.

El Ayuntamiento de Barcelona ha informado que la ciudad dispone en estos momentos de 225 espacios donde los perros pueden ir desatados con prácticamente 900.000 metros cuadrados disponibles, además del espacio de la Playa de Levante en temporada de baño.

Concretamente, los perros de Barcelona podrán ir sin atar en los siguientes espacios: en los 109 espacios para perros desatados en franjas horarias (ZUC), las 69 áreas de perros y las 49 áreas de recreo para perros. Fuera de estos espacios autorizados, los responsables de los perros se exponen a una multa de 100 euros y 300 euros en caso de que sea un perro potencialmente peligroso.

Espacios para perros desatados en franjas horarias

Barcelona dispone, siempre según el Ayuntamiento, de un total de 109 espacios en los que los perros pueden ir desatados en determinadas franjas horarias, con una superficie total de 921.953 m2. Se trata de espacios abiertos de la ciudad como calles, plazas, ramblas, parque y otros espacios de la vía pública en franjas horarias de mañana y tarde donde los perros pueden ir sin atar. Fuera del horario estipulado, estos animales tendrán que ir atados para evitar posibles multas.

Estos espacios, conocidos también como zonas de usos compartidos (ZUC), están siempre debidamente señalizados para evitar confusiones. Al menos, cada uno de los 73 barrios de la ciudad de Barcelona tiene un área para perros desatados en determinadas franjas horarias. El objetivo es que el 95% del vecindario tenga un espacio de estas características a menos de diez minutos a pie de casa.

El Ayuntamiento de Barcelona recuerda que el uso de estos espacios no es exclusivo para perros y que los responsables de los animales deben supervisar su comportamiento. Además, hay que tener en cuenta que los perros, desatados o atados, no pueden acceder a las áreas de juego infantil si los hubiere.

Aquí puedes consultar todos los espacios para perros desatados y sus respectivas franjas horarias:

Espacios y horarios perros desatados

Áreas para perros y áreas de recreo para perros

Actualmente Barcelona dispone de 116 áreas de perros: 46 áreas de esparcimiento para perros (AEG), que son espacios con más de 400 m2, y 70 áreas para perros (AG), que disponen de menos de 400 m2. En conjunto, según informa el consistorio, Barcelona dispone de 45.900 m2 de áreas para perros distribuidas por todos los barrios de la ciudad.

Estas áreas se diferencian de las ZUC por ser zonas que están delimitadas para perros y su interior está equipado con papeleras de material no oxidable donde se pueden depositar las heces, así como con bebederos para perros.

Las áreas para perros y las áreas de esparcimiento para perros disponen de rótulos que informan de la normativa a seguir en estos espacios. En estos rótulos también figuran las fechas de la desinfección de cada uno de estos espacios. Además, según el Ayuntamiento de Barcelona estas áreas se limpian a diario y, para evitar malos olores y polvo, los espacios se riegan cada día. Por otro lado, cada mes se desinfectan, en horario nocturno, con un producto completamente inocuo que posee propiedades bactericidas, fungicidas y viricidas.

En los últimos años, Barcelona ha creado diversas áreas de esparcimiento de perros que superan los 700 m2, equipados con elementos de juego, bancos para las personas y fuentes para los perros. Actualmente, hay un total de 14 áreas en la ciudad con estas características.

A través de este enlace del Ayuntamiento de Barcelona puedes encontrar la localización de todos los espacios habilitados para ir con el perro desligado:

https://ajuntament.barcelona.cat/benestaranimal/ca/espais-perros-desligados-en-franges-horarias

«La discriminación a las familias con perro es histórica»

Rosa Sagués anuncia un 2024 “calentito” para los responsables municipales de bienestar animal. Con motivo de la implantación de las zonas ZUC, ofrecemos la primera parte de la entrevista que hacemos a la presidenta de Udols, una entidad barcelonesa referente en la promoción del bienestar de los ciudadanos perros. Además de los programas de formación sobre comportamiento canino y tenencia responsable, Udols asesora para las normativas de uso del espacio ciudadano y se mantiene muy atenta la las reivindicaciones de los propietarios de perros barceloneses.

¿Va a ser fácil conciliar las necesidades de los perros con la nueva normativa del Ayuntamiento de Barcelona?

Para tener perros equilibrados, es crucial que tengan la oportunidad diaria de estar sin correa y desarrollar comportamientos naturales. Esta necesidad es cada vez más difícil de satisfacer, especialmente en barrios donde los espacios y horarios no se ajustan a las rutinas familiares.

Su asociación planteó el concepto de Zonas de Uso con horario compartido en el pasado ¿Verdad?

En la propuesta de 2014 para las Zonas de Uso Compartido (ZUC), buscábamos oficializar el uso tradicional de parques y espacios verdes por personas con perros, creando áreas tranquilas y seguras. A pesar de la prohibición de la ordenanza de 2011, estos lugares siempre fueron preferidos. La idea era normalizarlos, poner fin al asedio de la Guardia Urbana y abordar la obligación incumplida del Ayuntamiento de proporcionar espacios para perros. Sin embargo, la implementación ha resultado en segregación en lugar de integración, generando desconfianza y desafección. La incoherencia en algunos espacios propuestos sugiere una intención de ocultar a los perros, lo que contraproducentemente aumenta la desconfianza de las familias con perro hacia la administración.

¿Me está diciendo que el ayuntamiento ha tomado el nombre ZUC y ha desvirtuado la idea?

Hay dos factores fundamentales en la selección de las ZUC uno es el peso de “Parques y Jardines” y otro que son los distritos los que los han ubicado. Las Zonas de Uso Compartido (ZUC) fueron establecidas a nivel de distritos en respuesta a quejas frecuentes de vecinos sobre la presencia de perros en espacios públicos, es una queja recurrente en los Consejos de Barrio. la implementación de las ZUC ha sido desafiante, resultando en notables disparidades entre distritos en términos de horarios y áreas asignadas, especialmente en comparación con la población canina. La gestión de los espacios para perros está a cargo de Parques y Jardines, una entidad independiente con personalidad jurídica propia dentro del Ayuntamiento. Esta entidad desempeñó un papel clave en la prohibición de entrada de perros en parques urbanos e Illas del Ensanche, y su resistencia a facilitar el acceso a las zonas verdes de la ciudad ha influido en la limitación de los lugares lógicos y seguros de encuentro para las familias con perro.

¿Qué problemas ve en las áreas propuestas?

Una Zona de Uso Compartido (ZUC) no es simplemente un pipicán sin vallas; tiene un propósito distinto. Debería ser un espacio tranquilo y seguro donde los perros puedan explorar, socializar y llevar a cabo comportamientos naturales sin restricciones de correa. Dada la necesidad de un amplio espacio personal para los perros y su capacidad para comunicarse a larga distancia, las ZUC sin vallas permiten interacciones más naturales y evitan conflictos innecesarios. Las áreas cerradas aumentan el estrés, la excitabilidad y las dinámicas intensas entre los perros.

¿El tamaño importa?

Las dimensiones son cruciales en las Zonas de Uso Compartido (ZUC). Algunas apenas cumplen con el requisito mínimo de 400m2 para ser consideradas áreas de recreo (AEG). Entre aquellas que superan esta superficie, algunas son estrechas y carecen de barreras físicas o visuales, incluso siendo atravesadas por carriles de bicicletas. En ciertos casos, se comparten con terrazas de bares, aparatos de gimnasia, o áreas de petanca, generando peligros, conflictos y molestias vecinales. Además, hay ZUC ubicadas en lugares oscuros e inseguros, poco utilizadas incluso durante el día y con horarios a partir de las 21h.

La gran mayoría siempre hemos sabido dónde y cuándo podemos o no soltar a nuestro perro sin molestar a los vecinos.

¿Existen datos objetivos sobre los que basarnos?

Se nos ha dicho desde el Ayuntamiento que el total de superficie destinada al recreo de los perros (ZUC y áreas para perros incluidas) es de 969.448 m2, lo cual supone una ratio por perro de 5,38 m2, y esto es así si tenemos en cuenta las ZUC de todos los Distritos en global.  El caso es que, si nos fijamos en detalle, más de la mitad de la superficie de las ZUC (el 53% para ser exactos) está concentrada en dos distritos. Esto se debe a que en Gràcia y Horta-Guinardó -gracias al buen trabajo de Espai Gos- se ha conseguido incluir las zonas forestales, lo cual hace que la ratio se dispare. Pero la realidad es que, a las zonas forestales, al menos a diario, solamente pueden acceder los vecinos que viven al lado. Si no tenemos en cuenta la zona forestal la ratio por ejemplo de Horta-Guinardó (uno de los más grandes de Barcelona) pasa a 1,5 m2 por perro (el peor de la ciudad) y el global de Barcelona sin zonas forestales baja a 2,9 m2 por perro. Y podríamos seguir…. Por suerte no es así en todos los casos, pero, en general, el problema es básicamente que no se ha respetado los puntos de encuentro habitual de las familias con perro y en muchos casos se nos desplaza de forma artificial a espacios que no tienen ningún sentido.

¿Cree que resulta discriminatorio para las familias que tienen perro? 

A menudo se olvida que las personas con perro también sufrimos el incivismo: cristales, restos de comida y de botellón, cacas humanas… El que no recoge la caca seguramente es el mismo que tira papeles, escupe en el suelo o deja la basura fuera del contenedor.  De verdad que el tema de la caca ya cansa y es necesario distinguir de una vez entre ser incívico y el hecho de tener perro. Las familias con perro somos prácticamente el 25% de la ciudadanía, pero a quien no se reconoce los mismos derechos que al resto. Se nos hace pagar a todos por el incivismo de unos cuantos, cosa que no se hace con otros colectivos. La discriminación a las familias con perro es histórica, a pesar de que la mayoría de responsables de perros (más de un 95% con datos del propio Ayuntamiento) se comportan de forma cívica.

¿Los distintos gobiernos municipales desde 2014 han cumplido con la obligación de crear espacios suficientes que permitan el despliegue de la ordenanza?

No, desafortunadamente y los que se crean ni son operativos ni adecuados para todo tipo de perros. No se tiene en cuenta necesidades reales de los perros y las de las personas que los acompañan a la hora de diseñar los espacios o decidir ubicaciones y el resultado es que la gente se ve obligada a buscar alternativas. El resultado son campañas de multas constantes que, lejos de suponer una solución, solamente consiguen aumentar la desconfianza hacia una administración que nos trata como a delincuentes y explica la baja representatividad del colectivo en los diferentes órganos de participación, como en los Consejos del Barrio.

Ahora se nos advierte que a partir del 18 de diciembre habrá multas de 100€ si nuestro perro está sin correa fuera de los espacios marcados que alguien ha decidido por nosotros. Las multas ascienden a 300€ si esto además supone un peligro para el propio perro o para otras personas al tiempo que se ha designado zonas donde a la mayoría de gente no se le ocurriría dejarlo suelto (tránsito, carriles bici, etc.). Está claro que si la gente no utilizaba esos espacios es por qué no tienen las características adecuadas y no empezará a hacerlo ahora por el simple hecho de que se ponga una señal. La intención final parece clara: que no haya perros sueltos en ningún lado.

Emma Infante

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«Me planteo irme de Barcelona porqué no puedo sacar a pasear a mi perra suelta»

Los propietarios de perros viven con preocupación la implantación de las ZUC 

En el corazón del Barrio Gótico de Barcelona, Dama, una perra mestiza de 4 kg de peso, encontró su hogar después de ser rescatada de la basura. Su dueña, una residente del Gótico desde 2022, tiene una relación muy especial con ella y esta muy preocupada por las nuevas limitaciones que se aplicarán en Barcelona para sacar al perro suelto. «Me planteo irme a vivir fuera de Barcelona», dice. Y es que a partir del 18 de diciembre, si sacas a pasear a tu perro en Barcelona y quieres llevarlo suelto tendrás que mirar el mapa y el reloj. Si no, te van a multar. La normativa del ayuntamiento de Barcelona fija unas zonas concretas y unos horarios para que los perros corran sueltos.

Los actuales pipicanes, por su número y extensión, no garantizan a todos los barceloneses tener uno a menos de 15 minutos de su domicilio y para solventar este déficit el ayuntamiento de Barcelona ideó las ZUC: las zonas de usos compartidos en franjas horarias. Hasta ahora no habían multado porqué se aprobó una moratoria, que termina el 18 de diciembre.

Las entidades que promovieron estas áreas lamentan que se haya desplegado la peor versión de una iniciativa que pretendía consolidar los puntos naturales donde desde hace décadas se reúnen perros y responsables para recrearse. Los distritos han señalado unas cuantas ubicaciones (muy a menudo en parques de la ciudad) y han establecido unos horarios que distan mucho de la propuesta ciudadana inicial. Por otro lado, el temor a las sanciones y la restricción a franjas horarias precisas, hacen que la medida no esté siendo bien recibida por muchos ciudadanos que lo viven como una nueva restricción, insensible a las necesidades de perros y propietarios y que busca recaudar fondos. Entre ellos están Mireia y Dama.

La perrita, a pesar de ser miedosa, es una compañera leal, obediente y llena de amor por su Mireia. Juntas, forman una conexión única que se manifiesta en su día a día, donde Dama sigue a su responsable y obedece en todo momento. Ahora, con la implantación de las zonas ZUC con horarios limitados temen no poder conciliar el trabajo y otras responsabilidades. Según se lamenta Mireia, la proximidad del área para perros más cercana, la Ciutadella, la sitúa a unos 20 minutos a pie, plantea desafíos adicionales, especialmente cuando se considera la multitud de personas y otros perros en el área. Aunque la dueña de Dama no ha sido multada, conoce a muchas personas que sí han enfrentado multas, lo que refleja la estricta aplicación de las regulaciones. La preocupación por la calidad de vida de Dama se intensifica al pasear siempre atada fuera de las áreas designadas. La dueña subraya la importancia de que los perros puedan correr, interactuar y explorar sin restricciones horarias ni de la correa.

La comunidad de dueños de perros en el barrio comparte su frustración por la falta de áreas apropiadas y los horarios limitados. La imposición de multas se percibe como una táctica para recaudar fondos, y muchos sienten que la normativa no tiene en cuenta las dificultades que enfrentan los dueños de mascotas. La seguridad también es una preocupación, especialmente cuando se trata de paseos nocturnos por la ciudad o en espacios ajardinados. La falta de iluminación y experiencias previas de depresión hacen que la dueña de Dama tema salir tarde, afectando su comodidad en el barrio y la ciudad.

Ante la posibilidad de una multa, la dueña de Dama se plantea mudarse fuera de Barcelona, una decisión impulsada por la necesidad de proporcionar a su perra la libertad y el bienestar que merece. Además, destaca la importancia de unir fuerzas para revertir las medidas restrictivas y garantizar que la normativa beneficie tanto a los animales como a sus dueños. Las multas por llevar el perro suelto van de los 100 a los 600 euros.