La vida de una anciana, a salvo gracias a su perra
Ocurrió ayer, cerca de plaza España. Una mujer que se encontraba en paradero desconocido fue encontrada por la policía que no pudo identificarla en primera instancia.
Uno de los agentes, tras no localizar a los familiares de la mujer, se percató del vínculo que esta tenía la perrita que paseaba. El agente pensó entonces en acceder a los datos del chip del animal en una tienda cercana, donde comprobaron que el animal estaba a nombre del hijo de la señora. La idea dio resultado y los familiares acudieron inmediatamente al establecimiento.
El can, una spitz de Pomerania, se encontraba desubicado en el momento en el que los encontraron. La mujer, muy mayor, también. Al parecer, la anciana no había logrado encontrar la ubicación que su hijo le había especificado. También resulta sorprendente el largo camino que hicieron dueña y animal, ya que ambos habían partido desde Vallcarca, hasta ser encontrados cerca de Plaza España.
El caso pone de manifiesto la importante relación que existe entre animal y persona, pero es también un llamamiento a utilizar los llamados chips. También conocidos como trasponedores electrónicos, se pueden ubicar en gatos, perros, hurones y caballos. Estos dispositivos electrónicos están pensados para encontrar fácilmente al animal en caso de pérdida, pero, en esta ocasión, ha servido para garantizar la vuelta a casa de una persona en problemas.
La identificación se llevó a cabo en la tienda Espai Animal, que colaboró en el proceso en todo momento. Maribel García Rius, miembro del local, se ha mostrado muy satisfecha con lo que ha considerado «su granito de arena» para que todo saliera bien. El equipo de Espai Animal colaboró en todo momento con los Mossos de Esquadra.
Los perros son considerados por muchos como los mejores amigos de las personas, siendo el vínculo entre ambos muy fuerte. Aun así, los espacios habilitados de los que disponen en las ciudades suelen ser limitados, un hecho que perjudica la interacción entre animales y personas.
Guillem Amatller