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Campaña a favor de la adopción de perros en Barcelona

En 2017 se abandonaron casi 2.000 animales, de los que se acogieron 1.400. Los centros de acogida, como el CAACB, cuentan con pocos recursos y falta de profesionales

Del 11 de abril hasta el 18 los Barceloneses verán estatuas de perros por toda Barcelona. Al acercarse, verán que las estatuas representan perros de verdad que han sido abandonados y que se encuentran provisionalmente al CAACB, el centro de acogida de animales de Barcelona. Se trata de una campaña a favor de la adopción de perros en Barcelona. El objetivo del consistorio es hacer visible el alto número de abandonos en Barcelona y, al mismo tiempo, facilitar la adopción. Para ello, junto a cada placa se incluirá información para que los usuarios puedan adoptar.

Cada placa y estatua, además, dispondrán de un código QR, un código informático que proporciona información una vez leído con un móvil. Este código vinculará la estatua con toda la información del perro real, que se podrá adoptar. En total, Barcelona dispondrá de veinte estatuas con sus respectivos códigos por toda Barcelona, ​​dos en cada distrito. Frederic Ximeno, comisionado de Ecología del ayuntamiento de Barcelona, ​​llamada a «la responsabilidad a la hora de adoptar», ya que, en palabras suyas, «es una decisión para toda la vida».

El Centro de acogida de animales de Compañía de Barcelona (CAACB) ha acogido 760 perros y 660 gatos durante el 2017.El CAACB, encargado de acoger animales abandonados en Barcelona, ​​cuenta con limitaciones importantes a la hora de llevar a cabo su tarea. Una parte importante de los encargados de acoger animales son voluntarios a los que, en muchos casos, no se les paga ni el transporte, tal y como denunció la Síndica de Greuges. 

Pero el objetivo del gobierno municipal de Ada Colau es sobreponerse a las limitaciones prácticas y centrarse ahora en una campaña en contra del abandono y a favor de la adopción. Las cifras son hoy por hoy alarmantes, y por ello se ha decidido optar por concienciar más.

Revuelta en Sarrià-Sant Gervasi contra la prohibición de los perros en el Turó Park

El primer día de prohibición llega con fuerte polémica y malestar entre los vecinos

Los vecinos de Sarrià-Sant Gervasi tienen cada vez más restricciones a la hora de pasear con su perro. A la ya conocida prohibición del parque de Can Castelló, que contó con una fuerte oposición vecinal, ahora se suma la del Turó Park, a pocos metros. El Turó Park, también conocido como Parc del Turó, no permitirá a partir de ahora la entrada de ningún perro. Por lo menos, en la mayoría del parque, porque lo que sí se mantendrá abierta será una pequeña área para perros dentro del recinto. Pero, más allá de este pequeño espacio dentro del parque, los vecinos tendrán que desplazarse hasta la nueva área de recreo situada en el Chaflán de las calles de Ganduxer y Bori i Fontestà, donde los usuarios tendrán a su disposición 1.100 m2 de terreno.

La medida ha caído como un jarro de agua fría entre los dueños de perros. En el primer día de prohibición, después de que el Ayuntamiento lo hiciera oficial ayer en una nota de prensa, no ha faltado la tensión. Muchos usuarios no entienden que ahora no puedan acceder con sus perros. Es el caso de Paula: «¿por qué se nos castiga a nosotros? Somos cívicos y no hacemos daño a nadie. Además, parte del encanto y vida de este parque lo dan las personas que vienen a pasear con el perro «. Otra vecina, que ha preferido no revelar el nombre, está de acuerdo: «en 60 años nunca nos habían prohibido la entrada al parque con los perros».

Pero donde realmente se han vivido momentos de tensión ha sido en la entrada del parque. Una persona vinculada al ayuntamiento de Barcelona estaba encargada de informar de la prohibición. Muchos usuarios le han hecho ver su malestar con la medida, llegando a alzar la voz, y posteriormente, en palabras a animaladas, lamentaron la decisión. Además, han hecho caso omiso a la prohibición. Gloria, vecina del barrio, ha reconocido que no piensa cumplir la medida. «Que me llegue la multa, si me llega. Entonces, ya veré de qué va esto. Pero mientras tanto, pienso llevar a mi perro, aunque sea atado «

La persona encargada de informar sobre la prohibición ha asegurado que se trata de una medida para preservar el parque en buen estado. «Los jardineros deben trabajar y no pueden hacerlo. Por ejemplo, hoy, a pesar de la prohibición, hay usuarios que se saltan la norma, dificultando el trabajo de los operarios «.

Con la prohibición de entrar con perros en los parques del Cerro y de Can Castelló, el Ayuntamiento de Barcelona mantiene su línea de desplazar los perros de los parques públicos hacia las nuevas áreas de recreo. El gobierno municipal prometió un área de recreo en cada distrito de al menos 700 metros cuadrados. Una promesa que está cumpliendo, aunque con cierta oposición vecinal en muchos casos, dependiendo de la zona. Los vecinos de Sarrià-Sant Gervasi, en concreto, se han mostrado muy críticos con la negativa de poder pasear sus perros a parques donde siempre habían podido pasear tranquilamente.

Consulta aquí las áreas donde sí se puede acudir con el perro

El área para perros de Hospital Clínic recibe críticas de vecinos y asociaciones

La asociación Udols se muestra crítica con varios puntos del área de la Calle Casanova 145

Sólo llegar, un chico casi tropieza. El área  para perros de Hospital Clínic, situada en el mismo cruce del Hospital, tiene bastantes defectos. La entrada cuenta con un pequeño rellano de cemento de pocos metros, donde los perros se acumulan para evitar las piedrecillas punzantes del resto del espacio. Los perros, al correr, llevan allí las piedras y por este motivo es fácil resbalar. Además, según varios usuarios con los que hemos hablado, a los animales no les gustan las piedrecitas que llegan incluso a ocasionarles daños en las patas. 

El área forma un cuadrilátero no uniforme, de pocos metros cuadrados. Los perros evitan correr por esta zona en la mayoría de los casos. «A mi perro no le gusta nada esta arena» nos dice el Miguel. Él, como tantos otros vecinos, no está especialmente satisfecho con zona. Sin embargo, también reconoce «que está bien tener un área tan céntrica».

Las dimensiones del área también generan recelos ya que los perros no tienen suficiente espacio para correr. Así lo cree  Roxana. «Yo no veo que sea tan pequeño. Ahora bien, es cierto que muchas veces los perros no pueden correr con tranquilidad. Vendría bien un poco más de espacio, sería ideal «.

Aunque uno de los principales problemas que presenta el área es su proximidad con la carretera. A pesar de que las rejas son aparentemente lo bastante altas para evitar que ningún perro salte hacia la carretera, los perros, al ver un vehículo cercano, a veces mueven la grava, que va hacia la carretera. Esto puede provoca incomodidad a los conductores y también a los propietarios, que deben estar especialmente pendientes de esta eventualidad.

La opinión de los vecinos y de la asociación Udols 

La opinión de Nacho, vecino de la zona, en cambio, es favorable: «yo, personalmente, estoy muy contento. Mi madre es quien normalmente pasea al perro, y nunca se ha quejado «. En cambio, Luis es muy crítico. «Es demasiado básico. Le falta protección y está al lado de la carretera. Además, genera demasiado polvo por los perros. No es adecuado «, lamenta.

Un problema añadido es que muchos propietarios han dejado de ir. Los vecinos aseguran que, tiempo atrás, era habitual ver mucha más gente, pero que ahora optan por otras áreas. Mientras tanto, el área de recreo de Hospital Clínic corre el riesgo de quedar olvidada.

Desde la asociación Udols trabajan por el bienestar animal en áreas urbanas. Una de las tareas que realizan habitualmente es el análisis de áreas para perros. En su opinión, esta área presenta muchos problemas. «Los perros respiran polvo generado por el pavimento de la grava que no es nada beneficiosa para la salud de los animales, pero tampoco para las personas». Desde Udols, lamentan «la grava abrasiva que afecta las patas de los perros» y que podría ser la causa por la que muchos prefieren la zona cementada. «La sensación de calor excesivo» es otro problema con el que los perros deben convivir en esta área, así como una ubicación demasiado cercana a la carretera. La asociación Udols lamenta que no haya ninguna adaptación para personas con movilidad reducida. «Hay una vecina en esta situación, que además tiene dificultades para acceder a la fuente», explican. Además, reclaman más sombras, ya que en verano el calor puede ser sofocante.

Consulta las nuevas áreas de recreo para perros en Barcelona

Los vecinos critican el área de recreo para perros entre Nàpols y Gran Via

La Gran Via, una de las calles más transitadas de Barcelona, ​​reclamaba su propio área de recreo para perros. Así se concedió a finales de 2015 a partir de una zona de recreo, entre Gran Via y Nàpols. No ha pasado tanto tiempo desde la puesta en marcha, pero muchos vecinos se muestran escépticos, incluso críticos, con cómo se ha realizado la instalación. Este hecho se suma a la crítica de vecinos y asociaciones que reclaman mejores áreas para perros en Barcelona. 

Los charcos producidos por la lluvia aún se mantienen, dos días después de que haya llovido. Un problema que se podría dar a causa de un mal sistema de drenaje. Los charcos ya han generado molestias a muchos usuarios, que ven como los perros se ensucian con mucha facilidad. La fuente para perros también genera zonas empantanadas, por lo que algunos propietarios la consideran una zona sucia.

Otro problema son los bloques de cemento pensados ​​para que los animales jueguen y corran. Hablamos con el Gerard Moret, propietario de un perro y asistente habitual en el área de recreo. Su perro se ha dado varios golpes con los bloques de cemento ubicados en el fondo de la zona. «A veces, cuando los perros juegan entre ellos, se mueven a gran velocidad y ya me ha pasado varias veces que el perro se golpea con los bloques de cemento».

Moret admite que, en términos generales, tener una zona como ésta le es beneficioso. «Antes tenía que moverme grandes distancias, los vecinos que vivimos por la Gran Via no teníamos nada cercano». Una apreciación que comparten otros vecinos de la zona con perros.

Aunque las áreas de recreo son una reivindicación histórica por parte de los animalistas, ésta en concreto no parece estar suficientemente bien diseñada, según algunos usuarios. Así lo defiende Elena, también vecina habitual. «El problema es que los perros no utilizan las zonas específicas para juego, como aquellos grandes bloques de cemento». Aunque matiza que los bloques más pequeños sí los utilizan a veces, aunque no es el caso de su perra.

La inversión prevista para esta zona de recreo fue de 200.000 euros, según el Ayuntamiento. La intención era ofrecer espacios como este en todos los distritos de la ciudad, garantizando, al menos, 700 m². Dos años después de la puesta en marcha, ya ha sido criticada por los vecinos, pero también por algunos defensores de los animales y expertos.

Los malagueños, obligados a registrar el ADN de sus perros

La medida tiene el objetivo de identificar a los responsables de excrementos en la vía pública

Unas 570.000 personas viven en Málaga ciudad. El incivismo de algunos vecinos que no recogían los excrementos de los perros ha obligado a las autoridades locales a tomar medidas. La más excepcional es la que obliga a los propietarios a identificar el ADN de sus perros. A partir del 1 de Enero, esta es una obligación para todos los residentes malagueños que, de no cumplirla, podrían ser multados.

Las multas se aplican bien por no tener el ADN del animal registrado o también por ser responsable de uno de los excrementos encontrados en la vía pública. La identificación se podrá hacer de manera ágil, bastará con extraer una muestra de los restos encontrados en la calle. Posteriormente, la identificación del propietario será inmediata.

La cuantía de las multas será bastante elevada. Supondrán un mínimo de 217 euros, tratándose de la primera vez. Reincidir aumenta considerablemente el coste de la multa, así como dejar deposiciones en parques públicos o lugares de interés cultural. El objetivo final es tener las calles limpias, evitar malos olores y la insatisfacción de los vecinos con las incidencias producidas por no recoger las deposiciones.

El modelo parece una buena manera de evitar el incivismo, por lo que podría ampliarse a otras ciudades si resulta efectivo. Un posible impedimento para la generalización del modelo son los 35 euros que cuesta la extracción de la muestra de ADN. Este gasto caería en manos de todos los propietarios, también aquellos que cumplen sus obligaciones habitualmente. Por otra parte, se trata de un único pago, lo que lo hace más asequible para todos. Hasta el momento, habría registrados ya más de 12.500 perros, según informa diariosur de Málaga.

El incivismo de personas que no recogen las ‘cacas’ es un problema para la convivencia. Por ello, desde Animalados, ofrecemos una serie de pautas que pueden mejorar el civismo en la ciudad.