¿Qué hacer si ya no puedes tener a tu perro?
El abandono de los perros sigue siendo el principal problema en el bienestar de los animales de compañía en España. El último informe ‘Él nunca lo haría’ presentado por la Fundación Affinity insiste en que se avanza entre muy poco y nada. En 2020 se recogieron alrededor de 286.000 perros y gatos, de los cuales más de 51.000 permanecieron en el refugio a la espera de una segunda oportunidad. En 2022 la cifra de perros y gatos recogidos por los refugios fue de 286.000. Se trata de unas cifras alarmantes que a su vez no incluyen a todos aquellos perros desaparecidos o muertos en la carretera. Esta problemática que sufre España es similar en muchos otros países, aunque hay que destacar que también existen zonas donde se abandona ni un solo animal.
La exclusión de un animal de compañía del hogar puede producirse por diferentes circunstancias. Estos son los casos más comunes:
–Problemas económicos que imposibilitan el mantenimiento del animal en el hogar. En muchas ocasiones este caso se produce por la llegada de un nuevo miembro en la familia.
–Problemas de salud del dueño que provoca su ingreso en una residencia u hospital. Cuando una persona vive sola con su can y tiene que abandonar la casa e ingresar en un centro es probable que el animal tenga que encontrar un nuevo entorno de convivencia.
–Defunción del dueño que provoca la falta de personas que se hagan responsables del perro.
-Desesperación ante la complicada convivencia entre las personas y los animales. Este conflicto suele tener su origen en la mala educación del dueño sobre el animal.
-La camada inesperada de cachorros es otro de los motivos. Aquí reside la importancia de la esterilización.
Independientemente del motivo que lleve a las personas a no querer continuar conviviendo con un animal de compañía, existen muchas opciones válidas antes que abandonar al animal en cualquier bosque o cuneta. El abandono es la acción más cobarde y egoísta que un humano puede cometer con un animal.
Consulta la disponibilidad de tus familiares y amigos
La primera opción para intentar buscar un nuevo lugar para tu animal de compañía es la de comunicar la noticia a tu entorno más cercano: familiares y amigos. Intenta conocer si alguien de tu círculo está dispuesto a acoger el animal en su vida, garantizando así el bienestar del perro.
El mayor beneficio que tiene dejar a tu perro en el hogar del alguien cercano es que probablemente ya exista una relación previa entre el animal y el nuevo dueño. Además, esta opción permite que al anterior dueño pueda volver a ver el can cuando quiera.
Habla con protectoras, refugios, albergues o centros de animales de compañía
Las entidades de protección animal o protectoras son también una opción de cara al futuro de nuestro perro. La realidad actual es que en España, las altas cifras de abandono han provocado que estos lugares estén desbordados y tengan más animales de los que deberían tener. Por consecuencia, la falta de espacio y de recursos ha provocado que los centros de adopción puedan llegar a ser unos espacios fatídicos para los animales: convivencia múltiple en jaulas, pocas horas con luz del sol, poco tiempo para pasear… A pesar de esta complicada realidad que viven las protectoras, siempre será mejor dejar al animal en un centro de adopción que dejarlo a la deriva del abandono.
Los animales que se entregan a los albergues o refugios han de entrar con el chip identificatorio y vacunados, gasto que corre a cargo de su dueño. Antes de la entrada del animal en el centro se tendrá que firmar una renuncia legal en la que la persona cede al animal a la protectora.
Los primeros días de convivencia del peludo en la protectora serán algo atípicos. El animal estará sometido a diferentes pruebas médicas para ver si es portador de alguna enfermedad. Además, desde el centro se intentará conocer el comportamiento y carácter del perro antes de asignarle una jaula o habitáculo.
Cuando el animal pasa todas las pruebas médicas y ya tiene su propio espacio asignado, el protocolo de admisión se dará por finalizado y el perro ya estará listo para encontrar un nuevo hogar.
Hay que recordar que tal y como dice Luz García, presidenta de la asociación de protección animal La Xana: “Cuando dejamos a un animal en un centro, el perro pasa a ser uno más de entre cien, por lo que no puede recibir la misma atención que en casa con una familia”.
Regístrate en una plataforma de adopciones
Esta es una alternativa moderna que actualmente se encuentra en auge. Consiste en descargar una aplicación para dar en adopción o adoptar animales de compañía.
En primer lugar tienes que crear una cuenta y registrar el perfil del animal. Raza, medidas, fotografía… Una vez tienes el perfil creado tan sólo tienes que esperar a que un adoptante esté interesado y se ponga en contacto contigo para iniciar el proceso de adopción.
Estas son algunas de la webs o aplicaciones encargadas de dar a perros en adopción:
https://www.miwuki.com/dar-perro-gato-en-adopcion
https://cambiaundestino.org/adopta/dar-en-adopcion/
Ponte en contacto con tu veterinario
Si las opciones anteriores no han sido un recurso útil para encontrar un nuevo hogar para el perro, prueba de hablar con tu veterinario. Estos especialistas del bienestar animal trabajan en contacto constante con muchas familias amantes de los animales. Comunícale tu problema y tu necesidad de dejar de convivir con al animal y espera que el profesional veterinario pueda encontrar un recurso para la nueva vida del peludo.
Residencias para animales
Si la decisión de encontrar un nuevo hogar para tu peludo se alarga puedes optar por dejar al animal en una residencia de manera provisional. Las residencias para animales son unos espacios en los que puedes dejar al perro a cambio de una cantidad determinada de dinero. Estos centros suelen contar con unas buenas instalaciones en las que el bienestar del animal no se verá alterado en ningún momento.