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“Los niños tienen una curiosidad y amor por los animales innatos”

En el barrio de Vallcarca de Barcelona hay un espacio dedicado a la divulgación de los derechos de los animales que ofrece en préstamo documentos imprescindibles. La Biblioteca María Antonieta Cot ofrece un punto de interés nacido de la pasión por los animales y los libros. Hablamos con Olga Barrio impulsora de una iniciativa destinada a ser imitada en espacios para niños y mayores.

¿Cómo surgió la idea de crear un área dedicada a los derechos de los animales en la biblioteca?

Siempre me han interesado mucho los animales y preocupado su bienestar. Creo que la información y la educación puede ayudar a formar adultos más empáticos, aprovechando esa biofilia que se tiene desde la infancia. Así que decidí unir mi pasión por los animales y por los libros.

¿Cómo se estructura el fondo especializado en derechos de los animales en la biblioteca?

En seis bloques: Adopción, Tenencia responsable, Protección, Relaciones humanos-animales, Especies amenazadas y El último adiós, sobre la muerte de los animales con los que convivimos.

¿Qué criterios siguen para incorporar nuevos volúmenes?

Compaginar las novedades con libros más antiguos pero que considero indispensables. Y que haya libros infantiles y para adultos.

¿Cómo ha sido recibida esta iniciativa por parte del público?

Con curiosidad. Se acercan sobre todo a los libros expuestos.

«La información y la educación puede ayudar a formar adultos más empáticos con los animales»

¿Qué libros sobre derechos de los animales tienen más éxito entre los usuarios?

Los infantiles, los de ética y los dedicados al duelo, lo que me parece muy importante porque la muerte de un animal familiar es un proceso muy doloroso y todavía muy incomprendido por gran parte de la sociedad.

¿Existen autores que destaquen especialmente en esta temática dentro de la biblioteca?

Varios. Destacaría a Peter Singer porque su libro ‘Liberación animal’ cambió la forma de mirar a los animales de muchas personas. También a Frans de Waal, gran defensor de la inteligencia y las emociones de los animales. Y a Jane Goodall por toda una vida dedicada a los chimpancés y por la gran labor que sigue haciendo en defensa de los animales a sus 90 años.

¿Qué tipo de usuarios suelen consultar más esta sección de la biblioteca?

En sala, los libros que más se consultan son los infantiles. También vienen profesores y adultos interesados en estos temas.

¿Cómo ha sido la respuesta del público infantil hacia los materiales relacionados con esta temática?

Muy buena, los niños tienen una curiosidad y amor por los animales innatos.

¿Qué consejos darías a aquellos que desean informarse más sobre los derechos de los animales a través de la lectura?

Que empiecen poco a poco, que tengan la mente abierta y que estén preparados para todo lo que se van a encontrar. Es un mundo fascinante pero también cruel. Hay libros divulgativos con una perspectiva más amable. Yo recomendaría empezar por ahí. Si empiezas leyendo a Peter Singer o viendo Earthlings es posible que se te quiten las ganes de seguir investigando.

«La muerte de un animal familiar es un proceso muy doloroso y todavía muy incomprendido por gran parte de la sociedad»

¿Hay algún libro en particular que te haya marcado personalmente en relación con esta causa?

‘Nosotros los animales’, del biólogo y etólogo Marc Bekoff y ‘Los diez mandamientos: para compartir el planeta con los animales que amamos’ que Bekoff escribió junto a Jane Goodall.

¿Cuáles son los tres libros que consideras de lectura obligada para entender mejor los derechos de los animales, según tu criterio?

‘Tú también eres un animal’ de Kepa Tamames donde el autor rebate los planteamientos que se suelen utilizar para justificar la agresión a los animales. ‘La voz de los animales’ de Pilar Badía y Diego J. Hernández, un librito estupendo para trabajar con adolescentes. Y ‘Sinpalabras’ de Roger Olmos. Sus ilustraciones son tan potentes que no necesitan texto.

¿Cómo crees que la literatura puede contribuir a la sensibilización y promoción de los derechos de los animales?

A todos nos escandaliza cuando el protagonista de una novela desata sus frustraciones maltratando a un animal, pero decimos: “no puedo ver esto, escuchar esto, leer esto” cuando el maltrato salta en forma de noticia de las páginas del libro a la realidad. Pero esa realidad existe y conocerla, aunque sea a través de la literatura, nos permite tomar conciencia y nos puede ayudar a fomentar nuestro pensamiento crítico. Leer sobre animales nos lleva a conocerlos mejor y es más fácil defender algo que se conoce y se ama.

«La literatura nos permite tomar conciencia y nos puede ayudar a fomentar nuestro pensamiento crítico»

¿Qué tipo de actividades y talleres se programan periódicamente en relación con los derechos de los animales?

Una charla sobre derechos de los animales en las escuelas e institutos que lo solicitan y lotes de libros de esta temática. Una visita escolar dedicada a los animales en la que los niños aprenden sobre ellos y juegan un memory en que relacionan animales con sus huellas. En Animaladas explico a las familias curiosidades y cuidados de perros y roedores, que son los animales con los que convivo y que mejor conozco. En otoño tenemos previsto poner comederos para los pájaros en la terraza de la biblioteca.

¿Cuál es el objetivo principal de estas actividades?

Sensibilizar a los más pequeños hacia el respeto animal y concienciarlos sobre la responsabilidad que comporta tener un animal.

¿Existe alguna colaboración con organizaciones o instituciones dedicadas a la protección de los animales?

En las charlas hablo de animales salvajes y animales familiares. Las historias de estos últimos son verídicas. Y sus protagonistas son de Pataners, una tienda a la inversa cuya principal labor es el rescate y cuidado de animales. En especial de los llamados “invisibles”, aquellos que llevan mucho tiempo esperando un hogar, que han sido devueltos… Leire hace un trabajo inmenso y maravilloso. Mi perra y mi cobaya han sido adoptadas allí. Tenemos también previsto ponernos en contacto con una colonia felina y hacer alguna actividad infantil conjunta.

«En esta área de la biblioteca los usuarios toman conciencia de que los derechos de los animales son importantes»

¿Cuál ha sido el impacto más significativo que has observado desde que se estableció esta área en la biblioteca?

Que los usuarios toman conciencia de que los derechos animales son importantes. Tanto, que necesitan una sección diferenciada. Y que ahora se consultan más libros sobre mejorar la convivencia con los animales del hogar que antes.

¿Han vivido alguna anécdota emotiva, sorprendente, memorable relacionada con esta área de interés?

Al finalizar una de las charlas que doy a colegios, Laura de 7 años, me entregó un dibujo donde, a su manera, hizo un excelente retrato de la situación de desamparo en que se encuentran algunos animales. Lo envié al programa de Onda Cero, ‘Como el Perro y el gato’ que escucho desde hace más de quince años y les encantó. Pusieron el dibujo en el directo de Facebook y, cuando se lo conté a la profesora, buscó el programa y se lo puso a los niños en clase. Me explicó que Laura estaba feliz.

Dibujo de Laura contra el abandono animal

 ¿Qué estrategias o enfoques consideras más efectivos para lograr que las personas perciban la importancia de respetar y defender a los animales?

No dejar de repetir que son seres sintientes, con sus vidas y sus culturas… que compartimos planeta con ellos, pero no somos sus dueños sino sus compañeros de viaje. Y ofrecer argumentos sólidos alejados de sentimentalismos.

«No somos dueños de los animales sino sus compañeros de viaje»

¿Cómo se adapta la biblioteca a las diferentes preferencias de soportes de los usuarios en cuanto a materiales sobre derechos de los animales?

Tenemos libros para adultos y niños, pero también revistas y DVD.

¿Qué desafíos enfrenta el centro de interés al difundir y promover la educación en derechos de los animales?

La difusión. Esperemos que el fondo siga creciendo y podamos llegar a más gente.

¿Qué consejos darías a las personas que desean contribuir de manera activa a la promoción y defensa de los derechos de los animales en su comunidad?

Que no miren hacia otro lado cuando vean a un animal necesitado de ayuda. Pueden acercarse a un refugio de su ciudad a ayudar en tareas de limpieza o pasear a los perros. Alimentar a una colonia de gatos, visitar santuarios en lugar de zoos y poner agua en verano en balcones o parques para las aves o los gatos que viven en la calle. Y si son profesores, crear debate en clase sobre la necesidad de respetar a los animales.

“Una editorial vegana es una forma más de hacer activismo”

Olga Canals, Carlos G. Tutor y Coco se metieron a editores en consonancia con sus valores y con el activismo por una vida respetuosa con los animales. Ellos son Diversa una editorial antiespecista que sorprende por la calidad de los títulos con propuestas óptimas para lectores de los 0 a los 100 años. Libros infantiles, de alimentación, libros prácticos, ensayo…todos bien escogidos y con calidad.

Da la sensación de que sois muy valientes, os metéis en el mundo de la edición y además desde una perspectiva vegana. ¿Cómo así?

Si mezclamos sector libros y sector veganismo, no parece un negocio muy rentable. Pero ambas cosas son lo nuestro. No creemos que seamos valientes, solo consecuentes; al final, una editorial vegana es una forma más de hacer activismo.

¿Qué significa el compromiso vegano como editorial?

Simplemente hacer las cosas como las hacemos fuera de la editorial, llevando una vida todo lo respetuosa que se pueda con todas las especies de animales.

Olga, coeditora de Diversa Eciciones

Es cierto que huis de los planteamientos cerrados y de nicho… Vuestra propuesta es plural. No hay que ser vegano militante para disfrutaros, ¿o sí?

Precisamente esa diversificación hace que tanto la gente concienciada como la que está en proceso, o incluso quienes no lo están en absoluto, puedan considerar interesantes nuestros títulos, porque son muy distintos.

También llama la atención la calidad de la edición. El acabado final de los libros está muy cuidado y seguramente es algo deliberado.

Esta es una pregunta-piropo. ¡Gracias! Eso va con nuestra forma de ser; si hacemos algo, nos gusta hacerlo lo mejor posible.

¿Tenéis algún referente que os inspire o seguís vuestro instinto?

Instinto. A veces falla. Pero instinto.

¿Qué tipo de libros os apetece publicar?

Pues recibimos muchas propuestas, y como no nos gusta cerrarnos a nada, valoramos todas, por muy diferentes que sean, siempre que el antiespecismo, desde cualquier perspectiva, sea el motivo principal de la existencia del libro.

«Valoramos todas las propuestas siempre que el antiespecismo sea el motivo principal de la existencia del libro»

¿Cuál es la mayor dificultad a la que os enfrentáis?

Se publica mucho. Pero mucho. Muchísimo. Y eso ocurre en muchos otros ámbitos. Hoy en día hay tantos estímulos, tantas opciones de todo, que cuando se hace algo lo más normal es que pase desapercibido. Y cuando tienes que venderlo para sobrevivir, eso se convierte en un problema.

Es injusto hacer elegir a unos editores tres obras de su catálogo que sirvan de presentación… ¿Cuáles diríais para este 2024?

(Risas) Tú lo has dicho, es injusto. Dada la diversificación de títulos, invitamos a que la gente revise el catálogo y decida ella misma.

Los libros de alimentación vegana son un éxito y una línea obligada. ¿Fueron vuestra primera apuesta?

En realidad, comenzamos casi a la vez con uno de recetas y un ensayo. Ambas líneas han evolucionado hacia libros más complejos y especializados, y posteriormente abrimos la colección de cuentos con páginas finales didácticas.

El primer libro vuestro que leí fue el de Javier Ruiz ‘De cómo los animales viven y mueren’. Tenía miedo de que fuera demasiado crudo. No lo es, es realista, nada edulcorado, pero mantiene un tono que huye del dramatismo…

En efecto, es como dices. Pero si quieres libros más directos, los tenemos.

Carlos, coeditor de Diversa Ediciones

Gracias a ‘La voz de los animales’ conocimos a Pilar Badía y a Diego J. Hernández y su fantástico proyecto de educación. Debe haber sido muy satisfactorio, ¿verdad?

¡Así es! Si un “vegan book” logra entrar en el ámbito educacional, consiguiendo en algunos

centros que se planifique como lectura para el alumnado, es algo realmente fantástico.

¿Con cuál sigo de la colección Conciencia?

Uf, es que cada uno puede ser tan distinto de otro. ‘No como animales’, aunque parece para deportistas, yo que no lo soy flipé cuando leí el manuscrito. ‘Lucha animal’ coge los argumentos contra el antiespecismo y los destruye, los va haciendo cachitos hasta que ya no existen en el ámbito lógico, ético, científico ni en ningún otro. ‘Cambiando el paso’ aborda el veganismo desde una perspectiva medioambiental. Y justo ahora hemos publicado ‘Por qué comer plantas en un mundo que come carne’, la segunda obra de Jenny Rodríguez, que tras más de medio libro argumentando el antiespecismo a modo de herramienta de ayuda para quienes tienen reticencias, después nos ofrece un buen puñado de esas recetas suyas que son una maravilla.

De alguna manera con libros llenáis huecos que hasta ahora solo se cubrían en otros idiomas, ¿cierto?

Esperamos que sea así. ‘Veggies y fuertes’ es un libro sobre alimentación vegana infantil, no de recetas, sino un pequeño ensayo ilustrado casi como un cuento. No conocemos otra cosa así en español. De todas formas, antes que mencionabas ‘La voz de los animales’, este libro también lo hemos publicado en inglés.

Apostáis más por las obras originales que por traducciones. ¿Cómo es eso?

Es una mezcla de motivos. Por el coste de la compra de derechos y de la traducción, y porque recibimos tantas propuestas de libros tan geniales que no tenemos ya cupo para pensar en editar libros extranjeros.

¿Qué libros marcaron a Diversa antes de constituirse en editorial?

Pues en el ámbito antiespecista, diríamos que ninguno; ya veníamos con el marcaje hecho (risas). En el editorial, siempre hemos estado rodeadas de libros, así que suponemos que, de manera inconsciente, casi subliminal, cuando nos ha gustado algo se nos ha quedado la idea en alguna carpeta de la mente, para tenerla en cuenta… y casi siempre acabar haciendo algo muy diferente.

«Algunos libros de Diversa puedes ayudar a abordar el veganismo infantil»

En vuestra colección infantil abordáis el veganismo infantil. Aún existe mucha desinformación y reticencias, de hecho, personas veganas se sienten en una encrucijada cuando se embarazan. ¿Vuestros libros pueden ayudar?

Sí, de hecho, nos lo han confirmado algunas familias. Y no solo la colección infantil; otros títulos de Diversa pueden ayudar mucho en estos casos, porque abordan el tema.

¿Qué colaboración solidaria habéis establecido con la protectora de Tárrega y cómo pueden contribuir los lectores?

Somos voluntarias de la protectora, y como cualquier protectora, no va sobrada de recursos, así que hacemos lo que podemos, tanto en forma de voluntariado presencial en la protectora, como en ferias, diseños -aprovechando nuestro trabajo en el tema editorial- y de otras formas.

Ayudar a un santuario o a una protectora puede hacerse de muchas maneras, haciéndose socia/o, teamer, etc. En este caso, una forma genial de hacerlo es comprando los dos cuentos que hemos hecho con la protectora, que son cien por cien benéficos, también por parte de las autoras y la ilustradora: Teo, un cazador de sueños y Machu, el pequeño héroe.

«Le debemos a Coco que haya una editorial antiespecista llamada Diverda»

Y no podemos olvidarnos de Coco, el tercer coeditor. ¿Cómo influyó Coco en el nacimiento de Diversa y qué pensaría de vosotros allá donde esté?

A él le debemos muchas cosas, entre otras que haya una editorial antiespecista llamada Diversa. Estamos seguras de que le gustaría; en vida nos confirmó otras cosas que nos hicieron reafirmarnos en lo que estábamos haciendo. Pero esa es otra historia…

Coco, coeditor perruno de Diversa Ediciones (in memoriam)

¿Cómo os veíais hace 5 años?

Más jóvenes.

¿Cómo os veis en 5 años?

Uy, son planes a muy largo plazo para nosotras, nunca hacemos previsiones a esas fechas. Pero hay cosas que van con la persona, así que activismo, de una manera u otra, eso seguro.

De las frases que proponéis en vuestra web, ¿cuál merecería esculpirse en mármol o convertirse en mantra?

Ay…, no nos hagas esta pregunta. ¡Ya nos costó hacer una selección de entre muchísimas que teníamos, como para que ahora nos hagas decidir solo una!

«Con las novelas quiero echar abajo los falsos mitos que existen sobre los gatos callejeros»

María Tello Romero tiene dos grandes pasiones, comunicar y los gatos. Nuestra entrevistada de hoy ha montado y conducido eventos benéficos, ha gestionado refugios en Guadalajara y escribió un libro con fines solidarios “El diario de Etna” con tanto éxito que acaba de publicar un nuevo volumen titulado “Cómo sobrevivir a Gato Blanco“.

¿Qué inspiró la creación de «El Diario de Etna»? ¿Hay alguna experiencia personal detrás de la historia? 

Para contar como creo este proyecto debo hablar brevemente de mi trayectoria dentro del mundo de la protección animal. Comienza en 2004, cuando atravieso las puertas del albergue municipal de Guadalajara. Siempre que lo visitaba terminaba dentro de las gateras, conociendo los felinos que las habitaban y sus caracteres. Poco a poco, me iba sintiendo más y más preparada para darlos en adopción. Cada día que estaba allí, me vinculaba un poco más a la asociación que gestionaba el albergue: fui vocal de adopciones de gatos, comencé a realizar rescates, me encargaba de organizar y realizar viajes a Francia para entregar galgos desechados en nuestro país, formaba parte del equipo que recogía el alimento donado para los animales, practicaba el método CER en colonias felinas, y un largo etcétera; y así fue como fui la responsable del albergue y presidenta de la asociación. Este hecho supuso dedicar mi vida por completo a los animales.

Pasados quince años, en el 2019, decido hacer un alto en esa forma de activismo, pero también soy consciente de que no quiero dejar de ayudar a los animales. En ese momento, creo mi propio proyecto, «El diario de Etna». Decido que la ayuda que pueda generar con el proyecto se va a centrar en los gatos, que son mi gran pasión, y dentro de los gatos a aquellos que son los más vulnerables, los callejeros. Los que forman las denominadas colonias felinas.

¿Cómo fue el proceso de escribir una historia solidaria con un enfoque tan conmovedor? 

Realmente comencé a escribir la novela sin saber cuál iba a ser su futuro, pero sabía que tenía entre manos mi nueva forma de ayudar a los animales y que con su recaudación iba a poder seguir cuidándoles.

Etna fue mi inspiración. Desde el momento en que entró a formar parte de mi vida, la cambió. Creí que su historia debía ser contada al mundo. Es la historia de muchos animales que nacen en la calle viviendo en situación de vulnerabilidad y a los que la vida les enseña de distintas formas y en distintas ocasiones la crueldad del ser humano. Pero también su compasión.

«Los animales tienen la capacidad de sobreponerse a los malos momentos»

¿Cómo describirías el viaje emocional que Etna, la gata protagonista, experimenta a lo largo de la historia? 

Los animales tienen la capacidad de sobreponerse a los malos momentos. Su instinto es el de sobrevivir, por lo que Etna se recupera de los terribles momentos que vive cuando su familia desaparece de su lado de manera dramática. A pesar de la incertidumbre y el terror que le provoca sentirse sola con tan solo un mes y medio de vida, encuentra en su nueva familia las fuerzas para seguir adelante. Y esa generosidad que encuentra en los peores momentos de su vida, quiere ofrecerla a los demás de su especie que se encuentran en la calle en forma de solidaridad: contando su historia de vida y llegando a ellos a través de las personas que les ayudan, los cuidadores de colonias felinas.

¿No suelen ser muy tristes y desalentadoras las historias con animales?

Desde que comienzo a escribir «El diario de Etna» y «Cómo sobrevivir a Gato Blanco» tengo muy claro que quiero concienciar y dar a conocer lo que está ocurriendo en el mundo de la protección animal, pero no de manera sangrante. Quiero llegar a todos los públicos y que lo conozcan para tomar partido, pero no para dejar de leer el libro porque pueda resultarles desagradable su contenido. Por eso, ambas novelas son libros de entretenimiento y a la vez de concienciación, con una historia divertida donde Etna y sus coprotagonistas, Serafín y Gato Blanco, van a conquistar sus corazones.

Las ilustraciones juegan un papel importante en el libro. ¿Cómo influyeron las ilustraciones en la narrativa y en la conexión emocional con los lectores?

Las ilustraciones tienen una función importante, ya que reflejan seis momentos de la vida de Etna y sus compañeros de aventuras en cada una de las dos novelas. Pretendía explicar con imágenes aquello que las palabras no hubieran conseguido transmitir. También es una forma maravillosa de dar vida a los protagonistas, de definirlos físicamente. La mano de Irlanda Tambascio (Eire), la ilustradora, ha creado un estilo propio para Etna y sus compañeros de vida. En «El diario de Etna» el color utilizado son los tonos del manto de Etna, tonos color ceniza, y en «Cómo sobrevivir a Gato Blanco» decidimos modernizar las imágenes y darles un toque de color diferente, siendo protagonista el azul de los ojos de Gato Blanco.

«Hay pocas personas a las que admire, Paco Catalán es una de ellas»

¿Qué ha significado el apoyo de Paco Catalán?

Hay pocas personas a las que admire, Paco Catalán es una de ellas. Por su compromiso y por la admiración que me produce el que pueda enfrentarse cada día con su pluma a las barbaridades que se cometen con los animales de este país. Entendía que su gran pasión eran los gatos, lo refleja cada día en sus redes con sus viñetas, y que aceptará hacer el exquisito prólogo que hizo para El diario de Etna fue un honor. No quiero obviar que, al ser una persona tan conocida, su nombre en la portada del libro significó que llegará a más público, pudiendo llegar a más gatos abandonados.

¿Quién es el prologuista de tu segunda novela?

Con la segunda parte «Cómo sobrevivir a Gato Blanco», el prologuista sigue siendo un alimentador de colonias felinas: Luis Víctor Moreno, activista reconocido y cuya gran pasión son los gatos. Desde que le conocí supe que quería que formara parte de mi proyecto y él no dudo en acompañarme. Su respeto y compromiso con los abandonados se refleja en las líneas de su maravilloso prólogo.

Sabemos que los beneficios de este proyecto están destinados al cuidado y bienestar de colonias felinas. ¿Podrías hablarnos un poco más sobre cómo se lleva a cabo este apoyo?

Ambas novelas son solidarias, «El diario de Etna» destina la recaudación al cuidado y bienestar de colonias felinas. «Cómo sobrevivir a Gato Blanco» destina lo recaudado al cuidado y bienestar de colonias felinas, así como a la visibilización y dignificación de la vida de los animales abandonados y las personas que los protegen.

Desde que se publica la novela en septiembre de 2021 el proyecto ha evolucionado y no solo quiere recaudar (hasta el momento he alcanzado a veintisiete asociaciones), que es muy importante para las pequeñas asociaciones o personas que cuidan las colonias felinas. Con «Cómo sobrevivir a Gato Blanco» me planteo el reto no solo de recaudar para las asociaciones, sino de recaudar para concienciar, para poder acercarme a aquel que quiera escucharme y darles a conocer qué es una colonia felina y alcanzar el respeto de los gatos de la calle. Si se previene su abandono y su maltrato, se estará invirtiendo en tener menos gatos callejeros malviviendo a nuestro alrededor, más concienciación y en bienestar animal.

«Si se previene en abandono y maltrato, se está invirtiendo en tener menos gatos callejeros malviviendo»

«El Diario de Etna» y “Cómo sobrevivir a Gato Blanco” tienen su propia cuenta de Instagram. ¿Cómo ha sido la respuesta de la comunidad en redes sociales?

Ambas cuentas están funcionando, pero es @eldiariodeetna la que lleva activa desde hace cuatro años y en ella radica la fuerza en redes. Su visibilidad es muy importante para dar a conocer su historia, para contar el proyecto y para dar visibilidad a las asociaciones con las que se colabora en cada momento. Tan importante como recaudar con la venta de ejemplares es dar voz a las personas que cuidan a los callejeros. Puede que se produzca un socio, una donación o un voluntario que quiera ayudarles.

Y, hoy en día, las redes hacen que existas, visibilizan los libros y alcanzan a lectores que lo adquieren y ayudan a los callejeros con su compra. Al final es crear una red para que, entre todos, podamos ayudarlos.

¿Cuál ha sido la reacción más emotiva o memorable que has recibido de un lector después de haber leído «El Diario de Etna»?

Sin duda, el personaje que ha cautivado ha sido Serafín, papi para Etna. Su sabiduría, su templanza y la forma en la que acoge a la felina en su hogar ha provocado mucha ternura y ha conquistado muchos corazones. No quiero hacer spoiler, pero en «Cómo sobrevivir a Gato Blanco», puedo anticipar que el nuevo compañero de vida de Etna no va a dejar indiferente a nadie. Espero muchas reacciones.

¿Qué lecciones has aprendido personalmente durante el proceso de escribir y publicar «El Diario de Etna»?

Que la paciencia es una virtud. El proceso de elaboración de la novela ha sido más lento de lo que imaginé al comienzo y tuve que hacer un esfuerzo importante para disfrutar de cada etapa de elaboración del libro. Una vez tuve el prototipo de la novela en mis manos entendí que la espera había merecido la pena.

«Con el futuro de los animales abandonados se están dando pasos a un ritmo muy lento, pero seguro»

Considerando tu experiencia en este proyecto, ¿Cómo visualizas el futuro de los animales abandonados en España?

Desde julio de 2022 escribo artículos de opinión en Nueva Alcarria, periódico de Guadalajara, en mi columna El camino de la esperanza. El título de la sección quiere reflejar lo que siento sobre ese futuro, y considero que se están dando pasos a un ritmo muy lento, pero seguro. Las personas que están luchando por conseguir el respeto de los animales lo están haciendo muy bien, dialogando, con conocimiento y rigor. Hace poco tiempo, pocos podían imaginar que una ley de bienestar animal nacional diera nombre a las personas que llevamos años alimentado a los gatos callejeros escondidos como si fuéramos delincuentes en la oscuridad de la noche. Hoy en día se nos ha reconocido y podemos realizar nuestra labor con los gatos comunitarios sin tener que bajar la cabeza. Sé que queda mucho por hacer, pero que si seguimos trabajando como lo estamos haciendo, las cosas van a cambiar a favor del bienestar de los animales.

¿Qué papel crees que la literatura y el arte pueden desempeñar en la sensibilización y la acción en favor de los animales necesitados?

Ese es mi proyecto, porque «El diario de Etna» no es solo la publicación de dos novelas. Soy colaboradora en Nueva Alcarria con mi sección mensual El camino de la esperanza sobre protección animal. También imparto talleres y charlas de concienciación animal y coordino el Club de Lectura Animales en la Literatura en la Biblioteca Pública Dávalos de Guadalajara. Es otra forma de activismo, me he podido reinventar incluyendo la cultura, el arte y la literatura para poder llegar a otro tipo de público y de otra manera. Creo que es posible.

Además de la recaudación de fondos, ¿Hay otros aspectos en los que «El Diario de Etna» haya contribuido a la causa de los animales abandonados?

De distintas formas, aunque la principal la concienciación. Por ejemplo, acudiendo a jornadas de concienciación con mi proyecto, donando ejemplares de la novela a personas que realizan sorteos para ayudar a otras asociaciones, siendo la imagen felina de eventos como la VII MASCOCAN Coslada que se realizó en octubre de 2023, siendo la imagen de la campaña de Bienestar Animal realizada por la Concejalía de Bienestar, Consumo y Bienestar Animal del Ayuntamiento de Coslada en Madrid, o acudiendo a la  XXI Gala Premios Medio Ambiente Ecologistas en Acción Guadalajara para presentar el proyecto.

¿Qué te motiva a seguir trabajando en proyectos solidarios relacionados con los animales, y hay algún otro tema que te gustaría abordar en el futuro?

Mi única motivación son ellos, los abandonados. Es mi proyecto de vida.

¿Qué te gustaría que los lectores se llevaran después de haber leído tu libro?

Me gustaría que su corazón se llenara con las historias que Etna tiene que contarles y que la próxima vez que vean un animal abandonado o un caso de maltrato animal en su camino, no miren hacia otro lado y les ayuden.

«Con las novelas quiero echar abajo falsos mitos sobre los gatos callejeros»

¿Cómo crees que «El Diario de Etna» y “Cómo sobrevivir a Gato Blanco” puede ayudar a fomentar el conocimiento, respeto y amor hacia los gatos?

Cuando escribí ambas novelas supe que debía hacerlo con un lenguaje sencillo y cercano, de esa forma los lectores podrían tener claro cómo actuar cuando se encuentren un gato en la calle o cuando decidan adoptarlo para que sea parte de su familia.

Quería echar abajo los falsos mitos que existen sobre los gatos callejeros, como que son capaces de vivir en la calle sin sufrimiento. Quien lea ambas novelas entenderá que no es así, que los animales tienen sentimientos, que sufren y que está en la mano de los humanos el cambiar aquello que la irresponsabilidad de algunos ha provocado en los que están abandonados.

¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren ayudar a los animales abandonados, pero no saben por dónde empezar?

Les pediría que si quieren ayudar se acerquen a los centros de recuperación de animales abandonados de su localidad, que pregunten a las personas que los gestionan qué necesitan. Incluso a las alimentadoras que ven cada día cuidando a los gatos callejeros de la zona. Es un gesto pequeño, pero que puede cambiar vidas.

Finalmente, ¿tienes algún proyecto futuro relacionado con la causa de los animales abandonados o el mundo felino que puedas adelantarnos?

Dar continuidad a mi proyecto. Ahora mismo se está produciendo con la segunda novela y segunda parte de la historia de vida de Etna, Cómo sobrevivir a Gato Blanco. En mi cabeza ya existe la idea para una tercera novela, relacionada con los gestores de colonias felinas. Y, seguir concienciando.

¿Dónde se puede comprar el Diario de Etna y Cómo sobrevivir a Gato Blanco?

Ambas novelas se pueden adquirir en distintas plataformas (en mi web www.eldiariodeetna.com, en el punto de menú Contacto se pueden consultar) o bien a mí directamente, e iría dedicado. Para aquellos que amamos a los animales, deciros que a través mío se recauda más para las asociaciones que ayudo ya que el libro es autopublicado. En mi web encontraréis todos los datos.

‘Sonia y el ladrón de besos’, de Eva D. Island

Una comedia romántica con un toque de ‘Bridget Jones’, ‘Sexo en Nueva York’, las mujeres de Almodóvar y seis perros

Llega el verano y, con él, (algo más de) tiempo libre. Por eso, muchos que aman a los perros se preguntan qué demonios leer. No son pocos los que se preguntan si sería posible leer algo relacionado con perros, pero que tenga también en cuenta otras dimensiones de la vida, como por ejemplo el amor (o su reverso, el desamor), la amistad y temas afines. Posiblemente, si uno o una se encuentra en este grupo de personas, ‘Sonia y el ladrón de besos’ puede ser la obra ideal, por su estilo ‘fresh’ y desenfadado.

La novela narra la historia de Sonia y sus amigas, unas treintañeras que pasean al perro en un ‘pipicán’ (¿deberíamos ahora llamarle área de recreo para perros, en Barcelona?). Todas ellas forman el grupo que se hace llamar las “pipicañeras”, del que Sonia es la gran protagonista. Su historia cambiará dramáticamente cuando conozca a Tripiquilabing, un misterioso chico que caza besos y que fue bróker en el pasado. Las aventuras vienen una detrás de la otra en la búsqueda de un amor imposible que en todo momento va acompañado de investigación y deseo.

Lo curioso de todo esto es que las ‘pipicañeras’ existen de verdad. Son amigas de la autora, que se hace llamar Eva D. Island, aunque este es solo un seudónimo y no su verdadero nombre. Sus amigas pipicañeras han compartido con la autora muchos momentos acompañadas de sus mejores amigos: los perros. Por ello, la autora reconoce que “le han servido de inspiración”. Tanto es así, que algunos fragmentos tienen ápices de realidad que cualquiera que lleve a sus perros por espacios caninos reconocerá fácilmente.

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Donde viven los amigos

 

«Cuando yo tenía seis años vi una vez una lámina magnífica en un libro sobre el Bosque Virgen que se llamaba «Historias Vividas». Representaba una serpiente boa que se tragaba a una fiera. (…) Reflexioné mucho entonces sobre las aventuras de la selva y, a mi vez, logré trazar con un lápiz de color mi primer dibujo. (…) Mostré mi obra maestra a las personas grandes y les pregunté si mi dibujo les asustaba. Me contestaron: «¿Por qué habrá de asustar un sombrero?» Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digería un elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas grandes pudiesen comprender. Siempre necesitan explicaciones. (…) Las personas grandes me aconsejaron que dejara a un lado los dibujos de serpientes boas abiertas o cerradas y que me interesara un poco más en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. (…) Las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas, y es agotador para los niños tener que darles siempre y siempre explicaciones.» Inicio de la obra El principito de Antoine de Saint-Exupéry

 

Por suerte para muchos, Roger Olmos siguió dibujando boas dentro de elefantes, y lo que es más importante siguió viendo en esa representación del sombrero a la boa que se comió al elefante.

«Éste es un libro para que los niños se lo lean a sus padres» nos dice el autor al final de la obra. Tristemente muchos adultos necesitan un intérprete para lograr traducir la empatía, la inocencia, la amistad.

La protagonista de nuestra historia recibe como regalo de su madre un libro de ilustraciones, un «cuento». La madre lo compra, pero la niña lo vive, lo entiende. Una tragedia se cierne sobre nosotros cuando pasamos de aventureros, soñadores, niños a consumidores, realistas, adultos. La tragedia de hacernos mayores.

La pérdida de la infancia (un tesoro del que por desgracia no todos los niños pueden disfrutar) no deja de ser una muerte. La adolescencia, por ello, se convierte en un duelo extraño por aquél niño o niña que un día fuimos. Roger nos lo transmite pintando de gris y negro lo relativo al mundo de los adultos y a pleno color el mundo de la niña.

En el mundo de los colores, de los cuentos, de los sueños, teníamos la suerte de tener unos amigos que, aunque no fuesen de nuestra misma especie, nada impedía que hablásemos con ellos, jugásemos y les quisiéramos con todo nuestro corazón. El idioma universal de la empatía elimina cualquier frontera.

Nuestra protagonista viaja, gracias al libro, a un mundo lleno de animales y seres fantásticos. Se pone su traje de conejo rosa y corre con una única zapatilla por los campos de la imaginación.

Vacas, cerdos, pájaros, peces… Juegan junto a ella.

Interrumpida por su madre, que la llama para cenar, la niña vuelve al mundo real. Donde debe calzarse de nuevo ambas pantuflas. El suelo real suele estar más frío.

Escalón a escalón. Del desván, donde viven sus amigos, a la cocina. Y la cena en el plato. 

La madre ve la «comida»: ya no ve el elefante dentro de la boa. Ve el sombrero.

Este es un libro para que los niños y los que se resisten a dejar de serlo se lo lean a los que olvidaron quiénes fueron. A los que olvidaron a sus amigos.

Roger no nos pide que volvamos a creer en seres fantásticos, nos pide que seamos capaces de volver a «ver» a todos los seres reales que nos rodean.

 

NOTA: Amigos solo se encuentra a la venta aquí 

La obra a estado editada por FAADA en España y Logos Edizioni en Italia

Artículo de Silvia Esteve