Las victorias animalistas de 2015 (y asignaturas pendientes)
Las corridas de toros y los animales salvajes en los circos, centran las victorias animalistas de 2015
La firma del Convenio Europeo sobre animales de compañía, que prohíbe la cirugía estética a los animales, también es un gran paso adelante en la protección animal.
Los animales en España sufrirán menos a partir de este año. La incansable presión de las asociaciones animalistas ha ayudado a cambiar mentalidades y ha forzado a transformar leyes que parecían sagradas e intocables. Queda un largo camino por recorrer pero año tras año, los derechos de los animales van acumulando victorias. Y este 2015 ha sido para algunos, el mejor. El cambio político de muchos ayuntamientos ha sido clave para aplicar los avances que permiten considerar el año pasado como uno de los más positivos. «Para mí en 2015 ha sido el mejor año pero estoy convencida de que en 2016 todavía será mejor» asegura optimista Aïda Gascón, directora en España de AnimaNaturalis Internacional. Y es que el año que ya hemos dejado atrás ha dejado cerrada «la prohibición a los circos de hacer espectáculos con animales salvajes en Cataluña y muchos otros cambios que se ha hecho a nivel municipal en muchas ciudades como Madrid o Valencia», defiende esta veterana defensora de los derechos de los animales.
La medida de los circos sin animales, largamente discutida y argumentada en el Parlament de Catalunya, ya se ha extendido a otros municipios como Córdoba, y otro más grandes, como Madrid, también están estudiando la medida. Si la prohibición llega a las principales ciudades españolas será una gran victoria, ya que ningún circo con animales querrá visitar España si en las grandes ciudades no puede actuar. Otros países como Holanda, también han aprobado esta prohibición.
Desde la asociación animalista Libera!, Samuel Leal recuerda que, además de la prohibición de utilizar animales salvajes, el Parlament también aprobó estudiar si este tipo de espectáculos también perjudican a los animales domésticos, por lo que la medida aún podría ser más ambiciosa.
Las otras grandes victorias son más locales: como las diputaciones de A Coruña o Pontevedra que han dejado de subvencionar las corridas de toros o las Islas Baleares, donde ya existe el compromiso de prohibirlas.
Los dos portavoces animalistas consultados por animalados.com están convencidos de que las corridas de toros se acabarán en España y aseguran que la única pregunta que queda pendiente es saber cuándo se producirá este cambio. Sea como sea, la supresión de subvenciones públicas a este tipo de espectáculos representa un golpe muy fuerte ya que, en la mayoría de los casos, las plazas de toros no sobreviven con sus propios recursos. «Las corridas de toros tienen los días contados», asegura Gascón que advierte que, en cambio, será mucho más difícil suprimir las fiestas populares que utilizan animales y pone como gran ejemplo del San Fermín que se celebra en Pamplona. «Esto será más difícil», lamenta. También este año 2015, el Parlamento Europeo suprimió las subvenciones por valor de 152 millones de euros que se daban a la tauromaquia.
Finalmente este año, con un poco de retraso, España se ha sumado al Convenio Europeo sobre Protección de Mascotas, un texto aprobado en 1987 que prohíbe, entre otras cosas, las cirugías estéticas a los animales de compañía, como cortar las colas en los perros de determinadas razas.
En muchas de estas victorias han participado muchas otras entidades animalistas.
Asignaturas pendientes
Cada vez que los colectivos animalistas consiguen una victoria, quedan liberados para dedicarse a otro batalla, ya que, por desgracia, hay muchos frentes abiertos. Entre las asignaturas que han quedado pendientes para los próximos años está el lamentable espectáculo del Toro de la Vega. «Afecta a un solo animal del año, pero sería una victoria importante porque nadie entiende como todavía se celebra y, además, sería una noticia a nivel internacional», destaca Gascón. También ha quedado pendiente la Ley de Protección Animal que el PP, en teoría, debía aprobar antes de terminar su mandato. Había cambios importantes en el redactado, como la prohibición de la venta de animales de compañía desde las tiendas, obligando a quien quiera tener un perro o un gato a desplazarse hasta un criadero o adoptar. El objetivo final era luchar contra la compra compulsiva que, en ocasiones, termina en abandono.