El Colegio Amanecer de Alcorcón lanza un proyecto pionero que forma en empatía hacia los animales a los alumnos de Primaria
El proyecto, que recibe el nombre de ‘Emociones con Patas’, crea un espacio motivacional para fomentar el desarrollo de la inteligencia emocional y las habilidades sociales de los alumnos con el acompañamiento de perros y caballos.
El Colegio Amanecer de Alcorcón (Madrid) ha incorporado el Programa de Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) ‘Emociones con Patas’ como parte de la asignatura curricular ‘Aprender Haciendo’, para formar en empatía hacia los animales a los alumnos de Primero de Primaria. Se trata de una experiencia piloto y se adelanta a la propuesta de la Ley Orgánica de Modificación de la LOE, que se implantará de forma escalonada durante los tres próximos cursos, de incluir la empatía hacia los animales en el currículum de la enseñanza obligatoria.
Tal y como explica Nuria Máximo, Directora y Coordinadora de la Cátedra de Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos, ‘Emociones con Patas’ surge una vez la empatía es incluida en la nueva Ley de Educación: “Llevo años diseñando proyectos de Formación en Valores para alumnos de los Grados de Educación Infantil y Primaria, y cursos de verano para profesores que incluyen la empatía, pero hasta ahora no habíamos podido diseñar un proyecto específico que trabajara la empatía hacia los animales como contenido curricular de una asignatura de Primaria”.
Los objetivos de la Cátedra de Investigación y Sociedad son, entre otros, mejorar la relación que los seres humanos tenemos con otras especies animales y el mundo natural, “por lo que la vía de la comunicación es el camino excelente si se quiere mejorar”, afirma Nuria, quien añade que “además trabaja con entidades rigurosas y responsable, así que, conjuntamente diseñamos ‘Emociones con Patas’”.
Este proyecto pionero en España, del que forman parte la Cátedra Institucional de Investigación Animales y Sociedad de la URJC, PsicoAnimal y Cita Terapias y Animales y el Colegio Amanecer, consta de 12 sesiones agrupadas en cuatro módulos, que son “Convivencia responsable, “Inteligencia emocional con perros”, “Inteligencia emocional con caballos” y píldoras de “Mindfulness”.
Debido a la situación actual provocada por el COVID, la metodología es on-line, señala Nuria, que afirma que “a través de las videollamadas conectamos a los equipos profesionales con las aulas y dentro del horario de una asignatura concreta. Los niños podrán conocer a 6 perros y 2 caballos en su entorno natural de vida, se les enseñarán los principios de la inteligencia emocional de los perros y los caballos, las bases fundamentales del cuidado de otros animales y estrategias básicas de autoconocimiento y gestión emocional”, recalca.
El equipo animal es intencionadamente heterogéneo y diverso en cuanto a las especies, las razas/no razas, el aspecto, las edades y el temperamento de los individuos que los componen. Así, los niños aprenden a identificar las emociones de individuos diversos y a apreciar el valor de cada uno con independencia de su raza, aspecto o edad. Todos los animales tienen en común que han sido adoptados y algunos han sufrido y superado situaciones de abandono y/o maltrato.
Sobre los beneficios que la empatía hacia los animales proporciona a los niños, Nuria comenta que “la empatía es un pilar fundamental en el desarrollo personal de los seres humanos, una herramienta de prevención de la violencia y generador de conductas prosociales. La empatía se ha demostrado como estrategia idónea de prevención del bullying escolar. Además, enseñamos a los niños a razonar y generar pensamiento crítico a través de las relaciones con los animales y el medio natural por un mundo más pacífico”, subraya.
En esta línea, existe una abundante literatura científica sobre los beneficios de la formación en empatía hacia los animales como estrategia de prevención de la violencia interpersonal y específicamente del acoso en las etapas escolares. De la empatía, la capacidad de ponerse en el lugar del otro, surge todo el abanico de conductas prosociales, como la compasión o la solidaridad. Todos ellos son factores protectores frente a la violencia social.
Por su parte, Fernando Bello, director del Colegio Amanecer explica que “en nuestro colegio las emociones tienen un valor fundamental en el proceso educativo. Pero no solo las que proyectamos o percibimos en las personas que nos rodean, sino con todo nuestro entorno. Por esta razón, este proyecto nos pareció realmente interesante y hemos querido acercarlo a nuestros alumnos incorporándolo en nuestro programa pedagógico”.