“Lidero una cruzada contra una enfermedad que era mortal en gatos”
Vicky Vives es una veterinaria catalana referente indiscutible para familias y protectoras víctimas de una enfermedad llamada peritonitis infecciosa felina (PIF) y que alcanzó a su gato Benji. Esta grave infección vírica se ha llevado la vida de miles de gatos y seguiría siendo así si no fuera por un remedio que es muy efectivo, pero casi inaccesible.
¿Qué es la PIF?
La peritonitis infecciosa felina es una enfermedad mortal causada por una mutación del coronavirus entérico felino.
¿Cómo se manifiesta?
Los síntomas son muy variables y pueden incluir fiebre, anorexia, apatía, problemas respiratorios, hinchazón abdominal, cojeras, ceguera, convulsiones y muerte entre otros. Este virus entérico provoca una inflamación de los vasos sanguíneos o vasculitis, que da lugar a la aparición de derrames en órganos y áreas vitales o granulomas en ojos, cerebro, riñones, pulmones, páncreas…. Es bastante espectacular, se nota que el animal está enfermo, aunque al mismo tiempo es difícil detectar el virus.
¿Con qué frecuencia se da?
Se estima que hasta un 80 % de los gatos en colectividades puede estar infectado por Coronavirus entérico felino, pero que nadie se alarme: solo entre el 5-10% va a desarrollar PIF. Muchos gatos que son portadores lo son sin dejar de estar sanos.
¿Cómo se contrae?
El coronavirus entérico felino se contrae por contacto oral con las cacas, se llama contacto feco-oral. El Virus del PIF, no obstante, no es contagioso. Aunque se ha informado de algún caso excepcional de transmisión entre gatos por un serotipo muy virulento que se tradujo en la muerte de cientos de miles de gatos este verano en Chipre.
¿Puede sufrirla cualquier gato?
Los gatos de menos de 2 años, de colectividades y de ciertas razas tiene más susceptibilidad a sufrirla y se sabe que también existe una predisposición genética entre individuos emparentados
Era una enfermedad mortal y ¿ya no lo es?
Era una enfermedad mortal hasta que el Dr. Niels Pedersen, de Davis en la Universidad de California, investigó y confirmó la efectividad el antiviral Gs 441524 contra el virus de la peritonitis infecciosa en un famoso estudio publicado en 2019.
Entonces hay una cura, pero hay dificultad en la obtención ¿por qué?
La dificultad en su obtención reside en que la patente está registrada por Gilead laboratorios para uso humano, y no animal, tanto de la molécula activa llamada GS 441524 como del profármaco llamado Remdesivir.
¿Como afecta a España?
En España está aprobado el uso del Remdesivir para uso humano. No existe ninguna alternativa para su uso en felinos.
Sin embargo, hay permisos especiales para investigación ¿cierto?
En el Reino Unido y Australia, algunas farmacéuticas veterinarias han conseguido un “permiso especial” para su comercialización, pero la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) impide su importación. En nuestro país no hay ningún permiso especial para investigación a día de hoy.
Pero es notorio que hay particulares que lo consiguen en línea ¿qué inconvenientes tiene este recorrido?
Farmacéuticas chinas han elaborado el fármaco y lo ofrecen vía online. Increíblemente, muchas de estas “marcas”-tal como ha comprobado el Dr. Pedersen y su equipo- han resultado ser eficaces contra la enfermedad. Desgraciadamente, ha habido bastantes fraudes con producto ineficaz o incluso peligroso.
El coste resulta gravemente discriminatorio. Sin información y sin miles de euros las familias ven a su gato morir
El coste del tratamiento es caro, aunque los precios han bajado en los dos últimos años. El fármaco legal, sin embargo, es aún más caro que el que los cuidadores pueden encontrar online.
¿La única posibilidad de muchos profesionales de la veterinaria es monitorizar la evolución de los gatos?
Los veterinarios -a diferencia de lo que ocurre en el Reino Unido y Australia- no podemos vender el producto, pero sí que debería ser nuestra obligación informar a familias de pacientes afectados de que existe una cura. Hoy en día sabemos cómo funciona el fármaco y como realizar un seguimiento de la evolución de la enfermedad gracias a los miles de casos que se han tratado en el mundo con éxito. La monitorización no es fácil y requiere experiencia. Los resultados de efectividad que se van difundiendo son apabullantes, hablan de ocho o nueve de cada diez gatos curados.
¿Qué puede hacer una familia cuyo gato ha enfermado?
Los familiares de gatos afectados cuentan ahora con la larga experiencia de grupos de Facebook e Instagram que dan consejos y mucho soporte a los afectados. Lo primero es hablar con su veterinario y luego, buscar en redes sociales. Cada vez hay más compañeros veterinarios interesados en el tema y bien informados.
¿Qué puede hacer el colectivo veterinario colegiado? ¿Y el Gobierno de España? o ¿depende de Europa?
Ni el colegio de veterinarios ni el Gobierno puede agilizar los trámites para la “legalización” del fármaco. Las patentes duran al menos 15 años y durante dicho tiempo son los intereses del laboratorio los que prevalecen.
Doy gracias a todas las personas que me apoyaron y me dieron esperanza para mi gato
¿Que desencadenó tu compromiso con esta lucha?
Yo ya conocía el gran trabajo del Dr. Pedersen, pero me parecía algo surrealista. Tras el último de mis casos de PIF, al cual no pude ayudar, vino increíblemente el de mi gato Benji. Me costó confiar en el tratamiento y las vías de obtención y busqué en redes sociales. Doy gracias a todas las personas que me apoyaron y me dieron esperanza para mi gato. Gracias a ellos hoy en día hemos podido ayudar a cientos de gatos. Hoy en día tengo una cruzada contra la PIF.
¿Qué tres consejos debemos seguir los que amamos a los gatos?
Mi consejo es buscar atención veterinaria ante cualquier signo de enfermedad, buscar un profesional cualificado y actualizado y contactar con las familias que han pasado por el mismo proceso. Es increíble la solidaridad, apoyo y amor que se respira.
Emma Infante