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«El maltrato es invisible para el que cree que los animales existen únicamente para servir a los humanos»

Estela de Castro es una fotógrafa española premiada por su trabajo centrado en el retrato y su compromiso con la denuncia del maltrato animal y la defensa de los derechos de los animales. Expone en la vieja sede del Banco de España en Tarragona denunciando el sinsentido de los zoos. Nuestra entrevistada de hoy, también es la autora del libro ‘The Animals’, un documento imprescindible.

¿Cómo nació Zoocosis? 

Zoocosis nace a partir de Capital Animal, un proyecto que crea y dirige el gestor cultural Rafael Doctor. Invitó a participar a más de cien artistas de diferentes disciplinas y a mí me propuso estar en la parte de denuncia. Elegí el zoo porque cuando fui de pequeña con el colegio, recuerdo comer unas galletas con forma de corazón con azúcar en el centro mientras veía la actuación de los delfines, pero de la actuación, no recuerdo nada. Con lo cual podía haber vivido sin aquella excursión. No soporto la mentira que se sostiene a través del maltrato animal para hacer felices a lxs niñxs. No solo en los zoos, también en los circos, cabalgatas de reyes o cualquier tipo de espectáculo con animales.

¿Exhibir animales en jaulas tiene algo que ver con un trastorno en los que lo ven, lo hacen posible o los que lo sufren?

El ser humano tiene una visión antropocéntrica, no siente que esté haciendo algo malo al encerrar animales. No creo que nadie sienta que tiene un trastorno por ir a un zoo, creo que se sienten buenos padres por intentar hacer felices a sus hijxs.

¿Los responsables de los zoos conocían tus intenciones?

No. Solo llamé antes de ir para preguntar si podía ir con un trípode y me dijeron que sí, pero nunca supieron a qué iba. Durante meses no enseñé ninguna foto en redes por si me prohibían la entrada, pero nunca pasó nada con este tema.

¿Ha habido alguna reacción? 

Ninguna de su parte.

«Los más pequeños perciben la tristeza y soledad que sufren los animales encerrados»

¿Cuál es la respuesta del público? 

¿Te refieres a mis fotografías? Si es así… se cuestionan si los zoos realmente son un espacio de conservación o solo uno negocio. Los más pequeños perciben la tristeza y la soledad que sufren esos animales al estar encerrados.

¿El maltrato animal es muy evidente y al mismo tiempo invisible?

Es muy evidente para el que lo quiere ver y muy invisible o más bien justificado para el que cree que gran parte de los animales, sobre todo los considerados de granja o usados como herramientas de trabajo, existen únicamente para servir a los humanos. Para la mayoría de la población los animales están aquí para ser explotados. Tenemos esa falsa creencia de que estamos en lo alto de una pirámide y que eso nos da derecho a utilizar y maltratar sus cuerpos, pasando por alto que son seres sintientes con sus propios intereses.

El espacio de exposición en Tarragona es impresionante y excepcional. ¿Qué pensaste cuando te lo ofrecieron? 

Para mí fue una sorpresa que un espacio que lleva veinte años cerrado se abra para hacer mi exposición. Era casi como ocupar un espacio abandonado. Estoy muy agradecida a Cultura Verda y el Mèdol por confiar en mi para albergar esta exposición en el antiguo Banco de España.

¿El encuadre aporta algo extra a la experiencia de los retratos?

Hay una falta de escala en mis imágenes. Da la sensación de ser una maqueta con muñecos dentro, con lo que sí, el encuadre y la composición es muy importante en este proyecto.

Igual que los animales están atrapados y restringidos tú como artista has debido ceñirte a numerosas limitaciones para este proyecto ¿cierto?

Me puse tres normas que eran: días nublados, animales que estuvieran solos en la imagen y que no estuvieran en movimiento.

¿De cuál de las fotografías te sientes más orgullosa y por qué?

No hay ninguna más especial que otra.

«¿Qué sentido tenía un zoo humano? El mismo que tiene un zoo con animales, sacar rentabilidad económica»

¿Tienen sentido los zoos?

Para mí no tienen ningún sentido. Desde la época de los antiguos egipcios hay colecciones privadas de animales salvajes. El zoo, tal y como lo conocemos en la actualidad, nace en Viena en 1752. No creo que en aquella época los animales necesitaran estar encerrados para conservar las especies. Es como los zoos humanos, que fueron desde la década de 1870 hasta la década de 1950. ¿Qué sentido tenía un zoo humano? Personas que eran secuestradas en sus países y expuestas en ciudades como Madrid o Barcelona. El mismo sentido que tiene el zoo con animales, sacar rentabilidad económica.

¿Qué es lo peor, a tu juicio del zoo de Madrid?

El cemento, el zoo de Madrid es como un bloque de cemento sin apenas espacios naturalizados.

¿Y del de Barcelona?

Que está en el centro de la ciudad, además del ruido de los visitantes, los animales tienen que soportar el ruido que conlleva una ciudad y la contaminación.

¿Qué destacarías de positivo de ellos? 

Nada.

«Un zoo no tiene nada de pedagógico. A los niños y niñas que van no se les enseña educación ambiental»

¿Puede ser pedagógico lo que se muestra para no ser visto? 

Un zoo no tiene nada de pedagógico. A los niños y niñas que van no se les enseña educación ambiental. Dan golpes a los cristales, gritan a los animales y les tiran comida. Nadie les explica que eso puede estresarles. Lo único que se enseña en un zoo a los niñxs es que el ser humano cree estar por encima del resto de las especies con las que compartimos el planeta y que eso le da derecho a encerrar a esos animales en su propio beneficio.

¿Es muy diferente fotografiar a animales en zoos que a animales rescatados? 
‘The Animals’ es una exposición de gran éxito y también un libro. ¿Cuáles son las diferencias más importantes entre ese proyecto y Zoocosis?

La forma de trabajar es muy diferente. En Zoocosis trabajé en analógico en b/n. Normalmente iba sola al zoo en días nublados. Paseaba mirando a ver dónde estaban colocados los animales y si no me servía el sitio por temas de luz o de composición no disparaba. Los animales están súper tristes y la energía es muy extraña, además tenía que escuchar comentarios bastante absurdos de los visitantes que en algunos casos me parecían muy ofensivos hacía los animales. En el zoo hay una falta total de respeto hacía ellos.

En ‘The Animals’ trabajé en digital a color con un fondo negro y utilizando la luz natural de los espacios en los que viven los animales que han sido rescatados de diferentes tipos de explotación, como la caza, el circo, la experimentación o la violencia vicaria. El trato que se les da a estos animales es muy diferente. Lo más importante es que no tienen a decenas de visitantes gritándoles cada día. Son animales que han tenido una segunda oportunidad y que no son explotados. En ‘The Animals’ pongo en valor el trabajo que realizan muchas personas que han dejado toda su vida para salvar a individuos de otras especies.

¿Para cuáles te sientes más útil? 

Para los que animales que han sido rescatados, porque puedo contar su nombre y su historia personal y hacer que la gente empatice más con ellos. Además de recaudar dinero para los santuarios y ayudar a salvar más vidas.

¿La conexión con los animales lleva implícita una dosis de dolor?

Lleva una dosis muy alta de dolor, desde luego que sí. Es algo que no te deja estar nunca tranquila con tu propia especie.

«Lola era mi gata. No pude salvarla, así que empecé a rescatar animales que aparecían en mi vida»

¿Quién es Lola? 

Lola era mi gata, el principio de todo mi cambio, hacia el veganismo y el activismo. Lola me salvó la vida. Apareció, cumplió su misión y murió con solo un año y medio. No pude salvarla, así que empecé a rescatar animales que aparecían en mi vida, gatos y perros, sobre todo galgos.

¿Se comprende en este país el arte como reivindicación social?

Hay artistas que utilizan lo que saben hacer para reivindicar, pero creo que hay muchos más que no utilizan el arte como herramienta de cambio o de denuncia. Lo cual es lícito, no todo el mundo tiene algo que reivindicar o no utiliza este canal para hacerlo.

¿Qué proyectos fotográficos no deben perderse los que amen tanto el arte como a los animales?

Recomiendo seguir el trabajo de lxs fotógrafxs Ruth Montiel, Aitor Garmendia o Ariadna Creus.

¿Dónde podrán ver la exposición aquellos que no puedan acudir antes del 16 de junio al antiguo edificio del Banco de España de Tarragona?

Se podrá ver en otros festivales nacionales como en Negativo Foto en Badajoz o en Foto Arica en Chile.

“La lidia es un sistema perfectamente estudiado para destrozar física y emocionalmente a un herbívoro de carácter pacífico”

Segunda parte de la entrevista de Animalados a Enrique Zaldívar, veterinario madrileño y antitaurino. Zaldívar es cabeza visible de AVATMA, la asociación que agrupa a muchos profesionales de la medicina de los animales contra el maltrato animal. Lleva más de 15 años publicando informes, realizando comparecencias en sedes parlamentarias, foros profesionales y donde sea necesario para denunciar la barbarie con argumentos científicos.

 ¿Qué supuso el traspaso de la tauromaquia al Ministerio de Cultura? 

Este es un tema muy importante que pasó, incluso para el movimiento abolicionista, de puntillas. La que era ministra de cultura en los años 2009-2011, reconocida taurina, Ángeles González Sinde, con Rubalcaba de vicepresidente del gobierno, coló a los taurinos en ese ministerio. Los colaron porque su lobby no paraba de reivindicarlo y los votos son o eran votos. Zapatero ocupaba el cargo de presidente.

Los antitaurinos no le dieron importancia a este acontecimiento, que hizo posible la ILP taurina del año 2013; la consecuencia: que la tauromaquia fuera y siga siendo patrimonio cultural. Nombro a Rubalcaba porque era el responsable del Ministerio del Interior, del que dependía la tauromaquia, hasta que le pasó la pelota al ministerio de González Sinde, en el año 2011, que no tuvo reparo en cogerla y encestarla. Los taurinos nos ganaron ese partido.

¿Qué deberíamos saber sobre la lidia y no sabemos? 

En general la gente no sabe casi nada de lo que supone su lidia para estos animales. Hay taurinos que tampoco lo saben. Una de las cosas que más me molesta es que, después de más de quince años de publicar informes y de dar decenas de charlas sobre el tema, el desconocimiento que hay al respecto es preocupante. Les basta, como explicación, con decir que tienen un Sistema Nervioso Central. Cuando describes los daños anatómicos que sufren en los tres tercios de la lidia, el de varas, el de banderillas y el de muerte, los que te escuchan no dan crédito a lo que están oyendo.

Por resumir: rotura y lesión de músculos, tendones, ligamentos, vasos sanguíneos, nervios, algunas estructuras óseas, en ocasiones neumotórax, importantes pérdidas de sangre, alteraciones en el normal funcionamiento de diversos órganos, encharcamiento por sangre de la cavidad torácica, sección, por escisión, de la medula espinal y del tronco encefálico o bulbo raquídeo.

«En los festejos populares, sin que haya sangre, hay un sufrimiento físico y emocional evidente»

¿Qué más no sabemos?

Que la lidia es un complejo sistema, perfectamente estudiado, para destrozar, física y emocionalmente, a un herbívoro de carácter pacífico, en un espacio corto de tiempo, unos 10-15 minutos. Maltratar y torturar a un animal, con premeditación y alevosía, por parte de un grupo de humanos, que lo visten de proeza y heroicidad, y que lo justifican en que ponen en riesgo su vida.

En los festejos populares hay un sufrimiento físico y emocional evidente, pero como no suele haber sangre, la permisividad es mayor. Es lo bueno que tiene el desconocimiento. ¿Es mentira lo que digo? No, es absolutamente cierto. La estulticia de esa minoría no siempre les impide reconocer lo evidente.

Y luego están aquellos que, reconociendo y conociendo el padecimiento, que son muchos, ponen por encima sus convicciones, sus tradiciones, sus aficiones, sus derechos y el obligado respeto que le debemos a todo eso. En mi opinión no lo han pensado lo suficiente. Hablan de respetar a los maltratadores de animales amparándose en la legalidad o con el: “es que se ha hecho toda la vida”. ¿Cómo os suena?

¿Qué es lo mas satisfactorio de su ingente trabajo con AVATMA?

 Lo gratificante que resulta que algún taurino que nos ha escuchado, haya dejado de serlo.

¿En cuántas décadas diremos que ya no más?

Como ya he patinado en esa predicción, no voy a poner fechas. Pasará cuando los políticos, aquellos que son tibios en este asunto, que son muchos, demasiados, dejen de serlo. Incluso hay antitaurinos que dicen que cuando la sociedad quiera, que hay que dejar que siga su curso. Creo que es una manera errónea de abordar el problema. Creo que la sociedad no tiene nada que decir sobre maltratar animales, con el agravante de hacer de eso un espectáculo público y más cuando siempre existirá una minoría que siga perseverando en su empeño de prorrogarlo.

¿Qué le convirtió en activista antitaurino? 

Fue en el año 2007. La culpa la tuvo un veterinario taurino que afirmó que estos animales tienen un sistema nervioso y hormonal (endocrino) que les hace prácticamente inmunes al dolor y al sufrimiento. ¿Su nombre? Juan Carlos Illera del Portal. Ya hemos demostrado, sobradamente, que mentía; él y sus palmeros, que los tiene. Una ocurrencia como esa necesitaba una respuesta y se la dimos desde AVATMA. Que estos bóvidos sean capaces de defenderse cuando les agreden, no justifica ni su crianza, ni su tortura.

¿Hay algún encuentro con taurinos que le haya enriquecido o hecho reflexionar? 

He tenido muchos encuentros con ellos y ninguno me ha enriquecido con sus argumentos, y más cuando sabes que cualquiera de ellos es insostenible. ¿Hacerte reflexionar? Reflexionar sí, cuando intentas explicarte la razón de que, sabiendo que están fuera de época, sigan perseverando en la defensa de algo que no tiene justificación y te preguntas el porqué.

Lo que sí debo confesar es que he aprendido mucho de algunos de ellos y de sus textos. Para combatir algo tienes que conocer al enemigo y este es el punto débil de muchos de los que están en esta guerra. Hay, como en todos los temas, demasiada gente opinando de lo que no conoce.

«En las redes sociales, la información fluye en una especie de bucle y es unidireccional»

¿Qué rol juegan las redes sociales en la configuración de opiniones pro o contra la tauromaquia? 

Lo cierto es que las redes sociales son insoportables. Y dicho esto, yo las utilizo para difundir información que creo que es relevante para ponerle cara y datos al maltrato animal. Otra cosa es que, lo que vuelcas en las redes, tenga receptores. Por desgracia la gente, en general, no lee, aunque entiendo que algo queda.

Si pudiese cribar la información que me interesa la cosa cambiaría, pero eso es imposible. Evidentemente creo que hay más movimiento, más ruido y más difusión en la parte antitaurina o eso parece, pero creo que es un fenómeno endogámico en el que la información, la de unos y la de otros, fluye en una especie de bucle y es unidireccional.

El taurino, alguno, lee a los suyos y el antitaurino, alguno, a los que comparten su pensamiento. Esporádicamente te puede encontrar detractores de lo que tú comentas, pero no es muy frecuente, por lo menos en mi caso. Quizás sea porque saben que se meten en un espacio en el que nada o poco tienen que “rascar”.

¿Y los medios de comunicación tradicionales? 

Suelen ser, en muchos casos, tibios como los políticos. Hay periódicos que mantienen sus espacios taurinos, dentro de sus secciones de cultura (ya les vale) y otros que se han alineado claramente en contra de la tauromaquia. Las radios y televisiones cada día prestan menos atención a este tema, pero cuando lo hacen, tampoco se decantan por un cuestionamiento claro y crítico.

Un ejemplo de lo que digo puede ser Movistar que eliminó la retransmisión de festejos taurinos en plaza (de pago); no lo hizo por cuestiones morales, sino por cuestiones económicas. En su rescate han salido las televisiones en aquellas autonomías en las que gobiernan los que gobiernan y un “canal extraño” que ha contado con la ayuda económica de Díaz Ayuso para sobrevivir.

Me hace gracia escuchar que la tauromaquia no es de izquierdas ni de derechas. Pues sí, lo es, de derechas de toda la vida. Cuando el PSOE se entere de que no rasca ni un voto del mundo del maltrato animal, igual la cosa cambia. Espero que algún responsable de este partido político lea nuestro trabajo sobre las ganaderías de lidia o esta entrevista.

«Vivimos en un país en el que se hacen muchas celebraciones maltratando animales»

¿Qué otras cuestiones les preocupan más allá del maltrato a los toros? 

Me preocupa cualquier tipo de actividad que provoque sufrimiento en cualquier animal. Vivimos en una país en el que se hace celebración de un montón de cosas maltratando animales, que está arraigado en muchos de nuestros pueblos y justificado en la tradición.

La ley de protección animal estatal, que se aprobó en 2023, no solo no ha legislado sobre esto, sino que, ha facilitado la legalización de algunos eventos, en los que se utilizan animales, que se habían eliminado o que estaban en pleno debate público o en vías de desaparecer. Lo he dicho y lo repito: esa ley podía haber prohibido determinados usos que se dan a determinados animales en determinados eventos, y no lo hizo. Me han dicho mil veces que tengo que ser pragmático, que no hay blanco o negro, que si diálogo… Hay veces, demasiadas veces, que el movimiento abolicionista tiene la misma tibieza que los políticos. Así nos va.

Algunos, bajo el paraguas del ámbito competencial, permiten que unos animales sufran de diversas maneras según el territorio en el que se encuentran o del idioma que se hable. Y me podrán decir que existen comunidades en las que algunas manifestaciones de maltrato animal, toleradas en otras autonomías, han sido prohibidas… ¿Nos vale? El maltrato animal debe desaparecer en todo el estado, independientemente de lo que sea tradicional aquí o allí.

Me preocupa la capacitación y la profesionalidad de todos aquellos que tienen algo que decir en este tema. La verdad es muchos o algunos no tienen nada que decir, pero lo dicen, lo que no deja de ser un problema. Y me dirán: no, oiga, que yo soy libre de opinar. Pues no, no según qué cosas, especialmente en un asunto del que depende la mala vida o la muerte agónica de miles de animales y que, según lo que digas, tendrá consecuencias para ellos en forma de leyes, reglamentos o directivas nacionales, autonómicas o europeas.

«Eliminaria la calificación de Patrimonio Cultural que tiene la tauromaquia mediante una proposición de ley en esta legislatura»

¿Cuáles serían las tres primeras medidas que tomaría si tuviera poder ejecutivo con relación a la tauromaquia?

La primera eliminar la calificación de Patrimonio Cultural que tiene la tauromaquia desde 2013. Y no lo haría a través de una ILP (Iniciativa Legislativa Popular) que es como parece que se va a hacer. Lo haría mediante una proposición de ley en esta legislatura. Esto posibilitará sacarla del Ministerio de Cultura y devolverla al de Interior. Y por supuesto no dejaría en manos de las comunidades autónomas el poder de decidir si quieren o no quieren festejos taurinos en su territorio, que es otra de las cosas que al parecer se pretende o pretendía. Terminaría con la abolición de la tauromaquia, en todas sus manifestaciones, a nivel estatal. El simple hecho de eliminar la calificación de Patrimonio Cultural anularía la sentencia del Tribunal Constitucional que impidió, en “teoría”, la prohibición de las lidias en Cataluña. Fin de la “fiesta”. Me han dicho mil veces que tengo que ser pragmático, que no hay blanco o negro, que si diálogo… Hay veces, demasiadas veces, que el movimiento abolicionista tiene la misma tibieza que los políticos. Así nos va.

“En los animales se han buscado patrones ideales de comportamiento”

Sara del Hoyo Mazas es Doctora en Historia del Arte y experta en patrimonio histórico y territorial. Hay dos cosas, al menos, que mantenemos desde que vivíamos en las cavernas: hacer arte y convivir con animales o viceversa. Animalística es el nombre que la profesora le ha dado a al curso donde repasa a lo largo de la historia la representación artística de los animales.

¿El arte habla de nosotros tanto como nuestra manera de tratar a los animales?

Por supuesto, pero no sólo de los animales, sino de todo cuanto nos rodea, animado o inanimado (personas, edificios, paisajes…). Ocuparnos de un tema como este no sólo tiene que ver con el deseo de saber del pasado, sino de nuestro interés por explicarnos lo que somos o lo que aspiramos a ser.

¿Cómo cree que la representación de animales en el arte ha evolucionado a lo largo de la historia?

El arte es una de las manifestaciones más genuinamente humanas, forma parte de la cultura y, por lo tanto, corre pareja al desarrollo del propio ser humano a lo largo de los siglos. Por lo tanto, no deja de ser más que un espejo. El reto consiste en estar dispuestos a y de ser capaces de preguntar y de responder acerca de lo que vemos en él.

«El arte prehistórico es el arte animalista por excelencia»

¿Qué papel desempeñaron los animales en las culturas prehistóricas según las obras de arte encontradas?

Existen muchas teorías interpretativas al respecto: totemismo, magia, chamanismo…, por cuanto aún quedan interrogantes por resolver. Pero acerca de lo que no hay discusión posible es que el arte prehistórico es el arte animalista por excelencia. En ningún otro periodo de nuestra Historia, los animales han protagonizado tantas obras y de tantísima calidad.

¿Cuál es su opinión sobre la relación entre el poder y la mitología en las representaciones artísticas antiguas que incluyen animales?

Me parece fascinante, por un motivo fundamental: porque conecta a vivos, muertos y dioses y los descubre en un mismo plano de realidad. Pensemos, por ejemplo, en los frisos monumentales del altar de Pérgamo, dedicado a la diosa Atenea y una de las obras maestras de la escultura griega de época helenística (hacia 180-159 a.C.). Algunos de ellos representan la Gigantomaquia o lucha entre dioses y gigantes en la que fue fundamental la participación de mortales y de animales.

¿Qué simbolismo atribuían las culturas medievales a ciertos animales en sus obras de arte?

El imaginario zoológico de este momento es desbordante, de ahí la cuantiosa bibliografía que existe al respecto. Pero de todas las cuestiones de las que podríamos hablar, a mí hay una que me resulta especialmente interesante: la de este imaginario zoológico como un espejo en el que el hombre y la mujer medieval buscaban bien patrones ideales de comportamiento, bien contramodelos, especialmente si entre unos y otros existían similitudes anatómicas. Por ejemplo, el mono ha sido considerado siempre, por el arte cristiano occidental, en términos negativos, precisamente porque parece una especie de caricatura humana; los bestiarios medievales lo asociaron con la figura del diablo y del mal.

«En la Edad Moderna la imagen de los animales es un complemento decorativo y una herramienta de comprensión»

¿Cómo se reflejaba la imitación de la naturaleza en el arte durante la Edad Moderna?

En este momento, se va un paso más allá: los animales importan desde el punto de vista científico. Una buena muestra de ello son los libros europeos de historia natural de los siglos XVI y XVII, en los que se unen dos ramas del saber en apariencia distantes: el arte y la zoología. La imagen de los animales va a ser no sólo un complemento decorativo sino una herramienta de comprensión, para lo cual se precisa que las representaciones sean lo más fieles posible de lo que existe.

¿Qué opina sobre la humanización de los animales en el arte contemporáneo? ¿Cree que es una forma efectiva de transmitir mensajes?

Cuando nos enfrentamos a una obra de arte se establece una comunicación silenciosa. Utilizar ese canal puede ser una forma poderosa de transmitir mensajes acerca de nuestra forma de estar en el mundo, siempre y cuando se haga desde el respeto, la empatía y la consideración de las complejas realidades de los diferentes seres vivos, no desde la trivialización o la simplificación. Yo creo en el arte como un medio para hacernos mejores -en el sentido de buenos, convenientes, no de superiores-; si nos facilita que nos cuestionemos nuestra propia relación con ellos, bienvenido sea.

¿Cuál es su obra de arte favorita que representa animales y por qué?

¿Sólo una? ¡Qué difícil! Pues voy a escoger el conjunto de pinturas murales de la tumba de Nebamun, originalmente en la necrópolis de Tebas y actualmente custodiadas en el British Museum de Londres. La obra “Jardín occidental” muestra el Más Allá, una suerte de oasis paradisiaco, y a la diosa del cielo, Nut, quien se encargaría de recibir al funcionario de la XVIII Dinastía de Egipto (hacia 1575-1295 a.C.). Esta escena en concreto, de una gran sencillez y belleza, me transmite una serenidad como pocas.

¿Cómo influyeron las creencias religiosas en la representación artística de animales?

Todas ellas han moldeado profundamente el arte, en general. Centrando la atención en los animales, es también una cuestión determinante, en el sentido de que algunas de ellas han limitado mucho la utilización de estas imágenes. Es el caso del islam, por ejemplo, en cuyas manifestaciones artísticas muy raramente se emplea la representación figurativa de personas o animales, primando los elementos geométricos y vegetales.

«En el arte, tanto animales salvajes como domésticos se instrumentalizan para exteriorizar mensajes» 

¿Qué diferencias encuentra entre la fauna salvaje y los animales domésticos en el arte?

En común mantienen que unos y otros se instrumentalizan para exteriorizar mensajes; quien contemple esas obras debe ser capaz de identificarlos y de leerlos. Las diferencias radican, más bien, en su significado, un significado que, de hecho, está muy en relación con el carácter que se le atribuye en la realidad al animal. El perro es la fidelidad, mientras que el león/la leona es la protección y así un largo etcétera. Pero hay que hacer una apreciación: los animales en las diferentes culturas pueden tener significaciones dispares y algunos considerados maléficos o negativos en unas pueden resultar lo contrario en otras, por ejemplo, la serpiente puede ser el pecado y, al mismo tiempo, símbolo de vida.

¿Cuál es el animal más recurrente en las obras de arte que ha estudiado?

La verdad es que no hay uno solo; depende de los periodos, de los espacios y de las culturas. Ciervas y caballos en el arte parietal Paleolítico de la región Cantábrica, los gatos en Egipto, los toros en el arte aqueménida persa o en el arte de los íberos son algunos ejemplos de los muchos que se podrían poner.

¿Qué opina sobre la inclusión de animales fantásticos en el arte? ¿Qué significados podrían tener?

El arte ha sido y es una manera de enfrentarse al mundo, de comprenderlo, de interactuar con él, de tratar de controlarlo e, incluso, de transformarlo. Cuando digo mundo me refiero al que se ve y al que no se ve. La capacidad del ser humano para utilizar símbolos, es decir, signos que representen una realidad abstracta, explica la creación de estos animales fantásticos. A fin de cuentas, el objetivo fundamental es transmitir un determinado mensaje que enseñe y que moralice.

¿Cómo cree que la relación entre humanos y animales en el arte se compara con la realidad cotidiana?

Yo creo que existen dos niveles de lectura. Por un lado, es cierto que los artistas pueden reflejar en sus obras aspectos de la realidad cotidiana en su relación con los animales, por ejemplo, en una escena de ocio como podía ser la caza. Pero, por otro, también van más allá de ella, en el sentido de explorar ideas, emociones y posibilidades que pueden no ser reales el caso de “El planeta de los simios”, en el séptimo arte.

¿Cuál es la obra de arte más impactante que ha visto relacionada con animales?

No hay una que me turbe, ¡hay varias! Todas las que forman parte de la serie “Natural History” del artista británico Damien Hirst: los cuerpos de diferentes animales suspendidos en formol en vitrinas transparentes. Por si fueran poco las obras en sí, tienen detrás todo un relato económico de cifras multimillonarias que me sobrecogen. Pero os podría decir otros ejemplos más…

“El arte que representa animales nos hace reflexionar acerca de nuestras formas de estar en el mundo”

¿Cómo cree que el arte contemporáneo sigue explorando la relación entre humanos y animales?

De muchas maneras, puesto que numerosas son también las formas en las que percibimos y nos relacionamos con el mundo natural, en general (¿cuáles son las fronteras entre humanos y animales?, ¿cómo interactuamos con ellos?, ¿qué hay de la biodiversidad, de los ecosistemas y qué pasa con el cambio climático?, etcétera. El arte contemporáneo no deja de ser un espacio para reflexionar y para cuestionar la realidad.

¿Qué destacaría del proceso de documentación que ha seguido para preparar Animalística?

Fundamentalmente que el tema en cuestión es amplísimo y desborda la propia Historia del Arte, siendo necesario recurrir al apoyo de muchas otras disciplinas (antropología, filosofía…) sin las cuales nuestra lectura del pasado estaría incompleta.

¿Qué aporta el curso a los estudiantes y quiénes pueden estar interesados?

El curso, que puede seguirse a través de la UNED, ofrece una visión diferente de la Historia del Arte en el sentido de que, tomando como excusa el tema de los animales, recorre transversalmente los siglos para hacernos reflexionar acerca de nuestras formas de estar en el mundo. Ese es, sin duda, el perfil del alumnado: personas con ganas de aprender, de preguntarse y de compartir doce horas de su precioso tiempo en una actividad formativa de manera distendida.

“Hay que regular la Inteligencia Artificial para que no sea discriminatoria con los animales”

Silvina Pezzetta es Doctora en Derecho, investigadora y activista antiespecista. Se ha formado en prestigiosos centros europeos y estadounidenses al más alto nivel. Descubrimos de su mano las paradojas del derecho animal argentino, uno de los más relevantes del mundo al ser “el país que tiene más sentencias favorables para los animales”.

¿Cómo es defender los derechos de los animales en un país como Argentina tan ligado al tópico del consumo de carne y la explotación ganadera?

La identidad argentina se construyó en base a la explotación animal, sobre todo de vacas. Nuestra historia, política y economía están ligadas a esta explotación y aún somos un país identificado con esta actividad. Incluso actualmente la cría de animales, en particular de vacas, es doble: generar divisas y satisfacer el consumo de carne del mercado interno. Somo el país que más carne roja consume per cápita y cuya comida emblema es el asado.

Comer carne, además de una actividad considerada muy argentina, está asociada a una dieta de calidad y un indicador de bienestar económico. Hay ya algunas investigaciones interesantes sobre este consumo que realizan investigadores sociales.

A ello sumaría la contradicción actual en Argentina porque, de una parte, experimenta una intensificación de la ganadería (aunque el sector de pollos está ya intensificado hace décadas) y, de la otra, es testigo de una creciente cantidad de sentencias judiciales que reconocen a algunos animales como sujetos de derecho. Esta contradicción es actualmente objeto de mi tarea de investigación porque es tan fascinante como sugerente de que, a pesar de que el país ofrece el peculiar desafío de estar construido sobre la explotación animal, avanza hacia el reconocimiento de los derechos animales.

Muy poca gente sabe que Argentina fue un país pionero a través de la Ley Sarmiento de protección de los animales allá por 1891…

Incluso más importante que esta ley fue la ley que la reformó. Se trata de la ley 14.346 del año 1956 de carácter penal que establece penas para los delitos de maltrato y crueldad. En esta ley hay dos aspectos remarcables: aplica a todas las especies animales y utiliza el término “víctima” para referirse a los animales.

Esta aplicación a todos los animales sin distinción de especies es una diferencia con otras legislaciones como la de EE. UU. que deja afuera a los animales de “granja”, por ejemplo. Asimismo, muchas sentencias judiciales favorables a los animales se dieron en procesos penales en que se aplicó esta ley pionera.

«El cierre del zoológico de Buenos Aires fue uno de los hitos del activismo animalista»

¿Cuáles son los hitos del activismo animalista nacional?

Diría que el cierre del zoológico de Buenos Aires, aunque con un resultado agridulce, fue un gran logro del movimiento y fue el prolegómeno de los fallos Sandra y Cecilia. También la prohibición de las carreras de perros por medio de la sanción de la ley penal 27.330. Más recientemente, en 2020, se logró frenar el acuerdo porcino con China que preveía la financiación e instalación de decenas de mega granjas intensivas de cerdos en nuestro país.

Esos son hitos identificables, pero, más allá de eso, es muy destacable la cantidad de grupos de activistas que, con distintos marcos teóricos, estilos, campañas y formas de comunicar, han logrado instalar el debate sobre la explotación animal, el especismo y el veganismo en diferentes espacios y agendas. Desde pegatinas a activismos en las calles, redes sociales, grupos de lectura, protestas, marchas hasta participación en medios masivos de comunicación, el trabajo que hacen es vital para llegar al gran público y promover el debate sobre qué les debemos a los animales.

Aboga con especial sensibilidad por las palomas. ¿Por qué?

Como pasa en muchas ocasiones, me involucré con las palomas luego de un rescate de un animal de esta especie. Este primer rescate fue el inicio de muchos otros, de aprender sobre la especie y de los enormes desafíos que enfrentan los animales urbanos no domesticados.

Las palomas Columba livia conviven entre nosotros porque fueron domesticadas hace varios milenios y explotadas por diversas razones. Algunas se escaparon, otras fueron abandonadas y, como especie, son altamente exitosas porque las ciudades ofrecen espacios de nidificación similares a las rocas que eran el hábitat de sus ancestros. Pero sus vidas a nivel individual son muy duras y llenas de sufrimientos evitables. Este origen las convierte en una especie muy interesante con una relación especial con los humanos que, ahora que ya no nos sirven, las vemos como un problema o “plaga”.

Además de las palomas, me interesan otros animales urbanos como ratas, ratones, ardillas o gaviotas porque ponen a prueba nuestras ideas de lo que es una ciudad, del lugar de los animales y de los humanos y nos invitan a pensar en temas poco trabajados en el derecho y la ética animal.

¿Cree que desde el activismo se transmite bien el mensaje contra el maltrato animal o se despierta demasiada culpa, defensa o disonancia cognitiva?

No está dentro de mi área de investigación el estudio de la efectividad de las campañas y hay muy buenos trabajos al respecto, así que mi opinión es desde la perspectiva de una persona involucrada pero no especialista. Como tal, diría que no hay una única forma de hacer activismo que llegue a todos los públicos y, por eso, es tan importante la diversidad. Seguramente hay personas a las que una campaña determinada puede generarles culpa y, a otras, esa misma campaña puede significarles un cambio radical de postura.

«Argentina es el país que tiene más sentencias favorables para los animales»

¿Qué significado tiene la reciente sentencia de un juez argentino a un criador irregular por maltrato en cuanto al estatus legal de los animales y cómo podría influir en futuros casos de maltrato animal en el país?

Argentina es el país que tiene más sentencias favorables para los animales, aunque su identidad está ligada a la explotación animal. Por eso, quizás, incluso estos fallos sean más favorables. Sin dudas el caso Sandra fue el que inició, a nivel judicial, que más jueces y juezas fallaran reconociendo a los animales involucrados en los litigios como sujetos de derecho. Creo que estamos frente a una tendencia importante de reconocimiento de derechos para los animales. Desde la perspectiva teórica del derecho de la que parto, estos fallos son cruciales porque el derecho es una práctica colectiva y se evidencia un cambio interpretativo del derecho vigente que acompaña mejor los avances en materia de ética animal y la creciente preocupación de las sociedades por los demás animales.

Por eso, no sólo el resultado del caso es importante, sino que mi preocupación es que los fundamentos sean sólidos para que permitan sentar bases que no sean de “barro”. Pero falta mucho trabajo y los fallos, o las leyes, operan y surgen en contextos sociales que imponen límites a lo que puede hacer el derecho.

¿Cuál es la importancia de considerar a los animales como cohabitantes de nuestras sociedades interespecie y otorgarles una dignidad intrínseca, según lo establecido en esta sentencia?

Uno de los aspectos más interesantes de esta sentencia es que incorpora, por primera vez en la jurisprudencia nacional e internacional, la noción de sociedades interespecies y de los animales como cohabitantes. No alcanza con pensar en los animales como sujetos de derecho. Al igual que para los humanos no alcanza con ser reconocidos como sujetos de derechos -aunque fue una lucha lograr que todos los humanos fuéramos considerados tales- somos también integrantes de comunidades políticas que es, precisamente, donde esos derechos se operacionalizan con mayor fuerza. Tanto es así que tener una nacionalidad es un derecho humano.

Este fallo es muy importante porque plantea esa cuestión y abre la puerta para una discusión que nos debemos y que, seguramente, permitirá explorar situaciones inadvertidas, como la de los animales urbanos, pero también que no estamos solos en el mundo y que muchos animales ya cumplen con reglas humanas además de estar bajo nuestra tiranía en el sentido político del término.

«El especismo es una forma de discriminación que todavía está muy legitimada»

Recientemente en sus redes denunció las reservas de la Inteligencia Artificial respecto a la creación de contenido denunciando el maltrato animal y defendiendo a los animales. ¿Qué pasó y cuál es su opinión al respecto?

La intersección entre explotación animal, derechos animales e inteligencia artificial está en el horizonte de mis investigaciones. Hasta el momento hay una sola regulación legal, la europea, que incorpora límites al desarrollo de esta tecnología teniendo en cuenta su impacto en los derechos humanos y en el ambiente. Pero nada se ha dicho de los animales no humanos. Así como ya se han puesto en práctica medidas para evitar los sesgos contra grupos vulnerables, corresponde que se empiece a hacer lo propio con los animales. Hay ya algunas investigaciones al respecto y espero que, prontamente, se convierta en un tema central para el derecho animal.

La tecnología no es neutral así que hay que empezar a prestar atención porque, para peor, el especismo es una forma de discriminación que todavía está muy legitimada y es legalmente aceptada.

«Con las novelas quiero echar abajo los falsos mitos que existen sobre los gatos callejeros»

María Tello Romero tiene dos grandes pasiones, comunicar y los gatos. Nuestra entrevistada de hoy ha montado y conducido eventos benéficos, ha gestionado refugios en Guadalajara y escribió un libro con fines solidarios “El diario de Etna” con tanto éxito que acaba de publicar un nuevo volumen titulado “Cómo sobrevivir a Gato Blanco“.

¿Qué inspiró la creación de «El Diario de Etna»? ¿Hay alguna experiencia personal detrás de la historia? 

Para contar como creo este proyecto debo hablar brevemente de mi trayectoria dentro del mundo de la protección animal. Comienza en 2004, cuando atravieso las puertas del albergue municipal de Guadalajara. Siempre que lo visitaba terminaba dentro de las gateras, conociendo los felinos que las habitaban y sus caracteres. Poco a poco, me iba sintiendo más y más preparada para darlos en adopción. Cada día que estaba allí, me vinculaba un poco más a la asociación que gestionaba el albergue: fui vocal de adopciones de gatos, comencé a realizar rescates, me encargaba de organizar y realizar viajes a Francia para entregar galgos desechados en nuestro país, formaba parte del equipo que recogía el alimento donado para los animales, practicaba el método CER en colonias felinas, y un largo etcétera; y así fue como fui la responsable del albergue y presidenta de la asociación. Este hecho supuso dedicar mi vida por completo a los animales.

Pasados quince años, en el 2019, decido hacer un alto en esa forma de activismo, pero también soy consciente de que no quiero dejar de ayudar a los animales. En ese momento, creo mi propio proyecto, «El diario de Etna». Decido que la ayuda que pueda generar con el proyecto se va a centrar en los gatos, que son mi gran pasión, y dentro de los gatos a aquellos que son los más vulnerables, los callejeros. Los que forman las denominadas colonias felinas.

¿Cómo fue el proceso de escribir una historia solidaria con un enfoque tan conmovedor? 

Realmente comencé a escribir la novela sin saber cuál iba a ser su futuro, pero sabía que tenía entre manos mi nueva forma de ayudar a los animales y que con su recaudación iba a poder seguir cuidándoles.

Etna fue mi inspiración. Desde el momento en que entró a formar parte de mi vida, la cambió. Creí que su historia debía ser contada al mundo. Es la historia de muchos animales que nacen en la calle viviendo en situación de vulnerabilidad y a los que la vida les enseña de distintas formas y en distintas ocasiones la crueldad del ser humano. Pero también su compasión.

«Los animales tienen la capacidad de sobreponerse a los malos momentos»

¿Cómo describirías el viaje emocional que Etna, la gata protagonista, experimenta a lo largo de la historia? 

Los animales tienen la capacidad de sobreponerse a los malos momentos. Su instinto es el de sobrevivir, por lo que Etna se recupera de los terribles momentos que vive cuando su familia desaparece de su lado de manera dramática. A pesar de la incertidumbre y el terror que le provoca sentirse sola con tan solo un mes y medio de vida, encuentra en su nueva familia las fuerzas para seguir adelante. Y esa generosidad que encuentra en los peores momentos de su vida, quiere ofrecerla a los demás de su especie que se encuentran en la calle en forma de solidaridad: contando su historia de vida y llegando a ellos a través de las personas que les ayudan, los cuidadores de colonias felinas.

¿No suelen ser muy tristes y desalentadoras las historias con animales?

Desde que comienzo a escribir «El diario de Etna» y «Cómo sobrevivir a Gato Blanco» tengo muy claro que quiero concienciar y dar a conocer lo que está ocurriendo en el mundo de la protección animal, pero no de manera sangrante. Quiero llegar a todos los públicos y que lo conozcan para tomar partido, pero no para dejar de leer el libro porque pueda resultarles desagradable su contenido. Por eso, ambas novelas son libros de entretenimiento y a la vez de concienciación, con una historia divertida donde Etna y sus coprotagonistas, Serafín y Gato Blanco, van a conquistar sus corazones.

Las ilustraciones juegan un papel importante en el libro. ¿Cómo influyeron las ilustraciones en la narrativa y en la conexión emocional con los lectores?

Las ilustraciones tienen una función importante, ya que reflejan seis momentos de la vida de Etna y sus compañeros de aventuras en cada una de las dos novelas. Pretendía explicar con imágenes aquello que las palabras no hubieran conseguido transmitir. También es una forma maravillosa de dar vida a los protagonistas, de definirlos físicamente. La mano de Irlanda Tambascio (Eire), la ilustradora, ha creado un estilo propio para Etna y sus compañeros de vida. En «El diario de Etna» el color utilizado son los tonos del manto de Etna, tonos color ceniza, y en «Cómo sobrevivir a Gato Blanco» decidimos modernizar las imágenes y darles un toque de color diferente, siendo protagonista el azul de los ojos de Gato Blanco.

«Hay pocas personas a las que admire, Paco Catalán es una de ellas»

¿Qué ha significado el apoyo de Paco Catalán?

Hay pocas personas a las que admire, Paco Catalán es una de ellas. Por su compromiso y por la admiración que me produce el que pueda enfrentarse cada día con su pluma a las barbaridades que se cometen con los animales de este país. Entendía que su gran pasión eran los gatos, lo refleja cada día en sus redes con sus viñetas, y que aceptará hacer el exquisito prólogo que hizo para El diario de Etna fue un honor. No quiero obviar que, al ser una persona tan conocida, su nombre en la portada del libro significó que llegará a más público, pudiendo llegar a más gatos abandonados.

¿Quién es el prologuista de tu segunda novela?

Con la segunda parte «Cómo sobrevivir a Gato Blanco», el prologuista sigue siendo un alimentador de colonias felinas: Luis Víctor Moreno, activista reconocido y cuya gran pasión son los gatos. Desde que le conocí supe que quería que formara parte de mi proyecto y él no dudo en acompañarme. Su respeto y compromiso con los abandonados se refleja en las líneas de su maravilloso prólogo.

Sabemos que los beneficios de este proyecto están destinados al cuidado y bienestar de colonias felinas. ¿Podrías hablarnos un poco más sobre cómo se lleva a cabo este apoyo?

Ambas novelas son solidarias, «El diario de Etna» destina la recaudación al cuidado y bienestar de colonias felinas. «Cómo sobrevivir a Gato Blanco» destina lo recaudado al cuidado y bienestar de colonias felinas, así como a la visibilización y dignificación de la vida de los animales abandonados y las personas que los protegen.

Desde que se publica la novela en septiembre de 2021 el proyecto ha evolucionado y no solo quiere recaudar (hasta el momento he alcanzado a veintisiete asociaciones), que es muy importante para las pequeñas asociaciones o personas que cuidan las colonias felinas. Con «Cómo sobrevivir a Gato Blanco» me planteo el reto no solo de recaudar para las asociaciones, sino de recaudar para concienciar, para poder acercarme a aquel que quiera escucharme y darles a conocer qué es una colonia felina y alcanzar el respeto de los gatos de la calle. Si se previene su abandono y su maltrato, se estará invirtiendo en tener menos gatos callejeros malviviendo a nuestro alrededor, más concienciación y en bienestar animal.

«Si se previene en abandono y maltrato, se está invirtiendo en tener menos gatos callejeros malviviendo»

«El Diario de Etna» y “Cómo sobrevivir a Gato Blanco” tienen su propia cuenta de Instagram. ¿Cómo ha sido la respuesta de la comunidad en redes sociales?

Ambas cuentas están funcionando, pero es @eldiariodeetna la que lleva activa desde hace cuatro años y en ella radica la fuerza en redes. Su visibilidad es muy importante para dar a conocer su historia, para contar el proyecto y para dar visibilidad a las asociaciones con las que se colabora en cada momento. Tan importante como recaudar con la venta de ejemplares es dar voz a las personas que cuidan a los callejeros. Puede que se produzca un socio, una donación o un voluntario que quiera ayudarles.

Y, hoy en día, las redes hacen que existas, visibilizan los libros y alcanzan a lectores que lo adquieren y ayudan a los callejeros con su compra. Al final es crear una red para que, entre todos, podamos ayudarlos.

¿Cuál ha sido la reacción más emotiva o memorable que has recibido de un lector después de haber leído «El Diario de Etna»?

Sin duda, el personaje que ha cautivado ha sido Serafín, papi para Etna. Su sabiduría, su templanza y la forma en la que acoge a la felina en su hogar ha provocado mucha ternura y ha conquistado muchos corazones. No quiero hacer spoiler, pero en «Cómo sobrevivir a Gato Blanco», puedo anticipar que el nuevo compañero de vida de Etna no va a dejar indiferente a nadie. Espero muchas reacciones.

¿Qué lecciones has aprendido personalmente durante el proceso de escribir y publicar «El Diario de Etna»?

Que la paciencia es una virtud. El proceso de elaboración de la novela ha sido más lento de lo que imaginé al comienzo y tuve que hacer un esfuerzo importante para disfrutar de cada etapa de elaboración del libro. Una vez tuve el prototipo de la novela en mis manos entendí que la espera había merecido la pena.

«Con el futuro de los animales abandonados se están dando pasos a un ritmo muy lento, pero seguro»

Considerando tu experiencia en este proyecto, ¿Cómo visualizas el futuro de los animales abandonados en España?

Desde julio de 2022 escribo artículos de opinión en Nueva Alcarria, periódico de Guadalajara, en mi columna El camino de la esperanza. El título de la sección quiere reflejar lo que siento sobre ese futuro, y considero que se están dando pasos a un ritmo muy lento, pero seguro. Las personas que están luchando por conseguir el respeto de los animales lo están haciendo muy bien, dialogando, con conocimiento y rigor. Hace poco tiempo, pocos podían imaginar que una ley de bienestar animal nacional diera nombre a las personas que llevamos años alimentado a los gatos callejeros escondidos como si fuéramos delincuentes en la oscuridad de la noche. Hoy en día se nos ha reconocido y podemos realizar nuestra labor con los gatos comunitarios sin tener que bajar la cabeza. Sé que queda mucho por hacer, pero que si seguimos trabajando como lo estamos haciendo, las cosas van a cambiar a favor del bienestar de los animales.

¿Qué papel crees que la literatura y el arte pueden desempeñar en la sensibilización y la acción en favor de los animales necesitados?

Ese es mi proyecto, porque «El diario de Etna» no es solo la publicación de dos novelas. Soy colaboradora en Nueva Alcarria con mi sección mensual El camino de la esperanza sobre protección animal. También imparto talleres y charlas de concienciación animal y coordino el Club de Lectura Animales en la Literatura en la Biblioteca Pública Dávalos de Guadalajara. Es otra forma de activismo, me he podido reinventar incluyendo la cultura, el arte y la literatura para poder llegar a otro tipo de público y de otra manera. Creo que es posible.

Además de la recaudación de fondos, ¿Hay otros aspectos en los que «El Diario de Etna» haya contribuido a la causa de los animales abandonados?

De distintas formas, aunque la principal la concienciación. Por ejemplo, acudiendo a jornadas de concienciación con mi proyecto, donando ejemplares de la novela a personas que realizan sorteos para ayudar a otras asociaciones, siendo la imagen felina de eventos como la VII MASCOCAN Coslada que se realizó en octubre de 2023, siendo la imagen de la campaña de Bienestar Animal realizada por la Concejalía de Bienestar, Consumo y Bienestar Animal del Ayuntamiento de Coslada en Madrid, o acudiendo a la  XXI Gala Premios Medio Ambiente Ecologistas en Acción Guadalajara para presentar el proyecto.

¿Qué te motiva a seguir trabajando en proyectos solidarios relacionados con los animales, y hay algún otro tema que te gustaría abordar en el futuro?

Mi única motivación son ellos, los abandonados. Es mi proyecto de vida.

¿Qué te gustaría que los lectores se llevaran después de haber leído tu libro?

Me gustaría que su corazón se llenara con las historias que Etna tiene que contarles y que la próxima vez que vean un animal abandonado o un caso de maltrato animal en su camino, no miren hacia otro lado y les ayuden.

«Con las novelas quiero echar abajo falsos mitos sobre los gatos callejeros»

¿Cómo crees que «El Diario de Etna» y “Cómo sobrevivir a Gato Blanco” puede ayudar a fomentar el conocimiento, respeto y amor hacia los gatos?

Cuando escribí ambas novelas supe que debía hacerlo con un lenguaje sencillo y cercano, de esa forma los lectores podrían tener claro cómo actuar cuando se encuentren un gato en la calle o cuando decidan adoptarlo para que sea parte de su familia.

Quería echar abajo los falsos mitos que existen sobre los gatos callejeros, como que son capaces de vivir en la calle sin sufrimiento. Quien lea ambas novelas entenderá que no es así, que los animales tienen sentimientos, que sufren y que está en la mano de los humanos el cambiar aquello que la irresponsabilidad de algunos ha provocado en los que están abandonados.

¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren ayudar a los animales abandonados, pero no saben por dónde empezar?

Les pediría que si quieren ayudar se acerquen a los centros de recuperación de animales abandonados de su localidad, que pregunten a las personas que los gestionan qué necesitan. Incluso a las alimentadoras que ven cada día cuidando a los gatos callejeros de la zona. Es un gesto pequeño, pero que puede cambiar vidas.

Finalmente, ¿tienes algún proyecto futuro relacionado con la causa de los animales abandonados o el mundo felino que puedas adelantarnos?

Dar continuidad a mi proyecto. Ahora mismo se está produciendo con la segunda novela y segunda parte de la historia de vida de Etna, Cómo sobrevivir a Gato Blanco. En mi cabeza ya existe la idea para una tercera novela, relacionada con los gestores de colonias felinas. Y, seguir concienciando.

¿Dónde se puede comprar el Diario de Etna y Cómo sobrevivir a Gato Blanco?

Ambas novelas se pueden adquirir en distintas plataformas (en mi web www.eldiariodeetna.com, en el punto de menú Contacto se pueden consultar) o bien a mí directamente, e iría dedicado. Para aquellos que amamos a los animales, deciros que a través mío se recauda más para las asociaciones que ayudo ya que el libro es autopublicado. En mi web encontraréis todos los datos.