El Congreso veta cortar la cola a los perros en el pleno para aprobar por fin el Convenio europeo de protección de animales de compañía
El Congreso de los Diputados ha aprobado hoy jueves el Convenio europeo de protección de animales de compañía, que garantiza una legislación básica para el bienestar animal en los 47 estados del Consejo de Europa. Una aprobación que llega treinta años tarde porque se firmó en Estrasburgo en 1987 y desde entonces, 23 países lo han ratificado, la mayoría de ellos entre la década de los 90 y los 2000. España lo secundó hace dos años, pero su ratificación no se ha producido hasta este año. Esta demora ha sido criticada por algunes formaciones políticas como Podemos: «Lo que me parece más lamentable es que se apruebe con 30 años de retraso. Demuestra hasta qué punto estas cuestiones son secundarias en nuestro país», afirma el diputado del partido lila y portavoz de Equo, Juantxo López de Uralde. La aprobación se produce después que en la décima legislatura (2011-2015) la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales (APDDA), una organización que integra a parlamentarios de diferentes fuerzas políticas preocupados por la protección de los animales, presentara una proposición no de ley que fue presentada por el senador de ICV, Jordi Guillot, que la cámara alta secundó. “Ello motivó que el Congreso moviera ficha pero el tema se ha ido demorando y nadie entiende porqué” remarca Chesus Yuste, coordinador de la APDDA.
El Gobierno había pedido una excepción al convenio: que no se aplicara la prohibición de la amputación de las colas de los animales con fines no curativos. Es una de las dos únicas reservas a las que los países firmantes pueden acogerse para adherirse al Convenio. La otra es la que estipula un mínimo de 16 años para poder comprar animales. Otros países como Alemania, Dinamarca, Francia, Portugal o República Checa también presentaron la misma excepción que España. La propuesta de excepción que propuso el PP se aprobó en la Comisión de Exteriores, el paso previo al debate en el Congreso, gracias al apoyo de ERC y PP. El exdiputado de la Chunta Aragonesista se reunió ayer con representantes de todos los partidos para tratar esta cuestión y avanza que todos los partidos votarán en contra que se pueda cortar la cola a los perros con los votos en contra de PP y PNV y la abstención de Ciudadanos. “La oposición del PP surge de la presión del lobby de los cazadores que se quejan que las heridas en las colas son muy difíciles de curar, pero no dicen que se las producen en las jaulas cuando se pelean entre ellos y no en el campo como aseguran”. El rechazo del PNV, en cambio, se produce por una cuestión de coherència: “Votó en la comisión a favor de la transacción del PP y ERC porque le pareció equilibrada y ahora no quiere cambiar de opinion, por seriedad digamos” aclara Yuste.
Quién si que ha cambiado de parecer es ERC. El diputado Joan Capdevila, veterinario de profesión, defendió que “en aquellas comunidades autónomas donde todavía no se ha prohibido, esto quedara limitado a determinadas razas y supuestos muy concretos, nunca por cuestiones estéticas, y siempre realizado por veterinarios» pero el partido se desmarcó en pocas horas de la medida mediante un comunicado. “Pudo ser benintencionado pero es contraproducente y en doce horas el partido rectificó” anota el presidente de la APDDA. El rechazo a la reserva, sin embargo, no será definitivo porque el Senado lo tiene que ratificar: “En la cámara baja el PP tiene mayoría y votará a favor de la excepción, pero entonces vuelve al Congreso que es quien decide finalmente”. En cualquier caso, Yuste recalca que “el PP tiene que entender que una mayoría social y los colegios de veterinarios estan en contra de este tipo de prácticas”. López de Uralde recuerda que las amputaciones “no son prácticas inocuas” para los animales, ya que les “causan dolor, problemas crónicos de salud, les generan dificultades de locomoción e incluso limitan su capacidad comunicativa”.
El convenio establece normas para la tenencia, reproducción, adquisición, adiestramiento y cría de los animales de compañía y recoge, por ejemplo, la prohibición de vender animales a los menores de 16 años sin el consentimiento de sus padres o estipula que la cría, custoria y comercio de animales de compañía debe hacerse por parte de personas con los conocimientos adecuados. También plantea restricciones para el uso de los animales en la publicidad, los espectáculos y los concursos. Otro aspecto importante guarda relación con los métodos de sacrificio, que a partir de ahora «deberán efectuarse con los menores sufrimientos físicos y psíquicos posibles» y prohíbe las intervenciones quirúrgicas por motivos estéticos. Además, el texto compromete a los estados firmantes a reducir el número de animales vagabundos «por medios que no causen dolores, sufrimientos ni angustias vitales» y a alentar a quienes encuentren animales de compañía a ponerlo en conocimiento de las autoridades.
Laura Duarte, portavoz del PACMA, no esconde que «nos gustaría que fuera más ambicioso», pero reconoce que supone «una herramienta para exigir a otras comunidades que adapten sus leyes de protección animal a los mínimos que dicta Europa». Y es que en España no existe una regulación de ámbito estatal para los animales de compañía, sino que depende de cada comunidad autónoma. Para algunas, como Catalunya o Madrid, con normativas muy avanzadas equiparables a otros países de Europa, el Convenio se queda algo obsoleto; pero otras tendrán que adaptarse a él, porque supone un marco regulatorio de mayor rango. “Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura o Canarias son algunas de las comunidades con regulaciones más laxas sobre animales. “La mayoría de legislaciones autónomicas superan el convenio europea y el corte del rabo es uno de los ejemplos puesto que ya se aplica en muchos territorios de España” apunta Yuste, que el debate sobre la amputación “ha dado visibilidad a la aprobación del convenio en los medios de comunicación”.
Artículo de Xavi Tedó