El PP rectifica y aprueba prohibir cortar la cola a los perros
Giro de 180 grados. El grupo popular del Senado ha decidido finalmente dar marcha atrás y ha renunciado a enmendar el Convenio europeo de protección de animales de compañía, que prohíbe la amputación del rabo de los perros por motivos estéticos. Un convenio que fue ratificado por el Congreso el pasado 16 de marzo y que será aprobado hoy por el pleno de la Cámara Alta. Los conservadores presentaron a última hora un voto particular al dictamen que emitió el lunes pasado la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara Alta, que incluía una reserva del mismo PP que permitía cortar la cola a los canes. Es una de las dos únicas reservas a las que los países firmantes pueden acogerse para adherirse al Convenio, junto con la que estipula un mínimo de 16 años para poder comprar animales.
Los populares solicitan ahora «la vuelta al texto del Convenio remitido por el Congreso», lo que supone en la práctica una rectificación de la postura que hasta ahora había mantenido el PP, en consonancia con la posición del Gobierno. Si el pleno del Senado hubiera aprobado un texto sobre el convenio discrepante respecto al que acordó el Congreso, se habría generado una situación muy poco frecuente, aunque prevista reglamentariamente, y que obligaría a crear una Comisión Mixta Congreso-Senado constituida expresamente para resolver la cuestión. Y es que desde el 1985 no se aplica el artículo 146 del Reglamento del Senado para el caso de discrepancia entre algún tratado o convenio internacional. Esa comisión, de acuerdo con la Carta Magna, tiene que estar formada por igual número de diputados que de senadores y debe presentar un texto que votarán ambas cámaras, aunque en caso de votación discrepante «decidirá el Congreso por mayoría absoluta». Este proceso sólo habría demorado su aplicación, porque finalmente el convenio ratificado habría sido el que hubiera acordado el Congreso por mayoría absoluta y que prohibía cortar el rabo a los perros.
Los populares querían incluir una reserva que recordaba que hay otros países europeos, como Alemania, Dinamarca, Francia, Portugal o la República, que también presentaron la misma excepcion al convenio. En el escrito inicial, el PP subrayaba que en España hay legislaciones autonómicas que prohíben la amputación y otras no mientras sentenciaba que «en todo caso, los veterinarios conservarán la libertad de decisión, caso por caso, sobre la forma de proceder». En el Congreso, solamente el PP y el PNB (Ciudadanos se abstuvo) habían votado a favor de cortar el rabo a los canes por la presión del lobby de los cazadores que se quejan que las heridas en las colas son muy difíciles de curar” aunque como recuerda Chesus Yuste, coordinador de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales (APDDA), “no dicen que se las producen en las jaulas cuando se pelean entre ellos y no en el campo como defienden”. Todo parecía indicar, pues, que el PP haría valer su mayoría en el Senado para mantener la reserva de poder amputar el rabo a los perros, pero ahora saldrá adelante tal y com se aprobó en la Cámara Baja.
El Convenio europeo de protección de animales de compañía garantiza una legislación básica para el bienestar animal en los 47 estados del Consejo de Europa. Una aprobación que llega treinta años tarde porque se firmó en Estrasburgo en 1987 y desde entonces, 23 países lo han ratificado, la mayoría de ellos entre la década de los 90 y los 2000. España lo secundó hace dos años, pero su ratificación no se ha producido hasta este año. La aprobación se produce después que en la décima legislatura (2011-2015) la APDDA, organización que integra a parlamentarios de diferentes fuerzas políticas preocupados por la protección de los animales, presentara una proposición no de ley que fue presentada por el senador de ICV, Jordi Guillot, que la Cámara Alta secundó. Las amputaciones “no son prácticas inocuas” para los animales, ya que les “causan dolor, problemas crónicos de salud, les generan dificultades de locomoción e incluso limitan su capacidad comunicativa” anota el diputado del Podemos y portavoz de Equo, Juantxo López de Uralde.
Artículo de Xavi Tedó