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«Los gatos en los pueblos suelen ser felices»

Russell Simoni es el alma de Huellas Callejeras, un programa de radio consagrado a los derechos de los animales desde casi 10 años. Es impulsora de la gestión ética felina en numerosas poblaciones cántabras y nos habla de las características particulares de los gatos rurales.

¿Con cuántos municipios has hablado para que se aplique la gestión ética felina?

He hablado con alrededor de una veintena de municipios en los últimos años para promover la gestión ética felina. Y he ayudado a implantarlo en nueve.

¿Desde hace cuántos años?

Desde hace aproximadamente 10 años me dedico a esta labor de concienciación y gestión de colonias felinas.

¿Has calculado nunca sobre cuantos gatos se ha podido impactar positivamente?

Aunque no tengo cifras exactas, estimo que hemos impactado positivamente en la vida de más de 1800 gatos no sociables a través de programas de esterilización. Y hemos sacado al menos un centenar de las calles que sí eran sociables y han podido darse en adopción responsable.

¿Son municipios que podríamos llamar pequeños?

Sí, la mayoría de los municipios con los que he trabajado podrían considerarse pequeños. De unos 20 mil habitantes los que más y algunos de poquito más de mil.

¿Podríamos decir que el trato de los gatos en el medio rural es distinto que en el medio urbano?

El trato a los gatos en el medio rural tiende a ser diferente, te encuentras desde mucha indiferencia por parte de quiénes los usan únicamente para evitar a los roedores sin darles apenas atención, solo algo de alimento a veces… y también ya a mucha gente concienciada con la esterilización que da buenos cuidados y que logra para ellos entornos más seguros que en entornos urbanos en los que están más en peligro debido a las carreteras, vehículos y mucho tránsito.

Algunos llaman a los gatos de pueblo «ruralitos». ¿Te gusta el nombre? ¿Cómo los definirías?

Me gusta el término «ruralitos»; los definiría como gatos resilientes que han encontrado su lugar en comunidades rurales.

¿Son felices los gatos en los pueblos?

En general, los gatos en los pueblos suelen ser felices, disfrutando de un entorno más natural y expuestos a menos peligros que en las ciudades.

¿Los vecinos y vecinas comprenden la necesidad de la esterilización?

En su mayoría, los vecinos comprenden la necesidad de esterilización, pero la concienciación continua es esencial.

¿Y las personas que alimentan a los gatos comprenden de primeras el CER (Captura, Alimentación y Retorno)?

La comprensión del CER por parte de quienes alimentan a los gatos a veces requiere más tiempo, pero la educación y sensibilización juegan un papel clave.

¿Se encuentran profesionales expertos en incisiones mínimas e intervenciones breves?

Sí, existen profesionales expertos en incisiones mínimas, pero la accesibilidad puede ser un desafío en algunas áreas que están apartadas y que requieren hacer uso de viajes en coche para poder acceder a uno.

Habría que encontrar el modo de captar más voluntarios que se impliquen

¿Qué limita más los fondos restringidos, los veterinarios menos entrenados o las limitaciones de las gateras?

Los fondos restringidos son la principal limitación, seguidos por la necesidad de más veterinarios capacitados y mejores condiciones para las gateras. Pero también hay un problema de falta de voluntariado. Habría que encontrar el modo de captar más voluntarios que se impliquen.

¿Desde la aprobación de la ley 7/2023 notas más interés?

Desde la aprobación en 7/2023, he notado un aumento en el interés y la disposición de los municipios a adoptar la gestión ética de colonias felinas. Que al fin este recogido en una ley y que con ello forme parte de la agenda política se nota mucho.

¿Se conoce lo suficiente la gestión ética de colonias?

Aunque ha habido progreso, aún falta comprensión completa sobre la gestión ética de colonias, pero la conciencia está creciendo.

¿Cuál es tu mayor satisfacción?

Mi mayor satisfacción es ver comunidades que antes no se preocupaban por los gatos ahora comprometidas con su bienestar y que además han hecho cambios en su entorno pensando en los animales.

Tu programa «huellas callejeras» en Radio Costa Esmeralda sigue adelante puntual a su cita. ¿Tienes prevista una edición especial aniversario?

¡Sí, planeo una edición especial aniversario para «Huellas Cantabria» en Radio Costa Esmeralda! ¡¡Tengo varias ideas, pero las sorpresas mejor reservarlas!!¿no?

¿Cuál ha sido la entrevista que más te ha marcado?

Las entrevistas que más me marcan son con voluntarios que dedican su vida a rescatar animales abandonados y a hacer labores de pedagogía en este sentido. Hay gente que me resulta inspiradora y a la que admiro. Y me encanta cuando cuentan lo que les ayudó a hacer “clic” en su interior y decidieron arremangarse y ayudar.

¿Quién has querido entrevistar y se te resiste?

Me gusta entrevistar a líderes políticos para aprovechar y sensibilizarlos sobre la importancia de políticas más amigables con los animales. La verdad, que pocos se me resisten jejeje

¿Qué ha cambiado en la protección animal desde que empezaste el programa?
Desde que empecé el programa, ha habido un aumento en la conciencia pública y cambios legislativos, en ordenanzas…  más favorables a la protección animal. No todo lo rápido que me gustaría, pero… Sin duda, hay avances…

Emma Infante

La Ley de Bienestar Animal sacará 100.000 personas de la clandestinidad

Belén ha organizado el trabajo y la familia para poder escaparse de casa a horas intempestivas. El peso de las bolsas le molesta menos que la incertidumbre. No saber nunca cómo los encontrará o si será descubierta, muchas veces, le quita el sueño. Aunque trate de ser muy sigilosa ellos siempre se anticipan. Decenas de pares de ojos la miran desde distintas distancias. Permanecían agazapados sabiendo que ella jamás falta a su cita. Dispone la comida húmeda y los gatos más atrevidos se abalanzan. En unos minutos Belén recuperará las bandejas para no dejar rastro. Algún minino prefiere un saludo cercano a la comida. Parece dar las gracias. Otros siguen sin fiarse, hacen bien: no confiar en los humanos les hace menos vulnerables. Belén cambia los comederos de ayer por unos limpios y desinfectados, los colma de pienso y los esconde. Hace lo propio con los recipientes para el agua. Retira colillas, algún plástico, una lata de refresco y otros restos que los incívicos insisten en abandonar en aquel rincón discreto. Siempre alerta, por ellos y por ella misma. La noche la protege y a la vez le complica mucho la existencia. Lo que hace es bueno para todos pero hasta ahora, estaba fuera de la ley.

Según un estudio, hay unas 100.000 las personas en toda España que cuidan de manera regular de los gatos que viven en las calles. Para muchas de estas personas, su actividad será legal a partir de la entrada en vigor de la ley de bases de derechos de los animales 7/2023 del 28 de marzo. Los ayuntamientos deberán extender unas acreditaciones a los colaboradores en la atención de los gatos comunitarios. Formar parte del programa local de gestión ética felina garantizará unos derechos largamente reivindicados. La clandestinidad era una consecuencia lógica a las amenazas evidentes, y no tan evidentes, que sufrían las gateras y los gatos de los que se ocupan. Al miedo a recibir una sanción se unía el miedo al boicot y las recriminaciones vecinales. Algunas gateras denuncian haber sido agredidas verbal, e incluso físicamente, por alimentar a los gatos, pero también por capturarlos para llevarlos al veterinario.

En un encuentro reciente desde la Laguna, la responsable de una colonia en Tenerife, manifestaba que cada colonia contaba con boicoteadores y saboteadores. Los boicoteadores destrozan los refugios, los comederos y los enseres para los gatos y los saboteadores hacen lo mismo con las jaulas que permiten desarrollar el método de captura, esterilización y retorno, conocido por las siglas CER. También las colonias son víctimas de delitos tipificados en el código penal. El envenenamiento es la agresión más frecuente pero también hay muchas denuncias por heridas y muerte por disparos.

Todo el sexto capítulo de la nueva ley de protección animal está dedicado a las colonias de gatos. El primer artículo de dicho capítulo dice que la administración local deberá esterilizar a todos los gatos de la calle y microchiparlos a su nombre. Esto solo va a poder ser posible gracias a la colaboración de las gateras – nueve de cada diez son mujeres – y a acuerdos con profesionales de la veterinaria. La gestión de colonias estará sujeta a derechos y obligaciones que quedarán claros en los programas de formación para toda estas personas que antes estaba expuesta a una multa o a una agresión.

La acreditación de personas como Belén significa poder divulgar en público y a la luz del día su objetivo y las buenas prácticas a las que debe ceñirse su labor. En los municipios en los que ya se desarrollaba la gestión ética de colonias, las entidades han explicado en prensa local, en radio, en centros cívicos y a los líderes vecinales qué se hace y por qué se hace. Los opositores se convierten en colaboradores cuando las portavoces de los programas de gestión explican bien que sus esfuerzos contribuyen a disminuir progresivamente el número de gatos en la calles, y que cuidar in situ de los gatos es velar por la salud de todos.

La información implica la reducción de los ataques que sufren las colonias de gatos. Los agentes de la autoridad se convierten en aliados del bienestar felino. Los policías, sobre todo los locales, serán garantes del cumplimiento del artículo 41 de la ley de protección de derechos de los animales que obliga a los ciudadanos a respetar la integridad, seguridad y calidad de vida de los gatos comunitarios que las componen. Las instalaciones de comida, y refugio propio del programa de gestión de gatos comunitarios también deben ser respetados. Acaba el artículo recordando que las personas titulares o responsables de perros deberán adoptar las medidas para evitar que la presencia de estos pueda alterar o poner en riesgo la integridad de las colonias.

Aunque muchas comunidades autónomas reconocen a las colonias felinas en sus leyes de protección animal, el panorama, hasta la aprobación de la ley nacional, era muy heterogéneo y confuso. Asturias, Murcia, La Rioja, Madrid, Navarra, Castilla la Mancha y más recientemente Euskadi y la Comunidad Valenciana, por ejemplo, incorporan la necesidad de gestionar y proteger las poblaciones de gatos. Pero ni todas las normas recogen con precisión la metodología a emplear, ni todas se han trasladado a unas ordenanzas municipales. No era raro que algunos medios de comunicación, y sobre todo las redes sociales, se hicieran eco de que un ayuntamiento había impuesto una multa a una vecina por alimentar a los gatos. Tampoco faltaban los conflictos con policías locales que disuaden de prácticas que muchas veces no eran higiénicas.

La declaración del estado de alarma y el confinamiento obligatorio durante algunos meses de 2020 por la pandemia de la COVID-19 significó un punto de inflexión para el colectivo gatero. Uno de los Decretos del entonces ministro de sanidad, Salvador Illa ya indicaba la aportación que hacen las cuidadoras de colonias a la salud pública y, por tanto, debidamente acreditadas, podían desplazarse con comida y agua a atender a los gatos que tanto las necesitan. En algunos municipios la ausencia de vecinos circulando permitió capturar y esterilizar cómodamente, sosteniendo la economía de las clínicas veterinarias convenidas.

Según personas expertas en gatos, en veterinaria, de pequeños animales y juristas, la norma impulsada desde la Dirección General de Derechos de los Animales, y que entrará en vigor a finales de septiembre, es especialmente oportuna para con los gatos de la calle. Los cinco artículos dedicados a las colonias felinas dejan muy claro que el objetivo es reducir de manera ética el número de gatos comunitarios. Los gatos comunitarios – tal y como se explica en el glosario de la propia ley- son aquellos que son libres, que han nacido en el territorio en el que se encuentran y que tienen un grado de sociabilidad insuficiente como para tolerar el confinamiento o el traslado.

Muchos gatos que viven en la calle no pueden vivir en un lugar distinto, otra cosa son los gatos caseros abandonados o extraviados a los que hay que sacar de la calle para devolverlos a su familia o hay que encontrarles una nueva familia. La ley pone un acento especial en la tenencia responsable y por ello obliga a la esterilización y a la identificación de todos los gatos. Una ley que legitima el procedimiento de reducción ética de camadas permite contabilizar, planificar, divulgar buenas prácticas y proteger a los gatos comunitarios. No solo la ley promueve la reducción ética de los gatos de la calle y la tenencia responsable con obligaciones, también incorpora una línea de subvenciones para los ayuntamientos que está generando mucho interés.

 

Emma Infante

«Determinar los efectos de la depredación de los gatos en las poblaciones de presas sigue siendo un reto»

Martina Cecchetti es doctora en ciencias biológicas con un impresionante currículum internacional como investigadora. Puede que sea una de las personas mejor facultadas para apaciguar la polémica que rodea la convivencia de gatos en el medio natural: “Mi investigación siempre se ha centrado en los gatos y su comportamiento de caza, especialmente en la búsqueda de soluciones que podrían ser beneficiosas tanto para los gatos como para la fauna silvestre. , afirma. Su trabajo en la isla italiana de Linosa se ha convertido en foco de interés científico de primer orden.

¿Cuántas especies han extinguido, o casi, los gatos en España?

No te lo sabría decir. La extinción suele ser impulsada por múltiples factores, y la depredación por parte de los gatos, puede contribuir a la extinción de una especie. En general, el grado de impacto que la depredación de los gatos tiene sobre las poblaciones de presas varía con los contextos sociales ecológicos y humanos, igual que la eficacia de los intentos de mitigación. En el continente, las estimaciones de la magnitud de la matanza por parte de los gatos sugieren que los gatos, cuando son abundantes, son responsables de un gran número de muertes de animales silvestres. De hecho, ejercen un efecto acumulativo, de forma que incluso si la tasa de depredación individual es baja, por ejemplo, una presa por gato en el mes, multiplicándola por el número total de gatos que viajan libremente, nos da un número desproporcionado de muertes.

¿Entonces no se pueden hacer afirmaciones categóricas?

No, determinar la importancia relativa de los efectos compensatorios y aditivos de la depredación por parte de los gatos en las poblaciones de presas sigue siendo un reto. Altas densidades de gatos se han vinculado a los efectos perjudiciales en las poblaciones de vertebrados a escala continental. Una densidad alta de gatos está implicada en efectos indirectos, colaterales, incluyendo la reducción de los cuidados de los progenitores y la facilitación de la depredación del nido, la competencia y la transmisión de enfermedades que podrían afectar notablemente la abundancia de aves.

¿Los gatos no siempre comen lo que cazan?

Es cierto, los gatos mantienen la separación entre la motivación de la caza y el consumo de presas y no necesariamente comen el que matan. Este comportamiento se puede remontar a sus antepasados, provocando un exceso de muertes. Este comportamiento se ha documentado tanto en gatos con y sin propietario.

¿Son los gatos la principal amenaza para la biodiversidad?

Según la ubicación y el contexto, el impacto global de los gatos en la biodiversidad puede variar. Por lo tanto, cuando se trata de cuestiones relacionadas con los gatos, siempre tenemos que considerar el contexto socioecológico. Sabemos que la depredación de animales silvestres por parte de gatos domésticos, en combinación con su distribución y abundancia global, constituye un peligro para la conservación de la biodiversidad en una serie de contextos ecológicos.

Diferencia constantemente entre el continente y las islas…

Si, es importante, las islas cuentan con especies endémicas únicas que han podido prosperar en ausencia de depredadores, si no controlamos a las especies que las amenazan corremos un gran riesgo. Las islas son zonas sensibles a la biodiversidad con especies que carecen de defensas adecuadas contra los depredadores terrestres eficientes como los gatos. Otro elemento importante es que las islas son puntos estratégicos para la migración de aves, debemos poder protegerlas con un cuidado especial.

¿Si eliminamos los gatos de repente, conseguiremos tener una biodiversidad óptima?

Las erradicaciones de gatos generalmente aportan grandes beneficios directos a la fauna insular y permitirían la restauración de los taxones nativos extinguidos localmente por los gatos. Sin embargo, la cascada trófica inesperada derivada de la extracción de gatos puede ser costosa desde el punto de vista medioambiental y económico. Es decir, que según cómo se haga puede ser peor el remedio que la enfermedad. Por ejemplo, a Little Barrier Island, Nueva Zelanda, la extracción de gatos provocó un éxito reducido de reproducción del petrell de Cook a causa del aumento de la depredación por las ratas. Del mismo modo, en la isla Macquarie, en el océano Pacífico, la erradicación de los gatos precipitó una cascada trófica que llevó a cambios rápidos de paisaje y ecosistema, a causa del aumento de las poblaciones de conejos.

De nuevo no se puede plantear una intervención repentina ni radical…

Cuando diferentes especies nativas e introducidas coexisten en un ecosistema, las interacciones entre especies pueden ser muy complejas y difíciles de predecir. Además, se usan técnicas de erradicación como el envenenamiento y, en consecuencia, pueden provocar la muerte de especies no específicas. En general, yo diría que la gestión de los gatos tendría que tener en cuenta las complejas interacciones que se producen entre gatos, roedores y las especies de las cuales son presas, y de nuevo, y depende del contexto.

¿Qué hay que hacer para minimizar al máximo el posible impacto de los gatos a las áreas vulnerables?

Hay diferentes soluciones que se han defendido y adoptado para reducir los efectos directos e indirectos de los gatos sobre la fauna. Tales estrategias se aplican de manera diferencial a los gatos de propiedad con control individual, y a los gatos de calle con gestión comunitaria y a los contextos socioecológicos donde viven. En uno de mis estudios en el Reino Unido, proporcionar alimentos sin cereales con proteínas derivados de la carne y participar en objetos diarios de 5/10 minutos, los dos reducen la depredación de animales silvestres por parte de gatos de compañía. Estas medidas no invasivas redujeron la tendencia a la caza en lugar de impedir la caza, y es probable que encuentren apoyo entre los propietarios de gatos que están preocupados por las implicaciones del bienestar otras intervenciones.

Hay diferentes soluciones que se han defendido y adoptado para reducir los efectos directos e indirectos de los gatos sobre la fauna

Interesante

Los propietarios pueden eliminar o reducir las oportunidades de caza restringiendo el acceso de los gatos al aire libre, manteniéndolos permanentemente en el interior, o solo por la noche o al amanecer cuando los pájaros son más activos. Otras opciones disponibles para controlar el acceso de gato al aire libre son los patios de gato. De este modo, los propietarios también pueden mitigar cualquier riesgo para sus gatos asociado con su comportamiento itinerante: por ejemplo, accidentes de carretera, contraer enfermedades infecciosas.

En la gran ciudad quizás sí que hay gatos siempre dentro de domicilios, pero en entornos rurales haría falta cambiar la mentalidad…

Los propietarios que deciden mantener sus gatos en el interior tienen que enriquecer el entorno doméstico para que el gato tenga la posibilidad de reproducir todos sus comportamientos naturales. Sarah Ellis y colaboradores ya al 2013 proporcionaban una orientación detallada sobre las necesidades ambientales felinas y establecen un marco para un entorno saludable, que va desde proporcionar escondrijos como cajas de cartón a oportunidades de juego y comportamiento depredador, por ejemplo, esconder comida. Sin embargo, los gatos que están acostumbrados a tener acceso ilimitado al aire libre pueden tener problemas para adaptarse en una vida de confinamiento parcial en el interior. Una solución práctica en estos casos podría ser el uso del aire libre recintos, con enriquecimiento de objetos que permiten al gato esconderse, jugar y hacer ejercicio.

¿Y qué hacemos con los gatos de calle?

Para que el control de la población de gatos comunitarios sea sostenible y exitoso, la estrategia de gestión de gatos tiene que abordar objetivos específicos de la comunidad y tener en cuenta variables como la financiación y los recursos disponibles, la medida y la distribución de la población de gatos de vida libre, y el grado y velocidad de reducción de gatos que se considere necesario o aceptable. Si consideramos los gatos sin familia que viven en importantes áreas de biodiversidad, podemos clasificar dos tipos de control: los métodos letales (la opinión pública cada vez lo tolera menos y hay que tenerlo en cuenta) y los no letales.

Teniendo en cuenta los enfoques de control no letal, se trata de reducir el número de gatos a lo largo de varios años. El control de la reproducción se puede conseguir a través de métodos quirúrgicos de esterilización y castración o métodos no quirúrgicos. Los procedimientos quirúrgicos se llevan a cabo a través de la Captura Esterilización y Retorno CER, y el CES (a las granjas, santuarios o al continente en el caso de las islas. Y de métodos no quirúrgicos, una vía prometedora es la immunocontracepción, que, en principio, induce la esterilidad permanente o a largo plazo después de un solo tratamiento. En principio, es menos costoso, menos exigente técnicamente y menos invasivo que la cirugía, pero todavía no hay immunocontraceptivos seguros para los gatos.

Entonces ¿el CER funciona?

Controlar las poblaciones de gatos a través de CER es posible, pero requiere tasas de esterilización del 51-94%. La gestión ética intensiva y la adopción de gatos y gatitos socializados pueden reducir la medida de la colonia (alrededor del 31%), mejorar el bienestar y reducir el ingreso de gatos a los refugios y pueden reducir notablemente las muertes de gatos «evitables». El CER también ha demostrado ser comparable, en términos de costes, al control letal, pero con beneficios en términos de quejas reducidas sobre gatos y también su desaparición repentina de gatos. Un programa CER puede ser una buena solución particular en áreas geográficas pequeñas.

No solo dejan de haber nuevos cachorros…

La esterilización reduce la superficie del territorio protegido y las actividades de itinerancia, de forma que podría ayudar a reducir los efectos indirectos que los gatos tienen sobre la fauna. Además, reduce las densidades de los gatos. Sin embargo, no hay estudios científicos sobre el efecto de la esterilización en la depredación, pero las hembras no necesitan cazar para sus gatitos, de forma que la tasa de depredación disminuye.

¿Por qué hay una resistencia por parte de una minoría a los programas éticos de control de la población felina?

Bien, supongo que esta pregunta se aplica a todos los animales. Hay personas que están a favor de los métodos éticos y otros no. Quizás quiere hacerles esta pregunta directamente. También sugiero una confrontación entre los exponentes de diferentes puntos de vista y la colaboración.

¿Qué conclusiones sacas de tu trabajo en la isla de Linosa, donde ha hecho investigación durante años?

Puedo concluir que los proyectos CER son proyectos desafiantes y para que salgan bien requieren tiempos y experiencia, por lo cual los recursos son fundamentales (no reducen su uso como actividades de voluntariado). La planificación, la continuidad y el esfuerzo también son extremadamente importantes. Para conseguir un buen resultado, es vital conocer el número de gatos, y atrapar y esterilizar el 90% de la población en las primeras sesiones de esterilización y después hacer un mantenimiento.

Otro punto esencial es la presencia de propietarios y cuidadores comprometidos. Ahora, los gatos de Linosa están más sanos, los propietarios y los cuidadores pueden invertir más en su cura y observamos una menor tasa de depredación, especialmente a los petreles de Scopoli. Sin embargo, sería importante que la esterilización de los gatos en Linosa se convirtiera en obligatoria, estableciera un número máximo de gatos que cada habitante puede tener e introdujera estrategias de gestión para los gatos de propiedad durante los periodos migratorios de pájaros.

En qué consiste su grado universitario, por favor. ¿Y su investigación de doctorado?

Actualmente soy investigador postdoctoral visitante en la Universidad de Turín e investigador asociado en la Universidad de Exeter, trabajando en el proyecto «Predación en especies vulnerables por gatos libres en la isla de Linosa (Italia), un punto caliente de biodiversidad» financiado por la beca nacional La Oréal Italia UNESCO para la Mujer en la Ciencia. También soy vicepresidenta de Berta Maris – una asociación sin ánimo de lucro dedicada a la conservación y protección de la biodiversidad insular – la gestión del Programa CER en la isla de Linosa.  El 2021 acabé mi doctorado en ciencias biológicas. He dirigido la parte ecológica y de comportamiento de un proyecto más amplio sobre los gatos domésticos, llamado Gatos, propietarios de gatos y depredación de la fauna. El trabajo dio lugar a nueve publicaciones en revistas científicas revisadas por expertos Algunos de ellos fueron publicados en revistas importantes, como Current Biology y Trends in Ecology and Evolution. También estoy estudiando para convertirme en comportamentalista felina.

 

Emma Infante

Aval legal al control de colonias felinas

Cuidar de los gatos de la calle para que cada vez haya menos, o incluso ninguno: ese es el objetivo de la gestión de colonias. Se capturan, se esterilizan y se retornan al punto de origen. Esto se conoce como CER. No es un capricho, es ciencia. La ley de protección y derechos de los animales, aprobada en el Congreso de los Diputados el jueves, consolida la obligatoriedad de la gestión ética de colonias en todo el estado español. A partir de ahora, cuidar apropiadamente de los gatos dejará de ser una actividad de riesgo, y quien, siga un buen protocolo higiénico, alimentario y de control con la población felina, lo tendrá más fácil que nunca. La administración local deberá coordinarse con profesionales de la veterinaria, comunidades de vecinos y entidades de protección felina para financiar, formarse, acreditar y hacer seguimiento de los programas de cuidado de las colonias felinas. Lo que muchas mujeres llevan haciendo hace décadas, se hace oficial, y por tanto se podrá documentar, medir y mejorar para beneficio de todos.

Se calcula que más de 100.000 personas atienden de alguna manera a los gatos que sin un programa CER malviven en la calle. La vida en la calle es dura para los gatos; de hecho, su esperanza de vida se sitúa en los seis años. Y no es tan sencillo como llevarlos a una casa, encerrarlos en una gran jaula o reubicarlos en otro lado. Los gatos nacidos en las calles necesitan permanecer en su territorio, libres y con sus congéneres, para estar sanos física y psíquicamente. Los gatos nacidos en un hogar familiar deben permanecer en él, y los responsables evitar su extravío. El abandono de un gato casero en la vía pública es un delito tipificado por el código penal. Abandonar un gato casero en la calle es condenarlo a morir por accidente, agresión o enfermedad.

La clave de la reducción de los gatos callejeros en términos veterinarios, económicos, medioambientales y éticos está en evitar el nacimiento de nuevas camadas. Los gatos comunitarios se capturan y, rápidamente se llevan a esterilizar en clínicas veterinarias competentes para ser liberados en pocas horas, porque toleran muy mal el confinamiento. Los gatos incluidos en un programa CER son fácilmente identificables por llevar una marca diagonal o en uve en la oreja. El aspecto, la actitud y el comportamiento de los gatos en colonias bien gestionadas suele ser excelente.

En las últimas publicaciones de FdCats, la entidad española referente en formación en gestión efectiva de gatos, hacen hincapié que muchas veces el fracaso del CER reside en que se ha realizado algo distinto a método propiamente dicho. Agnés Dufau la presidenta destaca: “No es lo mismo hacer una campaña que consiste en fotografiarse, anunciar a bombo y platillo que han destinado algún dinero a los gatos que hacer CER”. La gatera influencer conocida como @catadicta prosigue: “Hacer CER exige una metodología rigurosa, una planificación seria, una inversión ambiciosa, una monitorización de cada grupo y la esterilización de al menos el ochenta por ciento de los gatos de una colonia, antes de seguir con la siguiente, que debe ser siempre la contigua”. Y concluye. “Para conseguir una reducción del número de gatos de una forma ética solo funciona lo que los ingleses llaman TNR y aunque parezca caro resulta muy rentable a los ayuntamientos por la calidad de sus resultados”.

En Animalados hemos entrevistado también a Mercedes Vara de Córdoba que a través de FAPAC contribuyó a que su ciudad fuera premiada por su modelo de gestión.  Nos dice: “Es una buena noticia que se impulse para todo el país la mejor manera de hacer las cosas. No hacer nada con los gatos o capturarlos para encerrarlos y matarlos ya hace décadas que sabemos que no solo es caro y cruel, es que no funciona”. El desafío está ahora en divulgar las buenas prácticas conseguir que, además de esterilizar, se identifique a todos los gatos y que el abandono y la cría incontrolada. Todo esto queda recogido por la ley de bases que cada comunidad autónoma puede incorporar e incluso mejorar.

La controversia sobre el posible impacto de los gatos en la biodiversidad pierde fuerza ante la falta de evidencia científica. Los datos a los que se refieren algunos conservacionistas no son aplicables a nuestras latitudes, ni reflejan una depredación mayor de un 3-4%, ni se corresponde al comportamiento de gatos esterilizados y con alimentación altamente proteica. La legalidad de la gestión efectiva de los gatos permitirá la investigación de su impacto real en la fauna y la sustitución de las conjeturas por certezas.

“Los gatos nunca son el problema, el problema es cómo se gestionan sus vidas”

Córdoba ha pasado de hacer una mala o nula gestión de la población felina a ser un ejemplo nacional. Un total de 3.000 gatos comunitarios esterilizados en dos años y una exitosa colaboración entre la administración, el colegio veterinario y la ciudadanía los avalan. Lo hablamos y analizamos con Mercedes Vara, miembro de FAPAC la Federación de Protectoras de Córdoba, que impulsó el cambio reconocido con un premio nacional entregado en Madrid y unos datos comprobados envidiables.

Esterilizar 3.000 gatos de la calle en menos de dos años. ¿Qué significa eso para que lo entiendan nuestros lectores?

Estamos en puertas de conseguir esa cifra y supone muchas cosas, pero principalmente haber evitado el sufrimiento de muchos gatos en las calles con el simple hecho de esterilizarlos. También hemos mejorado la convivencia y la sensibilidad positiva hacia estos seres tantas veces incomprendidos. Aplicando el método CER -captura, esterilización y retorno de los gatos a sus colonias de origen- se consigue disminuir de forma ética la población de los gatos que viven en las calles y mejorar la vida de todos en la ciudad.

Calculamos que tenemos esterilizados a ocho de cada diez hatos comunitarios cordobeses y trabajamos duro para alcanzar el 100%. No nos constan datos similares y mucho menos en tan poco tiempo. Creemos que es importante distinguir el CER de campañas de esterilización.

«Es importante distinguir el CER de campañas de esterilización»

¿Por qué dicen que el CER no es una campaña de esterilización?

EL CER es un método que exige realizarse de manera rigurosa. Una campaña significa invertir un fondo limitado para esterilizar gatos de una localidad. En una campaña, los gatos elegidos y su número suelen responder a criterios poco científicos y no suficientemente útiles. No se vale esterilizar puntualmente a los gatos de los que se quejan los vecinos o los que prefieren las asociaciones. El CER funciona, lo que no funciona para el control poblacional son las campañas.

Para hacer CER se abre un plano del municipio, se consensua su área limitada de inicio, se esteriliza como mínimo un 80% de la primera colonia o su totalidad y, a continuación, se sigue con las colindantes sistemáticamente. El registro y la identificación deben ser estrictos, sin excepciones.

Mercedes Vara (la segunda desde la izquierda) durante las V Jorandas Felinas Andaluzas

¿Las campañas significan menos dinero que el CER?

No necesariamente. Diría que, al contrario. Los programas deben ser ambiciosos y no pararse por falta de fondos. Es más barato esterilizar hoy que mañana, y no por la inflación, sino por la velocidad de reproducción de la especie y su dependencia del clima. Con el aumento de la temperatura media, las gatas se embarazan durante todo el año y con menor edad. Si esterilizas hoy no tendrás que gastar el doble o el triple en esterilizar a la gata y su prole el año que viene.

Si haces bien las cosas, la inversión irá disminuyendo en lugar de exigir más fondos de un modo continuado en el tiempo. Con un buen CER las exigencias económicas para la gestión de gatos decrecen con el tiempo.

Además de esterilizarlos, ¿qué más se les hace a los gatos de la calle?

Todos los gatos que pasan por el CER están censados y poseen una ficha identificativa con todos sus datos. Cuando son capturados para esterilizarlos, se les hace un reconocimiento general de salud, se desparasitan con pipeta con cobertura para parásitos internos, externos y ácaros, se les pone vacuna trivalente y de rabia, se les identifica con microchip a nombre del Ayuntamiento de Córdoba como responsable de los mimos y se les marca en la oreja como gato CER para evitar ser reintervenido.

¿Todo esto en qué se traduce para la ciudad de Córdoba?

Ahora se aplica el método CER frente a no hacer nada; como se hacía en la mayoría de los casos, o la captura y sacrificio a golpe de quejas ciudadanas. Al no haber camadas nuevas y al ser adecuadamente alimentados, los adultos preexistentes se han hecho casi invisibles.

Cuanto menos gatos se ven, quiere decir que hay menos abandono y más conciencia de lo importante que es ser responsable. Sin cachorros disponibles, los gatos caseros abandonados tienen más posibilidades de encontrar una nueva familia. No hay adoptantes suficientes y los envíos de animales a otras comunidades no es una opción óptima ni segura.

«No hay adoptantes suficientes y los envíos a otras comunidades no es una opción segura»

Entendemos que hay un esfuerzo de coordinación muy grande y también de diálogo entre el Colegio de Veterinarios, el organismo local encargado (SADECO), ustedes…

Esto no ha sido ni fácil ni rápido. Con la administración ha supuesto abrir y cuidar mucho el diálogo y proporcionar mucha información especializada que habíamos adquirido de expertos. La escucha activa y la actitud constructiva para llegar a acuerdos que beneficien a todos ha sido fundamental y también desafiante. Teníamos muy claras las líneas rojas perfiladas junto a la entidad FdCats, a partir de ahí, hacerlo bien por la ciudad y por los gatos era nuestro único objetivo.

Conseguir caminar como una única fuerza en auxilio de los gatos en Córdoba fue el primer reto. Podemos decir que se han unido varias entidades de protección, las gestoras de las colonias y un grupo maravilloso de capturadoras que ya actuaban en las colonias cuando se les solicitaba.

¿Tienen un convenio o una subvención?

Para hacer las cosas bien no se podía depender de los plazos y la naturaleza de las subvenciones. Se han establecido varios convenios de colaboración. El primero fue entre el Ayuntamiento de Córdoba a través de SADECO y la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Córdoba, con un presupuesto asociado de 120.000 euros anuales que reciben directamente los profesionales. Este se ha ido engrosando cada año desde que comenzamos para asegurar una acción intensiva e ininterrumpida de esterilizaciones. Algunos pensarán que es un gran presupuesto, pero matar es mucho más caro que gestionar de forma ética.

Sacrificar no es gratis, ni solventa el descontrol poblacional. Por mecanismos naturales estudiados científicamente se sabe que allá donde se produce un exterminio el medio procura una reposición incrementada con nuevos individuos. El sacrificio supone un gasto inacabable y cruel. La gente cada día está más concienciada y pide que estas poblaciones se gestionen sin crueldad. Otro colectivo beneficiado es el veterinario, el Ayuntamiento firmó un convenio con el Colegio Oficial de Córdoba para poder llevar a cabo las intervenciones veterinarias.

¿Qué opinan las personas que alimentaban a los gatos de manera “clandestina”?

Uno de los principales objetivos ha sido la formación. Se ha sacado a mucha gente de la clandestinidad; personas a las que se les ha informado y formado para que conozcan todos los métodos de gestión de las colonias felinas y sepan distinguir cual es el más eficaz y ético. Se han convertido en personas autorizadas conociendo sus derechos y obligaciones, para poder seguir atendiendo las colonias, pero desde el conocimiento de las buenas prácticas de gestión en las colonias felinas.

Colonia felina de Córdoba

¿Antes los gatos eran un problema?

Los gatos nunca son el problema; el problema es cómo se gestionan sus vidas. Ahora tienen mucho mejor aspecto, los barrios se han vuelto silenciosos por la falta de peleas y conflictos vinculados a los ciclos reproductivos. Muchas de las quejas contra los gatos se han reconvertido en peticiones de CER.

¿Qué les dice ahora la gente con la que hablan?

Las personas que cuidan de los gatos de las colonias están encantadas; no hay camadas en las colonias gestionadas, no tienen que destinar presupuesto propio en las pocas esterilizaciones que cada cual llevaba a cabo en un intento de frenar la reproducción de los gatos que cuidaban y así dejar de ver gatitos necesitados, enfermos, muertos o atropellados. Tampoco tienen que atender los gatos que por situación de urgencia lo necesitan porque ahora son esterilizados y atendidos desde el CER.

¿Y el alcalde? Porque las actuaciones veterinarias son satisfechas desde el Ayuntamiento, al fin y al cabo, son los gatos de la ciudad, de todos, pero no de particulares.

El alcalde fue honesto reconociendo en las últimas Jornadas Felinas Andaluzas que la presión cívica de las asociaciones había impulsado cambios en la buena dirección. Eso ha pasado en Córdoba y me consta que también ha pasado en muchos otros municipios con ediles de todos los colores políticos. Los gatos no son de las voluntarias que los cuidan, son gatos de la comunidad. El Ayuntamiento es el responsable de los animales de la calle y al optar por el CER, en lugar del sacrificio como forma de control de estos animales, se encarga de satisfacer las actuaciones de salud y de gestión entre otras tareas, pagando a los profesionales de la veterinaria.

¿Capturar gatos y soltarlos en cualquier parte es ético?

Ni es ético ni es responsable. Los gatos se sienten muy ligados al territorio donde han nacido y a los congéneres que son su colonia. Si los mueves harán lo que puedan por retornar, muchos son atropellados en el trayecto o son atacados por desconocidos.

«Capturar y soltar gatos en cualquier parte no es ético ni responsable»

Hay mucha polémica con los gatos como amenaza a la biodiversidad ¿Qué les diría a los que quieren encerrar o matar los gatos para proteger otras especies?

Que escuchen. Que queremos lo mismo que ellos. No queremos gatos en las calles. La esterilización es la medida más efectiva para controlar la población de gatos callejeros y evitar la sobrepoblación. Si capturar y sacrificar o capturar y encerrar hubieran sido efectivos, hoy en día no tendríamos gatos en las calles. Algunos piden encerrar o matar porque no quieren reconocer que un gato de colonia es de la misma especie que uno que vive en casa y no han llegado a entender que el CER funciona.

Nos encanta la biodiversidad; pero no se debe dar crédito a voces que siembran la confusión. Con el método CER; método científico y humanitario de gestión de las poblaciones felinas ganaremos en ética, buena gestión y respeto.

¿Los gatos de la calle pueden vivir encerrados en jaulas grandes?

Es un tipo de maltrato, es cruel y caro. Esto es un sinsentido y nada efectivo. En primer lugar, porque esos recintos tienen un coste de construcción y de mantenimiento muy elevado, no tienen unas dimensiones infinitas para poder albergar a todos los gatos que la demanda de sacar gatos de la ciudad requiere; porque irán apareciendo gatos nuevos en las zonas donde se han sacado por el efecto vacío y estarán con ese método de control eternamente sin dar solución a los objetivos de disminución de la población felina en las calles. Si los confinas su salud se resiente gravemente tanto la física como la psicológica. Nadie que además de amar a los gatos tenga suficiente formación pedirá encerrar gatos comunitarios en jaulas por grandes que sean.