Freedolph reclama el cierre del delfinario del Zoo de Barcelona
Conseguir que los cuatro delfines que actualmente hay en el zoo de Barcelona sean trasladados a un santuario. Este es el objetivo de Freedolph, una plataforma estudiantil que se acaba de constituir y que ya cuenta con el apoyo de más de un millar de firmantes y de varias asociaciones de alumnos de universidades catalanas. El objetivo de la campaña es sumar el colectivo de estudiantes a esta demanda. La plataforma defiende la liberación del Anak, el Azul, el Tumay y el Nuik a un santuario para cetáceos, un espacio protegido de costa que les permite volver a su hábitat natural, así como seguir siendo atendidos por profesionales. El Ayuntamiento de Barcelona dispone de poco más de un mes para decidir el futuro de los cuatro delfines que se encuentran en cautiverio en el delfinario del zoo. Esta instalación no cumple la normativa europea en cuanto a dimensiones y el gobierno municipal tiene tres opciones: construir piscinas nuevas que se adecuen a la normativa, ceder los delfines en algún delfinario europeo o transferirlos a un santuario para cetáceos.
Esta última opción, la defendida por Freedolph, no sólo es la más económica, sino que además es viable. En contraposición a los diez millones de euros necesarios para reconstruir el delfinario, el traslado de los delfines a un santuario tendría un coste considerablemente inferior, de aproximadamente dos millones de euros, según los expertos. Esta es una opción, por otra parte, perfectamente viable como lo demuestran los diversos proyectos de construcción de santuarios en marcha, como el de la isla de Lipsi (Grecia), que se finalizará en la primavera de 2017, así como el de Baltimore (EEUU), que abrirá en 2020. Esta es la solución más ética porque enfocada a mejorar las condiciones de vida de los delfines, unos animales muy sensibles que sufren especialmente los efectos de estar en cautiverio, que les causa secuelas físicas y psicológicas muy graves.