Vall d’Hebron impulsa un tratamiento con perros para el síndrome alcohólico fetal
Los perros hacen más felices a los niños
Aunque siempre se ha sabido informalmente que “a todo el mundo le alegra un perro”, ahora esta asunción podría pasar el filtro de la ciencia, después de que el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona impulsará un tratamiento con perros para mejorar los síntomas psicológicos y conductuales derivados del síndrome alcohólico fetal. ¿Eso qué quiere decir? Que varios perros interactuarán con personas afectadas por un consumo excesivo de alcohol durante el embarazo con el objetivo de que sus síntomas mejoren.
En concreto, las personas afectadas por síndrome alcohólico fetal pueden presentar “un bajo control emocional, pérdidas de memoria o afectaciones cognitivas”, según explica la doctora Núria Gómez. El programa pretende que los pacientes, sobre todo niños y adolescentes, atiendan más a las indicaciones terapéuticas y sanitarias, usando los perros como gancho para aumentar la eficacia del tratamiento. En las caras de los chicos se puede ver al menos la alegría durante una de estas sesiones. Y es que el perro es el mejor amigo de los niños.
El tratamiento con perros para pacientes con el síndrome alcohólico fetal, impulsado por el Hospital Vall d’Hebron, es el primero en todo el mundo. Por eso, el centro médico barcelonés hará el primer ensayo clínico sobre esta práctica, hecho que hará también avanzar la ciencia en general y tener más conocimiento sobre la eficacia de este tipo de terapias.
Algunas de las actividades realizadas entre canes y pacientes incluyen tirar una pelota al perro y que éste la vaya a buscar. De esta forma, se entrena la espera, la paciencia y el feedback entre persona y animal. También se intenta que el paciente abrace al “mejor amigo del ser humano”, de forma que se mejore la autoestima del niño o niña.
Según el Dr. Josep Antoni Ramos Quiroga, jefe del servicio de Psiquiatría de Vall d’Hebrón, “los tratamientos con perros ya han demostrado su eficacia para mejorar los síntomas de la depresión, la esquizofrenia o el autismo”. Una vez implementado el proyecto, solo quedará analizar los resultados. Será entonces cuando se sabrá si estamos ante un tratamiento pionero en el que los animales, una vez más, mejoran la vida de las personas.