Diez consejos para ir a la playa con tu perro
Este es el Decálogo del buen Beach dog. Si queréis ir a la playa con vuestro perro, seguid estos consejos:
- Llevar cantimplora para que beba mucha agua. Los perros no sudan, se refrescan jadeando, pero lo que eliminan al hacerlo es vapor de agua, por eso también se deshidratan aunque no suden. Si no le gusta mucho el agua, podéis llevar caldo suave de pollo fresquito en la
- Ofrecer alimentos ricos en agua como frutas o gelatinas saborizadas sin azúcar.
- Evitar el bozal, y si lo tienen que llevar, que sea uno grande y adecuado que le permita abrir bien la boca y sacar la lengua para jadear.
- Meterse en el agua con frecuencia es una buena manera de refrigerarse.El agua de mar es buena para la piel, pero al regresar a casa mejor una ducha para eliminar el salitre y la arena acumulada.
- No rasurar el pelo al cero para que vaya fresquito: el pelo confiere protecciónde la radiación ultravioleta y evita el sobre calentamiento de una piel que al no sudar se calienta más rápido.
- Sombrilla y palas: Cavar un buen hoyo en la arena buscando el frescor de la arena profunda o tumbarse a la sombra de una sombrilla son recomendables para mantenerse fresco, sobre todo para los perros que no se bañan.
- Está bien llevar un freesbe, pelota o similar para jugar un rato con tu perro, pero no es recomendable hacer ejercicio físico intenso a las horas de más calor.
- La arena de la playa a ciertas horas está muy caliente, si tu perro tiene las almohadillas de manos y pies duras y curtidas no será un problema pero si las tiene blandas y delicadas pueden erosionarse y molestarle. Existen pomadas, ungüentos y todo tipo de productos a base de aloe vera que sirven para endurecer y preparar las almohadillas para situaciones especiales, diferentes a los paseos diarios urbanos. Se deben empezar a aplicar un par de semanas antes.
- Llevar bolsas para recoger las heces que puedan hacer en la arena.
- Kit de educación básica: chuches, premios y recompensas. Todos los perros en la playa y en cualquier espacio público deberían al menos responder a la orden de llamada, obedecer la orden de sentarse/tumbarse y la de estarse quietos. Es tu responsabilidad que no molesten a los demás. Si todavía no lo has conseguido necesitarás también una cuerda o correa larga para que se pueda mover, pero limitarle el acceso a zonas conflictivas.
Artículo de Ignacio del Moral, veterinario de Clinivet.