Colau estudia aplazar la prohibición de llevar el perro suelto en Barcelona
La polémica ordenanza que aprobó CiU durante la pasada legislatura emplazaba al Ayuntamiento a construir grandes áreas para perros antes de empezar a sancionar por llevar el perro suelto
Todavía no hay ni una. Las grandes áreas de recreo para perros que el Ayuntamiento de Barcelona tenía que construir antes de empezar a sancionar por llevar el perro suelto brillan por su ausencia. Esta semana el Ayuntamiento empezará a construir la primera, que estará en el Eixample y será provisional, y está previsto que durante 2016 comience la construcción de otra en Nou Barris, en la Meridiana, a la salida de Barcelona.
El actual gobierno municipal es plenamente consciente de que no ha cumplido su compromiso y no descarta ampliar la actual moratoria y retrasar la entrada en vigor de la prohibición de llevar el perro suelto. Según la previsión inicial, los agentes de la Guardia Urbana debían empezar a multar por llevar el perro suelto el próximo mes de marzo. La decisión final se tomará después de escuchar el Consejo de Convivencia, Defensa y Protección de los Animales. Este organismo, donde está representado el sector de los animales de compañía, se constituirá y reunirá durante diciembre.
Actualmente, la ordenanza municipal es un poco confusa y permite llevar el perro suelto siempre y cuando se le pueda controlar, es decir, que el dueño no lo pierda de vista y que, en caso de llamarlo, el animal haga caso. La amenaza de sancionar a los dueños de los perros que los lleven sin ligar a movilizado a gente de diferentes barrios que se han organizado para reclamar más áreas de recreo.
Dos nuevas grandes áreas
Mientras el Consejo se constituye y decide si mantiene la actual moratoria o empieza a sancionar, el Ayuntamiento de Barcelona ya ha informado de que esta misma semana comenzará las obras para construir la primera gran zona de recreo en el Eixample, en la Gran Vía con la calle Nápoles. Las obras, que durarán cerca de tres meses, costarán 200.000 euros. En este solar, que ocupará un espacio de 463 metros cuadrados, se creará una zona de estancia para perros en el interior y un perímetro donde podrán estar los dueños de los perros y peatones. El espacio tendrá vegetación vertical (se usarán plantas trepadoras) y se instalarán aspersores para limpiar el pipí de los perros. Habrá también bancos, papeleras y una fuente para los perros.
La otra gran zona de recreo, que a diferencia de la del Eixample, será permanente, se construirá en Nou Barris, entre la Meridiana y Via Favència. Las obras comenzarán en 2016 y durarán cuatro meses y medio. Ocupará 700 metros cuadrados y costará 592.547 euros. Esta zona de recreo tendrá vallas de 1,80 metros de altura, para evitar que los perros puedan saltar, y se instalarán elementos que motiven el juegos de los animales.