Tere Rodríguez responsable de la Asociación Protectora de Animales Exóticos APAEC de Cataluña y experta en aves rebate la oportunidad de las medidas anunciadas desde el consistorio madrileño para acabar con las cotorras argentinas.
¿Qué opinas del anuncio del Ayuntamiento de Madrid de matar 12.000 cotorras?
Creo que están echando por tierra años de trabajo en cuanto a protección y respeto hacia a los animales, además de tender una cortina de humo para no admitir cuál es realmente la causa de la pérdida de biodiversidad. Entiendo que la fauna invasora no debería estar aquí y comparto que hay que interponer métodos de control, para contener la expansión de este tipo de animales, lo que no comparto son los métodos letales que, tal y como han demostrado año tras año con las palomas, no son efectivos.
¿Realmente son peligrosas como ha llegado a decir algún medio de comunicación?
En primer lugar las cotorras argentinas no son peligrosas en absoluto, estamos hablando de animales gregarios, capaces de vivir en bandadas mixtas y que su último afán es tener confrontaciones físicas, en cuanto al tema sanitario, que parece ser el argumento que más se utiliza para espantar a la población, sólo puedo insistir en que no hay ni un solo estudio válido que demuestre la presencia de psitacosis en estos animales, el único estudio que informó de semejante cosa fue un fraude científico vergonzoso, y aunque por una remota y extraña casualidad una cotorra silvestre fuera portadora de psitacosis, para que nos contagiase de dicha enfermedad tendrían que darse factores como: convivir con ese animal estrechamente, respirar sus heces y mucosidades y estar inmunodeprimidos, algo que no se va a dar jamás. Me gustaría que nuestros científicos provocasen tanta alarma con las psitacosis en las tiendas y criaderos de animales, que es ahí donde prolifera esta enfermedad que acaba en casas de compradores incautos, no sé por qué aún no se han pronunciado al respecto
¿Cómo llegaron aquí?
Por importaciones masivas para la compra-venta, admitidas y bien vistas por nuestros servicios aduaneros y administraciones, de hecho, aunque ya no vengan de sus países de origen directamente, seguimos dejando que en España entren un sinfín de animales procedentes de países europeos, seguimos igual, solo que ahora no vienen por mar, vienen en camiones.
¿Qué destacarías de ellas?
Su inteligencia y capacidad de convivir sin hostilidad con otras especies, incluida la humana, sus vínculos familiares, su forma de ingeniar sus nidos para vivir en comunidad, la verdad es que son animales fascinantes, en algunos países de Estados Unidos han decidido realizar investigaciones no invasivas sobre las poblaciones de cotorras de sus parques, aprender sobre ellas para actuar.
¿Hay evidencias científicas sobre su posible contribución a la reducción de la fauna local?
No, de hecho siempre que se habla de la reducción de población de gorriones y dicen que es a causa de las cotorras argentinas, se les olvida que en Zaragoza, la misma ciudad que dice haber erradicado la población de cotorras argentinas, el declive del gorrión sigue adelante. Las cotorras argentinas ni depredan, ni ocupan nidos, ni siquiera tienen problema alguno en compartir dieta con otras especies, no sé cuántas fotos tiene la gente de cotorras comiendo pacíficamente entre otro tipo de aves.
¿Qué medidas habría que tomar para proteger las especies de aves autóctonas?
En la protección de la fauna autóctona deberían empezar a intervenir diversos departamentos que parece que no acaban de entenderse y que son el de urbanismo, medio ambiente, salud pública y bienestar animal, faltan ciudades que edifiquen conscientemente, mantengan censos fiables, mantengan parques y jardines bien configurados… En realidad la protección de las aves autóctonas es competencia de todos los departamentos, no sólo de biólogos, ornitólogos y amantes de la avifauna… Es una pena ver como por ejemplo Barcelona ha sido capaz de construir un monstruo de cristal, el Hotel Vela, en mitad del paso migratorio de tantas aves, el drama está servido, también da mucha pena ver cómo nos enzarzamos a plantar vegetación exótica, cómo usamos pesticidas sin sentido, cómo ya no podemos quitar plataneros y palmeras, cómo no luchamos contra el furtivismo y el silvestrismo… En realidad las cotorras no deberían servir de chivo expiatorio de todo el daño que hacemos los humanos por dejadez o por falta de interés (o por demasiado interés en otras cosas).
¿Hay alternativas éticas para controlar la población de cotorras como las hay de aves?
Las hay y exigen constancia y método, son prolongadas en el tiempo, pero en algún momento hay que empezar, llevamos 6 años sin empezarlas bajo la premisa de que llevan mucho tiempo y mucho tiempo es el que ha pasado sin hacer nada porque unos ningunean los controles éticos y otros no están dispuestos a las matanzas, es hora de sentarse y hablar de que mejor ir juntos y tranquilos y triunfar al final del camino, que no lo que se está dando ahora, porque la verdad, las personas que no estamos a favor de los exterminios, jamás vamos a admitir el exterminio como método aplicable en nuestras ciudades, por mucho que nos insulten y por mucho que nos intenten descalificar.
¿Si se eliminan a los individuos de un área se crea efecto vacío como en el caso de otras especies?
¡Sí, por supuesto! Sobre todo cuando hablamos de animales inteligentes y que se desplazan rápido, de hecho estamos hablando de animales que tienen dormideros en un lugar y zonas de alimentación en otro muy lejano, claro que se crearían y se crearán nichos para ocupar por otros individuos provenientes de otras zonas más ocupadas.
¿Qué le puede pasar a una cotorra argentina herida si un ciudadano la entrega a los servicios municipales?
Sacrificio inminente.
¿Qué significa ser una especie invasora?
Ser especie invasora significa que no te ampara el código penal, que no podemos denunciar si te maltratan porque en vez de conseguir protección te mandamos al patíbulo directamente, ser especie invasora quiere decir que por haberte adaptado al medio donde te han abandonado para deshacerse de ti, o simplemente para cazarte o pescarte, tienen que poner solución para que no perjudiques al entorno donde te has adaptado. Está claro que tenemos que entender que la fauna invasora necesita ser controlada y que no debe estar campando a sus anchas por nuestro medio natural, pero también es cierto que no todo vale, sobretodo no debe valer la alarma social, la demagogia o declaraciones que rocen la xenofobia, como se ha visto recientemente.
¿Existe controversia entre Ecologistas y Animalistas sobre el tema?
Existe y tampoco sé muy bien el porqué, siempre he dejado muy claro que yo también estoy a favor del control de especies invasoras y he insistido mucho en ello, dirijo un centro de animales exóticos y no quiero verlo saturado de animales abandonados. También estoy de acuerdo en que el fin del comercio es la clave para acabar con este asunto tan terrible, donde chocamos es en la insistencia de matarlo todo y no aplicar métodos no cruentos, cuando en los métodos no cruentos es donde colaboraríamos todos juntos, a una, con eficiencia y apoyándonos. Los ecologistas critican a los cazadores, pero luego caen en la paradoja de la caza y no buscan otro camino que aunque sea más largo, sea eficaz en cuanto a colaboración. Aún recuerdo la propuesta de tirotear cotorras en el centro de Sevilla y me dan entre escalofríos y vergüenza ajena, disparos en una de las mayores capitales de este país… No es normal.
¿En qué consiste y qué opinas de la propuesta del Ayuntamiento de Sevilla respecto a las cotorras?
Sevilla está en manos de gente en la que confío muchísimo y se merecen todo mi cariño, Sebastián, María José de Asociación para el Vínculo Humano-Animal y Enrique Figueroa, un gran catedrático y ornitólogo de la universidad de Sevilla, el sistema que proponen es la esterilización y suelta para evitar la reproducción de estos animales y el efecto nicho. Estoy muy de acuerdo con este sistema y lo encuentro fascinante, de hecho es el que tengo en mente siempre. Les deseo todo el éxito que se le puede desear a gente tan maravillosa y luchadora.
Sé de personas que tienen cotorras en su hogar las rescataron de pequeñas o maltrechas y no se adaptan a la libertad. ¿Qué hay que hacer?
Lo primero siempre interponer medidas antiescape, no podemos perder animales exóticos en el medio natural, como cuidadores de estos animales hay que ser muy conscientes del compromiso que hemos adquirido con ellos y con nuestro entorno, estén maltrechas o no.
Por otro lado, ya no hay posibilidad de cederlas o dejarlas en refugios, está prohibido, así que le recomiendo a la gente que nunca se separe de su cotorrita y sea un ejemplo de cómo ser fiel a nuestras amigas, yo también vivo con 2, las rescaté en 2009, las quiero con toda mi alma, pero sobretodo me siento responsable de su seguridad y de la seguridad de los animales autóctonos que vienen a mi jardín con sus pollitos.
Hay distintos tipos de cotorras. ¿Todas están consideradas invasoras?
Sí, hay distintos tipos de loros como las cotorras, de hecho tenemos varios viviendo en libertad en algunas ciudades y aún no están considerados como invasores, por tanto nadie se preocupa de mitigar el problema y se les deja proliferar alegremente. Parece que necesitemos una lista para saber cuándo actuar y aun encima parece que sea obligatorio actuar matando.
¿Qué otras especies consideras que deberían ser controladas de modo ético y sin embargo la administración descuida?
Todas las nuevas tortugas acuáticas que se están abandonando en los estanques, las cotorras de cabeza negra, las aratingas mitratas, las aratingas acuticaudatas, las psitáculas eupatrias… Algunos tipos de escarabajos, peces, reptiles diversos… En resumen, todos los animales que se están comercializando, abandonando y perdiendo… De verdad, tenemos un problema muy grave de raíz y no hay ni un plan B para contener las consecuencias, no hay centros de recogida, no se acompaña a las protectoras en la facilitación de papeleos en los casos de los animales CITES, de hecho los animales CITES ni siquiera son competencia de medio ambiente, son competencia de Hacienda, con lo cual, hablar de ciertos temas que deberían ser estrictamente medioambientales, es complicado.
En realidad eso es lo más indignante de todo, que tenemos el plan Z, pero no el plan B, no es normal actuar como si no se abandonasen animales exóticos cuando tenemos un problema de invasoras y aun encima echarle la culpa de todo a los animales escondiendo la exclusiva responsabilidad humana y administrativa de este país, no lo es.