Los voluntarios de la colonia felina de Aladino piden la implantación del método CER
Los animalistas voluntarios que gestionan la colonia de gatos de Aladino, en Córdoba, piden al Ayuntamiento de la ciudad la implantación del método CER (Captura, Esterilización y Retorno) para evitar el exceso de nacimientos y las camadas malogradas. El CER es la única forma eficaz y humanitaria de controlar una colonia felina, un sistema de control que es responsabilidad de los ayuntamientos.
La sobrepoblación de gatos urbanos es una realidad patente en nuestra sociedad. Miles de gatos callejeros habitan en las calles de las ciudades o pueblos de España. Algunos de ellos se reagrupan formando colonias felinas, unos pocos afortunados son recogidos por protectoras con la posibilidad de ser adoptados por una familia, otros cuantos, lamentablemente, son sacrificados y el resto viven a la deriva intentando sobrevivir en diferentes zonas urbanas.
Esta sobrepoblación de gatos callejeros es una situación actual que vive Córdoba. Una de las colonias felinas de la ciudad andaluza se encuentra en el antiguo gimnasio de Aladino, donde tres voluntarios animalistas se encargan de alimentar y cuidar en la medida de lo posible a cerca de una veintena de felinos.
María José, una de las voluntarias, nos explica la difícil situación que vive la colonia de gatos de Aladino: “Cada vez hay más gatos y nuestros recursos son muy limitados. Hemos intentado hablar con protectoras de la ciudad pero todas están desbordadas. El Ayuntamiento de Córdoba tampoco acaba de tomar cartas en el asunto. Estamos poniendo el dinero de nuestro bolsillo para dar comida a los animales e incluso hemos esterilizado a una gatita por nuestra cuenta”.
La voluntaria de Aladino nos comenta cuál es el principal problema que presenta la colonia felina: “Cada vez hay más gatos. Mucha gente de la ciudad es consciente de la existencia de la colonia y lo aprovechan para abandonar a sus felinos en esta zona. Por otro lado, la falta de esterilización de los animales provoca que la colonia vaya aumentando”.
Los voluntarios de Aladino han tenido que lamentar la muerte de dos gatitos abandonados: “Algunos de los animales abandonados son gatitos que están en pleno periodo de lactancia. Estos pequeños animales están muy perdidos tras ser dejados a la deriva. De hecho nosotros hemos sufrido ya la muerte de dos gatos de la colonia muy pequeños que fueron atropellados por los coches”.
María José tiene clara cuál es la solución para controlar el problema de la superpoblación de las colonias: “Lo único que pedimos es que se esterilicen a las gatos para evitar que sigan naciendo animales cuyas vidas están a la deriva. Si el Ayuntamiento de Córdoba pone a la colonia de Aladino en su lista de esterilización podremos poner solución a la sobrepoblación. El método CER debe implantarse para controlar las colonias felinas”.
Por último los voluntarios de la colonia felina de Aladino denuncian la falta de empatía por parte de muchos ciudadanos de Córdoba: “Nosotros sólo queremos el bienestar para los animales. Mucha gente por la calle no entiende nuestra labor, incluso nos insultan por dar de comer a lo gatitos, quienes nunca han molestado a los ciudadanos. Ellos apenas salen de las vallas del viejo gimnasio de Aladino”.