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«Haremos todo lo posible para evitar la enseñanza de la caza en los colegios»

La Abogacía Andaluza por la Defensa Animal (ADDA) ha elaborado un manifiesto en contra de la introducción de la caza en las escuelas andaluzas. Lola García García, presidenta de la asociación de abogados, ha dejado claro que harán todo lo posible para evitar la introducción de la actividad cinegética dentro de las aulas.

El pasado 23 de octubre el PP, Vox y Ciudadanos firmaron un acuerdo sobre la introducción de la actividad cinegética dentro de los presupuestos de 2020. Desde la Consejería de Educación aseguran que la caza “está íntimamente relacionada con los contenidos en el área de Ciencias Naturales” y han defendido que los alumnos deben conocer dentro de las aulas su “valor e importancia para conservar el medio natural, generar empleo y conocer el desarrollo del mundo rural”.

La reacción por parte de los amantes de los animales ante este acuerdo ha sido inmediata. Desde la Abogacía Andaluza por la Defensa Animal se ha elaborado un manifiesto en el que se pide a la Junta de Andalucía que “se retire dicha medida de adoctrinamiento de forma inminente y en su lugar, se invierta en fomentar y educar a los niños y a las niñas andaluces en valores positivos como el respeto y cuidado a los animales y la flora, así como la gestión sostenible de nuestros espacios naturales, y en contra de cualquier acto de maltrato y violencia”.

Desde Animalados hemos hablado con Lola García García, presidenta de la Abogacía Andaluza por la Defensa Animal, quien ha dejado claro que lucharán para evitar esta situación: «Haremos todo lo posible para impedir la enseñanza de la caza en las aulas. Padres, madres, sindicatos, asociaciones animalistas… se están moviendo y posicionando en contra de una decisión que no representa la voluntad de la sociedad andaluza».

En ADDA recuerdan que “han sido muchos los menores que han muerto en la cacerías en los últimos años, algunos de muy corta edad, como es el desgraciado accidente que tuvo lugar en el mes de enero de 2019 en un finca en Guillena (Sevilla) con un menor, de tan sólo 4 años que participaba en una montería, a pesar de que la ley no permite la presencia en monterías a los menores de 14 años”.

La asociación ha afirmado que está trabajando en presentar alegaciones, así como una denuncia ante el Defensor del Menor por vulnerar la Ley 1/1998 de los Derechos y la Atención al Menor. Desde el gremio de abogados andaluces animalistas no están dispuestos a “aceptar esta vulneración cuando la sociedad andaluza está cada vez más concienciada en contra de cualquier acto de maltrato o violencia hacia los animales”, para ADDA esto significa un “grave retroceso y no representa el sentir del pueblo andaluz”.

Lola García nos comenta que «la introducción de la actividad cinegética en las aulas incumple normas orgánicas en educación y atenta contra los derechos de los menores, exponiendo a los alumnos a la violencia animal. Por otro lado, está completamente fuera de lugar introducir armas dentro de las aulas y enseñar a los niños a utilizarlas».

La Abogacía Andaluza por la Defensa Animal ha organizado una acción colectiva en Twitter el día 31-10-2019 de 17:00 a 17:30h para que los usuarios escriban un tweet con el hastag: #Fueralacazadelasescuelas, y etiqueten a la @AndalucialaJunta.

Derecho a volar

 

La ONG ADDA (Asociación en Defensa de los Animales) ha organizado una exposición en la Biblioteca Bon Pastor de Barcelona para visibilizar el maltrato hacia las denominadas «aves cantoras».

Según informa ADDA, aún y estar prohibido a nivel europeo, en España «el Gobierno ha decidido continuar autorizando la captura de más de 1.300.000 pájaros cantores de las especies pinzón, pardillo, jilguero y verderón entre los años 2013 a 2018.»

 “Derecho a Volar” que se podrá visitar del 12 de Septiembre hasta el 17 de Octubre nos explica esta triste realidad. Estos pájaros son cazados y encerrados de por vida, aunque la mayoría mueren en el proceso de captura y adaptación, un 85%. Este terrible proceso tiene consecuencias gravísimas tanto para las especies afectadas como su entorno.

Como nos recuerda ADDA «los fringílidos están catalogados como especies muy beneficiosas para la naturaleza y la agricultura, pero se encuentran en estado de recesión debido a la presión de la caza, la pérdida de hábitats y la contaminación«.

 

Sílvia Esteve

El animalismo en España y en Catalunya

Antes de hablar de la historia del animalismo en España y Cataluña, hay que hacer una breve mención de su trayectoria en Europa y Occidente, donde toma una destacada importancia durante segunda mitad del siglo XIX cuando surgieron las primeras e incipientes leyes de protección de los animales, para exigir un reconocimiento legal de sus derechos como seres vivos ante el maltrato y crueldad con la que los humanos trataban a los animales.

Inglaterra fue pionera en 1822, de la primera ley que se pronunció, siendo su promotor un miembro del parlamento británico, Richard Martin. En 1866, en Estados Unidos, Henry Berg conseguía la aprobación en la legislación americana, de que el maltrato de los animales domésticos fuera contemplado como delito. Posteriormente otros países, fueron introduciendo cambios en sus respectivos ordenamientos jurídicos.

A mediados del siglo XX, el animalismo coge impulso despertando el interés de un amplio sector de la ciudadanía. Surgen las entidades animalistas dedicando esfuerzos a reivindicar y mejorar el bienestar de los animales en general, y se empieza a reflejar un cambio hacia el respeto que se merecen como seres vivos. La Declaración Universal de los Derechos de los Animales, en 1978 significó otro paso importante.

En España este movimiento social se inició con mucho más retraso. Sus antecedentes históricos influidos por Fernando VII, monarca absolutista y enemigo del movimiento cultural europeo de la Ilustración (XVIII), por la guerra civil y por una dictadura que limitar la libertad de expresión y del asociacionismo, retrasaron negativamente su evolución moral quedando la sociedad española, distanciada de muchos de los avances que había experimentado la sociedad occidental.

La tradición cultural, la tauromaquia y el maltrato de los animales en las fiestas populares, que aún permanecen en la actualidad, bajo la tolerancia y protección del ámbito político e institucional, también han influido en contra de cualquier progreso a favor de los animales.

Dentro de este ambiente cultural tan desfavorable, a finales del siglo XIX y principios del XX, en España y Cataluña se desarrollaron movimientos abolicionistas de las corridas de toros, por parte del sector más ilustrado y de la ciudadanía, presentando una propuesta de proposición de ley, por su abolición en el Congreso. Los acontecimientos de la guerra civil española truncó su continuidad durante muchos más años.

En 1925 los refugios de animales abandonados fueron reconocidos como sociedades protectoras de animales y de utilidad pública con la creación de los Patronatos para la protección de los animales y plantas, en 1928. A pesar de haberse constituido reglamentariamente, no se llegó consolidar su funcionamiento a nivel nacional. En 1950 se fundó la Federación Española de Sociedades Protectoras de Animales y Plantas -FESPAP, agrupando los únicos 10 refugios existentes en todo el estado. Su presidenta Dolores Marsans, destacó como proteccionista y defensora de los animales. Hermanada con otras entidades europeas reivindicó que los mataderos incorporaran el aturdimiento previo en el momento del sacrificio, los animales destinados al consumo humano. También participó activamente con la asociación fundada por el Conde de Bailén (Carlos Arcos) que pedía la abolición del Toro de la Vega, tras que el Noticiario «NO-DO» divulgara unas imágenes que evidenciaban la tortura y el sufrimiento de la animal, provocando el rechazo de muchas personas.

En el año 1976, iniciada ya la etapa democrática, se funda en España, concretamente en Mataró, Ong ADDA -Asociación Defensa Derechos Animales, impulsada por un ferroviario a través de su llamada en la prensa. En aquellos momentos el concepto de defensa de los derechos de los animales resultaba pionero y desconocido para una sociedad acostumbrada a identificar la protección de los animales nos los refugios y en la acogida de perros y gatos.

Uno de los primeros objetivos de los miembros de la entidad, era conseguir una primera ley de protección de los animales, dado el vacío legal existente, que contemplara y regulara su defensa. También se pedía la tipificación de los actos crueles con los animales como delito en el código penal.
Después de años de insistencia, finalmente en 1988 era aprobada en Cataluña la primera ley de protección de los animales. Este hecho significó el punto de partida para que el resto de comunidades autónomas, redactaran sus propias leyes de protección. En el ámbito estatal esta «ley marco todavía se está esperando». Sin embargo en la década de los 80 aparecieron otras entidades tanto a nivel nacional como autonómico.

La ley catalana del 88, que permitía el sacrificio de los animales abandonados, se demostró insuficiente y muy poco eficaz. Los abandonos y sacrificios iban creciendo en vez de disminuir, dada la falta de interés y apatía de los encargados en su desempeño. Algunos hechos muy lamentables espolearon a las entidades, como ADDA, CAAN y otros miembros de FEDAN, a solicitar una nueva ley mucho más avanzada que prohibiera su sacrificio. Finalmente en 2003 el Parlamento de Cataluña aprobó esta nueva ley, prohibiendo el sacrificio de animales abandonados en los centros de acogida, y el reconocimiento como seres sensibles psíquica y físicamente.
A nivel nacional a finales de 2003 se funda el PACMA, Partido Animalista Contra el Maltrato Animal. Las fiestas populares con el maltrato y la tauromaquia han sido una de las luchas constantes de las entidades. Ante la celebración del Fórum de las Culturas (2004) ADDA vio la oportunidad de iniciar una campaña para que Barcelona se declarara «Ciudad Antitaurina». Con la entrega de 245.000 firmas de ciudadanos, recogidas a pie de calle, se consiguió que el Ayuntamiento de Barcelona hiciera una votación favorable. Tossa de Mar (Girona) en 1989, ya se había declarado ciudad antitaurina.

Este importante hecho, desencadenó diferentes eventos. En 2004, ADDA entregaba al entonces presidente del Parlamento de Cataluña, Ernest Benach, 453.000 firmas para sol • licitar la supresión de las corridas de toros. Después de una ILP (Iniciativa Popular Ciudadana) con el apoyo de 180.169 firmas, finalmente en 2010, el Parlamento de Cataluña aprobaba la prohibición las corridas de toros. La ley entró en vigor en 2012. La Ley Canaria de Protección Animal, ya había prohibido las corridas en su territorio, en 1991. Actualmente campañas toda España promovidas por diversas entidades están consiguiendo avances importantes contra los espectáculos taurinos.
Barcelona también ha sido una ciudad referente en la consecución de progresos favorables, después de la creación en 1997 del Consejo Municipal para la Convivencia, Defensa y Protección de los Animales, siendo ADDA una de las entidades impulsoras.

El movimiento animalista es creciente y más consolidado cada día. Se ha conseguido que muchas ciudades del estado se declaren «libres de circos con animales». Los zoos cada vez se encuentran más cuestionados y se continúa luchando para concienciar y reducir el sufrimiento animal en la experimentación, cría intensiva, peletería, caza y captura, etc.
La empatía y la compasión hacia todos los seres vivos, es el camino para ir avanzando hacia una sociedad más justa y con una convivencia más equilibrada y cívica con el resto de los animales.

ONG ADDA

*Fondo documental de la revista “ADDA, Defiende los animales”, i del libro “Tauromaquia, el mal cultural” (Carme Méndez).