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Corpulento, Potencialmente Peligroso y agresivo, son tres conceptos distintos

 

Recientemente un titular encendía los ánimos de la comunidad animalista. “Perros agresivos colman la protectora de ”. Obviamente más allá de ese espantoso panorama que dibujaban estas seis palabras había que averiguar las circunstancias. La redactora se había puesto al servicio del denunciante de la situación sin contextualizar la carga de realidad ni prever las consecuencias de su contribución a la toxicidad informativa que recae sobre estos individuos. Básicamente desde varias asociaciones se lamenta la sustitución del epíteto legal potencialmente peligroso por el de agresivo (más breve pero mucho más inexacto.

En el artículo se señala que el problema es este 25% de PPP cuando el conflicto real es el mantenimiento del alto porcentaje de perros abandonados (no extraviados): un 98%. Así pues el foco del problema no son este tipo de perros, sino las altísimas tasas de abandono, de delito contra los animales que se siguen cometiendo.

Un poco más adelante se comenta que se han rehabilitado tres perros dominantes. El concepto de dominancia está desterrado desde hace años del elenco de comportamientos posibles de los perros para los educadores caninos formados adecuadamente. El artículo básicamente retrata una entidad gerundense como víctima de contener perros feroces fruto del tráfico y venta por internet. ¿Qué favor se hace pues a los canes? Ninguno. Se nombran unas razas y sus cruces que son las que en el año 1999 se señalaron desde el Gobierno a pesar de no ser las protagonistas de más ataques ni diferir en peso, tendencias y estructura a otras razas que ni se nombran. La ley sobre los perros potencialmente peligrosos fue cuestionada desde el principio por expertos y aficionados y lamentablemente no ha servido para evitar ataques graves ni para evitar que estos perros sufran mutilaciones, adiestramientos que inducen a la indefensión, tráfico, robos y muerte.

Se apuntan también tímidas medidas esperanzadoras, se habla de una prueba piloto y de unos perros muy concretos. Tenemos constancia de que una actividad cotidiana y bien realizada transforma la frustración tras los barrotes – la que tendría cualquier animal social recluido injusta e inapropiadamente- en equilibrio, afabilidad y simpatía durante los paseos o tras la adopción. La Associació per a la Protecció dels Gossos Potencialment Perillosos hace años que realiza con gran éxito actividades que demuestran la gran capacidad de resilencia de estos perros. Muchos de ellos, de razas fuertes, y conductualmente nada peligrosos, en muchos casos comparten jaula en el Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona. Es el mal manejo y la falta de recursos formativos y materiales lo que lleva a mal interpretar señales y a imponer etiquetas erróneas. Tampoco los medios de comunicación generalistas ayudan mucho a facilitar el conocimiento de la realidad de estos perros que en la mayoría de los casos impresionan por su corpulencia. En nada contribuye que se les asocie comúnmente a segmentos poblacionales que ven en su aspecto el “arma” disuasoria perfecta.

No hay una legislación idónea en el mundo que solucione mágicamente el problema del maltrato y explotación de perros. Aunque la hubiera las lagunas en su aplicación y la falta de altavoces adecuados para su conocimiento general le restaría eficacia. Animalados nació con vocación de ofrecer información veraz y asequible para combatir los errores que restan bienestar a nuestros compañeros peludos. Y desde Animalados os invitamos a profundizar sobre las diferencias entre agresividad, perro potencialmente peligrosos y perro corpulento potencialmente besucón

 

Emma Infante

«Abandono 0» el verdadero camino hacia el «Sacrificio 0»

 

El ya muy manido “Sacrificio 0” dio un importante paso adelante en el Pleno de la Junta General del Principado de Asturias del pasado 5 de mayo. La diputada Carmen Fernández, realizó una gran exposición de una batería de medidas encaminadas al “Abandono 0”, un objetivo mucho más realista de protección animal. La iniciativa salió adelante por unanimidad en la mayoría de sus puntos.

Si bien, el Sacrificio 0 como concepto fácil de vender y entender por la ciudadanía, es el “eslogan” perfecto, no entraña en sí mismo todo el bienestar animal por el que debemos luchar desde una entidad protectora. Estar vivo no es sinónimo de estar bien. Reducido al absurdo, en una población donde se abandonan 100.000 animales al año y se adoptan 100, el Sacrificio 0, a secas, solo conseguiría condenar a cadena perpetua a 99.900 reos cada año, con mayor o menos grado de hacinamiento (con todas las penurias que ello conlleva) según la inversión que se realizara en la construcción de centros infinitos. Por contra, en esa misma población, si se abandonan 100 animales y se adoptan 100 animales, ¿habría realmente necesidad de luchar por el Sacrificio 0?

Otra de las medidas perniciosas que acompañan a una obligatoriedad del Sacrificio 0, donde la realidad numérica no permite su aplicación, pasa por la suspensión por parte de los ayuntamientos de la recogida de animales entregados por su propietario (como ya está pasando en el Ayuntamiento de Madrid). Así, al animal cuyo propietario, sean cuales fueren sus motivos más o menos justificados, decide dejar de tenerlo, le cerramos la puerta de entrada al centro mediante la entrega de una manera civilizada y protocolarizada, que además nos permite recabar información que será útil para su puesta en adopción, y le abrimos el tortuoso camino del abandonado en la vía pública, los atropellos, el hambre, la sed, que lo entreguen a un síndrome de Noé, etc. O, en el mejor de los casos, si nadie se lo puede quedar, que lo sacrifique un veterinario como resultado de nuestra “lucha por el Sacrificio 0”.

Por otro lado, el Sacrificio 0, así, tal cual, no lucha porque el menor número de animales pase por la desagradable experiencia de verse abandonado, por el contrario, el Abandono 0 si busca que a ésta traumática situación se vean expuestos los menos animales posibles.

Las medidas recogidas por la diputada de Foro Asturias van desde la reforma de la ley autonómica, hasta las campañas de adopción, esterilización e identificación, pasando por recabar información detallada de la situación en los 78 ayuntamientos asturianos (conocer la dimensión exacta de un problema es el primer paso para resolverlo), subvencionar la construcción de centros de depósito o incluir formación sobre tenencia responsable en la educación obligatoria.

Alejandra Mier
Fundación Protectora de Asturias

Esterilizar a tu animal salva vidas

En España se abandonan cada año 140.000 gatos y perros. Todos ellos terminan sacrificados o encerrados en jaulas esperando que alguien los adopte y les dé un hogar. Esperan, en definitiva, una segunda oportunidad. Los afortunados serán el 30% de ellos. Pero si estos perros y gatos no son esterilizados, sus crías volverán a sufrir la tristeza del abandono. Todos los expertos coinciden en que el mejor camino para romper este dramático círculo es esterilizar.

A veces podemos estar convencidos de que encontraremos familias adoptivas para las crías de nuestros perros. Pero, ¿realmente podemos asegurar que a lo largo de los cerca de 18 años que vivirán, no van a ser abandonados? Y que, a su vez, ¿no tendrán descendencia que también será abandonada? No le des más vueltas, esterilizar salva vidas.    

La Fundación Affinity alerta que perros y gatos #NoSonUnJuguete

#NoSonUnJuguete. Con este contundente hashtag, la Fundación Affinity impulsa una campanya para concienciar sobre la tenencia responsable y luchar contra el abandono de los animales. Y es que la mitad de los niños reconoce haber pedido un perro o un gato a los Reyes Magos y casi un 40% de los animales de compañía llegan a los hogares españoles en forma de regalo por estas fechas. Muchas familias piensan que un cachorro es el mejor regalo que pueden ofrecer a sus hijos, pero lo que hoy parece el obsequio ideal puede convertirse en un problema tanto para el animal como para la persona que lo recibe. Este es el punto de partida de la campaña de Navidad de la Fundación Affinity, que   remarca que un ser vivo no debería ser regalado como si fuera un objeto cualquiera y que advierte sobre las nefastas consecuencias que puede tener regalar animales con el objetivo de evitar futuros abandonos.

Para trasladar este mensaje, Fundación Affinity ha creado un video que ilustra con un tono amable y cercano las luces y sombras de lo que significa convivir con un perro. Según señala Isabel Buil, directora de Fundación Affinity, “queríamos contar una historia que conectara con la gente, que tuviera emoción y que al mismo tiempo llevara a la reflexión a aquellas personas que quizás estén pensando en un cachorro como regalo de Navidad. Convivir con un perro o un gato es una decisión tan importante que nadie más la puede tomar por uno mismo”. El impulso juega un papel importante en la elección del animal. De hecho, un 34% de los propietarios españoles confiesa que se dejó llevar por razonamientos emocionales y/o visuales a la hora de decidirse por su perro o gato. En el caso de los niños, aunque el 98% de los niños asegura tener claro que los animales no son juguetes, un 50% de ellos reconoce haber pedido a Papá Noel o a los Reyes Magos un perro o un gato en algún momento de su vida.

Según Buil, “que nuestros hijos pidan un perro o gato como regalo de Navidad es perfectamente normal pero no quiere decir que tengamos que comprar o adoptar uno automáticamente, sino que tenemos que meditar bien la decisión antes de dar el paso. Probablemente, desvincular esta decisión de una época de regalos y sorpresas como es la Navidad, sea una buena forma de dejar el impulso a un lado”. Según el II Análisis Científico de la Fundación Affinity, que analiza el vínculo entre personas y animales de compañía, para uno de cada dos niños el animal representa, después de sus padres, la principal fuente de apoyo emocional en situaciones de miedo o tristeza. Además, un 60% de los niños asocian a los perros y gatos como compañeros de actividades, es por esto que el 80% de los niños prefiere jugar con ellos antes que con videojuegos.

Fundación Affinity recomienda hacer una reflexión antes de decidirse a compartir la vida con un perro o gato, que sea una decisión meditada. Para asegurarnos que la relación con los animales será estable y duradera y que éstos no terminarán  abandonados ni en centros de acogida se recomienda, en primer lugar, compromiso. La convivencia con un animal de compañía es a largo plazo y nuestro compromiso con él tiene que ser durante toda la vida del animal, esto es entre 12 años y 15 años de media. Después es vital valorar qué supondrá para nosotros incorporar un animal en nuestras vidas y no dejarnos llevar por un mero impulso inicial sino que la decisión debe ser meditada y consensuada entre todos los miembros de la familia. La información previa es también fundamental. Antes de empezar a vivir con un animal tenemos que conocer y asumir las obligaciones y responsabilidades que ello supone. Del mismo modo, debemos saber qué cuidados necesitará y cuáles serán sus rutinas.

Cada día se abandonan dos perros en la ciudad de Barcelona

A pesar de las campañas de sensibilización, las instituciones no logran solucionar el problema de los abandonos. En los últimos años, en Barcelona se han multiplicado los esfuerzos para concienciar a los ciudadanos de que los perros no son juguetes que se pueden comprar para luego abandonar cuando uno se cansa. Se ha prohibido en las tiendas que expongan los perros en los escaparates para evitar la compra compulsiva; se ha modificado la ley de tenencia de animales; se han hecho campañas de sensibilización y se ha aumentado muy notablemente la presencia de stands en ferias, festivales, fiestas mayores… Pero todo ello ha servido de muy poco.

Las cifras demuestran que todos estos esfuerzos no se han visto recompensados. El número de animales abandonados en la ciudad de Barcelona es prácticamente el mismo durante los últimos ejercicios. Incluso ha incrementado un poco. Durante el año 2014, el Centro de Acogida de Animales de Barcelona (CAAB) recogió de la calle un total de 1.395 perros. De todos estos, 628 pudieron volver con sus dueños, ya sea porque los animales llevaban el chip identificativo o porque los propietarios fueron a la perrera a buscarlos después de haberlos perdido. De modo, que el total de perros abandonados que no volvieron con su dueño fue de 767 durante todo el 2014, es decir, una media de dos cada día. En el año 2011 el número de perros abandonados que no reencontraron el dueño fue de 852, mientras que en 2012 fueron 697 y en 2013, 672.

También los gatos

En cuanto a los gatos, las cifras tampoco son nada positivas. De los 659 gatos que se recogieron el año pasado, sólo 86 regresaron con sus dueños. El resto, 573 gatos, o bien continúan en la perrera o bien han sido adoptados por un dueño nuevo. Una vez más, la cifra es muy similar a la de 2011 (515), 2012 (391) o 2013 (526). El Ayuntamiento de Barcelona, junto con entidades y asociaciones, también ha destinado muchos esfuerzos a combatir el abandono de gatos, como por ejemplo, promoviendo su esterilización. Pero como en el caso de los perros, con pocos resultados.

«El problema del abandono no está resuelto», asegura Carmen Méndez, presidenta de la Asociación de Defensa de los Derechos de los Animales (ADDA) y una de las interlocutoras del Ayuntamiento de Barcelona en las políticas que afectan a los animales desde hace años. Desde su punto de vista, «la crisis económica, que ha hecho que muchas personas pierdan la vivienda, o tengan que cambiar su nivel de vida, ha agravado más la situación», favoreciendo así que crezcan los abandonos.

 Más sanciones

Méndez destacó que el actual gobierno municipal, y concretamente el concejal que se ocupa de los derechos de los animales, Jordi Martí, «es lo mejor que ha tenido Barcelona» pero apuntó que para solucionar los abandonos de animales sólo hay una posible solución: que los agentes de la Guardia Urbana comprueben si los dueños de los perros tienen sus animales con el chip identificativo que obliga la ley. «Una vez detectados los perros o identificados, se podría dar 15 días a sus dueños para que pongan el chip», propone Méndez, antes de multarlos. De esta manera, garantizando que los animales están identificados, si el dueño termina abandonando el animal, se le puede localizar. Actualmente, según Méndez, el porcentaje de animales correctamente identificados gira en torno al 30%.