Miles de personas se concentraron en el centro de su ciudad para pedir el fin de la caza
“Hace años que no vemos a tanta gente, es muy especial reencontrarnos cara a cara. Muchos de los presentes tenemos un contacto vía las redes sociales. Pero esta manifestación para apoyar a los perros y denunciar el daño que hace la caza, está siendo un gran reencuentro y una primera experiencia para animalistas de las nuevas generaciones”. Esta es la conclusión a la que llegaba una activista con mas de dos décadas de movilización por los animales a sus espaldas. “Desgraciadamente no tenemos tanta fuerza como para forzar a Sánchez para que recapacite. No ha querido ni recibirnos. Imponer su mayoría parlamentaria para desamparar a los perros usados en la caza es un grave error”. Una vez superada la pandemia y sus restricciones, el animalismo vuelve a pisar con fuerza las calles gritando contra el maltrato animal.
Este año, el malestar generado por la enmienda del PSOE, que excluye a los perros usados en la caza de la ley nacional, ha actuado de acicate para concentrarse. Llega al Congreso de los Diputados la Ley de Protección y Derechos de los animales solo cuatro días después de la cita anual contra la Caza convocada por la Plataforma NAC. La marcha, celebrada el día seis de febrero se nutrió con defensores de la ley y también con detractores que ven, en la exclusión de los perros usados para trabajo, una línea roja que no debería traspasarse. Con la nueva ley los perros en general gozarán de mayores garantías para su tenencia, pero tres de los partidos mayoritarios imponen excepciones. PSOE, PP y VOX han optado por defender las prácticas cinegéticas, aunque tengan un impacto probado en el abandono, la cría indiscriminada y otras actividades que perjudican a los perros. Para los organizadores, y para el partido animalista, es ilógico que la ley desampare al colectivo de perros que más podría necesitar la protección jurídicamente, porque no la obtienen de sus propietarios.
Cuarenta y cuatro son las sedes municipales que acogen a los defensores de los animales cada primer domingo de febrero, desde 2010. Animalados siguió la convocatoria en la capital catalana. Barcelona, junto con Madrid, lideró con más de mil participantes el ranquin de seguimiento. En estas concentraciones abundan las pancartas y también centenares de perros que acompañan a sus adoptantes. Muchos de esos perros son galgos.
Al medio día del soleado domingo, junto al Arc del Triomf, el escritor Julio Ortega Fraile leyó el manifiesto que él mismo había redactado. El manifiesto dibuja los horrores de la vida y muerte de perros que han sido maltratados una vez clausurada su función cinegética. Se calcula que entre un tercio y la mitad de los perros rescatados por las protectoras y perreras tienen que ver con la caza cuya actividad concluye el mes de febrero. La caza es una práctica recreacional en retroceso que tiene una dimensión lucrativa. La inversión en bienestar animal, atención veterinaria, manejo y transporte adecuados de los perros usados en la caza y control de la cría puede mermar su cuenta de beneficios. La caza es peligrosa, limita la libre circulación de los no cazadores en el espacio natural y justifica gran parte de la tenencia de los tres millones de armas habilitadas.
La primera línea de la manifestación la encabezaban diversos activistas con máscaras representando perros, una persona disfrazada de cazadora y otra con una careta de Pedro Sánchez. La marcha recorrió pacíficamente la ronda de Sant Pere, la plaza de Catalunya, la Rambla y a través de la calle Ferran llegó hasta la plaza Sant Jaume. Los numerosos turistas y los curiosos se mostraban sorprendidos por esta marea que reivindicaba el veganismo, el fin de la caza, la retirada de la enmienda del PSOE de la ley nacional e incluso la esterilización de los jabalíes para controlar éticamente su población. Frente a al Palau de la Generalitat se realizó una performance en las que el Sánchez recreado alentaba las prácticas que acaban con la vida de los perros. Se leyeron varios textos uno de ellos en inglés. La situación de los perros en España tiene una gran repercusión internacional por que es exportadora de canes rescatados excedentes de los peores usos.
Emma Infante
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