La Fiscalía de Medioambiente denuncia ante el juzgado la muerte de dos osos
La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha comunicado a FAPAS que ha llevado a cabo dos denuncias ante los juzgados de Cangas del Narcea y Grado por la aparición de dos osos muertos el pasado año, uno en la localidad de Moal y el otro en un camino en Somiedo.
Las denuncias de la Fiscalía ante los juzgados han sido motivadas por sendos informes que FAPAS (Fondo para la Protección de los Animales Salvajes) remitió a la Fiscalía del TSJ de Asturias en los meses de junio y julio del 2021, argumentando la necesidad de desarrollar procedimientos de investigación que determinasen si la muerte de estos osos pudiera haber estado vinculada con actos delictivos.
Después de las correspondientes diligencias de investigación iniciadas por la Fiscalía, el Fiscal ha presentado las denuncias correspondientes ante la apreciación de un presunto delito contra la protección de la fauna, previsto y penado en los artículos 334 y 336 del Código Penal.
El PAPAS lleva años denunciando que en muchos de los casos de aparición de osos muertos las administraciones tratan de ocultar las verdaderas causas, argumentando que los osos muertos fallecieron por causas naturales: depredación, peleas o despeñamientos, con lo que evitan iniciar procedimientos de investigación que pudieran identificar otras causas de la muerte de osos, especialmente si estas pudieran estar vinculadas con actos ilegales.
El caso más mediático que ha podido ser puesto al descubierto es el del oso Cachou, hallado muerto en los montes del Pirineo aranés, siendo inmediatamente considerada esta muerte por parte de las Administraciones del valle de Arán como un hecho producido a causa de una pelea entre osos.
La denuncia de FAPAS y de otras ONGs obligó a una severa investigación que puso al descubierto una trama mafiosa para matar osos en la que estaban involucrados responsables de la conservación de la especie.
Ahora, en Asturias se ponen en marcha dos procesos judiciales que darán pie a la posibilidad de salir de este círculo vicioso en el que se han instalado las administraciones de aquellos territorios donde hay osos y que hasta ahora han tratado de evitar por todos los medios, salvo muertes imposibles de camuflar, la aparición de osos muertos en caminos o lugares extraños fuese investigada con el máximo rigor técnico y científico, cuestión que, lamentablemente, no se ha dado a lo largo de los últimos años con los osos muertos localizados en las montañas cantábricas.
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