El primer día con mi perro
La primera noche no será fácil, pero desde Animalados te damos algunos consejos
Preparativos previos
El mejor momento para adoptar un perro es poco antes de que empieces unas buenas vacaciones, de modo que puedas garantizar que durante los primeros días -que son de gran importancia- tendrás suficiente tiempo para pasar con él.
Antes de que tu perro adoptado llegue a casa, deberás prepararle un rincón tranquilo para que descanse y duerma, y otro donde estén los recipientes para el agua y la comida en un espacio diferente donde dormirá. Enséñale dónde están cuando entres por la puerta con él.
También puedes preparar algunos juguetes, pero evita aquellos que sean de plástico blando porque es muy fácil que, a base de morderlos, los pueda romper y tragarse algún trozo.
Una vez entra en casa
En el momento de llegar a casa se mostrará nervioso y perdido por el cambio de ambiente pero rápidamente tendrás la sensación de que lleva contigo toda la vida. Recuerda que los perros que han sido abandonados ya saben lo que es vivir en una casa y esto les permite adaptarse más rápidamente. Este proceso será más difícil si adoptas un cachorro.
En cuanto a la alimentación, mantén la que recibía en la perrera y ve cambiando gradualmente, siguiendo las indicaciones de los cuidadores de la protectora o del veterinario.
Durante los primeros días conviene que lo dejes tranquilo para que se vaya adaptando con naturalidad a su nuevo hogar. No empieces enseguida a invitar a todos tus familiares y amigos a que conozcan tu nueva mascota. Que lo hagan de forma escalonada.
Cuando salga a pasear llévalo sujeto con la correa y si lo quieres dejar suelto, hazlo en un lugar cerrado. Piensa que estará confundido e inseguro durante los primeros días porque no conoce su nuevo entorno y se podría escapar.
Por si esto último te pasara, es conveniente que escribas tu teléfono en la chapa identificativa o en el collar para que te puedan localizar cuando lo encuentren.
La primera noche
Es conveniente que el perro pase la primera noche en el lugar donde quieres que duerma siempre. Si está fuera de tu habitación ya te puedes preparar psicológicamente porque sentirás llorar. El perro te echará de menos. Tienen una gran necesidad de contacto. Se recomienda que no se hagan caso de estos primeros llantos, ya que si lo vas a ver le estarás transmitiendo la idea de que si llora o ladra consigue lo que quiere. Asegúrate de que el perro tiene un lugar donde dormir confortable, que tiene agua y que no pasa frío ni calor y mentalízate de que si le oyes llorar, no le está pasando nada. Puedes dejarle alguna prenda con tu olor para tranquilizarlo.
Otro método más lento pero menos traumático para el perro es dejarlo dormir en la habitación pero evitando que se suba en tu la cama. Y, poco a poco, ir alejando su cama de la tuya, para que se vaya acostumbrando a dormir solo.
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