«El Ayuntamiento de Altea traiciona a sus colonias protegidas: ¡Forzando la crisis que debería prevenir!»
Animalados ha entrevistado a Eloi Sarrió, un abogado alicantino que ha conseguido que un juez dicte una medida cautelar que obligaba al Ayuntamiento de Altea a paralizar los trabajos que amenazan a varias decenas de gatos regularizados. A pesar del apoyo de la justicia, dos asociaciones y este jurista deben persistir para que la realidad sostenga lo que exigen los documentos.
¿Es cierto que un proyecto urbanístico tuvo que ser paralizado para no dañar a las colonias de gatos?
Así es, el juzgado de lo contencioso administrativo número uno de Alicante acordado adoptó, a solicitud de las asociaciones Bigatos y Somos Gos, la medida cautelarísima consistente en la paralización de las obras de urbanización en las zonas donde se encuentran las colonias felinas afectadas por estas. Sin embargo, el Ayuntamiento ha recurrido contra las medidas concedidas por el juez y se mantuvo el movimiento de maquinaria. La ley se puso de nuestro lado y en el auto del 7 de diciembre pidió a las dos asociaciones sin ánimo de lucro depositar una garantía de 20.000 euros. Entendemos que es completamente desorbitada y excede por mucho las capacidades financieras de nuestras representadas. Aunque ha servido para ganar tiempo ha habido víctimas. No descartamos hacer responsables al Ayuntamiento y al constructor de los daños sufridos por los animales. El saldo provisional es de seis gatos desaparecidos, uno accidentado y una gata que tuvo que ser rescatada de lo alto de un edificio.
¿El plan urbanístico previsto es muy ambicioso?
Entendemos que es una obra de gran magnitud. Ahora bien, aunque la mayoría de los medios han tratado la noticia con respeto, algunos han soltado titulares como «Sin viviendas por los gatos». ¿Ignorancia o mala fe? No lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que el P.A.I. Bellas Artes fue aprobado en el lejano 2002. ¡Sí, hace más de 20 años! No podemos culpar a los gatos por este retraso monumental. Entendemos que la actualización del proyecto debería haber recogido entre sus previsiones la protección de las colonias felinas, dado que existía un Convenio C.E.R. (suscrito en 2021 con las asociaciones) y que la Ley 2/23 (Ley valenciana de protección animal) y Ley 7/23 (Ley estatal de protección animal) entraron en vigor en 2023, antes del inicio de las obras. También hay que decir que parece que la respuesta del Ayuntamiento a la paralización está siendo contra el CER de manera global, más allá de los casos particulares. Al no poder eliminarlo lo que han hecho es rebajar enormemente el presupuesto para protección animal.
«Las obras se iniciaron con los gatos aún allí»
Las excavadoras ya habían empezado….
Sí. Con los gatos aún allí. Allá por el mes de agosto, tan pronto las asociaciones adquieren conocimiento de que las obras iban a ejecutarse, solicitaron al Ayuntamiento, por escrito y por registro, hasta en tres ocasiones, una reunión conjunta de las asociaciones con las concejalías de Bienestar Social y Protección Animal y la concejalía de Urbanismo. ¿La respuesta? ¡Silencio total! Solo a primeros de noviembre la concejalía de Protección animal realizó una propuesta inicial de reubicación de cuatro colonias a las asociaciones y se produjo una visita conjunta con las asociaciones sobre el terreno, observando diversas dificultades -algunas insalvables- para el traslado de las colonias, que se le comunicaron, realizando las correspondientes peticiones al Ayuntamiento para su realización con garantías. ¿La respuesta? ¡Silencio de nuevo! Las asociaciones insisten en que las obras no pueden comenzar hasta que la reubicación de las colonias felinas afectadas por el Plan Parcial Bellas Artes haya finalizado. El 28 de noviembre el Ayuntamiento inició las obras de construcción, ese día las asociaciones Bigatos y Somos Gos informaron, alarmadas por el inicio de las obras, a la concejalía de Protección Animal. Esta respondió al día siguiente indicando su sorpresa por lo sucedido y dijeron que contactarían con el departamento de Urbanismo para aclararlo.
No quedó otra opción que acudir a la justicia…
Tras la conversación telefónica mantenida posteriormente con la concejala de protección animal les dejó claro que las obras iban a continuar y ella “no podía hacer nada más”. La asociación Bigatos y Somos Gos presentaron un escrito solicitando “la suspensión de las obras hasta que la reubicación de las colonias afectadas se haya realizado por completo”. Sin ayuda municipal en ese momento cuando las asociaciones decidieron recurrir al amparo judicial.
¿Cuál fue el argumento decisivo para conseguir la actuación del juez?
Para la adopción de unas medidas cautelarísimas tuvimos que acreditar que concurren tres circunstancias. En primer lugar, la “apariencia de buen Derecho”. ¿Cómo lo demostramos? ¡Con un arsenal de pruebas! Aportando el convenio C.E.R., las comunicaciones mantenidas con el Ayuntamiento, así como haciendo referencia a las leyes protectoras de las colonias felinas en vigor (estatal y autonómica). En segundo lugar, hay que acreditar que existe una “situación especial que aconseje la adopción de medidas con carácter de urgencia”. Es evidente con el inicio de las obras y las máquinas excavadoras desmontando el terreno al lado de los felinos. En tercer lugar, la posibilidad no remota sino probable de que se produzcan “daños de difícil o imposible reparación”. Esos daños pueden consistir en lesiones o muerte de los gatos comunitarios a causa del transcurso de las obras. A día de hoy hay cinco gatos de las setenta iniciales que no han regresado y de los cuales desconocemos su paradero y, a falta de realizar una evaluación completa, los que siguen allí están dispersos, aterrorizados y bloqueados.
¿Había pasado nunca antes en España?
Cada vez que se inician obras de construcción, ampliación o demolición en el entorno de las colonias felinas, se produce (normalmente a través de las redes sociales) un S.O.S. de su cuidador/a solicitando ayuda. Estas situaciones son demasiado frecuentes y se producen a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional. Pues bien ¡resulta que nunca, jamás, en los anales judiciales se había logrado algo así! Conseguir una medida cautelarísima es muy difícil, hay abogados que nunca llegan a conseguir una en su vida profesional. Nadie se lo esperaba, y no podemos evitar sorprendernos de que la primera resolución judicial en este sentido haya ocurrido justo ahora.
Ha sido fundamental la denuncia desde entidades animalistas una se llama Bigatos y otra Somos Gos ¿Qué pondrías en valor de su actuación?
Estas asociaciones llevan siete u ocho años exigiendo que existan protocolos para evitar situaciones como estas. Han luchado mucho por conseguir un convenio C.E.R., antes incluso de que existiera ninguna ley al respecto. Han sido entidades adelantadas a su tiempo. Son muy sistemáticas, documentan todo con fichas, fotos y videos y tienen un buen funcionamiento institucional, comunicando con el Ayuntamiento por las vías oficiales (por escrito y por sede electrónica) cualquier circunstancia que afecta a los animales, lo cual, sin duda, facilita mucho, no solo que el Ayuntamiento cumpla con sus obligaciones, sino que también facilita la labor del abogado que ha de iniciar acciones judiciales en caso de incumplimiento.
«Los partidos no terminan de asumir su responsabilidad en la protección de las colonias felinas»
¿Y el compromiso de los partidos políticos con representación municipal?
Los partidos de oposición no se han pronunciado. Los partidos de gobierno no terminan de asumir su responsabilidad en la protección de las colonias felinas, que salpica a todas las áreas de gobierno, y no solo a Bienestar Animal.
La noticia ha sido objeto de atención mediática en atención a que sienta precedente, y ha caído como una bomba mediática sobre el Ayuntamiento. ¡Imagina el escándalo! Pero, ¿y su respuesta? Han lanzado una nota de prensa diciendo que aún no han recibido la notificación judicial y que, por lo tanto, las obras continúan. Nosotros les hemos hecho llegar por sede electrónica la resolución judicial para que tengan conocimiento a los efectos oportunos. Pues bien, según ellos las obras continúan, y lo harán hasta que las asociaciones constituyan la fianza que ha pedido el juez, que son 20.000 euros, cantidad a todas luces inalcanzable para dos asociaciones pequeñas.
¿Qué piden las entidades para los gatos?
Solo piden que tengan en cuenta a las colonias felinas, que no les hagan daño. No es tan difícil. Que se valore su condición de seres sintientes, que se sepa que tienen derecho a un lugar en el mundo para vivir, a un mínimo de respeto y protección. El Ayuntamiento es quien debe protegerles, pero sin embargo es quien ha forzado esta situación contra sus propias colonias censadas y protegidas. Las asociaciones siempre han abogado por una relación pacífica y consensuada, pero existen líneas rojas. Ahora tenemos leyes que antes no teníamos, pero encontramos que algunos ayuntamientos no las aplican, unos porque siguen la inercia por rutina, otros por ignorancia y otros porque no consideran la protección animal un tema importante. No obstante, hay que hacerles entender a todos que, aunque no estén de acuerdo, la ley está para cumplirla.
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