El Ayuntamiento de Barcelona estudia que la playa para perros sea itinerante

El Ayuntamiento de Barcelona medita ampliar la playa para perros habilitada el verano pasado en la zona de Llevant de cara al 2018. Pero ésta no es la única opción que el gobierno municipal tiene encima de la mesa. También se está barajando la posibilidad que la playa destinada para canes sea itinerante para acallar las críticas de las Asociación de Vecinos del Front Marítim y del Moviment Diagonal Mar, que se han opuesto al proyecto desde un principio. Con esta medida, el Ayuntamiento evitaría el agravio comparativo porque la zona de baño para perros no quedaria concentrada en el mismo lugar e iría rotando al resto de playas de la capital catalana. La decisión, sin embargo, no se tomará hasta el año que viene puesto que se quiere analizar antes como funciona la iniciativa este verano.  

Rosa Saguès, miembro de Udols, que ha estado presente en las diferentes reuniones para abordar este tema,  admite que la itinerancia “es una de les opciones que el Ayuntamiento està estudiando, pero prefieren esperar un año más para ver como va este año”. La representante de esta asociación que trabaja `para el bienestar del perro urbano no cree que los vecinos contrarios a la playa de Llevant incrementen las protestas como medida de presión. “No me atrevería a decir que se vayan a mobilizar más, pero su actitud es recalcitrante porque no quieren perros en la playa e intentaran sacarlos, contentos no están, ya recogieron firmas para evitar la apertura”.  Àngela Coll, portavoz de la Plataforma Espai Gos, presente también en las reuniones, minimiza el rechazo social: “Son los vecinos que viven en el bloque de delante de la playa y su oposición siempre se basa en la suciedad cuando las otras playas también lo están y no piden controles, es una excusa más que una realidad”.

Coll atribuye la propuesta de rotar la zona de baño para que no haya “una oposición frontal permanente en un determinado emplazamientro” mientras remarca que “nos da igual que sea itinerante, si sirve para que los opositores estén menos molestos, pues que se mueva”. El objetivo final para los animalistas es disponer en su totalidad una de las diez playas de la ciudad.  “Lo que nos molesta es el poco espacio del que gozamos, ya dijimos que no queríamos un pipican, que los vallados no son la major opción, nuestra demanda es que se habilite una playa entera para repartir mejor el espacio porque si un 20% de barceloneses tiene perro no es justo que solo cedan un 0,2% de la costa”. 

Las muestras de arena y agua recogidas en la playa de Llevant han recibido el visto bueno de la Agència de la Salut Pública de Barcelona y los usuarios de la playa la han puntuado con un 7,7 de media.  Unos resultados que avalan la apuesta del Ayuntamiento para mantener este verano la zona habilitada para perros, a la que acudieron  13.241 ejemplares el curso pasado. La àrea delimitada se abrirá del 1 de junio al 25 de septiembre y no a finales de julio como el año anterior para ampliar a todo el verano el permiso. No será el único cambio porque las aportaciones de usuarios, vecinos y técnicos han permitido introducir mejoras al espacio.  

Revisar el mobiliario urbano para adaptarlo a los perros, que haya informadores también en la zona de accesos, incorporar nuevos elementos de información sobre la calidad del agua y de la arena e incrementar la limpieza de los accessos seran otras de las novedades que se incorporarán este año. También se instalará una pasarela de madera hasta la playa con unas boyas para facilitar la entrada en el agua y habrá informadores ambientales y un veterinario durante toda la semana que llevarán a cabo el control de accessos porque solo se puede acceder a los perros con microchip. El aforo se mantiene limitado a cien perros en 1.250 metros cuadrados por razones de seguridad, una cifra baja que denota según Saguès la necesidad de ampliarla porque “hay colas con gente esperando pese al calor”.   El Ayuntamiento también tiene que responder las alegaciones que ha presentado Espai Gos: “Hemos pedido que se tapen las papeleras, que haya dos puertas de acceso para que los perros no coincidan de cara y más metros de agua porque la zona de baño es muy reducida”.

Artículo de Xavi Tedó

Madrid doma el maltrato animal

El Ayuntamiento de Madrid aprobaba el 31 de enero la prohibición que los circos exhiban  animales en la ciudad. La propuesta fue presentada por el Gobierno de Manuela Carmena conjuntamente con el PSOE y permitirá elaborar  una nueva ordenanza municipal que contemple el veto en este tipo de espectáculos tanto en terrenos de titularidad pública como privada. Ciudadanos también secundó una moción, que sólo contó con la oposición del PP, que defiende que los animales tienen derecho «a nos ser víctimas de maltrato y a no ser sometidos a esfuerzos o actos crueles que les ocasionen sufrimiento, ansiedad o estrés». En el texto, Ahora Madrid y su socio de investidura sostienen que «en los circos los animales suelen vivir en condiciones de cautividad, alojados en jaulas y contenedores donde apenas se pueden mover y transportados a largas distancias en remolques de camiones que no satisfacen sus necesidades físicas más básicas» y que «son sometidos a procesos de aprendizaje en los que se les obliga, a veces con violencia, a realizar comportamientos que son completamente antinaturales para su especie».

Ese mismo día representantes del gremio, que engloba dos mil personas en toda España, se concentraban ante el Palacio de Cibeles para mostrar su rechazo a la medida. Vicente Barrio, presidente de la asociación Circos Reunidos, exponía de manera muy clara los cambios que ha experimentado la capital española en materia animalista: «Este problema viene de mayo de 2015, desde la llegada de Podemos y todas sus franquicias». Y es que el Gobierno de Manuela Carmena está demostrando con hechos su firme voluntad de convertir Madrid en una ciudad amiga de los animales. Un compromiso que se traducirá en un nuevo texto legal que sustituirá a la ordenanza de 2001, “muy antigua y alejada de los criterios sobre tenencia y adopción de animales de las ciudades modernas” como remarca la concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés. La ordenanza se está elaborando con asociaciones, protectoras, técnicos y expertos para “garantizar el bienestar y la protección de los animales y fomentar su adopción”.

Por el camino, Ahora Madrid no se ha andado por rodeos y solo desembarcar en el ayuntamiento anunció que eliminaba las subvenciones y ayudas públicas a los espectáculos taurinos. No ha prohibido las corridas de toros, tema tabú, pero si ha suprimido la subvención de más de 60.000 euros a la Escuela de de Tauromaquia Marcial Lalanda, básica para su supervivencia. La concejala de Cultura y Deportes, Celia Mayer, justificó la decisión porque el presupuesto era «desproporcionado» en relación con el número de alumnos (38), pero básicamente porque su actividad choca contra “los principios de defensa y respeto a los animales” de Ahora Madrid, una plataforma ciudadana con formaciones claramente contrarias al maltrato animal. Tampoco le tembló el pulso al ejecutivo madrileño a la hora de sacar los animales de la cabalgata de los Reyes Magos y ni las famosas ocas de Miguelín que abrían el desfile desde hacía casi veinte años han sido indultadas. 

Paralelamente, el Ayuntamiento abrió en noviembre un centro de adopción de animales de compañía en El Retiro. Esta instalación, gestionada en colaboración con asociaciones protectoras de animales, está ubicada en la famosa Casita del Pescador del parque. Un punto de información para la adopción de animales que se encuentran en el Centro de Protección Animal del Ayuntamiento de Madrid (CPA), donde hay unos 350 animales abandonados entre perros y gatos. Asimismo, en la Casita del Pescador se pueden realizar gestiones para recuperar animales perdidos; se dan pautas de tenencia responsable para garantizar su bienestar y protección; hay acceso al Registro de Identificación de Animales de Compañía (RIAC) para que los propietarios puedan comprobar y actualizar los datos del microchip que permiten su localización; se promocionan actividades escolares y visitas que organiza el CPA y se promueven los servicios de voluntariado. La ley de protección de animales de compañía impulsada por la presidenta regional, Cristina Cifuentes (PP), que acaba de entrar en vigor, establece la prohibición de sacrificar animales abandonados e impone multas de hasta 30.000 euros por esta práctica. En el marco de las competencias municipales, el consistorio creará una Oficina de Protección Animal que reordene y haga el seguimiento de las propuestas y garantice los principios y actuaciones contra el maltrato de animales, «así como el respecto, defensa y protección de los mismos».

Madrid también ha incluido protocolos de control ético de colonias felinas a través del método CES (Captura-Esterilización-Suelta). El pasado mes de abril facilitaba un carnet de colaborador de colonias felinas para aquellos vecinos dispuestos a ocuparse de que los animales callejeros estuviesen en perfectas condiciones de salud. El programa ya cuenta con un centenar y medio de voluntarios, aunque son más las que esperan el beneplácito de Madrid Salud para poder cuidar de manera oficial de los gatos. En consonancia con la Ley de Sacrificio 0 del Gobierno regional, se pretende reducir o eliminar los problemas que la presencia de gatos callejeros originan en los barrios, estabilizar el tamaño de las colonias y reducir el número que acaba en centros de acogida.

La apuesta del gobierno municipal también pasa por integrar los animales de compañía en el contexto social urbano y en los diferentes espacios públicos. Prueba de ello es que el Ayuntamiento instalará a lo largo de este año treinta bebederos de perros en zonas verdes de la ciudad en un plan para acabar con la “ley seca” que comportará también la puesta en marcha de 180 fuentes de agua potable nuevas. La Comunidad de Madrid también ha movido ficha y desde el mes de julio permite que los perros que estén identificados con microchip puedan viajar en metro excepto en las horas puntas. Puede acceder un solo perro por viajero; todos los perros deben llevar bozal y estar sujetos con una correa de una longitud que no supere los 50 centímetros y tienen que ir en el último coche de cada tren. José Capacés, coordinador de la Comisión Ética de AVEPA (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales) subraya el éxito de la iniciativa: “Muchos clientes vienen a la consulta en metro, lo usa bastante gente, ha sido un acierto”.

El prestigioso veterinario destaca que la llegada de Carmena al consistorio de la capital ha supuesto un gran avance en lo que se refiere a los derechos de los animales: “Aún queda camino por recorrer, pero ha habido un cambio, el respeto hacia los animales ha aumentado”. La creación del centro de adopción en El Retiro o la prohibición que desfilen animales en la cabalgata son “pasos importantes que demuestran el nuevo talante del gobierno local en materia animalista”. Capacés añade también que los profesionales del Centro de Protección Animal gozan ahora de más autonomía: “Antes estaban atados de pies y manos, con el PP tenían menos margen de maniobra, el sacrificio era muy frecuente y en los dos últimos años se ha favorecido la adopción”.

Si el gobierno regional ha aprobado la Ley de Sacrificio Zero o que los perros puedan ir en metro, en otros aspectos su postura difiere mucho de los postulados del ejecutivo municipal. Los toros son el ejemplo más claro como sostiene Capacés: “La Comunidad de Madrid sigue subvencionando la Escuela de Tauromaquia Marcial Lalanda”. La animalista Belén Arenas, colaboradora de diferentes protectoras, lamenta que en este caso “las medidas que aprueba el Ayuntamiento sirven de bien poco”. Pese a ello, Arenas anota que “la situación ha mejorado porque se han duplicado los efectivos de la «Patrulla Verde«, la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Municipal de Madrid pasando de cincuenta a cien agentes”. 

Artículo escrito por Xavi Tedó

Caminando con el corazón

Artículo de Sílvia Esteve Fontana
«Me pregunto qué es la libertad. ¿Será que no sabemos qué hacer cuando nos dicen que hagamos los que nos dé la gana?» Jiro Taniguchi, Furari

 

Jiro Taniguchi, el gran poeta del manga, nos ha dejado a sus 69 años. Si hace pocos días os hablaba del autor en la reseña de su preciosa obra «La Montaña Mágica», hoy quiero rendir homenaje a Taniguchi con este artículo, que, humildemente, quiere, a través de la obra «Furari», seguir los trazos de los versos de este mangaka.

«Caminar sin rumbo fijo», «de improviso», serían algunas de las traducciones aproximadas de furari, palabra japonesa que da nombre a la obra de Taniguchi. En esta obra se nos transporta al Edo (antiguo nombre de Tokio), de finales del siglo XIX. Este curioso manga nos detiene en el tiempo (no en el movimiento) de la vida de Tadataka Ino (1745~1818), agrimensor, cartógrafo y comerciante que realizó el primer mapa de Tokio. A lo largo de sus más de 200 páginas seguiremos los pasos, las mediciones y meditaciones de este caminante de la vida.

Caminar y contar sus pasos, saber las distancias entre los diferentes puntos de la ciudad: una excusa perfecta para volver a perderse en la belleza de lo cotidiano. Siguiendo a su protagonista, Tadataka, nos iremos deteniendo en el del día a día de la ciudad de Edo. Bajo el sol del verano, pisando la nieve en invierno, viendo caer las hojas en otoño u oliendo los cerezos en primavera, Furari es una obra escrita pero que remite a todos los sentidos. Paso tras paso, encuentro tras encuentro, Taniguchi vuelve a enamorarnos, como hace siempre, con los detalles más sencillos.

Cómo diría John Lenon, «la vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes». Mientras Tadataka está ocupado midiendo su ciudad, veremos pasar su vida. La distancia siempre contiene el tiempo y Taniguchi lo sabía muy bien. Teniendo como base esta fórmula filosófico-matemática no podemos sino valorar y apreciar todo lo bueno, aunque lo tildemos de cotidiano, que nos transcurre a lo largo del día.

Caminar y detenerse, observar, agacharse, mirar con los ojos del gato, con los del milano negro, la hormiga. Ponerse en su sitio, y entender. Entender los diferentes puntos de vista de este mundo. Las vidas que hay detrás de cada mirada y de cada forma de mirar. Taniguchi era un gran artista porque era un gran observador de la vida.

Caminar y discurrir, pensar, reflexionar, tener tiempo (como nos decía Montserrat Pérez en su artículo «Siempre a favor de los animales«) no para perder el tiempo, sino para perderse en el tiempo. ¿Qué hora es? ¿Dónde estoy? Se pregunta muchas veces Tadataka volviendo de sus ensimismamientos. Las prisas no nos llevarán a ningún sitio, sólo a llegar más temprano a otro punto. Pero perderemos el sabor del camino.

Caminar y conversar, aprovechar los encuentros que tengamos para compartir y aprender, junto a los que como nosotros caminan, aunque sea hacia otro lugar. Saber cómo es su lugar de origen y hacia dónde se dirigen es todo un regalo. Hoy, que encerramos en campos de refugiados a miles de personas que huyen de la guerra, deberíamos volver a plantearnos todo lo perdido en este viaje a toda velocidad que dice dirigirnos hacia el progreso.

Caminar por la hierba, el barro, las rocas, el agua. Río, mar, montaña, ciudad. Ser habitantes de todos los lugares sin ser dueños de ninguno. Atónitos todavía ante la belleza de los pájaros, de su canto, ante el milagroso vuelo de la libélula y sus colores metálicos.

Por todo ello, gracias Jiro Taniguchi. Gracias por este pequeño encuentro, por esta parada en el camino. Por habernos enseñado a caminar de nuevo, no solo con los pies, sino con el corazón. Latimos paso a paso, siendo conscientes de que todo paseo tiene su fin. Pero si el fin debe llegar, que llegará, qué bonito haber paseado «sin rumbo» juntos.

Los voluntarios de la perrera de Barcelona denuncian que los animales tienen que hacer frente a temperaturas muy bajas por deficiencias en la calefacción

Temperaturas de nueve grados al mediodía y casi bajo cero por la noche. Estas son las extremas condiciones en las que vive el centenar y medio de perros del Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona (CAACB). Las instalaciones de la perrera municipal, que está situada en la carretera de Sant Cugat, tienen más de cuarenta años y no están acondicionadas para soportar las bajas temperaturas del Parque Natural de Collserola, donde el frío es intenso en invierno. Las jaulas donde duermen los perros disfrutan de calefacción, pero las deficiencias en la instalación y en su mantenimiento hacen que no caliente y que los perros sufran las inclemencias meteorológicas de esta época del año. Así lo denuncian los voluntarios, que se encargan del paseo de los perros y de la atención lúdica de los gatos de este centro que gestiona el Ayuntamiento de Barcelona, ​​la Diputación y la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) y que cuida de los animales de compañía perdidos o abandonados en Barcelona hasta que pueden ser adoptados.

Uno de los voluntarios, que prefiere mantener el anonimato, asegura que «los perros conviven con temperaturas de 2 a 4 grados durante la madrugada y estos días que ha hecho tanto frío en las jaulas bordeaban los cero grados». El problema, como explica este voluntario que lleva más de diez años colaborando en el centro, es que «la calefacción va bajo tierra, pero las jaulas son abiertas y el calor se va, es como si ponemos la calefacción y abrimos las ventanas, por mucho que el suelo esté medianamente caliente, el calor se escapa «. Prueba de ello es que los días que hace más frío del agua de los bebederos se congela: «Recuerdo días de subir a las diez de la mañana, que es cuando abren, y tener que romper con una pala el hielo porque el agua estaba helada «. Las reformas que se realizaron hace seis años han resultado, en su opinión, del todo insuficientes: «Se puso más cemento en las jaulas para que el agua de la lluvia no entrara, pero esto ha provocado que los tubos que dan calor queden más hundidos y calienten menos, más allá de las paredes prefabricadas que han instalado que no ayudan a aislar las jaulas». Además, alerta de que «cuando hace tanto frío la mayoría de perros adelgazan porque queman grasa para soportar mejor el frío y los que tienen más años ven agravados sus problemas de artrosis o reuma y el resto se resfrían como los humanos».

Los 150 perros que viven en el centro disponen de mantas, pero no todos tienen abrigos para los días que hace más frío según critican los activistas: «Se compraron la mitad y algunos se han roto y no se han sustituido» afirma el voluntario, que no entiende la «falta de previsión de los responsables de este espacio, que pasan de todo, de hecho, el coordinador, Joan Vallbona, dice que no le gustan los animales». Otra voluntaria, Montse Monjo, anota que «más allá del frío, el principal problema es la humedad porque limpian las jaulas con mangueras y luego no las secan y a los perros que residen en las que no da el sol se les irritan las patas «. Monjo también comparte que la última reforma ha empeorado el tema de la calefacción: «Ahora las jaulas ya no se inundan cuando llueve, pero hay menos calor porque hay más cemento». La animalista también lamenta la falta de abrigos: «Los que son más grandes no tienen porque los iban estrechos y no podían caminar».

Por todo ello, Monjo no esconde estar «desmoralizada». «Hace años que es necesaria una perrera nueva y nos hemos movilizado varias veces, pero pides jaulas grandes y te ponen treinta de pequeñas, con los trabajadores que hay podrían tener el centro en mejores condiciones, nunca había habido tantos operarios como ahora, pero antes con menos, los perros estaban mejor cuidados «señala Monjo, que a modo de ejemplo critica que» cuidan de las perras que han tenido cachorros porque insistimos nosotros». Este equipamiento tiene los días contados porque se prevé que en mayo del 2019 ya esté en funcionamiento la nueva perrera. El proyecto, que ya está en concurso, estipula que el nuevo centro se ubicará en el término municipal de Montcada y Reixac, junto a la carretera municipal y el cementerio de Collserola y se podrá acceder en autobús desde la plaza Eivissa del barrio de Horta. Una perrera que será mancomunada entre estas dos localidades. Las entidades animalistas denuncian que la nueva perrera ha sido el futuro abstracto que ha tapado un aquí y ahora dramático, que esconde la crudeza del día a día que sufren los animales desde 2006, cuando aún estaba permitido el sacrificio, aunque tres años antes ya se dejó de hacer.

Desde el ayuntamiento se niega que no quieran gastar dinero en un equipamiento que se va a cerrar y aseguran que las reformas son constantes. «Cuando viene el frío se vierten todos los esfuerzos tanto en la perrera como el zoo para que los animales estén bien» señalan fuentes municipales. En este sentido, dejan claro que con el frío se adoptan medidas ordinarias como el funcionamiento continuado durante todo el día de la caldera de pellet que alimenta el suelo radiante en la zona de dormitorio de los alojamientos de perros . También que todos disponen de caseta y tapa, salvo aquellos que por prescripción veterinaria no pueden tenerla por que se la comen y podría suponer un problema grave de salud (máximo 10). Asimismo, las mismas fuentes apuntan que la manta se cambia entre 1 a 3 veces por día a cada perro, que se ha realizado un pedido extraordinaria de 200 mantas adicionales al stock ordinario y que se ha activado el servicio de limpieza de lavandería externa para poder mantener suficientes mantas en stock. También desmienten los problemas de humedad subrayando que se aplica un protocolo especial de secado después de la limpieza profunda diaria de la mañana en los alojamientos donde hay perros con problemas de dermatitis plantar y que se ha puesto en marcha un nuevo espacio cubierto por alojar los perros que lo requieran por prescripción veterinaria. Los gatos también disponen de aparatos radiadores y de iglús, casetas y mantas.

Ante las olas de frío, desde el Ayuntamiento se asegura que se adoptan medidas extraordinarias como que todos los animales vayan equipados con abrigo salvo aquellos que no lo toleran y que los más frágiles son trasladados al edificio para pasar la noche, adaptando todos los espacios posibles como el vestíbulo de entrada, las oficinas, los vestuarios de los trabajadores, el despacho de dirección, la sala polivalente y el office. De hecho, las mismas fuentes revelan que los animales más vulnerables, tanto cachorros como los más mayores, pasan la noche en casa de algunos trabajadores los días de frío severo. En cuanto a la controvertida limpieza de las jaulas, se modifican los protocolos de limpieza implementando uno de secado del suelo: retirada de agua con utensilio labio, mopa y máquina secadora. A partir de las doce del mediodía sólo se usa la manguera en casos de extrema necesidad, el resto del día se trabajado en seco y con elementos de secado. Para hacerlo posible, las mismas fuentes afirman que se ha tenido que incrementar el servicio de cuidadores con otras dos personas.

Concentración en los Jardines Hiroshima para protestar contra las plantas que buscan limitar la presencia de perros

«Vosotros nos pinchais, nosotros hacemos fiesta». Con este lema, la plataforma Espai Gos ha convocado un acto reivindicativo este sábado de doce a dos de la tarde en los Jardines Hiroshima, en el distrito de Horta-Guinardó, para protestar contra las últimas iniciativas que ha adoptado el Ayuntamiento para echar a los perros de este espacio. Las quejas vienen motivadas por haber cerrado una parte del parque para plantar plantas con pinchos y urticantes y por la pretensión del consistorio de limitar el horario de acceso de las seis a las ocho de la mañana y de nueve a doce de la noche . A la espera de que se confirme este nuevo horario, que dejaría a los Jardines Hiroshima, un espacio que utilizan casi exclusivamente los propietarios de perros desde hace muchos años, sin animales, la plataforma sí considera que estas plantas son toda una declaración de intenciones.

Ángela Coll, portavoz de esta plataforma que precisamente nació en este emplazamiento y que reclama espacios compartidos en todos los distritos de la capital catalana, no tiene ninguna duda a la hora de pensar que se ha hecho con la intencionalidad de limitar la presencia de perros. «Llegamos a un acuerdo con el Ayuntamiento para que éste fuera un espacio compartido que le corresponde como barrio, pero con la excusa de arreglar los jardines, han plantado arbustos y plantas invasivas y que no son autóctonas que pinchan para que no accedan a los perros, estoy convencida de que se ha hecho con mala fe «. El comentario despectivo que les hizo un trabajador de Parques y Jardines cuando le pidieron explicaciones por haber plantado este tipo de plantas demuestra, en su opinión, ¿cuál es el objetivo final: «De muy malas maneras un operario que no es de los que siempre están por ahí, sino que ha venido a hacer los arreglos nos respondió que era «para que no entren los putos perros».

Coll no entiende las trabas que el gobierno municipal está poniendo a este espacio ubicado en la parte de arriba del Parque de las Aguas, en el número 80 de la calle Camelias. «Es un espacio por donde pasan 150 perros al día, antes era un descampado y ya la utilizábamos los propietarios de perros». Tampoco ha habido movilizaciones por parte del vecindario para protestar por la presencia de perros: «Los vecinos en general no se han quejado, algún vecino sí lo ha hecho, pero no una cifra significativa para adoptar esta medida para inhabilitar gran parte de el espacio.

La jornada reivindicativa incluirá una acción para tapar lo que la plataforma ya ha bautizado como «la valla de la vergüenza». La valla adoptará un nuevo diseño con fotografías de perros y una frase criticando la medida en que los propietarios de perros han ido enviando estos últimos días en el correo de la plataforma en este distrito, que es espaigosbcn.hortaguinardo@gmail.com. En el improvisado mural también se sumarán propietarios de perros de otros lugares de la ciudad que forman parte de Espai Gos y que quieren denunciar también los impedimentos que tienen a la hora de sacar sus animales a pasear.

La Plataforma Espai Gos Barcelona surge de la necesidad de crear un colectivo con una forma jurídica legal para poder dialogar con la administración sobre los temas referentes a las normativas que afecten a la tenencia de animales domésticos y sus propietarias: uso del espacio público, obligaciones, derechos, etc. Sin su labor, la entidad remarca que «las personas propietarias de perros y perras de Barcelona, ​​no estamos representadas ni invitadas a los consejos de barrio ni plenos municipales y las decisiones que nos afectan directamente son prisas por la Administración sin un proceso de participación previo «. El objetivo de la Plataforma es, por tanto, ayudar a construir una ciudad con una convivencia digna para animales y personas donde todos y todas estén representados.