El Ayuntamiento de Barcelona estudia que la playa para perros sea itinerante
El Ayuntamiento de Barcelona medita ampliar la playa para perros habilitada el verano pasado en la zona de Llevant de cara al 2018. Pero ésta no es la única opción que el gobierno municipal tiene encima de la mesa. También se está barajando la posibilidad que la playa destinada para canes sea itinerante para acallar las críticas de las Asociación de Vecinos del Front Marítim y del Moviment Diagonal Mar, que se han opuesto al proyecto desde un principio. Con esta medida, el Ayuntamiento evitaría el agravio comparativo porque la zona de baño para perros no quedaria concentrada en el mismo lugar e iría rotando al resto de playas de la capital catalana. La decisión, sin embargo, no se tomará hasta el año que viene puesto que se quiere analizar antes como funciona la iniciativa este verano.
Rosa Saguès, miembro de Udols, que ha estado presente en las diferentes reuniones para abordar este tema, admite que la itinerancia “es una de les opciones que el Ayuntamiento està estudiando, pero prefieren esperar un año más para ver como va este año”. La representante de esta asociación que trabaja `para el bienestar del perro urbano no cree que los vecinos contrarios a la playa de Llevant incrementen las protestas como medida de presión. “No me atrevería a decir que se vayan a mobilizar más, pero su actitud es recalcitrante porque no quieren perros en la playa e intentaran sacarlos, contentos no están, ya recogieron firmas para evitar la apertura”. Àngela Coll, portavoz de la Plataforma Espai Gos, presente también en las reuniones, minimiza el rechazo social: “Son los vecinos que viven en el bloque de delante de la playa y su oposición siempre se basa en la suciedad cuando las otras playas también lo están y no piden controles, es una excusa más que una realidad”.
Coll atribuye la propuesta de rotar la zona de baño para que no haya “una oposición frontal permanente en un determinado emplazamientro” mientras remarca que “nos da igual que sea itinerante, si sirve para que los opositores estén menos molestos, pues que se mueva”. El objetivo final para los animalistas es disponer en su totalidad una de las diez playas de la ciudad. “Lo que nos molesta es el poco espacio del que gozamos, ya dijimos que no queríamos un pipican, que los vallados no son la major opción, nuestra demanda es que se habilite una playa entera para repartir mejor el espacio porque si un 20% de barceloneses tiene perro no es justo que solo cedan un 0,2% de la costa”.
Las muestras de arena y agua recogidas en la playa de Llevant han recibido el visto bueno de la Agència de la Salut Pública de Barcelona y los usuarios de la playa la han puntuado con un 7,7 de media. Unos resultados que avalan la apuesta del Ayuntamiento para mantener este verano la zona habilitada para perros, a la que acudieron 13.241 ejemplares el curso pasado. La àrea delimitada se abrirá del 1 de junio al 25 de septiembre y no a finales de julio como el año anterior para ampliar a todo el verano el permiso. No será el único cambio porque las aportaciones de usuarios, vecinos y técnicos han permitido introducir mejoras al espacio.
Revisar el mobiliario urbano para adaptarlo a los perros, que haya informadores también en la zona de accesos, incorporar nuevos elementos de información sobre la calidad del agua y de la arena e incrementar la limpieza de los accessos seran otras de las novedades que se incorporarán este año. También se instalará una pasarela de madera hasta la playa con unas boyas para facilitar la entrada en el agua y habrá informadores ambientales y un veterinario durante toda la semana que llevarán a cabo el control de accessos porque solo se puede acceder a los perros con microchip. El aforo se mantiene limitado a cien perros en 1.250 metros cuadrados por razones de seguridad, una cifra baja que denota según Saguès la necesidad de ampliarla porque “hay colas con gente esperando pese al calor”. El Ayuntamiento también tiene que responder las alegaciones que ha presentado Espai Gos: “Hemos pedido que se tapen las papeleras, que haya dos puertas de acceso para que los perros no coincidan de cara y más metros de agua porque la zona de baño es muy reducida”.
Artículo de Xavi Tedó