Rescatados más de 400 animales de compañía de una red de comercio ilegal que conectaba España, Andorra y Países del Este de Europa

Operativo histórico de cuatro cuerpos policiales unidos contra el maltrato animal

Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Guardia Civil, la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra, han detenido a 13 personas y rescatado más de 400 animales en la primera operación conjunta de cuatro cuerpos policiales. Se trata de uno de los operativos más importantes hasta la fecha contra el maltrato animal, el intrusismo laboral, estafa, falsedad de documentos y blanqueo de capitales.

La operación ha logrado frenar la actividad delictiva de una red de comercio ilegal de animales de compañía que conectaba Madrid, Barcelona, Andorra y países del Este de Europa, lugar de origen de algunos de estos animales. El rescate de los animales ha sido posible en gran medida a la colaboración de los ayuntamientos afectados, de los Colegios de Veterinarios de Catalunya i Madrid, el Área de Protección Animal de la Comunidad de Madrid, de la Oficina de Protección de Animales de Barcelona, así como de diferentes asociaciones y protectoras.

La investigación se inició a finales del año 2020 a raíz de varias denuncias realizadas en la Oficina de Protección de los Animales del Ayuntamiento de Barcelona por presuntas irregularidades con las condiciones de los animales que se vendían en un establecimiento ubicado en el centro de la ciudad. Esto motivó la inspección administrativa de dicho establecimiento por parte de técnicos del Ayuntamiento de Barcelona y la Guardia Urbana, localizando 33 perros enfermos.

Maltrato animal sistemático y comercialización ilegal

En la investigación desarrollada evidenciaron maltrato animal y falta de cuidados en los animales, situación que estaba provocando la muerte de alguno de ellos. Además, sus cartillas sanitarias y pasaportes de viaje presentaban anomalías evidentes, lo que acreditaba un ejercicio sistemático de manipulación de su contenido.

Los agentes de la policía también constataron anomalías en su transporte, en el trato que se les proporcionaba en destino y en su comercialización, detectando la presunta comisión de los delitos de maltrato animal, usurpación de funciones, falsedad documental y estada.

Con el avance de la investigación, se comprobó que tanto Guardia Civil, como Policía Nacional estaban llevando a cabo búsquedas relacionadas directamente con estas prácticas ilegales. Fue a partir de ese momento cuando se creó, por primera vez, un equipo conjunto de investigación de los cuatro cuerpos policiales liderados por el Juzgado número 23 de Barcelona y la Fiscalía Provincial especializada en medio ambiente.

Transporte de animales en espacios reducidos y sin ventilación

Los agentes detectaron que la organización se valía de diferentes métodos para conseguir los animales. O bien mediante la importación intracomunitaria desde países de Europa del Este, o a través de la cría en centros ilegales administrados por los propios investigados, o bien con la compra ilegal de animales por redes sociales.

El transporte de los animales se realizaba normalmente por carretera, en vehículos con espacio reducido y deficiente ventilación y en trayectos largos de hasta 20 horas de desplazamiento. A esto hay que sumarle también la falta de luz y de cuidados higiénico-sanitarios, así como la ausencia de empapadores o serrín suficiente para absorber las necesidades fisiológicas de los animales.

Las deficientes condiciones, tanto en el transporte como en el manejo de los cachorros, propiciaban el desarrollo de enfermedades infectocontagiosas en alguno de los animales, lo que provocaba el contagio de éstas entre el resto de los animales transportados.

Establecimientos en pésimas condiciones higiénico-sanitarias

Posteriormente, las pésimas condiciones de los establecimientos de venta agravaban la situación produciendo el contagio del resto de animales que se encontraban en las tiendas. A causa de esto, los índices de morbilidad y mortalidad en estos establecimientos eran muy elevados.

Todos los animales disponibles se destinaban a la venta, independientemente de que estuvieran sanos, enfermos o incubando enfermedades infectocontagiosas. Esto provocaba, en muchas ocasiones, que al poco tiempo de la venta el animal manifestara o desarrollara la enfermedad.

Clínicas veterinarias involucradas en el maltrato animal

Según explica la Policía Nacional, existía, de forma integrada en la organización criminal, una veterinaria que facilitaba sus conocimientos y su firma para dar una imagen de fiabilidad suficiente con la que poder garantizar que los animales se vendían en buenas condiciones. Ésta asesoraba al resto de componentes de la organización sobre cómo ocultar o disimular registros y/u otros aspectos técnicos en los controles y/o inspecciones de las administraciones competentes.

Las clínicas que estaban bajo el control de los investigados, con la intencionalidad de engañar a los clientes y a las administraciones públicas, cometían de forma habitual y continuada infracciones relacionadas con la gestión de la documentación asociada a los animales. De esta forma, camuflaban el verdadero origen de las enfermedades y dolencias desarrolladas cuando los cachorros ya estaban bajo la custodia de los compradores.

Finalmente, el pasado 20 de setiembre los agentes explotaron la operación con la práctica de 12 entradas y registros y el arresto de 13 personas. Asimismo, se rescataron más de 400 animales, principalmente cachorros de perros y gatos de razas de alta cotización en el mercado actual.

Condenado por tres delitos de maltrato animal tras alentar a sus perros a matar a los gatos de una colonia felina de Barcelona

El Juzgado de lo Penal número 1 de Barcelona ha dictado sentencia contra el propietario de varios perros como autor de tres delitos de maltrato animal previstos en la redacción anterior del artículo 337 del Código Penal. La persona condenada estaba acusada de la muerte de cuatro gatos de la colonia felina de l’Espigó de la Barceloneta (Barcelona), gestionada por la Associació Gats de l’Espigó.

La sentencia ha condenado al autor de tres delitos de maltrato animal a la pena de prisión de seis meses por cada delito, así como inhabilitación para ejercer la profesión, oficio o comercio que tenga alguna relación con animales, así como para su tenencia.

Además, el condenado tendrá que indemnizar al Ajuntament de Barcelona por los daños y perjuicios ocasionados, ya que se trataba de una colonia felina con subvención por parte de esta administración. También tendrá que indemnizar a la Associació Gats de l’Espigó por con la cuantía de 2.041€ por los daños morales ocasionados.

«Los Mossos querían impedir que pusiésemos la denuncia diciendo que se trataba de peleas entre animales»

En declaraciones para Animalados, la Associació Gats de l’Espigó ha celebrado la sentencia del Juzgado: “Llegar a juicio y que se reconozca judicial y públicamente el maltrato animal es un gran avance, sin duda. Basta recordar las dificultades que hemos tenido para interponer la denuncia en diciembre de 2019 cuando los Mossos nos querían impedir poner la denuncia diciendo que se trataba de peleas entre animales y que lo sucedido no era denunciable”.

Sin embargo, desde la asociación se sienten defraudados tras ver que en juicio “los problemas de salud, la situación financiera y la edad del acusado tomaron importancia. Nos dio la sensación de que, en los casos de maltrato animal, el humano está por encima de los animales, quitando importancia a los hechos y sus conciencias”, explican.

El condenado incitó a sus perros para que atacaran a los gatos de la colonia

Los hechos tuvieron lugar el 15 de diciembre de 2019, cuando la persona ahora condenada se encontraba en compañía de sus cinco perros sin atar y sin bozal en el espigón situado en la playa de San Sebastián, en la Barceloneta. Sobre la una de la mañana, esta persona alentó a sus perros para que atacaran a los gatos que se encontraban en esa zona, todos ellos pertenecientes a la colonia felina de l’Espigó de la Barceloneta. Como consecuencia de las órdenes de su amo, los canes atacaron y cazaron a los gatos, provocando la muerte de uno de ellos.

Durante los días posteriores, sobre la misma hora y en la misma zona, la persona condenada, de nuevo acompañada de sus cinco perros sin atar y sin bozal, volvió a repetir los mismos hechos, provocando que sus perros atacaran y cazaran de nuevo a los gatos de la colonia y causando la muerte de dos felinos más.

Finalmente, los voluntarios de la Associació Gats de l’Espigó de la Barceloneta localizaron un total de cuatro cadáveres de gato, todos ellos presentaban en sus cuerpos diferentes mordeduras de perro. Sin embargo, el condenado, en el acto del juicio, tan solo reconoció los hechos respecto a la muerte de tres de los gatos.

“Nosotros en el momento de los hechos nos vimos desorientados y en estado de shock. Hasta el día de hoy evitamos pasar por el Espigón de la Barceloneta porque nos invaden tristes imágenes de gatos perseguidos y destrozados en la playa y en las rocas por culpa de una manada de perros furiosos”, confiesan desde la Associació Gats de l’Espigó de la Barceloneta.

Una sentencia muy relevante en el ámbito de la defensa de los animales

Tras la denuncia por parte de la Associació Gats de l’Espigó de la Barceloneta en 2019 y tras tener conocimiento de los hechos, en febrero de 2020, Cristina Bécares, abogada y mediadora experta en derecho animal, se personó como acusación particular en los Juzgados de Barcelona. Tras llevar a cabo la instrucción del procedimiento, en septiembre de 2021 presentaron escrito de acusación.

Como acusación particular, Cristina Bécares, solicitó una condena por cuatro delitos de maltrato animal, con resultado de muerte y solicitando por cada uno un total de 18 meses de prisión, inhabilitación especial de cuatro años y responsabilidad civil por daños morales. Finalmente, la sentencia ha condenado al responsable como autor de tres delitos de maltrato animal.

“Se trata de una sentencia muy importante en el ámbito de la defensa de los animales, ya que habitualmente la muerte de más de un animal se condena como un delito continuado. Sin embargo, en este caso se ha conseguido individualizar la condena por cada uno de los gatos. Son pocas las resoluciones judiciales en este sentido, motivo por el que, desde la asociación, se destaca la importancia de esta situación”, comentan desde la acusación particular dirigida por la abogada especializada en Derecho Animal, Cristina Bécares.

Muere Pedro en el Zoo de Barcelona, el rinoceronte blanco más longevo de Europa

Pedro, que llegó al Zoo de Barcelona hace 20 años, ha fallecido por problemas de salud relacionados con su avanzada edad.

Noticia triste para el mundo animal. El Zoo de Barcelona ha anunciado la muerte de uno de sus habitantes más queridos, el rinoceronte Pedro, uno de los ejemplares más longevos de esta especie en el mundo. Hace unos días, y debido a su avanzada edad, Pedro había iniciado un proceso de debilitación que ha ido evolucionando hacia un estado cada vez más delicado que no se ha podido revertir a pesar de la atención de los especialistas del Zoo.

La edad exacta que tenía el rinoceronte Pedro no se conoce, pero con los registros aduaneros existentes se estima que podría tener entre 53 y 54 años. Teniendo en cuenta que la esperanza máxima de vida de la especie es de entre 40-50 años, era el rinoceronte más viejo de Europa y uno de los 4 más longevos de los cerca de 800 que existen en todo el mundo, según los registros existentes.

Refugiado en Barcelona después de unos inicios muy complicados

Pedro llegó al Zoo de Barcelona el 2 de diciembre del año 2003, proveniente de otra instalación zoológica a propuesta de la Administración responsable de encontrarle un nuevo hogar que garantizara el cuidado y bienestar del animal.

Según los datos disponibles compartidos por el Ayuntamiento de Barcelona, Pedro en 1972 había sido importado desde Sudáfrica y trasladado al Estado español en un contexto social muy diferente al actual en el que el movimiento de animales no estaba tan regulado por la legislación internacional como hoy.

En el Zoo de Barcelona, encontró refugio y condiciones de vida adecuadas para su especie. Era un animal tranquilo y sociable, de talante positivo y siempre dispuesto a interaccionar con sus cuidadores y cuidadoras. Dada su avanzada edad, en los últimos años había recibido atención geriátrica especializada para minimizar, entre otras dolencias, los problemas articulares que sufría.

“Ha muerto un animal muy querido por todos nosotros, un ejemplar que ha recibido en estos años el máximo cuidado por parte del equipo técnico del Zoo, que le ha procurado los cuidados necesarios. Pedro representa uno de los propósitos más significativos del Zoo de Barcelona a día de hoy, sede refugio y garante del bienestar de animales que requieren de una protección especial, ya sea porque son de una especie amenazada en su hábitat natural o porque tienen necesidades especiales fruto de su propia historia”, ha declarado Antoni Alarcon, director del Zoo de Barcelona.

El Zoo de Barcelona, referente mundial en cuidados geriátricos de animales grandes

El Zoo ha acogido a lo largo de los años a diferentes animales de edad muy avanzada, como el rinoceronte Pedro y las elefantes Susi, Yoyo y Bully, con necesidades físicas y emocionales específicas. Esto le ha convertido en un centro líder en cuidados geriátricos, una especialización que se ha hecho de la mano del Centro de Educación en Bienestar de Animales de Zoológico de la Universidad Autónoma de Barcelona (ZAWEC) y ha permitido situar el Zoo de Barcelona como referente internacional en el cuidado y bienestar de estos animales.

Hoy, el Zoo de Barcelona, siguiendo su nuevo modelo, centra su trabajo en especies que requieren una protección especial por su estado de conservación en la naturaleza. También es un centro comprometido con el bienestar animal y, por tanto, se pone siempre a disposición de las autoridades para acoger animales que necesitan un nuevo hogar donde vivir en condiciones adecuadas para su especie.

Denuncian al Ayuntamiento de Barcelona por el abandono que sufren sus perros policía

En los últimos años han muerto varios perros de la Unidad Canina debido a torsiones de estómago o derivados. El CSIF exige al Ayuntamiento de Barcelona medidas urgentes que garanticen la salud, la higiene y el bienestar de estos animales.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el sindicato más importante de las administraciones públicas, ha denunciado ante Inspección de Trabajo y ante la Consejería de Medio Ambiente, al Ayuntamiento de Barcelona por el abandono en que se tiene a los perros adscritos a la Sección Canina de la Unidad de Refuerzo, Emergencias y Proximidad (UREP). La parte denunciante acusa al consistorio de la presunta comisión de infracciones graves y/o muy graves a la Ley de Bienestar Animal.

Actualmente, la Unidad Canina se compone de un total de nueve perros policiales que realizan todo tipo de funciones encomendadas para los servicios de seguridad y están en continuo adiestramiento para el perfeccionamiento de sus habilidades.

Entre las infracciones que afectan a la salud de los perros, la CSIF asegura que éstos pasan solos largos periodos de tiempo encerrados en las jaulas y en sus transportines sin ninguna supervisión. Cunado los agentes salen a la vía pública a realizar otros servicios diarios, los perros se quedan encerrados, además de todas las noches de 21:30h a 06:30h y los fines de semana.

Como consecuencia de esta dejadez, según el sindicato de las administraciones públicas, en los últimos tres años han fallecido varios canes por la noche debido a torsiones de estómago o derivados, algo que se podría haber evitado si alguien hubiera estado allí y lo hubiera detectado a tiempo.

Limpieza y cuidado a cargo de los propios agentes de la policía

Los perros tras pasar toda la noche en sus jaulas dejan excrementos y orines que hay que limpiar diariamente. Además, hay que recoger cada día todas las heces que realizan en el patio donde salen cada día a correr y así poder hacer sus necesidades mientras no tengan servicio en el exterior. También hay que limpiar los transportines diariamente, ya que se ensucian con asiduidad, los vehículos operativos, el interior del habitáculo para pasajeros como todas las caneras traseras donde los perros viajan a diario.

En la actualidad, los propios agentes de la Unidad Canina son los que se encargan de estas tareas de limpieza, aunque no les corresponda esta labor. Esta función debería realizarla una empresa profesional que se encargara de las tareas de desinfección e higiénico-sanitarias diarias en los diferentes turnos, tal y como se hace, por ejemplo, en el cuerpo de los Mossos d’Esquadra.

Sobre el vínculo emocional y laboral con los perros de la unidad, se da la situación de convivencia y pernoctación de seis canes con sus personas-guía de la Sección Canina. Este vínculo no es de obligado cumplimiento, pero es obvio que un perro que conviva con su guía será mucho más apto para la labor policial que realiza.

Además, cuando una persona-guía convive con un perro garantiza mucho más la salud e higiene del animal durante las 24 horas del día. El problema es que la convivencia con el can conlleva unos gastos para los cuidadores que han de soportar ellos mismos. Por otro lado, el Consistorio tampoco facilita la asistencia al veterinario, ya que los perros tienen asignado un centro a 60 Km de distancia.

«El Ayuntamiento de Barcelona no muestra interés en el bienestar de los perros policía»

Desde CSIF declaran que “la reciente Ley de Bienestar Animal pretende dar más protección y garantizar la salud de los perros y es aquí cuando la propia Administración pública, en este caso el Ayuntamiento de Barcelona, no muestra interés en el bienestar de estos animales que de manera inherente son también servidores públicos para el colectivo policial. Estos animales desarrollan un fuerte vínculo emocional con su guía-canino y éstos siempre ponen un esfuerzo extra para minimizar estos periodos largos de tiempo, o de abandono, a los cuales se ven expuestos por la omisión del Ayuntamiento a la hora de buscar soluciones y gestionar la situación con la seriedad y rigor que requiere”.

La jueza paraliza las obras de la nueva perrera de Barcelona

La asociación DEPANA pidió medidas cautelares para detener las obras de la nueva perrera en Montcada i Reixac y evitar así daños irreparables en el espacio natural protegido del Parque de Collserola.

El inicio de las obras de la nueva perrera de Barcelona tendrá que esperar. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 11 de Barcelona ha aceptado las medidas cautelares solicitadas por la asociación animalista y ecologista DEPANA para impedir la construcción del nuevo Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona (CAACB) en un espacio natural protegido como es el del Parque Natural de Collserola.

El Juzgado ha dictado las medidas cautelares amparándose en el principio de precaución, establecido en el artículo 191 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), dado que la ejecución de las obras en el emplazamiento previsto causará daños de difícil reparación en esta zona del Parque Natural de la Sierra de Collserola. La jueza se ha pronunciado a favor de la relevancia del interés público por el medio ambiente con prevalencia sobre otros intereses.

En declaraciones para Animalados, Marta Gumà, de DEPANA, ha celebrado la decisión de la jueza de detener las obras de la nueva perrera: «Estamos muy satisfechos con esta resolución. Nuestra prioridad siempre ha sido preservar el espacio natural del Parque Natural de la Sierra de Collserola y evitar que la nueva protectora de Barcelona estropee parte del patrimonio natural de la ciudad».

Desde DEPANA consideran que existen tres claros responsables de querer construir, de forma desacertada, la perrera municipal en un espacio natural protegido. «En primer lugar, la Generalitat de Catalunya, porque a nivel de urbanismo ha autorizado esta obra pese a tener un informe desfavorable del Consejo de Protección de la Naturaleza. En segundo lugar, el Ayuntamiento de Barcelona que es el promotor de éste proyecto. Y, en tercer lugar, el Ayuntamiento de Montcada i Reixac que es el ejecutor», detalla Gumà.

Según ha indicado el Ayuntamiento de Barcelona a Animalados, actualmente están estudiando la resolución de la jueza y probablemente la recurrirán. El consistorio recuerda que esta resolución es una suspensión cautelar y que, por tanto, no hay ninguna sentencia que cuestione la ubicación del nuevo CAACB. De hecho, consideran que el proyecto «cumple todos los requisitos legales, puesto que recibió el informe favorable del Departamento de Territorio y el Plan Especial, que fue aprobado por la comisión territorial de urbanismo de la Generalitat».

El ayuntamiento asegura que seguirán trabajando para hacer posible la construcción del nuevo CAACB, una acción «absolutamente imprescindible porque el actual centro ha quedado pequeño para las necesidades actuales de los animales». El consistorio detalla que la nueva perrera «se hace en una parcela calificada históricamente de equipamiento». La Modificación del Plan General Metropolitano aprobado en 2017 «convirtió 6 hectáreas de estos terrenos en equipamiento para construir el CAACB y 13,9 hectáreas pasaron a ser calificadas de forestal, aumentando así la masa arbórea del Parque de Collserola» .

Una nueva perrera de Barcelona, una necesidad innegociable

Tras más de diez años de dudas y trámites, el Ayuntamiento de Barcelona anunció el pasado 19 de septiembre que la Comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda había aprobado de forma definitiva el proyecto del nuevo CAACB, que se construiría a partir del mes de noviembre en el Parque Natural de Collserola, en una zona perteneciente al municipio de Montcada i Reixac.

Esta iniciativa del Ayuntamiento, que proviene del gobierno convergente de Xavier Trias y más concretamente del concejal Jordi Martí, respondía a la necesidad urgente de sustituir las instalaciones del vigente CAACB, ubicado en la carretera de la Arrabassada y que ya hace muchos años que quedó obsoleto. El edificio de la actual perrera de Barcelona es una construcción de 1972 con muchas limitaciones que no garantiza el bienestar de los animales. Por tanto, todas las partes interesadas en la protección y defensa de los animales celebraron la decisión del consistorio de cambiar la ubicación del centro de acogida.

En este sentido, DEPANA siempre ha insistido en la necesidad urgente de la creación de un centro de acogida de animales abandonados de máxima calidad, pero no en un espacio natural protegido legalmente. De hecho, en 2020 la entidad ecologista y animalista ya propuso la alternativa de construirlo en Montjuïc, en el antiguo aparcamiento del parque de atracciones. El consistorio barcelonés ignoró por completo esta propuesta.

Finalmente, el Ayuntamiento de Barcelona decidió trasladar la perrera al municipio de Montcada i Reixac, concretamente en una finca que se conoce con el nombre de Torre de Doña Juana y que está situada dentro del Parque Natural de la Sierra de Collserola, una nueva ubicación que no fue la mejor solución y que desde un principio no gustó a buena parte del sector ecologista y animalista.

El Consejo de Protección de la Naturaleza hizo un informe desfavorable de la construcción de la perrera en el Parque Natural de Collserola

En el año 2019 el Consejo de Protección de la Naturaleza, el máximo órgano consultivo en materia de naturaleza en Cataluña, redactó un informe desfavorable sobre la iniciativa de trasladar la perrera de Barcelona al Parque Natural de Collserola para “la utilización de los espacios naturales como reserva de suelo para la ubicación de determinados equipamientos, que tiene como consecuencia la reducción de la superficie protegida”.

Este informe también advertía que “la declaración de parque natural y su inclusión de este emplazamiento en el parque, comporta que las actuaciones que se realicen deban estar en consonancia con los objetivos de gestión y protección del parque natural” y, evidentemente, nada tiene que ver una perrera municipal con la conservación de este espacio.

En este sentido, DEPANA recalca que las actuaciones que se realicen en los parques deben estar en consonancia con los objetivos de gestión y protección, lo que el proyecto del nuevo CAAC incumple. «No hay nada que justifique ubicar un equipamiento de estas características dentro de un entorno especialmente protegido», afirma el entidad de defensa animal.

A pesar de la publicación de este informe desfavorable, el Ayuntamiento siguió adelante con el proyecto. Fue entonces cuando la asociación de defensa animal DEPANA decidió impugnar la construcción del nuevo CAACB y solicitó medidas judiciales cautelares para evitar las obras y preservar el espacio natural de Collserola y el patrimonio natural de la ciudad de Barcelona. El grupo ecologista, que está a favor de buscar un nuevo espacio para la perrera que mejore las condiciones de los animales, rechaza absolutamente que la nueva ubicación sea dentro del Parque Natural de la Sierra de Collserola, un espacio natural del municipio de Montcada i Reixac.

«El Parque Natural de Collserola cuenta con un valor medioambiental y paisajístico que debe ser preservado»

Tal y como explican desde DEPANA, el Parque Natural de la Sierra de Collserola forma parte de la Red Natura 2000, es un espacio de interés natural (PEIN), es una Zona de especial protección de las aves (ZEPA) y un sitio de interés comunitario (LIC). Por tanto, cuenta con un valor medioambiental y paisajístico que debe ser preservado.

La entidad animalista recuerda que, en su día, ya denunció en el Consejo Municipal de Convivencia, Defensa y Protección de los Animales, presidido por la teniente de alcaldía Laia Bonet, que la nueva ubicación del CAACB supondría un impacto determinante sobre los valores del Parque Natural de Collserola y sobre la conectividad y permeabilidad ecológica. DEPANA también mantuvo reuniones con la exalcaldesa Ada Colau y la teniente de alcaldía Janet Sanz, pero las explicaciones y argumentos presentados por la asociación de defensa animal no tuvieron resultados aparentes por parte de las administraciones competentes. Finalmente, el juez sí que ha atendido las peticiones de DEPANA y ha decidido detener las obras.

Adrià Jariego- Animalados