El Ayuntamiento de Terrassa rehabilita ocho de los nueve pipicanes tras recibir amenazas de envenenamiento

El Ayuntamiento de Terrassa ha rehabilitado ocho de los nueve pipicanes de la ciudad tras recibir amenazas anónimas con el envenenamiento de las áreas caninas con sulfato de estricnina. La investigación policial, por el momento, no ha encontrado ningún resto de veneno en la zona, ni tiene ningún dato de la identidad de la persona responsable del escrito.

El pasado martes 11 de junio, el Ayuntamiento de Terrassa cerró temporalmente los pipicanes de la ciudad por la aparición de una nota anónima en la que se amenazaba con envenenar a los perros. El escrito, encontrado en el área canina de la Avenida Béjar, exponía lo siguiente:

“He rociado diversas partes del pipi-can con sulfato de estricnina. A partir de ahora recomiendo a los propietarios de los perros que no los paseen por aquí dentro. Para quien no sepa que es la estricnina, enseguida lo averiguará si su perro la ingiere. Es cuestión de unos 15 minutos. Suerte. Nota: repetiré la acción varias veces a lo largo de este año”.

Las personas que acudieron al pipicán con sus perros el pasado martes encontraron la nota y alertaron al consistorio de las amenazas expuestas en la hoja de papel. El Ayuntamiento, para evitar cualquier tragedia, envió a la policía municipal el mismo martes para precintar todas las puertas de las áreas de recreo para perros de Terrassa.

Durante la investigación policial no se ha detectado la presencia de sulfato de estricnina ni de ningún otro elemento tóxico en ninguno de los nueve pipicans de Terrassa. Por otro lado, el Ayuntamiento todavía no tiene ninguna pista de quién puede ser la persona responsable del escrito y de las amenazas.

Ante la falta de pruebas, el consistorio abrió al uso en la mañana de ayer ocho de los nueves pipicanes, dejando inhabilitado por el momento el espacio canino en el que se encontró la nota con las amenazas. Según informa el Ayuntamiento de Terrassa, «los expertos en toxicología han detallado que el sulfato de estricnina es una sustancia con una permanencia considerable», motivo por el cual el espacio para perros de la Avenida Béjar no se volverá abrir hasta que no se descarte al cien por cien la posibilidad de intoxicación.

Denuncian a un vecino de Santiago por abusar sexualmente de una bóxer

Un vecino del barrio de As Cancelas, en Santiago de Compostela, está siendo investigado por cometer abusos sexuales sobre una perra de raza bóxer. El denunciante ha confesado que el animal padecía infecciones vaginales de manera reiterada, pero no ha sido hasta ahora que han determinado el más que posible origen de la enfermedad.

Según ha informado la Voz de Galicia, la Policía Nacional de Santiago está trabajando en la investigación de un caso de maltrato animal que han calificado como “vomitivo”. La denuncia la ha presentado un vecino de Santiago que asegura que su perra ha sido violada en reiteradas ocasiones causándole así gravísimas infecciones vaginales.

El afectado ha explicado que ante las graves infecciones de vagina, el animal recibió una exhaustiva investigación médica con la que se llegó a la conclusión de que se estaba abusando sexualmente de la bóxer. Según consta en la denuncia presentada ante la comisaría, el maltrato se produjo por: “introducir la mano en la vagina de la perra de manera reiterada”, aunque la investigación no descarta la posibilidad de que también se pudiese haber introducido alguna otra cosa.

El propio medio gallego detalla que el dueño de la perra ha entregado a la Policía Nacional de Santiago, además del informe del veterinario, un CD con imágenes que demuestran la culpabilidad de los hechos de un vecino suyo. El denunciante podría haber grabado alguna de las escenas abusivas que habrían ocurrido entre el 1 de julio de 2018 y el 28 de marzo de 2019.

Hay que recordar que el Código Penal español condena el maltrato animal básico con penas de cárcel de entre tres meses y un año para aquellas personas que: “por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud o sometiéndole a explotación sexual”.

La Fundación Franz Weber y la Asociación Animalista Libera han señalado que actualmente: “no existe ninguna persona sin antecedentes penales que esté en prisión por casos de zoofilia”, motivo por el cual los grupos animalistas reclaman un “endurecimiento de la normativa” para “evitar la repetición de episodios de explotación sexual animal”.

El bienestar animal, el gran olvidado en las multas interpuestas por la Guardia Urbana en 2018

En 2018 la Guardia Urbana interpuso un total de 2.367 sanciones en Barcelona por incumplir leyes relacionadas con la ordenanza de los animales de compañía. 1.253 de estas multas forman parte de obligaciones, censo de identificación, registro y licencias, mientras que las 1.021 restantes fueron causadas por la incorrecta actitud y las malas prácticas del propietario del animal.

Lo más destacable del total de las multas interpuestas en 2018 es la ausencia de sanciones que defiendan los derechos de los animales (castigo por el uso de collares de pinchos o estrangulación, penalización por el abandono del perro en el hogar durante más de 6 horas…), así como el gran volumen de multas vinculadas a la tenencia irresponsable de los perros de raza potencialmente peligrosa.

El 26 de abril de 2002 se aprobó por unanimidad la política de tenencia responsable de animales de compañía de la ciudad por parte del Consejo Plenario del Ayuntamiento de Barcelona. En este pleno se establecieron las normas y prohibiciones que los propietarios tenían que cumplir para garantizar la doble responsabilidad (con los animales y la sociedad) que conlleva la tenencia responsable. Una ordenanza que pretende defender los derechos de los animales y que han quedado en el olvido de las sanciones interpuestas por la Guardia Urbana en 2018.

Las normas y responsabilidades de los propietarios que no se han sancionado a lo largo de 2018 son las siguientes: es obligatorio alimentar al animal de compañía adecuadamente, no está permitido el uso de collares de castigo, fuerza y/o estrangulación, hay que proporcionar ejercicio diario al animal, es necesario evitar que los animales estén solos más de 5 o 6 horas seguidas en casa, no se pueden maltratar a los animales ni abandonarlos y hay que llevarlos al veterinario como mínimo una vez al año y siempre que lo necesiten. Por tanto, todas estas normas que defienden los derechos de los animales han quedado en el olvido de las sanciones interpuestas durante el pasado año.

Los 2.367 castigos registrados en el año 2018 por incumplimiento de la ordenanza de tenencia responsable del animal son una cantidad algo inferior a las 2.463 sanciones registradas en el 2017. Es la primera vez que el número de multas disminuye desde el año 2015. Tal y como ha sucedido en los últimos cinco años, la mayor parte de las infracciones están relacionadas con las malas prácticas de los propietarios con los perros de raza potencialmente peligrosa.

No tener al animal de compañía censado, una de las multas más frecuentes

Los datos oficiales del Ayuntamiento de Barcelona recogen que 1.253 de las multas interpuestas por la Guardia Urbana en 2018 están relacionadas con la temática de obligaciones, censo de identificación, registro y licencias. Dentro de este apartado, las multas que más se han repetido han sido causadas por la tenencia de un animal de compañía no censado (335). También destaca, un año más, la cantidad de infracciones relacionadas con los perros de raza potencialmente peligrosa. Hasta 237 multas se han producido por la tenencia de un PPP sin disponer de la licencia. Además, 199 sanciones han sido dispuestas por no contratar el seguro de responsabilidad civil exigible a los propietarios de los perros de estas razas.

Con unas cifras algo menores encontramos las sanciones puestas por tener a un animal de compañía sin identificar mediante microchip (179) y los castigos establecidos por la existencia de perros potencialmente peligrosos no censados (114).

Gran porcentaje de las multas dirigidas a los propietarios de los perros de raza potencialmente peligrosa

Por otro lado, la incorrecta actitud y las malas prácticas de los propietarios de los animales ha tenido como consecuencia un total de 1.021 multas según informan los datos oficiales del Ayuntamiento de Barcelona. Tal y como sucede con las infracciones de temática de licencia e identificación, los perros de raza potencialmente peligrosa vuelven a ser los protagonistas de estas infracciones. Hasta 467 penalizaciones fueron por tener un PPP en un lugar publicó sin bozal. 119 sanciones se produjeron por tener al PPP en un lugar público sin estar sujeto a una correa. Tener a los animales de compañía en la calle y los espacios públicos sin estar atados por medio de un collar y una correa o cadena ha conllevado un total de 143 multas. La presencia de perros en los parques o jardines de uso infantil ha tenido un total de 92 castigos.

El resto de multas han estado relacionadas con la mala práctica del propietario con las deposiciones de los animales. 59 multas se han producido por no recoger o limpiar los excrementos de los animales en la vía pública, mientras que 10 sanciones se han producido por permitir a los animales defecar en los portales de los edificios.

Los vecinos de Les Corts reclaman un área de recreo digna para los perros de Can Bacardí

Los usuarios del área de recreo para perros de Can Bacardí llevan desde el pasado mes de octubre exigiendo al Ayuntamiento de Les Corts la mejora de este espacio canino. Un espacio muy deteriorado y en unas condiciones lamentables que suponen un claro peligro para los animales y las personas.

Los vecinos del parque crearon la Plataforma de Gossos Bacardí para impulsar concentraciones y actos en los que ponían en conocimiento del distrito las graves deficiencias de las áreas de recreo para perros de Barcelona, y en particular, de la ubicada en el barrio de Les Corts.

El área de recreo Can Bacardí cuenta con sólo 700 m2, una superficie insuficiente en relación al número de usuarios y animales que acuden diariamente al espacio. Según asegura la Plataforma de Gossos Bacardí, el diseño, la construcción, el mantenimiento y la remodelación de la zona se ha producido sin tener en cuenta las indicaciones de un profesional de la educación canina. Por tanto, se trata de un lugar que no cubre las necesidades básicas de los perros y que además supone un peligro para los usuarios.

Entre los principales problemas de la construcción y el mantenimiento del área, la Plataforma de usuarios de Les Corts describe: agujeros de tamaño considerable en la arena, vallas con una altura insuficiente, juegos de agilidad peligrosos para los animales por su material, la rampa de la entrada tiene mucha pendiente y es resbaladiza, existe falta de espacio para la convivencia y la socialización de los peludos, la arena está en mal estado y provoca heridas en los cojinetes de las patas de los perros… entre otros problemas que afectan de manera directa al bienestar de los animales y de las personas.

El pasado 8 de mayo de 2018, el consejero de Esquerra Republicana de Catalunya expuso en el pleno del Ayuntamiento del distrito toda la problemática correspondiente al área de recreo para perros de Can Bacardí, consiguiendo así la reforma del pipicán en dos partes en el tiempo.

Tras llegar a este acuerdo existe una ley del silencio y desaparición por parte del Ayuntamiento en cuanto a las mejoras del área de recreo para perros de Les Corts.  El 9 de octubre de 2018 se pregunta sobre las reformas del espacio canino en el pleno celebrado en el Ayuntamiento y no existe una respuesta clara sobre la fecha y la reforma del espacio.

Con el paso de los meses los usuarios de Can Bacardí han visto como no se ha producido ningún movimiento con respecto a las mejoras prometidas por el consistorio, mientras los vecinos de Les Corts ven como en otros distritos de Barcelona, como en el Parque de la Guineueta, se ha actuado de oficio para reparar los errores en la construcción del área canina. El distrito puso de plazo máximo para las mejoras abril de 2019, ahora parece que se alargará al mes de agosto, pero desde la plataforma ciudadana se está luchando para que se produzcan lo antes posible.

A pesar de la falta de trasparencia y atención, la Plataforma de Gossos Bacardí no se va a rendir ante esta situación y seguirán con las reivindicaciones que hagan falta. Por ahora a través de change.org han organizado una recogida de firmas para conseguir la necesaria mejora de los espacios caninos de Barcelona, y en concreto, el de Can Bacardí.

El control de la fertilidad, una solución para la superpoblación de jabalíes

La superpoblación de los jabalíes en Cataluña sigue siendo un tema de discrepancias entre el Govern y el sector animalista. Para solucionar el problema, el Departamento de Agricultura puso en marcha el pasado mes de abril un polémico plan para controlar el amplio volumen de animales de esta especie: pagar cincuenta euros a los cazadores por cada jabalí abatido. En cambio, las entidades de defensa animal proponen el control de la fertilidad como vía más cívica para acabar con este conflicto.

La población de jabalíes sigue aumentando en muchas poblaciones de Cataluña. Lo que tradicionalmente era un animal de bosque escondido e introvertido, actualmente es una especie vista con facilidad en zonas urbanas y en espacios de campo de muchas poblaciones del territorio catalán.

El principal problema de la superpoblación de esta especie de animal son las consecuencias negativas que traen para las personas. Los accidentes de tráfico por colisión con jabalí cada vez son más frecuentes y son muchas las personas que temen coger su coche por miedo a una posible colisión. Según informa La Vanguardia, en Cataluña se registra una media de 6-7 accidentes de jabalíes cada día, siendo las comarcas de Ponent donde el número de percances más se han multiplicado, con 499 accidentes registrados en el año 2017.

Otro de los problemas que causan los jabalíes para el ser humano es su presencia en campos y cultivos. Estos animales han destrozado cosechas enteras y han comprometido la vida económica de muchas personas que se dedican a la agricultura. Los daños en cultivos de maíz y vid han sido uno de los más destacados.

Los expertos achacan el crecimiento de ejemplares de jabalíes a diferentes factores. Una de las causas de la sobrepoblación es la desaparición de los lobos y otros depredadores en las zonas rurales. También la suavización del clima ha provocado que el animal pueda vivir muchos más años y en mejores condiciones. Por último, el crecimiento de las zonas de bosque causado por la pérdida de muchos pueblos pequeños han hecho que los Sus scrofa hayan expandido sus zonas de convivencia.

Ante esta situación, el Govern de Cataluña está buscando medidas que acaben con la superpoblación de jabalíes. Por ello, el Departamento de Agricultura puso en abril una polémica medida en la que pagaba 50 euros a los cazadores por cada animal abatido. Esta solución fue una prueba piloto de la Generalitat que se estableció en cuatro comarcas de Girona: Alt Empordà, Garrotxa, Pla de l’Estany y Gironès.

La medida del Govern no fue ni mucho menos del agrado de muchas entidades animalistas, entre ellas PACMA, que declaró que: “en ningún caso se puede poner solución y controlar la población a tiros de cazador, como país civilizado se requiere un trato digno a los animales”. Para los grupos de defensa animal la solución pasa por elaborar un plan que controle la reproducción del animal con medidas como sancionar a las personas que alimenten a los jabalíes, dar protagonismo a depredadores naturales o crear alternativas para la fecundidad de esta especie.

Control de la fertilidad de los jabalíes: una buena solución

Desde el año 2017, los municipios de Terrassa, Sant Cugat del Vallès, Matadepera y Vacarisses trabajan con un programa piloto en colaboración con investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona para esterilizar la población de estos animales en zonas cercanas a los núcleos urbanos mediante una vacuna inmunecontraceptiva.

Hemos hablado con Manel López Béjar, doctor en veterinaria por la UAB y uno de los responsables de esta prueba piloto que pondrá su fin en el año 2020. El investigador nos ha contado que el experimento consiste en “Inyectar a unos cien ejemplares de jabalí una vacuna que genera anticuerpos contra las hormonas encargadas de la función reproductora”. Un método que según los responsables no supone ningún riesgo sobre la salud del animal.

Manel López nos ha explicado que: “La vacuna inmunecontraceptiva es un método válido pero no definitivo para el fin de la superpoblación. Esta tiene que ir acompañada por medidas que eviten la presencia de los animales en las zonas cercanas a los núcleos urbanos, evitando proporcionar alimentos a los jabalíes o protegiendo las posibles zonas urbanas amenazadas”.

De momento se sabe que la vacuna tiene un efecto real sobre la reproducción de los Sus scrofa, algo que ya había sucedido con este mismo método en los EEUU con la presencia de ciervos de cola blanca cerca del ámbito urbano. Ahora bien, de aquí al fin de esta prueba piloto se quiere conocer con exactitud cuánto dura el efecto de la vacuna, actualmente estiman que puede ser de dos, tres o hasta cinco años.

Lo que si se conoce con exactitud es que en las cuatro poblaciones en las que se han utilizado las vacunas inmunecontraceptivas, el número de accidentes de tráfico y los destrozos de los campos se han reducido. Por tanto, tal y como defienden las entidades animalistas, no hace falta recurrir a la caza para solucionar el problema de la superpoblación de los jabalíes, existen métodos más civilizados.