El Zoo XXI, el reto animalista que deberá asumir Colau
Diferentes candidatos se comprometieron en campaña electoral a transformar el actual parque de la ciudad en un nuevo espacio que sustituya a los animales encerrados por la realidad virtual
La agenda animalista de Barcelona no tiene fin: la nueva alcaldesa se ha encontrado sobre la mesa diferentes proyectos y deberá decidir si los implusa, los modifica o los cancela directamente. La polémica ordenanza de tenencia de animales que deja el concejal de CiU que hasta ahora se ocupaba de las polítticas animalistas, Jordi Martí, profundizaba mucho en el esfuerzo por el bienestar animal pero la prohibición de llevar el perro desatado por la ciudad -que entra en vigor en la primavera de 2016- provocó mucha polémica entre los dueños de los perros y, seguramente, coninuarà levantando polvareda. Los dueños de los perros de diferentes barrios se oponen a la prohibición y se están organizando para reclamar más zonas de recreo.
El traslado de la perrera de Barcelona, que actualmente está en el Tibidabo e irá a la zona de Collserola que pertenece a Moncada i Reixac, también es uno de los temas que tendrá que encontrar respuesta. Per el gran reto del nuevo gobierno será la transformación del Zoo.
En campaña electoral, en una jornada organizada por Libera!, la Fundación Franz Weber y ZOOXXI, se consiguió que una amplia mayoría de candidatos a la alcaldía de Barcelona se mostraran a favor del proyecto de reconversión del Zoo de Barcelona hacia el modelo de ZOOXXI: Ada Colau (Barcelona En Común), Alfred Bosch (ERC), Ignasi Planas (MillorBCN), Jaume Collboni (PSC), María José Lecha (CUP-Capgirem Barcelona) y Xavier Trias (CiU). Sólo el PP y Ciudadanos quedaron al margen. Una de las personas que más entusiasmo demostró fue precisamente Ada Colau, que dijo: «Felicidades a LiberaONG por la propuesta de #ZOOXXI para reconvertir el zoo de BCN en un referente en defensa del bienestar animal y educativo para todos”. Pero las muestras de apoyo llegaron también a los demás partidos. La CUP incluso había incluido la transformación en su programa electoral.
Si el compromiso se mantiene, Barcelona puede convertirse en la primera ciudad del mundo en aplicar esta propuesta ética, científica, innovadora, educativa y empática con los animales.
Pero, ¿qué es el ZOOXXI? El proyecto ZOOXXI plantea «la reconversión del Zoo de Barcelona en un espacio más ético, más científico, más ciudadano, más autóctono, más educativo y más empático con los animales», según Libera !. Para lograrlo, «debemos hacer una fuerte apuesta por la realidad virtual y emplear la tecnología para suplir a los animales reales», pues los niños son nativos digitales y la simple contemplación de la Naturaleza «no les basta», ha explicado a Efeverde Leonardo Anselmi, director de la Fundación Franz Weber (FFW) en el sur de Europa e Iberoamérica.
«No tenemos que alejar la Naturaleza, pero tampoco es sano encerrarla», ha aseverado el experto, porque en los centros convencionales los visitantes sólo conocen una «sombra» del animal y no llega comprender cómo actúa en su hábitat, dijo Anselmi en declaraciones a la Agencia EFE.
En el caso de los elefantes, por ejemplo, se observa un «cuerpo de elefante que no se comporta como tal»: no se desplaza formando grandes manadas que recorren 40 kilómetros diarios, no practica sus ritos funerarios ni se pasa comiendo el 80 % del tiempo que está despierto como sucede en el mundo real.
El desarrollo de la propuesta del Programa Zoo XXI se facilitaría al público contenidos que muestren «su verdadera existencia» mediante la grabación del animal en espacios de protección habilitados en su lugar de origen.
Según este planteamiento, los zoos se transformarían en instituciones «amables» con los animales orientados a conservar las especies autóctonas, para cuidar a ejemplares heridos, enfermos o en peligro de extinción.
«En la Península Ibérica tenemos una gran cantidad de especies en vías de extinción y la mayoría no están dentro de nuestros zoos», ha apuntado Anselmi.
Además, la tecnología digital ayudaría en la educación, que actualmente omite explicar el individuo más allá de su especie; habría que informar sobre su «riquísima vida emocional» para sensibilizar al visitante y que sea consciente de que «es un individuo que merece ser respetado».
Otros de los principios incluidos en este programa de actuación son fomentar la inversión en planes de investigación científica dentro de estos centros, así como organizar un comité de representantes ciudadanos para garantizar su transparencia.
Para Anselmi, es fundamental promover estas «buenas prácticas» para acabar con el «paradigma imperialista» que rige el funcionamiento de los zoos, en los que encierran animales hasta que mueren «con tal de verlos 9 segundos», ya que según ha afirmado ese es el tiempo promedio que una persona pasa frente a la jaula de un animal del zoológico.
Más allá de algunas propuestas animalistas que defienden el cierre de los parques zoológicos, los firmantes del Proyecto Zoo XXI consideran que su clausura perjudicaría a los animales que albergan pues no hay suficientes reservas o santuarios para recolocarlos y sería un peligro liberarlos porque tras años de cautiverio han perdido sus instintos animales», ha concluido Anselmi.
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