¿Por qué los gatos amasan?

El motivo por el que los gatos amasan es uno de los misterios más adorables que existen. Se trata de uno de esos curiosos y exclusivos comportamientos de los felinos que despiertan mucho interés entre los seres humanos.

Amasar es un movimiento muy parecido a un masaje, en el que un gato se mueve y empuja con sus patas delanteras. Algunos felinos lo hacen con las uñas escondidas, pero otros, extienden sus peludas y afiladas garras cuando empujan y las esconden cuando van hacia atrás. Esta acción suelen hacerla sobre superficies suaves y flexibles como mantas, edredones, cojines, etc. También lo hacen sobre otros animales e incluso sobre el cuerpo de su humano de confianza.

El hábito de amasar es exclusivo de los gatos, es su señal de identidad como animales felinos. Se trata de una costumbre que comienza desde que son pequeños. Desde los primeros días de sus vidas, los gatos amasan el vientre de su madre en busca de su atención. Además, este suave masaje estimula el fluido de la leche en sus pezones.

Si tu compañero felino se te acerca de manera sigilosa cuando estás cómodo en el sofá, y se pone encima de tuyo a darte un masaje, has de sentirte muy afortunado. Esta acción quiere decir que tu gato te adora, te considera una figura cercana a su madre o padre. Si este ‘masaje’ va acompañado de un intenso ronroneo, acabará relajando la mandíbula y entrará en un estado de bienestar total en el que incluso puede llegar a babear un poco.

Otra razón es que los gatos que amasan cuando son adultos, lo hacen porque fueron separados de su madre o deslechados demasiado pronto. Aunque también es cierto que hay muchos casos de gatos que amasan y no fueron precoces en su separación maternal.

Una de las explicaciones más aceptadas es que lo hacen para consolarse a si mismos cuando están estresados o un poco preocupados. Otra razón es porque los gatos tienen unas glándulas odoríferas en sus cojincitos de la parte inferior de sus patas, entonces aprovechan estos masajes para liberar parte de su olor corporal, marcando de esta manera su territorio.

Si tu peludo se ha alojado encima de tu cuerpo y amasa, no quiere decir solamente que te quiere, y que se siente muy a gusto, sino que te está diciendo que formas parte de su propiedad. Por último, otra de las razones para que un felino amase es para relajarse, en ocasiones es como el preludio de la siesta.

AMIC/Wikifauna.com

¿Por qué es tan importante pasear regularmente a tu perro?

Un perro que pasea diversas veces al día es un perro feliz.

Algunas personas creen de manera equivocada que pasear al perro solo sirve para que haga sus necesidades. Además de esto, pasear tiene muchos beneficios tanto para el animal como para el responsable del peludo.

Caminar mantiene al perro sano física y mentalmente. Un perro que pasea varias veces al día y hace recorridos largos, es un perro feliz, más equilibrado y con una esperanza de vida mayor. Los paseos fortalecen el vínculo entre el perro y el dueño. Además, un perro sabe bien quien le da de comer y quien le saca a la calle, que son las dos actividades que más vínculo generan.

Durante los paseos, los perros no paran de husmear, una acción que forma parte de su naturaleza, por lo que las salidas satisfacen una necesidad primordial y así pueden conocer a los vecinos y a otros perros. Un perro que no socializa suele desarrollar problemas de agresividad o depresión.

Caminar ayuda a mantener fuertes los músculos del animal, a quemar calorías y mantiene en buena forma sus articulaciones. Por otro lado, los perros que caminan de manera regular son más activos cuando envejecen.

Los paseos ayudan contra el estrés, la ansiedad y la hiperactividad. Un perro que llega a casa cansado tras salir a la calle es un perro más tranquilo y equilibrado, además, el animal desarrolla menos problemas de comportamiento en casa y en la calle.

Es importante que el perro se acostumbre a pasear desde cachorro. De esta manera, el animal tendrá menos miedo a los ruidos de la calle, ya que paseando se han acostumbrado a escucharlo como una cosa normal.

Puedes aprovechar el paseo para enseñar a tu perro a no tener miedo de ir al veterinario. Si de manera regular paseas con tu perro por delante de la clínica sin entrar, el peludo dejará de temer la visita al veterinario (al menos hasta que entréis).

Pasear al perro también tiene beneficios para el humano. Te ayuda a quemar calorías y mantiene en forma una gran cantidad de músculos de tu cuerpo, no solo en las piernas. También ayuda a mantener sano y fuerte el corazón.

Fortalecer el vínculo con tu perro ayuda a comprender mejor el comportamiento del animal con otras personas y con otros perros, también a conocer cuándo harán sus necesidades… y puedes conocer a personas a las que también les gustan los perros.

Además, pasear al perro es una buena excusa para salir de casa y combatir el aburrimiento. Es una ocasión ideal para pasear porque te apetece o simplemente para conocer más el barrio en el que vives.

Fuente: AMIC/wikifauna.com

¿Es buena idea jugar a tirarle la pelota al perro?

El juego de la pelota facilita que el perro esté más pendiente de nosotros y permite cansarle más fácilmente, pero también puede provocar obsesiones, lesiones y peleas con otros perros

Pelota, pelota, pelota. Cuesta encontrar un parque donde no haya alguien jugando a tirarle la pelota a su perro. En algunos parques, incluso, son todos los perros los que están pendientes de su pelota: ojos bien abiertos, orejas derechas, cuerpo en tensión y máxima concentración. Pelota, pelota, pelota. Ese objeto redondo está a punto de cobrar vida y el instinto animal es implacable. La obsesión llega a tal punto que ni siquiera se dan cuenta de que hay otros perros cerca de ellos. Solo ven la pelota en manos del dueño que en cualquier momento empezará a volar para acabar botando por el suelo como si fuera una presa. A veces, el lanzamiento se retrasa y la presión es tal que los perros ladran, insisten, reclaman su presa y entre ladridos repiten: pelota, pelota, pelota.

Pero, ¿es buena idea tirarle la pelota al perro? Muchos dueños de perros defienden que sí. La pelota permite que el animal pueda ir suelto y reduce el riesgo de que se escape o que se distraiga con otra cosa, porque mientras dura el juego sólo tiene ojos para la pelota. Además, el lanzamiento continuo del esférico ayuda a que el animal se mueva mucho y, por tanto, se canse. Sin embargo, entre los propios defensores del balón, algunos reconocen que están preocupados por la obsesión que embriaga al animal. Por la mañana cuando se levantan, cuando salen a caminar, cuando llegan a casa… sólo hay una cosa en la cabeza del perro: pelota, pelota, pelota.

Los expertos lo tienen bastante claro. La adiestradora de Essència Canina, Júlia Guiu, advierte que este juego puede generar unas consecuencias negativas como «la pérdida de la capacidad de comunicación con otros perros» o la incapacidad «de detener el juego por sí solo» o de disfrutar con cualquier otra actividad, pero avisa de que también puede provocar complicaciones físicas: «El juego de la pelota puede producir dolores y lesiones en las articulaciones como la cadera, los hombros y el cuello», ya que perseguir el esférico implica «saltos bruscos, paradas y malos gestos que son perjudiciales». Por todo ello Guiu, que además de educadora canina tiene un alojamiento para perros, avisa de que jugar a la pelota con el perro «no aporta nada bueno para la salud» del animal.

El adiestrador canino Mario Lanero tampoco es defensor del juego del balón ya que cree que puede hacer caer al perro en un «bucle obsesivo». El juego de la pelota, defiende, se puede practicar en casa para enseñarle al perro a buscarla y a devolverla obedeciendo las órdenes del dueño pero en el parque no es buena idea ya que, además, puede provocar peleas entre perros cuando uno de ellos coge una pelota que no es suya. Lanero avisa de que si el perro ladra insistentemente para pedir al dueño que le arroje la pelota es una clara señal de que el animal ya está obsesionado. En estos casos, recomienda, es mejor ponerse en manos de un especialista. «Cuanto más tiempo haga que el animal está obsesionado, peor», avisa. En cuanto a las razas, quizás algunas como los pastores o los de caza, pueden tener más tendencia a obsesionarse buscando la pelota, pero «se pueden obsesionar a perros de todas las razas». Eso si, al final, cada perro es un caso y al final «quien manda es el individuo, no la raza», dice.

Falsos mitos sobre la alimentación de los perros

Existen muchos mitos y leyendas urbanas acerca de la alimentación de los perros. ¿Es cierto que nuestros peludos muerden las paredes por falta de calcio? Te resolvemos esta y otras dudas a lo largo de esta publicación.

Creemos que lo sabemos todo sobre la alimentación de los perros porque circula mucha información de dudosa veracidad a través de Internet. Es importante tener claro que todos los datos que se difunden no son ciertos o no cuentan con una base científica que los sostenga. Por este motivo, podemos hablar de falsos mitos relacionados con la nutrición de los perros. ¿Quieres conocerlos?

Las vitaminas únicamente están en las verduras. Solemos confiar en marcas de calidad para alimentar de la mejor manera posible a nuestros peludos, pero no siempre somos conscientes de cómo se distribuyen algunos nutrientes, como por ejemplo las vitaminas. Siempre se ha dicho que estas solo se encuentran en las verduras, pero la verdad es que se encuentran en determinados órganos de reserva y en las grasas animales.

La alimentación de un perro tiene que ser variada. Llevar a cabo con frecuencia cambios en la dieta de los animales puede derivar en problemas digestivos, porque la flora intestinal de los canes tiene que adaptarse a cada tipo de alimentación. Además, es bueno contar con una rutina horaria y espacial. En el supuesto caso de querer iniciar un cambio en la alimentación por motivos de salud, es necesario introducirla de manera progresiva.

Las proteínas dañan los riñones. El riñón es capaz de eliminar de manera pasiva la urea producida por el catabolismo, por tanto, no podemos asociar que las proteínas sean las causantes de los daños que a veces sufren los perros por culpa de la edad avanzada. Además, no hay que olvidar que las proteínas son fundamentales para enfortecer el sistema inmunitario de los peludos.

Es necesario añadir carne a los alimentos preparados. Esta teoría no es cierta. De hecho, puede ser perjudicial, ya que este equilibrio que se consigue en los alimentos preparados se ve alterada cuando decidimos incorporar complementos alimenticios de cualquier tipo.

Los perros se comen las paredes por falta de calcio. Un perro puede morder las paredes por muchos motivos, como por ejemplo por gastritis crónica, un trastorno llamado pica o por falta de ejercicio físico y mental.

Fuente: AMIC/animalmascota.com

¿Qué perro adoptar?

Si ya te has hecho las 6 preguntas que hay que hacerse antes de tener un perro y te has decidido por adoptarlo, ahora toca el turno de saber: ¿Qué perro debo adoptar?

No es nada fácil escoger el perro para adoptar. Hay que tener en cuenta diferentes criterios para hacer una elección acertada y, evidentemente, dejarse aconsejar por las protectoras o perrera. Desde Animalados te damos algunos consejos.

¿Adopto a un cachorro o a un perro adulto?

La elección entre adoptar un cachorro o un perro adulto vendrá marcada por el lugar donde vivimos, nuestro estilo de vida, el tiempo libre de que disponemos y nuestra experiencia con perros.

La pregunta clave que debemos hacernos es: ¿qué le puedes ofrecer tú a él y él a ti?

No vayas a la perrera o al refugio con una idea preconcebida. Déjate asesorar antes por un veterinario, los propietarios de perros de la raza que te gusta que conoces y por los propios cuidadores del lugar donde adoptarás a tu animal de compañía.

La principal ventaja de adoptar un cachorro es que podrás verlo crecer y adaptar su comportamiento a tu manera de ser y de vivir. Seguirás día a día su desarrollo y podrás corregir cualquier mal hábito que presente.

Los cachorros aprenden rápido pero durante los primeros meses de vida se debe estar muy pendiente de ellos-hacen sus necesidades donde quieren y lo muerden todo- ya que requieren especial atención para ir moldeando su conducta y su carácter. Esto exige al propietario dos cosas: mucho tiempo y paciencia. Y no todo el mundo tiene: sobre todo, tiempo.

Si no tienes conocimientos sobre perros, deberás recurrir a un especialista para educarlo. Esto significará un gasto más que se añadirá a las habituales de los primeros meses de vida de un perrito: veterinario, vacunas, desparasitación, esterilización…

Adoptar un perro adulto en una perrera significa, por encima de todo, dar una nueva oportunidad a un animal que ha sido abandonado y quiere volver a tener un hogar donde recibir el cariño humano. Los perros que han pasado por esta experiencia traumática saben agradecerlo y establecen pronto una relación estrecha con su nuevo compañero.

Si no tienes mucho tiempo libre y conoces pocas cosas de los perros, es la mejor opción. Tendrás en el mismo momento de la adopción un perro con su tamaño definitivo, bien adiestrado y con el carácter ya desarrollado. Sabremos de antemano si es un perro nervioso o tranquilo.

Con un perro adulto, podrás adaptar mejor la elección del animal a tu manera de ser.

Para propietarios con poca experiencia con perros o personas mayores, un perro adulto siempre es mejor. Te evitarás las ‘peleas’ que se tienen con los cachorros para adiestrarlos. Un perro adulto adaptará al nuevo hogar sin que apenas se note.

Los principales inconvenientes de adoptar un perro adulto tienen que ver con que no conocemos su pasado y pueden aparecer problemas que convendrá modificar o corregir así como temores que necesitarán rehabilitación.

El aprendizaje de un perro adulto es más lento que el de un cachorro por lo que puedes necesitar un poco más de tiempo para enseñarle pautas de comportamiento adecuadas o nuevas.

¿Perros mestizos o de raza?

Encontrar un perro de raza en una perrera o el refugio de una protectora no es lo más habitual. La mayoría de perros que hay son mestizos: animales que disfrutan de una mejor salud y temperamento. Además, aunque las características de las diferentes razas de perro están bien definidas, esto no quiere decir que todos los ejemplares de una misma raza sean iguales en lo que se refiere a su temperamento. Dependerá de la educación que le des o haya recibido.

Además, si quieres un perro original e irrepetible, es mejor que adoptes un perro fruto de una mezcla de razas. Habrá pocos como él. El único inconveniente que puedes encontrar si adoptas un cachorro es que no sabrás a ciencia cierta cómo serán físicamente cuando sean adultos. De vez en cuando llegan perros de raza a una protectora, por lo que bastará que les pidas que te avisen en caso de que haya un nuevo ingreso. Seguramente no serás el único interesado en ese perro así que tampoco es seguro que te lo puedas quedar.

¿Qué perro me conviene adoptar?

Ya te hemos dicho anteriormente que en el momento de pensar qué perro queremos adoptar, tenemos que tener en cuenta el lugar donde vives, si vives con niños, si eres una persona muy activa, tu edad …

Las protectoras tendrán en cuenta todos estos elementos para ofrecerte el ejemplar que mejor se adapte a tu estilo de vida y que a la vez también pueda disfrutar de tu manera de ser.

¿Perro grande o pequeño?

La idea de que si vives en un piso pequeño deberás adoptar un perro pequeño no es del todo acertada si por ejemplo eres una persona que no tiene mucho tiempo libre para dedicarle a tu mascota. Los perros pequeños son más movidos y requieren que los saquen a pasear más veces de lo normal para descongestionar a. Un perro de tamaño grande que no sea muy activo puede vivir perfectamente en una vivienda no muy grande.

Si eres una persona que viaja mucho y quieres ir acompañado de tu mascota, será mejor adoptar un perro pequeño fácil de llevar en cualquier medio de transporte dentro de un transportín.

Como no pasas mucho tiempo en casa con tu perro, supongamos que preferirás un animal que no suelte pelo. Algunas razas de pelo corto que no te harán ir recogiendo los por todos los rincones de la casa son el collie, el caniche, el yorkshire terrier, los schnauzers o el perro de agua español. También son mejores estas razas si eres una persona con alergias.

Un perro para una casa con niños

Si en tu casa viven niños pequeños deberás adoptar un perro con un temperamento tranquilo, que no sea dominante, para evitar los celos cuando los niños le cojan sus juguetes; ni territorial para cuando las criaturas invaden su espacio.

Deberá ser un perro paciente, que le guste que jueguen con él. Las razas que más reuniesen estas características son el labrador, el boxer, el golden retriever, el collie o el galgo español, si quieres tener un perro grande. Si prefieres un perro pequeño, el beagle, el schnauzer o el carlino son las que mejor se adaptan a los niños.

Un perro para ancianos

Un perro puede ser un compañero ideal para las personas mayores ya que además de hacerles compañía y obligarles a hacer algo de ejercicio cuando los sacan a pasear, se les puede adiestrar para que hagan pequeñas tareas como coger un objeto que haya caído el suelo o pulsar un botón.

Deben ser ejemplares maduros-de cuatro o más años-, de tamaño mediano, tranquilos y mimosos, y que no necesiten pasear mucho. Si quieres un perro de raza que se adapte a estas características puedes adoptar un sussex spaniel, un english toy spaniel, un bulldog o un terrier yorkshire.

Estas razas también son apropiadas para personas adultas tranquilas o sedentarias que tienen suficiente con dar pequeños paseos acompañados de su mascota.

En caso de que seas una persona activa a la que le gusta ir de excursión y que quiera un perro al que también le guste el ejercicio físico, las razas, entre otras, más apropiadas para estas condiciones son el dalmata, el border collie – una raza de perro pastor-, el border collie, el springer spaniel, el setter irlandés, el papillon o duck rolling retriever.

Si buscas un perro con mucha energía que te acompañe a hacer ejercicio físico, algunas razas con las que disfrutarás mucho son el golden o labrador retriever, el setter inglés, el bretón, el braco de Weimar, el viszla, el husky siberiano, el Basenji o el akita. Son razas de perros cazadores o acostumbrados a hacer trabajos duros, de ahí su gran resistencia.

En este enlace de Perros.com podrás consultar las características físicas y psicológicas de las razas que acabamos de citar y de otras para que sepas cuáles se adaptan mejor a ti.