Pero, al final, ¿mi perro puede ir suelto por Barcelona?
El Ayuntamiento de Barcelona intentó prohibir que los perros pudieran ir sueltos por la ciudad y parques pero el cambio de norma no entrará en vigor hasta abril de 2016. Entonces… ¿mi perro puede ir suelto por Barcelona o no?
La respuesta es sí. El Ayuntamiento de Barcelona ha modificado la ordenanza que regula la tenencia de animales pero este punto no lo ha cambiado. La norma es exactamente la misma que había hasta ahora, que es del año 2003, y que fija que los perros «Deben ir atados por medio de un collar y una correa o cadena, que no ocasionen lesiones al animal, salvo si éste queda siempre al lado de su dueño o conductor, bajo su control visual y está educado para responder a sus órdenes verbales». Es decir, que puedes llevar el perro sin atar siempre y cuando te hagas responsable. Esto implica no perderlo de vista y que te haga caso cuando lo llamas.
Este último punto es un poco confuso, como denuncian algunas personas y también los partidos de la oposición. De hecho, la única manera que tienen los agentes de la Guardia Urbana para comprobar si se está vulnerando la norma es buscar al dueño del perro que vaya suelto y pedirle que le llame para comprobar si le hace caso. A veces incluso piden que le des la orden de sentarse para asegurarse de que el animal obedece.
Pero la nueva norma también dice que esto cambiará a partir de abril de 2016. El actual gobierno municipal quiere prohibir que los perros puedan ir sueltos aunque el animal haga caso del dueño. Esta prohibición también es para los parques públicos y la única excepción, como es normal, es en lo que llama «áreas de recreo» que todo el mundo conoce como Pipícans. El actual concejal de Presidencia, cartera que incluye entre otras responsabilidades la tenencia de los animales, Jordi Martí, quería incluir esta prohibición desde el principio pero los partidos de la oposición lo evitaron de manera que optó por dejar-lo para más adelante. Es evidente que de aquí en abril de 2016 pueden haber cambiado mucho las cosas.
Uno de los argumentos que utilizó la oposición para criticar la prohibición de que los perros pudieran ir desatados por Barcelona es la insuficiente red de Pipicans. Algunos de ellos apenas superan los tres metros cuadrados. El gobierno se comprometió a acabar con esta carencia ya mejorar -antes de que el cambio de ley entre en vigor- la red de Pipícans.
La sola amenaza de prohibir que los perros puedan ir sueltos también puso en pie de guerra algunos de los dueños de los perros.
La prohibición de ir con el perro desatado depende de cada municipio. Algunas ciudades importantes como Madrid o Bilbao lo han solucionado estableciendo horarios en los que sí se permite dejar el perro sin atar sólo en los parques. Los horarios suelen ser nocturnos, que es cuando hay menos gente en los parques y se amplían en invierno, siguiendo la misma lógica que al haber menos gente en los parques, pueden ocasionar menos molestias.