Bosque cuidado: animales a salvo
Acaba de nacer el programa Pirea, un plan para fomentar la prevención y posibilitar el rescate de emergencias en refugios y protectoras (núcleos zoológicos, ganaderías, hípicas, etc)
«Solo recuerdo que a las 4 de la tarde vimos una columna de humo a lo lejos. Habíamos acabado nuestras tareas de limpiar, alimentar y medicar a los animales del refugio. Cuando ya estaba en casa, a 40 km., en la ducha llamaron insistentemente. En poco tiempo el fuego amenazaba a nuestra protectora. No puedo recordar detalles. Iba conduciendo ensimismada. Incapaz de aceptar lo que podía estar pasando. Era imprescindible pensar racionalmente, minimizar los daños. Recuerdo muy bien el olor y el calor, eran muy característicos. Muy reales. Hubo un momento que nos dispusimos a abrir las jaulas para que al menos los perros y los gatos buscasen su oportunidad. Fuimos evacuados. El coche lo llevábamos a los topes con algunos perros y gatos que permanecían inmóviles. Muchos quedaron allá arriba. No hay dolor más grande. Decenas de personas vinieron con trasportines y correas pero el mal acceso y el caos hizo de todos los esfuerzos algo inútil. Sólo una lluvia providencial nos salvó del desastre. Los bomberos eran numerosos y bien dispuestos pero el incendio era inabordable». Con estas palabras mezcladas de serenidad y emoción relataba Agnés Dufau su experiencia del fuego de Vallirana del 27 de julio de 2014. Ella preside DayaCervelló , la entidad que gestiona un refugio de gatos, perros y una cerdita. Muchos de los animales allí han encontrado la tranquilidad y los cuidados que merecen pero un incendio provocado podría haber causado una catástrofe.
El pasado sábado nació oficialmente Pirea: un programa para la prevención y rescate de emergencias que interesa especialmente a refugios, protectoras y perreras aunque no sólo. Si la lluvia no lo amortigua, los bosques mediterráneos son muy vulnerables a los efectos del fuego. Cuando de repente, de forma accidental o intencionada, se prende fuego, decenas e incluso cientos de animales pierden su protección y su vida depende de un buen trabajo previo, pues es muy difícil de evacuarlos. La confinación es una buena estrategia pero también lo es el hecho de que el espacio esté bien acondicionado. Como los responsables de Pires nos hicieron saber, el fuego recorre grandes distancias en muy poco tiempo y se alimenta de restos que acumulamos sin darnos cuenta como pueden llegar a ser de inflamables (sacos de pienso, leña, matorrales secos, objetos que no sirven, setos vegetales…). Un sotobosque limpio, unos entornos funcionales, un plan de evacuación y accesibilidad y el respeto a las órdenes de los coordinadores son claves para que los gatos y perros acogidos en los refugios y protectoras no tengan que sufrir los estragos del fuego.
Pires está liderado por miembros de la administración, agentes rurales, cuerpos de seguridad, la CIPAC y protectoras como la protectora de caballos ADE, la Asociación de Policías por la Defensa Animal (APDA) y Daya.
Pero ahora Daya tiene otra emergencia. Necesita socios y padrinos. Personas que descubran su gran trabajo. Por suerte el fuego los amenazada cada día menos.
Artículo de Emma Infante de Futur Animal