El Zoo de Barcelona ya no hará más exhibiciones de delfines

El Ayuntamiento ha suspendido los espectáculos para el inicio de las obras de remodelación de la piscina de estos mamíferos. Cuando se vuelva a abrir, en el año 2017, ya no se harán exhibiciones

Barcelona ha dado otro paso en el camino del respeto animal. Y también en el de la coherencia política. Hasta hoy martes 17 de octubre de 2015, el Zoo de Barcelona organizaba diferentes espectáculos para que los visitantes pudieran ver cómo saltan los delfines a cambio de una sardina o como pasan por dentro de una anilla de plástico. Todos estos números se hacían desde una ciudad que es pionera en la prohibición de celebrar espectáculos con animales salvajes. Esta contradicción, criticada tanto desde los colectivos animalistas como por los empresarios del sector del circo, ha terminado hoy.

El Zoo de Barcelona ha comenzado las obras para ampliar el actual Delfinario y construir una gran plataforma con capacidad para 100 personas que permita a los visitantes observar estos mamíferos sin necesidad de hacer ninguna exhibición. El único entretenimiento que tendrá el público será el de ver cómo los cuidadores alimentan a los delfines. Las obras durarán 20 meses y van en la dirección de transformar el zoo en un espacio más amable para los animales y más respetuoso. Esta decisión la tomó el anterior gobierno municipal, en manos de CiU. Históricamente, Barcelona ha sido una ciudad puntera en el respeto animal y, si existen sombras en este liderazgo, casi todas están dentro de las paredes del Zoo de Barcelona. Las entidades animalistas y también los propios trabajadores han denunciado en diferentes ocasiones el estado en que se encuentran los animales.

España es el séptimo país del mundo en número de delfinarios, según lamenta la entidad SOS Delfines, que denuncia que está demostrado científicamente que «los cetáceos sufren considerablemente en cautividad ya que no pueden satisfacer sus necesidades de comportamiento y fisiológicas». Recuperamos una campaña de SOS Delfines en contra de este tipo de espectáculos.

Desde Tincungos consideramos que los zoológicos no son los espacios adecuados para los animales y que no tiene ningún sentido tener animales en cautividad en plena ciudad. Existen claras alternativas de futuro como la del Zoo XXI, más pedagógicas y respetuosas.

Autor de la fotografía: Juan Barbosa

2 comentarios
  1. Mari Carmen Dice:

    No sé si sufren, quizás me equivoque, puede ser, a mi me parece que es como un juego. Tengo una sobrina con Síndrome de Asperger y una de sus terapias, que por cierto le ayudo mucho, era con delfines en Alicante.

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    • Info Tinc un Gos Dice:

      Los delfines que se usan en terapias han sido sometidos a los mismos procesos de adiestramiento que los de zoológicos. Sabemos que no es lo mismo un animal de terapia, donde se busca la mejoría de una persona, que los delfinarios, que sirven como puro entretenimiento. Sin embargo, los delfines de terapia son igualmente privados de su libertad y obligados a trabajar. Las conductas que se les obliga a realizar durante las sesiones no son para nada naturales. Además se les expone constantemente al contacto humano, lo que les genera un alto nivel de estrés. Buenos documentales para entender la triste vida de estos animales son Black Fish y The Cove.

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