El centro de fauna exótica de Natzaret acoge a 475 animales en lo que llevamos de año
El centro de fauna exótica de Natzaret, en Valencia, ha acogido en lo que llevamos de 2021 un centenar más de animales que en todo 2020. Según ha informado Glòria Tello, concejala de Bienestar Animal, “muchas especies llegan al centro en mal estado de salud”.
El centro municipal de Avifauna y fauna exótica de Natzaret, que recoge todo tipo de animales abandonados (a excepción de perros y gatos) en el término municipal de Valencia, así como aquellos decomisados por la policía o el SEPRONA, ha acogido a 475 en lo que llevamos de año, un centenar más que en todo 2020. Un 74% son aves, un 16 % reptiles y un 10 % mamíferos. En estos momentos, hay 80 especies ingresadas, entre serpientes, iguanas, ocas, cobayas, cotorritas y hurones, entre otras.
La concejala de Bienestar Animal, Glòria Tello, ha visitado hoy las instalaciones, donde se hace un “trabajo fundamental”, ya que “muchos de estos animales suelen llegar en muy mal estado de salud, reciben atención veterinaria nada más llegar y después pueden ser adoptados o trasladados a otros centros especializados”.
Después de recibir atención veterinaria (desparasitación, rehidratación, cura de heridas, tratamiento antibiótico u otros, según los casos), el animal se ubica en un box de cuarentena y, transcurrido el período de observación, puede darse en adopción o enviado a otros centros especializados. Es el caso “de un burrito que ha estado aquí hasta hace poco y que alguien había dejado atado a una farola con una cuerda”, ha explicado Glòria Tello. “Hemos encontrado un lugar para él donde vivir feliz, en una granja de la provincia de Teruel, donde convivirá con más burros y caballos y colaborará en la limpieza del monte y los caminos”.
Otro ejemplo es el de una boa que se encontró hace cuatro meses en un alcorque cerca del Jardín Botánico con un mordisco infectado en el lomo y una estomatitis que le impedía comer por sí misma. “Después de varias semanas de curas veterinarias intensivas, incluida la alimentación especial por sonda”, ha indicado la edila, “finalmente el animal se ha recuperado totalmente y próximamente se trasladará a un centro especializado en reptiles ubicado en otra provincia”.
El abandono está tipificado como infracción grave según la Ley 4/94 sobre Protección de los Animales de Compañía
Algunos animales que llegan al centro han sido abandonados, como por ejemplo patitos, gazapos, crías de cobayas, e incluso corderos o cabritos. Glòria Tello ha subrayado que el abandono de animales está tipificado como infracción grave según la Ley 4/94 sobre Protección de los Animales de Compañía, y “es una crueldad para el animal que lo sufre, porque normalmente no sabe valerse por sí mismo fuera de la casa donde vivía”.
En Natzaret también ingresan pájaros o reptiles que se han escapado de casa por algún descuido. Si llevan anilla o chip de identificación se localiza a su propietario para que lo recupere, pero en caso contrario no resulta posible. Por otro lado, se encuentran los animales decomisados. “Es doloroso ver cómo han sido objeto de maltrato, sin recibir alimento adecuado, en habitáculos sucios, sufriendo enfermedades, y sin documentación que acredite su procedencia legal”, ha señalado la edila.
“La recuperación física y psíquica de estos animales suele ser lenta y, a veces, sobre todo en el caso de los loros, no se llegan a recuperar del todo”. La regidora ha insistido en que el maltrato animal está tipificado como delito en el Código Penal y puede comportar pena de prisión.
Glòria Tello ha hecho un llamamiento a las personas que quieran adoptar un animal, “para que, con independencia de la especie que se trate, sean conscientes de que tiene unas necesidades de espacio, de alimentación y otras, y esta adopción tiene que estar muy meditada”. “En realidad los animales adoptados son un más de la familia, y consecuentemente, tenemos que cuidarlos”, ha concluido.
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