Así es la cruel caza de delfines en Taiji
El 1 de septiembre comienza la temporada de matanzas de delfines en la población japonesa de Taiji. Una actividad que tiene como objetivo capturar a familias de delfines de varias especies para adiestrarlos y venderlos en delfinarios o matarlos para vender su carne.
Una vez más, todo está a punto en Taiji para comenzar la temporada de matanzas de delfines en esta población japonesa. Esta horrenda actividad tiene su inicio a partir del 1 de septiembre y finaliza aproximadamente a finales de septiembre. Durante todo este tiempo los barcos saldrán al mar con el objetivo de encontrar a familias de delfines de varias especies, para posteriormente acorralarlas hasta llevarlas a una cala.
Desde la Asociación Cetácea, una entidad que lleva a cabo proyectos de investigación con cetáceos en libertad y labores educativas para conseguir una mejor y mayor protección de los océanos y mares, se denuncia sin reparo las matanzas de delfines en Taiji. Laura Almarcha, veterinaria voluntaria explica que: “El negocio está en los delfines que se venden al lobby de los delfinarios. Genera mucho más dinero un delfín vivo adiestrado y en un delfinario que uno muerto”.
Una vez los animales ya no tiene salida, los tramperos seleccionarán a los delfines que se cree que son aptos para adiestrarlos y así poder venderlos a delfinarios chinos y japoneses; aunque se cree que rusos y centroamericanos también. Estos delfines elegidos para pasar el resto de su vida en una piscina son apartados, mientras que el resto de la familia es arponeada hasta morir.
El objetivo de los cazadores japonenses es vender la carne para el consumo humano, aunque numerosos estudios demuestran el elevado nivel de mercurio y de otros tóxicos que contiene la carne de cetáceo. La OMS (Organización Mundial de la Salud) desaconseja el consumo de este tipo de carne.
Laura Almarcha, también expone por qué se sigue perpetrando esta barbaridad: “La Comisión Internacional Ballenera no regula la caza de los cetáceos y el gobierno japonés no sólo permite estas matanzas sino que arresta y expulsa del país a quien critica y lucha pacíficamente contra la matanza de los delfines. El gobierno tiene listas negras y muchos activistas que fueron expulsados no pueden volver al país”.
Para la Asociación Cetácea la solución pasa por el siguiente proceso: “Si la gente no acudiera a los delfinarios, dejaría de existir este negocio, por tanto se abandonaría la caza anual de delfines en Taiji. Pero para que esto ocurra, las personas deben saber lo que está pasando, y hay muy poca información al respecto por parte de las cadenas públicas o privadas”.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!