¿Y si este año compramos un perro por Navidad? Las asociaciones especializadas no lo recomiendan

Se acerca la Navidad y muchas personas deciden regalar un perro o un gato para estas fiestas. Lo que a priori parece una buena idea puede terminar no siéndolo, al menos, eso es lo que dicen los datos de abandono. Compartir tu vida con un perro o con cualquier animal de compañía es una decisión muy importante que hay que pensar muy bien.

El abandono sigue siendo el principal problema en el bienestar de los animales de compañía. Entre los principales motivos de desamparo se encuentran las camadas indeseadas, el fin de la temporada de la caza, el comportamiento del animal, la falta de tiempo y espacio o factores económicos. Por tanto son muchos los motivos que pueden provocar un fracaso, a corto o largo plazo, en la convivencia entre los humanos y los animales domésticos.

En primer lugar es muy importante consultar a todas las partes involucradas sobre la intención de regalar a un animal de compañía. De hecho, la decisión debe producirse tras una previa profunda reflexión. La presencia de un gato o un perro en el hogar cambiará el estilo de vida de los presentes con toda seguridad. Se requiere un consenso por parte de todos, ya que todos los miembros deben estar dispuestos a responsabilizarse del animal. «Los regalos, una vez agotado el factor “novedad”, pueden perder interés para sus propietarios y acabar relegados en sacos de juguetes, estanterías o cajones», según advierte la asociación FAADA. «Los animales, seres vivos que sienten y sufren, no pueden ser apartados sin más, sin que esto conlleve para ellos acabar entre rejas, atropellados o sacrificados», denuncian desde la entidad.

Por tanto, la persona objeto del regalo debe ser consciente de la responsabilidad que implica la introducción de un animal en su vida. Un perro o un gato es un animal que vivirá entre 10 y 20 años, no es juguete que cuando deje de interesar pueda devolverse como si de un objeto se tratara. Hay que tener en cuenta que comen, necesitan atención médica, requieren de cariño y por supuesto suponen un coste económico.

Los animales de compañía necesitan tiempo para ellos. Antes de tomar una decisión, la persona objeto debe pensar en su rutina y valorar el tiempo libre que tiene para garantizar el bienestar del perro o gato. Los canes, como ya sabemos, necesitan mayor dedicación, ya que tienen la necesidad de salir a pasear, hacer ejercicio, correr, disfrutar de la naturaleza, etc. Si no tienes tiempo para ti, no tienes tiempo para ellos.

La ley obligará también a la persona receptora a tener una serie de responsabilidades. Los animales de compañía tienen que tener un papel oficial de censo, una cartilla de vacunas actualizada y un registro mediante chip implantado de manera obligatoria por media de un veterinario. La no identificación y la no inscripción en el censo constituyen infracciones administrativas que conllevan una multa económica.

Por último, si la decisión de regalar a un animal de compañía ya ha sido valorada de manera responsable por todas las partes implicadas, proponemos la adopción como único método de procedencia del perro o del gato. Existen numerosas protectoras y asociaciones con animales que están buscando un hogar en el que recibir cariño y emprender una relación sentimental de un valor incalculable.

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