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«El veganismo se relaciona con la comida cuando en realidad es una postura ética y política»

Elisa Blanco es periodista, autora y activista en pro de los Derechos de los Animales. Con decenas de miles de seguidores en redes, desde hace años publica Madrid Vegano. Su especialidad es la comunicación sobre el estilo de vida vegano y sobre viajes. Su guía Viaja Vegano (Anaya Touring) es de consulta obligada para planificar futuras aventuras sin sobresaltos y con conciencia.

¿Cuántas razones existen para pasarse al veganismo?
Esta pregunta da para mucho, pero simplificando creo que existen tres razones principales: la empatía y respeto por la vida del resto de animales; la preocupación por el medio ambiente y por último, la adopción de una dieta vegetal por cuestiones de salud. Por supuesto se puede dar la combinación de varios motivos, pero sí es cierto que solo incluyendo la primera razón se puede hablar de veganismo. En el caso de la segunda y tercera razón diríamos que estamos adoptando una alimentación vegetal. Es importante hacer esta distinción porque el veganismo se relaciona con la comida cuando en realidad es una postura ética y política que evita el uso de animales en cualquier ámbito de la vida.

¿Cuál fue la suya?
Cuando dejé de comer productos de origen animal no conocía ninguna razón aparte de por los animales. En aquellos momentos aprendí lo que era la sintiencia y que el resto de animales también desean seguir viviendo, ser libres y no sufrir daño y eso fue lo que detonó mi cambio de vida.

Ser vegano ¿obliga a planificarse más y mejor?
Hace años te hubiera respondido que sí en cualquier situación, ahora depende de dónde vivas y de qué tipo de vida hagas. También es importante el tiempo, según van pasando los años siendo vegano todo es más sencillo.

¿Es más caro el estilo de vida vegano?
Al contrario, es más barato. Si hablamos de la alimentación que es de consumo diario, debemos pensar en verduras, frutas, cereales, legumbres o frutos secos y poco más. No es necesario comprar ningún sustituto vegetal de embutidos, quesos o hamburguesas. Las legumbres son la base para conseguir proteínas completas junto al tofu, añadiría, y ambos son económicos. Si abusamos de productos superficiales, caprichos, la cesta de la compra sube, pero es como pasaría en cualquier tipo de alimentación. Respecto a la vestimenta, productos de higiene o limpieza, no es algo que se note especialmente por el hecho de ser vegano.

Hace ya ocho años fundaste el exitoso madridvegano.es, explica qué es a quien no lo conozca aún…
Madrid Vegano comenzó siendo una página web que informaba de las novedades veganas en la Comunidad de Madrid. El espíritu sigue siendo el mismo, aunque las opciones veganas son mucho más numerosas: facilitar la vida a la gente para que coma y compre vegano, informar del activismo y ser un punto de apoyo para quienes han tomado esta decisión o están en el camino. Por supuesto, Madrid Vegano tiene redes sociales y estoy orgullosa de decir que alrededor de la cuenta de Instagram @madrid_vegano se ha formado una bonita comunidad.

Es también un observatorio privilegiado del movimiento, ¿qué destacaría de la evolución de los negocios y consumidores madrileños?
Hasta 2015 la evolución había sido lenta y poco uniforme, pero en ese año abrieron varios negocios prácticamente a la misma vez y esa dinámica siguió en 2016 y 2017. Después existió un período de asentamiento y cierta tranquilidad que se vio truncada con el confinamiento de 2020. En lo que se refiere a las tiendas veganas han sido bastante castigadas por el aumento de oferta de productos 100 % vegetales en las grandes cadenas supermercados. Mientras que para los restaurantes es determinante la zona de Madrid en la que se encuentran. En lo referente a la ciudad de Madrid, los que se han montado lejos del centro no han acabado de funcionar. Evidentemente los restaurantes tienen clientes veganos, sin embargo, para ellos es muy importante el perfil que se denomina flexitariano y el flujo turístico.

¿Por qué cree que no hay un boletín como el suyo en otras grandes ciudades?
Te diría que porque requiere una enorme cantidad de trabajo y de tiempo para mantener una web, redes sociales, una newsletter y desde hace unos meses lo compagino con una web nueva que se llama myveganmagazine.com. Algo así no funciona si no estás constantemente pendiente de todas las novedades, creando contenido, redactando artículos…, estando a mil cosas y formándote en las nuevas tecnologías que surgen. Es un trabajo a tiempo completo -sin embargo, tengo que compaginarlo con otros trabajos y mi vida personal. La gente desde fuera lo puede ver como una afición hasta que se ponen a pensar en hacer algo parecido y ven todo lo que hay detrás. No es fácil, a no ser que tengas inversores y no es mi caso. Lo que me hace continuar es mi determinación por ser una
ventana para mostrar el veganismo, además de mi formación, al ser periodista me gusta escribir y comunicar.

Como siempre digo: “El veganismo no nació ni en Malasaña ni en Manhattan”

¿Qué le diría a quien acusa al veganismo de ser una moda urbanita?
Le diría que no sabe lo que es el veganismo porque nunca será una moda. Comer vegetal o plant-based puede estar de moda, pero no tiene nada que ver con el veganismo. El término Vegan fue acuñado en 1944 y en el siglo XIX ya existían comunidades que llevaban un estilo de vida vegano. Como siempre digo: “El veganismo no nació ni en Malasaña ni en Manhattan”.

Su guía Viaja Vegano, publicada por Anaya Touring, está llena de consejos, anécdotas y trucos sorprendentes incluso para no veganos porque también vela por el medio ambiente. Tiene un capítulo llamado Viajar sin contaminar…
La editora y yo queríamos que fuera una guía que sirviera para personas veganas, vegetarianas y para viajeros que quieren hacer las cosas un poco mejor. La elección del medio de viaje, el cálculo de nuestra huella al viajar es algo que debemos tener en cuenta y ser conscientes de que se pueden llevar a cabo pequeñas acciones para dejar la menor posible.

Está claro que la planificación ayuda mucho a perderse por el mundo sin renunciar a la dieta vegana ¿Cierto?
Sin duda alguna, cada vez es más fácil, pero también depende de dónde se vaya. No es lo mismo ir a Londres que a cualquier país africano. Poco tienes que hacer para comer vegano en Reino Unido, pero en cambio en África debes tener en cuenta que la oferta va a ser muy limitada y tenerlo todo muy medido. La planificación nunca sobra y facilita mucho los viajes, pero si no es necesario, defiendo que no exista una rigidez extrema en los planes.

Pero va más allá de la dieta ¿qué es dormir y viajar veggie?
Elegir alojamientos veganos y ecológicos si es posible. En España tenemos unos cuantos estupendos. En cuanto a viajar veggie, pues consiste en optar por los medios que contaminen menos. Por ejemplo, conocer la ciudad caminando, en bicicleta, en un medio de transporte colectivo o en otros eléctricos.

¿Qué no puede faltar en la mochila o maleta veggie?
Un pequeño kit de productos de higiene veganos y cruelty-free porque es habitual que en los hoteles, a no ser que sean veganos o ecológicos, tengan esto en cuenta. Con respecto a la alimentación, siempre está bien llevar alguna barrita energética, frutos secos, algún pequeño brick de leche vegetal, plátanos y por si acaso, proteína vegetal en polvo, sobre todo si se viaja a lugares en los que comer vegetal va a ser complicado.

¿Visitar un establecimiento vegano, consumir y pedir consejo es una buena manera de integrarse en un destino nuevo?
En mi opinión es de las mejores maneras para saber la realidad del destino desde la óptica de una persona que reside en él y que conoce lo que es ser vegano. Lo aconsejo al 100 %.

Danos tres destinos imprescindibles y tres a los que no volverías y el motivo.
Nunca he pensado: “Aquí no tenía que haber venido”, lo he aceptado como parte de los viajes: unos te gustan más y otros menos. Sí es verdad que mi tendencia es viajar siempre hacia el norte del mundo y hacia lugares en los que me voy a sentir tranquila al caminar por la calle en lo que se refiere a los animales.

Animalados nació a partir de una relación muy especial con un perro. ¿Qué consejos daría a quien quiera viajar con su mejor amigo?
Nunca he convivido con perros, pero el mejor consejo es hacer lo mejor para él. Es decir, sabiendo cómo es su carácter, si la mejor decisión es que no viaje, no forzarle a hacerlo. Por supuesto, lo más importante es tener todo el papeleo y las vacunas en regla y luego organizar el viaje adaptado a sus ritmos y posibilidades. En realidad, tiene muchas similitudes a viajar con niños: siempre buscar planes en los que pueda participar y adaptarse a sus necesidades.

Por Instagram sus decenas de miles de seguidores le han visto este verano en Cataluña ¿se atreve a señalar su rincón favorito?
Me encanta Cataluña. De hecho, hablo catalán, lo aprendí en Madrid y siempre me hace ilusión poder practicarlo. A mí me encanta Barcelona, pero tenía muchísimas ganas de conocer Girona, atraída por Juego de Tronos. Y no me olvido de la suerte de tener el hospedaje solidario La Cabaña del santuario El Hogar que son las vacaciones perfectas: en medio de la naturaleza, en un cabaña preciosa, con todas las atenciones y pudiendo conocer a los habitantes del santuario y sus historias.

«Para una persona vegana ética, un ser sintiente, humano o no, nunca debe considerarse ser propiedad de otro»

Jordi Casamitjana es un zoólogo catralán que vive en el Reino Unido. En 2020 consiguió, ni más ni menos, que en el poder judicial de este país considere el veganismo como una creencia filosófica que debe estar protegida como lo están las religiones.

¿Por qué es inapropiado usar el término mascota?

Es un término que lleva a menudo una connotación de dominancia, así que es mejor usar términos más igualitarios como “animal de compañía”. Para veganos es importante que nos distanciemos de la noción de supremacía que caracteriza el mundo del carnismo (la ideología prevalente que legitimiza la explotación de animales por considerarlos inferiores a los humanos, y especifica que tipo de explotación es aceptable para que animal y cual no lo es). Pero yo nunca criticaría a alguien, incluso a una persona vegana, por usar el término mascota, ya que es muy posible que tal persona no se haya dado cuenta de la implicación.

¿Y el término propietario/a?

El término “propietaria” referente a una persona que vive con un animal de compañía es aún más irrespetuoso que el término “mascota”. Para una persona vegana ética, un ser sintiente, humano o no, nunca debe considerarse ser propiedad de otro, y por tanto nadie debería ser un “propietario” de un animal. Animales son seres sintientes, no objetos o bienes, y uno de los objetivos de la filosofía de los derechos de los animales, que tiene muchos puntos en común con la filosofía del veganismo, es darles a animales no humanos la calificación legal de “personas”, con derechos que les impiden ser explotadas. Pero aún estamos muy lejos de conseguir esto. De momento, lo mínimo que podemos hacer es tratar a animales no-humanos con respeto cuando nos referimos a ellos y nuestra relación con ellos.

Es mejor usar un lenguaje que no implica propiedad pero que tampoco evade responsabilidad. Los mejores términos son guardianes, cuidadores, compañeros, etc. Algunas personas usan los términos padre o madre, pero a mi no me gustan porque son menos igualitarios y conllevan un cierto elemento de falta de respeto por negar la identidad del animal, en este caso de su cualidad de pertenecer a una especie diferente.

¿Serían ambos ejemplos comunes de un lenguaje irrespetuoso o supremacista?

El caso de los términos “mascota” y “propietario de un animal” son buenos ejemplos de supremacismo en el lenguaje, especialmente el término “propietario”. En particular, son ejemplos de especiesismo, que es la discriminación o prejuicio por pertenecer a una especie o grupo determinado (el racismo es un tipo de especismo). Las personas veganas éticas son antiespecistas, y por tanto también son antirracistas, antimisógamas, antihomófobas, antiislamófobas, etc.

El caso de los términos “mascota” y “propietario de un animal” son buenos ejemplos de supremacismo en el lenguaje

¿Qué más ejemplos pueden ayudarnos a comprender un sesgo en nuestra manera de relacionarnos con las otras especies?

Como ya hemos dicho, en el caso del lenguaje, decir “yo soy el dueño de este perro” sería un buen ejemplo. Otro seria considerar que animales de compañía como perros y gatos merecen más protección que animales salvajes como zorros o liebres. A menudo países aprueban leyes de protección animal que solo protegen a animales de compañía.

Otro ejemplo sería proteger a animales de forma diferente dependiendo de que humanos los utilizan, y para que propósito. En el caso de España, recientemente el Congreso aprobó una ley que protege a los perros si son animales de compañía, pero no si se utilizan para cazar. En este caso estamos hablando de la misma especie, pero la que se ha clasificado en diferentes razas o incluso “profesiones”, creando subgrupos que son tratados de forma diferente (en el caso de especismo, no importa si el grupo discriminado es un grupo “real” en el sentido de que tiene características distintivas intrínsecas, sino si los que lo discriminan lo ven como “diferente”). Otro ejemplo podría ser no comer carne de perro, pero comer carne de cerdo. La ideología del carnismo es la que dictamina que tratamiento es “adecuado” para cada animal en relación a que situación. Otro ejemplo sería no comer carne ni pescado, pero sí mejillones u ostras (algunos dicen que estos no son seres sintientes, pero yo, como zoólogo, no estoy de acuerdo, y los trato como cualquier otro animal).

Finalmente, otro ejemplo es tratar a ciertos animales como “plagas” simplemente porque están intentando comer comida que tu has plantado en su territorio, sin haberles pedido permiso (la idea de que tierra pertenece a la gente y no al resto de animales que la usan de forma natural es un ejemplo de una idea supremacista).

¿Qué tal la propuesta de la filósofa Ursula Wolf de hablar de “animales convivientes”?

Hablar de “animales convivientes” también sería una buena alternativa a “mascotas”, y es posiblemente otra traducción del término inglés companion animals, que yo y muchos lo traducimos como “animales de compañía”.  Pero “animales convivientes” me suena un poco raro, ya que me hace pensar que el convivir con otros es una calidad que no poseen animales salvajes (y no es cierto, ya que animales salvajes sociales, como por ejemplo los lobos o las abejas, conviven con otros animales). Pero si la gente lo quiere usar en lugar de mascotas, me parece que es una mejora.

Desde una perspectiva ética ¿Con qué especies tenemos derecho a convivir? ¿O en realidad solo deberíamos hablar de individuos?

Yo no creo que tengamos el derecho como tal de convivir con ninguna, porque no conozco ningún “tratado” entre humanos y otras especies que haga tal derecho legítimo. Individuos no-humanos puede que sí hayan “aprobado” un tipo de “contrato verbal” entre ellos y un humano para convivir, pero, como tú dices, esa es una cuestión de individuos, no de especies.

Deberíamos preguntarnos si la convivencia es consensual por ambas partes, i ambas la desean porque se benefician mutualmente con ella.

¿Cómo llegó un zoólogo a hacerse vegano? 

Me han preguntado esto varias veces, y me sorprende un poco la pregunta, ya que lo increíble sería si yo fuera un carnicero, un pescador, un domador de caballos, o un ganadero de toros de lidia. Yo creo que zoólogos/as que sean veganos/as es lo normal, ya que es una consecuencia de una progresión natural de la profesión (la mayoría de zoólogos/as que conozco ahora son veganos/as). La cuestión que yo me planteo a menudo es cómo es posible que otros zoólogos de años aun no sean veganos, ya que después de haber estudiado a otros animales, es muy difícil no darse cuenta de que ellos también piensan, sufren, y tienen emociones como las nuestras.

En mi caso, el cambio empezó cuando yo estudié avispas sociales del género Polistes durante unos años como parte de mis estudios de doctorado en la Universidad de Barcelona. A través de una experiencia dramática que tuve con una avispa guardián de la colonia que yo estaba estudiando, fue entonces que me di cuenta de que animales no humanos son más parecidos a nosotros de lo que la mayoría de la gente cree. Tal experiencia me hizo decidir que sería mucho mejor que yo trabajara para protegerlos, no solo para estudiarlos.

¿Qué referentes le inspiraron?

La naturaleza siempre ha sido mi fuente principal de inspiración, pero ha habido muchas otras “personas” que tuve la suerte de conocer que me inspiraron muchísimo. Por ejemplo, una avispa que yo estudié llamada V5 (la que he a veces he descrito como la avispa más extraordinaria que conocí). También Nit, un pastor alemán con la que yo viví durante mi adolescencia y juventud (que me enseñó mucho a cómo comportarme alrededor de humanos). También Django, Tess, i Maya, unos monos lanudos de la especia Lagothrix lagothricha con los que conviví durante unos años cuando estuve trabajando en el santuario de primates The Monkey Santuary en Cornualles, en el sudoeste del Reino Unido.

Por lo que hace a humanos, los documentales del Doctor Rodríguez de la Fuente, especialmente aquellos que mostraron su pasión por el lobo ibérico, que vi de pequeño en mi televisión en blanco y negro durante el franquismo, me influenciaron mucho, y posiblemente son la causa de que yo estudiara zoología. Luego, los libros del etólogo Desmond Morris, el Biólogo Richard Dawkins, la primatóloga Jane Goodall, o el sociobiólogo Edward O. Wilson también me influenciaron mucho durante mis primeros años de mis estudios universitarios

¿Qué es más importante adoptar un estilo de vida vegano o adoptar un lenguaje vegano?

El lenguaje es parte del estilo de vida, así que es mejor adoptar el estilo ya que, al hacerlo, también adoptas el lenguaje asociado a él. Seria como preguntar ¿que es mas importante, adoptar una dieta vegana o no consumir lácteos? Pues la primera, ya que incluye la segunda.

Usted distingue entre veganismo y veganismo ético ¿Puede explicarnos la diferencia?

La distinción entre veganismo y veganismo ético no es algo que hago yo solo. El término “vegano ético” ha sido usado desde la década de los ochenta para diferenciar verdaderos veganos, los que siguen la definición oficial del veganismo formulada por la Vegan Society que creó el término “vegan” en 1944, y los que solo la siguen parcialmente (como solo en la dieta). Tal definición, que fue finalizada en 1988 después de mucha discusión y refinamiento, es la siguiente: “el veganismo es una filosofía y forma de vida que busca excluir, en la medida de lo posible y practicable, todas las formas de explotación animal y crueldad hacia los animales para alimentos, ropa o cualquier otro propósito; y por extensión, promueve el desarrollo y uso de alternativas libres de animales en beneficio de los animales, los seres humanos y el medio ambiente. En términos dietéticos, denota la práctica de prescindir de todos los productos derivados total o parcialmente de animales”.

¿Es más fácil ser vegano en el Reino Unido que en la Europa mediterránea?

Depende de donde vives. Es más, una cuestión de localidad que de país, ya que en el mismo país puede haber una ciudad donde es fácil ser vegano, pero en un pueblo en la otra parte del país puede que sea difícil. En el Reino Unido hay muchas ciudades donde ser vegano es muy fácil, pero me he dado cuenta de que Barcelona se ha convertido quizás en la capital vegana del Mediterráneo Europeo, así que creo que deberá ser fácil allí también (yo hace décadas que no vivo allí, así que no lo puedo decir con convicción).

Pero en el Reino Unido el veganismo ético (no el veganismo dietético) está protegido por ley desde el 2020 (gracias a la querella que yo gané), y es ilegal discriminar, acosar, o victimizar a una persona por ser vegana ética, tanto en el empleo como en la provisión de servicios públicos o privados.

¿Ha observado una evolución real hacia el veganismo o tienen razón los que lo tachan de moda?

Ya hace más de 20 años que soy vegano, y, en este tiempo, sí he observado un avance en términos de opciones apropiadas para personas veganas, número de personas veganas, diversidad en la comunidad vegana, reconocimiento del término vegano por la población en general (y las leyes), e internacionalidad del movimiento vegano. La filosofía del veganismo tiene milenios de edad (la palabra ahimsa en sanscrito que significa “no hacer daño” o “no violencia”, que es uno de los principios básicos del veganismo, ya se usaba varios siglos antes de la Era Común, y se podría decir que el movimiento sociopolítico del veganismo empezó en 1944 con la creación de la Vegan Society en Londres, así que ya hemos probado que esto no es una moda temporal.

Denos cinco claves para veganizarse sin desfallecer en el intento 

Es difícil asesorar que claves son las mejores para todos ya que los obstáculos que cada uno encuentra durante el proceso de veganización varían de persona a persona, y lo que unos encuentran fácil otros lo encuentran difícil, ya que las circunstancias personales de cada uno determina el esfuerzo necesario pare mantener un estilo de vida vegano. De todas maneras, aquí están unas claves básicas que creo que pueden ayudar a la mayoría:

  1. Adoptar la filosofía primero, y luego el estilo de vida que esta conlleva, no al revés. Sin el apoyo de la filosofía detrás, es más difícil mantener el estilo de vida. Una vez se entienden los principios fundamentales de la filosofía vegana (que básicamente son, intentar no hacer daño a otros seres sintientes, considerar que todos los animales son seres sintientes, considerar que toda explotación de animales les causa daño, y ser antiespecistas) es mucho más fácil decidir como actuar y que producto o servicio es compatible con el veganismo. Además, estar en línea con la filosofía impide ver al cambio de estilo de vida como un sacrificio negativo, lo que hace el proceso de veganización más fácil.
  2. Dejar de consumir productos de origen animal en la dieta de repente, no gradualmente. Aunque esto parece más difícil, yo lo recomiendo, ya que creo que el cuerpo te lo va a agradecer, al entender más rápidamente la nueva situación.
  3. Al principio debes investigar donde vas a comprar tus zapatos, ropa, accesorios, y cosméticos, para que sean compatibles con el veganismo (por no contener productos de origen animal ni ser testados con animales), pero la buena noticia es que, una vez has descubierto donde los puedes comprar, de ahora en adelante ya no te tienes que preocupar de esto, y tus nuevos proveedores van a formar parte de tu nueva vida
  4. La dieta es una parte muy importante del proceso de veganización, pero no olvides los otros aspectos de la filosofía, muchos de los cuales son muy fáciles de seguir (como no visitar zoos o acuarios, no visitar circos con animales, no cazar o pescar, no montar a caballo, etc.)
  5. Considera que el veganismo es un proceso, no un estado, que empieza cuando tu adoptas la filosofía vegana, pero nunca acaba. Las personas veganas siguen veganizándose cada día, constantemente mejorando en la manifestación de su veganismo. Estamos siempre aprendiendo como ayudar a mas gente a hacerse vegana cuando descubrimos nuevos obstáculos que nunca se nos habían ocurrido y vemos como otros los superan.

 

Emma Infante

«Se puede tener estilo, vestir bien, incluso de lujo, sin necesidad de que ningún ser sufra por ello»

Belén G. Matheu debutó en la moda siendo una niña y paralelamente a las sesiones fotográficas se licenció en Biología. Su hambre por saber se mantiene insaciable y su compromiso con los animales la han convertido en empresaria. Animalados se encuentra con ella en Barcelona en un hueco libre que queda entre una actividad y otra, ambas con una gran proyección internacional.

¿A qué ha tenido que renunciar como modelo desde que tomó la decisión de ser vegana? 

He renunciado a algunos trabajos como catálogos que promueven el uso de pieles y también he dejado de presentarme a determinados castings de televisión como embutidos, atún y varios del estilo. Pero en cuanto al día de trabajo en sí, suelen haber muchas opciones veganas en el catering o siempre preguntan si vamos a comer a algún sitio.

¿Está el mundo de la moda preparado para asumir lo que significa garantizar unas prácticas libres de crueldad animal? 

El mundo de la moda sí está incorporando cambios, la pregunta es más bien si lo está el consumidor, porque la gente al final tiene el poder de decidir lo que comprar con su dinero. El problema es que hay muchas prácticas que la gente ignora que son crueles, pero si la información llegara a todo el mundo sí demandarían productos libres de crueldad, y a la industria de la moda no le quedaría otra que ofrecer lo que se demanda. Cada vez son más las grandes marcas que se unen al no uso de pieles y demás.

¿Y la sociedad preocupada por las tendencias y la imagen? 

Siempre ha existido, ¿no? Veo bien cuidar de la imagen y mirar las tendencias, no significa seguirlas al pie de la letra. Y más ahora que tenemos los mejores argumentos de sostenibilidad al respecto.

¿Puede ser que el cambio tenga más que ver con la presión por cuestiones medioambientales? 

Totalmente. Hay mucha gente activista por el medio ambiente en el mundo de la moda. Cada vez más diseñadores y marcas utilizan materiales sostenibles en sus colecciones. Me encanta. Aunque la mayoría que conozco comen carne, no hay que infravalorar su trabajo y pasión por promover la sostenibilidad del planeta, pero hay que ser consecuente con lo que se dice y se hace. La gente aprovecha cualquier excusa para dejar de hacer algo que le es incómodo.

¿Realmente se puede consumir según criterios de sostenibilidad coherentes o hay mucha publicidad y confusión? 

Bueno, hay mucho más greenwashing de lo que pensamos. La etiqueta verde o ecológica o sostenible ayuda a la comercialización de las marcas y no siempre lo son tanto o hay más voluntad de vender que el convencimiento de ser sostenible. Hay cosas que están fuera de nuestro control, pero es nuestra responsabilidad informarnos de lo que compramos. No se trata de ser perfectos, siempre se puede ser un consumidor más consciente.

¿Se puede consumir según criterios veganos? 

Seguimos hablando sobre la moda, entiendo? Es más fácil conseguir materiales sostenibles. Solo hay que comprobar que en la etiqueta de materiales no ponga que lleva nada animal… Hoy día hay sustitutos de calidad para piel, pelo, lana, seda… No hay excusa, realmente es muy fácil, sólo es incómodo mirar la etiqueta, pero la vida de un ser lo vale.

La modelo Belén G. Matheu¿Cuéntenos sobre la aventura empresarial? Collection? 

Con unas socias estamos apostando por Liv&Grace Collection. Es un marketplace online de moda vegana que lanzamos el año pasado. La idea surgió para facilitar la búsqueda de ropa, zapatos y accesorios que no tuvieran materiales animales de ningún tipo, y ahorrar tiempo al consumidor de tener que buscar todo por separado sin saber bien dónde. Así que decidimos ofrecer un espacio seguro donde poder comprar lo que te gusta sin preocuparte de los materiales, porque ya hemos seleccionado todas las marcas por ti.

Dice de sus socias que cada una aporta un aspecto de la mente, del corazón y del alma. ¿Cómo es eso? 

Así es. Las tres venimos de un background completamente distinto y tenemos un buen balance. Christiane, es muy metódica y eficiente, ella produce lo que está en su mente. Es una defensora del medio ambiente.

Giovanna es super espiritual, ella cree en el veganismo por razones místicas, somos parte de un todo.

Yo sería la conexión, el corazón, lo hago por los animales, por compasión. Y entre todas nos enseñamos y compartimos los valores. Es bonito aprender de todas.

¿Para investigar la veracidad del sello vegano se sirve de un minucioso proceso que incorporó en la facultad de Biología? 

La carrera me enseñó a tener pensamiento crítico, quiero pensar que sí, que influyó en mi manera de ver la vida y de observar y analizar métodos y procesos más críticamente. La mayoría de los conocimientos técnicos que te enseñan se olvidan. Te queda una visión global de las cosas, y lo más importante, aprendes a pensar diferente.

Igual en España no hay un volumen suficiente de demanda para productos veganos con estilo, con un perfil lujoso, pero sí que hay pequeñas empresas que hacen productos con mucha calidad…. 

Sí, cada vez más. La demanda está creciendo. El objetivo es precisamente hacer llegar este mensaje, que se puede tener estilo, vestir bien, incluso de lujo, sin necesidad de que ningún ser sufra por ello. Y hacer entender a la gente que es lo que pasa hoy día, que los animales sufren es el principal reto, porque la mayoría lo ignora.

Usted se inició en el veganismo a través del visionado de documentales sobre el sufrimiento de los animales más allá de la industria alimentaria…. 

Bueno, fueron diversas fuentes simultáneamente las que me impulsaron a cambiar mi estilo de vida. Antes de decidir ser vegana llevaba año y medio siendo vegetariana, pero vi otros documentales como Cowspiracy y What The Health que me ayudaron a dar el paso.

En este tiempo desde su cambio de mentalidad siente que ha ganado o ha perdido más cosas? 

100% ganado!! en salud, energía, conocimiento, conciencia, en crecimiento personal, equilibrio mental, emocional, espiritual, paz interior, relaciones…Fue la mejor decisión. Ojalá la hubiera tomado antes.

Es duro a veces, no nos engañemos, la conciencia viene con precio a pagar, a más sabes más te duele el mundo, sobretodo al principio cuando descubres e inicias el camino al veganismo, es fácil sentir tristeza constantemente, hay que ir con cuidado de no fatigarse emocionalmente. Pero puedes tomarlo como crecimiento para aprender a gestionar tus emociones. Es importante recordar que no se trata de ser perfectos y de ser compasivos con nosotros mismos, sino de que lo hacemos lo mejor que sabemos. A mi personalmente me ayudó aceptar que no soy responsable por las decisiones que toman los demás, solo de compartir la información que a mí me llega y transmitirla lo mejor posible para que le llegue a más gente. Y sobre todo, no desanimarse si los demás no lo hacen. Como dijo San Agustín, “lo correcto es lo correcto aunque nadie lo haga, lo incorrecto es incorrecto incluso si todos lo hacen”. Lo que tú haces a nivel individual cuenta, quizás no pesa igual que si lo hicieran todos, pero suma, y eres parte de un colectivo que piensa como tú y promueve esos mismos valores que son los únicos que mejorarán el mundo.

Es duro a veces, no nos engañemos, la conciencia viene con precio a pagar»

¿Cómo se imagina la realidad del consumo global en 5 años? 

La verdad quiero imaginarme un consumo sostenible, responsable, donde como consumidores seamos conscientes de lo que estamos comprando, donde sea obligatorio saber el origen de las cosas y nos miremos en lo que necesitamos comprar realmente. Si la demanda en productos de moda vegana sigue creciendo a este ritmo quizá en 5 años no, pero en 10, sea la normalidad encontrarse la mayoría de las prendas con sustitutos y no con derivados de animales.

A nivel de dieta puedo imaginarme un cambio de consumo más notorio en 5 años, ya que en los últimos 5 años ya se ha visto cantidad de cambios, hoy día es mucho más accesible encontrar productos de alimentación veganos, sobre todo en ciudades. ¿Quién hubiese dicho que se haría un Burger King Vegano entero? Así que en 5 años ni nos imaginamos lo que veremos, pero promete.

Emma Infante 

Así será VegFest, el primer festival vegano de Barcelona

AnimaNaturalis organiza un festival vegano para poner en valor la adopción de estilos de vida y consumo más sostenibles y éticos.

El próximo 11 y 12 de junio de 10:00h a 21:30h se podrá disfrutar del VegFest, el primer festival vegano de Barcelona. El evento tendrá lugar en la Antigua Fábrica Damm de Barcelona, unas instalaciones situadas en la calle Rosselló.

“Queremos demostrar que un estilo de vida libre de crueldad es más que compatible con la diversión y el ocio”, comenta Cristina Ibáñez, coordinadora del evento. Con este objetivo nace VegFest, un festival vegano pionero que se celebrará en Barcelona. “Se trata de un espacio festivo, pero a la vez consciente”, añade Ibáñez.

De este modo, las salas de la histórica Antigua Fábrica Estrella Damm de Barcelona se llenarán de todo tipo de actividades. Charlas, música en directo de pop, rock, DJs internacionales, gastronomía vegana, charlas, etc. Todo esto y mucho más tendrá lugar el fin de semana del 11 y 12 de junio.  Las entradas se pueden adquirir a través de: www.veg-fest.org

Dentro del cartel de artistas encontramos a Svet von Bathory + Dj Agu Lukke, Yolanda Yone, Prjecte Flux, Andreu Martínez, Agost, Titan James, Pablo Barraka, Hot Dives y Chui Kanela, Zancada y para cerrar el festival estará la Dj Nuria Ghia, Dj techno de reconocimiento internacional.

No faltará una amplia oferta gastronómica vegana para todos los gustos. Desde el sushi Veganashi, hasta los dulces de Bungnuts, pasando por increíbles hamburguesas de La Golosa, hot dogs de La Teca y tapas de queso de Fermento Vegano.

El ambientes festivo se complementará con un amplio programa de charlas y showcookings sobre nutrición, podcasting, veganismo y deporte, veganismo y maternidad, santuarios y centros de rescate de animales, educación canina desde el respeto, y mucho más.

Tampoco faltará la presencia de ONGs que dedican sus esfuerzos a la defensa y la difusión del veganismo, así como la presencia de personas reconocidas dentro del mundo del bienestar animal como Ismael López y Coque Fernández, fundadores del Santuario Gaia.

«Siempre merece la pena seguir por ver a las animales felices en su hogar, lejos de cualquier opresión»

Almas Veganas Santuario Animal ha lanzado una campaña de GoFundMe para salvar las tierras de su santuario, lugar donde habitan más de 50 animales. El colectivo antiespecista, transfeminista y libertario necesita ayuda económica para seguir con la gestión de un santuario ubicado en Girona que rescata animales de la esclavitud.

Almas Veganas Santuario Animal se constituyó como una ONG sin fines de lucro a finales de 2016 con el objetivo de construir un santuario para el rescate y cuidado de los animales. Para lograr esta meta, las nueve representantes de la organización tuvieron que realizar diferentes acciones de recaudación de fondos hasta disponer finalmente en octubre de 2018 de unas instalaciones con 45 hectáreas verdes y con agua ilimitada por sus diversos ríos.

“Encontramos un lugar perfecto, boscoso, lleno de vida y naturaleza en los alrededores de Girona y con mucho esfuerzo arrancamos la construcción y adaptación del sitio para poder recibir a nuestros primeros habitantes, personas no humanas en busca de un hogar”, explican las representantes actuales de Almas Veganas Santuario Animal. En ese momento todo funcionaba de forma óptima: “Fue llegando gente y con esfuerzo se ahorró lo suficiente entre varias compañeras para poder pagar la entrada que pedían para las tierras del santuario”, detallan.

Así, Almas Veganas Santuario Animal logró comprometerse con su causa: “Hicimos un contrato de alquiler con opción de compra a dos años y medio. Dimos una entrada de 40.000 € y pagamos desde entonces 2.000 € mensuales que se van restando a la cuota final que será la compra. Siendo nueve personas en la organización supuestamente comprometidas lo vimos viable”, cuentan las dos miembros de la asamblea.

La realidad es que con el paso del tiempo, las cosas se fueron complicando y poco a poco Almas Veganas Santuario Animal fue perdiendo colaboradoras: “Actualmente somos dos, Fani y Rans. Por varios motivos, principalmente la falta de compromiso y realmente no priorizar el proyecto, las otras compañeras tomaron rumbos diferentes quedándose en nosotras solas la responsabilidad de tirar adelante el hogar de todas las habitantes que viven en el Santuario, con todos los gastos que conllevan”.

Tras la falta de compañeras en el santuario, Fani y Rans especifican por qué necesitan ayuda de manera desesperada: “Tenemos que conseguir 50.000 € para poder dar una entrada y poder pedir una hipoteca para comprar las tierras del Santuario y así seguir con nuestra labor. Trabajamos a diario con todas las tareas, desde cuidar a los animales, mantener y reparar instalaciones, crear nuevas… También trabajamos en el exterior para afrontar los gastos de alimentación y veterinaria de las habitantes, además del pago de las tierras, materiales de construcción, permisos…”.

A pesar de la situación actual, Rans y Fani quieren dar continuidad a este proyecto: “Hace dos años que luchamos al máximo por esta causa con la que nos estamos dejando toda nuestra energía, estamos agotadas pero siempre merece la pena seguir por ver a las animales felices en su hogar, lejos de cualquier opresión. Son nuestra familia y necesitamos afianzar su hogar. Tenemos un año de margen para conseguir el objetivo. A nosotras nos es inviable ahorrar esa cantidad con todos los gastos mensuales que tenemos que afrontar solas”.

Aquí puedes encontrar toda la información y colaborar con la campaña “¡Salva el Santuario Animal Almas Veganas!»