Así se controla una colonia felina en Utrera

GESTIÓN DE COLONIAS FELINAS EN UTRERA, CONVERTIR PROBLEMAS EN POSIBILIDADES

Fue en los últimos meses del año 2015 cuando recibimos una llamada de la persona responsable de la Delegación de Salubridad, había serios problemas en un centro escolar del municipio, numerosas quejas apuntaban a una colonia felina cercana como causante de la presencia de pulgas, dándose casos de niños afectados.

Aún siendo el único colectivo animalista registrado en el municipio desde hacía 12 años, jamás habíamos gestionado colonias felinas, pero no tuvimos ninguna duda en cual era la respuesta: la única solución viable es implantar en la zona el método de captura, esterilización y suelta-retorno de manera integral. Y nos ofrecimos a hacer una propuesta por escrito.
Y por qué no decirlo, el paso siguiente fue un “copia y pega” de documentos proporcionados por otros compañeros de Zaragoza y Barcelona y propiciar una reunión presencial en la que defendimos el proyecto. Paralelamente se mantienen conversaciones con todas las clínicas veterinarias de la ciudad y se alcanza un acuerdo de trabajo conjunto con 4 de las 5 clínicas existentes. Es así como arranca el compromiso de la firma de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Utrera para realizar una experiencia piloto en la colonia felina de la zona en conflicto.

Pero nuestra experiencia en ello era inexistente y si no obteníamos los resultados esperados poníamos en juego cualquier posibilidad futura para los gatos de las colonias de Utrera. Durante todo el lento proceso burocrático municipal hasta materializarse el convenio, estuvimos formándonos: leyendo, visionando videos, haciendo búsquedas por Internet, contrastando opiniones y experiencias de personas y entidades con el recorrido que nosotros no teníamos, etc. No hay nada más enriquecedor que antes de dar un paso al frente mirar el camino recorrido por los demás, ni nada más valioso que lo compartan contigo.

Fue en 2016 cuando concluimos la experiencia piloto en unas de las zonas más complejas de todas las que gestionamos: zona privada adosada a un centro escolar, más de 2 hectáreas de terreno con edificios ruinosos pertenecientes a una antigua fábrica y una colonia de gatos de nula socialización repartida en 3 grupos diferenciados. Habíamos diseñamos un plan de actuación específico para el lugar y estaba funcionando.
Lección importante para nosotros: estudiar cada colonia de manera aislada, pero no solo a los felinos, también conocer los lugares y a las personas, escucharlas y en mayor o menor medida hacerlas partícipes del cambio que tratamos de producir en su entorno con respecto a la forma de relacionarnos con los animales.

Tras esta primera experiencia y una segunda en 2017 en que el número de colonias gestionadas pasó de 1 a 5 con un total de 163 gatos intervenidos, en 2018 el Ayuntamiento de Utrera decide dar un paso más y apostar por el CER como única forma de intervención en zonas de colonias felinas. Aumenta con valentía la partida presupuestaria para tal fin y el número de colonias a gestionar y, en base a las exigencias de contratación administrativa, inicia la licitación del que pasa a ser el “Servicio de mantenimiento, supervisión y control de colonias felinas de Utrera” asumiendo también los costes de alimentación y de material sanitario. Tras un duro proceso administrativo para una pequeña entidad sin ánimo de lucro como es nuestra asociación, logramos la adjudicación. En esta nueva etapa ya contamos con una imagen que nos identifica y habíamos comenzamos a proyectar y diseñar mobiliario urbano tanto informativo como de atención y protección de los felinos, dando visibilidad a las actuaciones que se estaban llevando a cabo en algunas colonias ubicadas en zonas muy transitadas como parques y otros lugares municipales como el cementerio. La protección de los gatos toma protagonismo en nuestra localidad.

Y es en este recorrido donde vamos conociendo de primera mano cuántas dificultades hay en el camino, incluso cuando todos los agentes implicados estamos por la labor de conseguir un mismo objetivo; los frenos de la burocracia administrativa, la incomprensión de quienes esperan la solución a todos los problemas de manera inmediata, la carencia de recursos humanos, sobrellevar la parte emocional siempre presente cuando nos embarcamos en cualquier proyecto donde intervienen y se ven afectados animales, su sufrimiento ante los peligros de la calle, sus pérdidas…y la incertidumbre, esa que te recuerda que nada está asegurado y que quizás en las próximas elecciones municipales tengamos que volver a reivindicar que el método CER es el camino correcto y más adecuado.

Y poco a poco se va forjando nuestra propia filosofía de trabajo basada en la observación y el intento continuo de comprensión de lo que nos rodea. Personalizar cada actuación siempre bajo la filosofía del método CER; informar y educar sobre el gato feral y su naturaleza permitiendo un mayor conocimiento de sus necesidades dentro del entorno urbano; optimizar al máximo el presupuesto municipal asignado a la gestión de colonias felinas, por lo que todos los suministros y servicios necesarios para la ejecución provienen de pequeñas y medianas empresas locales, desde las clínicas veterinarias, las empresas de alimentación para animales, de productos sanitarios, imprentas, empresas de diseño y publicidad, de material de manejo de animales, ropa de trabajo, etc., redundando todo ello en una activación de la economía local y un aumento de la valoración de la gestión de las colonias felinas a través del método CER por parte de la población y las empresas suministradoras, que se muestran cada vez más colaboradores en los servicios que nos prestan. Y por último, y no menos importante, el intento continuo de activar la esencial participación ciudadana. Todos ellos se han convertido en nuestros pilares fundamentales.

Próximamente serán 11 las colonias bajo el programa municipal pero estamos en pleno desarrollo, quedan muchos objetivos específicos que necesitamos lograr en nuestra localidad, algunos de los más próximos son elaborar junto con el Ayuntamiento un protocolo de actuación en los derribos y reformas de las innumerables casas vacías que a veces albergan colonias no controladas con el peligro que supone para los animales, garantizar por siempre que ni un solo gato feral sea capturado e ingresado en las instalaciones del servicio municipal de recogida de animales, favorecer una tenencia de gatos más responsable y crear una mayor conciencia para evitar abandonos y algunos casos aislados de vandalismo. Y por supuesto el objetivo principal: consolidar y garantizar para siempre la gestión de colonias mediante el método de captura, esterilización y suelta-retorno en Utrera.

Andalucía, hasta el día de hoy no tiene una norma autonómica que regule la gestión de colonias pero tampoco la tiene que impida que el método CER sea la única vía para abordar la presencia en nuestras ciudades de esa maravillosa especie, y a veces tan incomprendida, que es la especie felina.

Administración, profesionales veterinarios, colectivos de protección animal, entidades varias y ciudadanos en general tenemos la posibilidad de llegar a puntos de encuentros donde la sociedad salga beneficiada y al mismo tiempo los animales no salgan perjudicados. Y es nuestra responsabilidad propiciarlo.

En Utrera, y sabemos que en otros muchos puntos de Andalucía, se está trabajando duro para conseguirlo. Los ciudadanos comprometidos somos imprescindibles en cualquier mejora social y las administraciones públicas tienen que situarse de nuestra parte en la búsqueda de soluciones. Por lo que a nosotros respecta, el recorrido en Utrera aún es corto, pero algo sí que nos ha quedado claro, cuando llegan problemas, hay que convertirlos en posibilidades. Y son las posibilidades las que nos permiten avanzar en nuestros objetivos.

Encarnación Ranea, Asociación Dedevida y coordinadora en la gestión de colonias felinas en Utrera

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