“El único defecto que tienen los perros que llevan mucho tiempo en una perrera es, simplemente, que no se ven”

 

Marta Calcerrada es bióloga ambiental, antrozoóloga, educadora canina y cofundadora de 21Hogares. Su interés radica en saber por qué hay animales que resultan invisibles. “Con el apoyo y las medidas adecuadas no habría perros de larga estancia en las protectoras: todos podrían disfrutar de un hogar”. Recientemente presentó en Bratislava, capital eslovena, su investigación en un congreso internacional de etología veterinaria.

 

Los perros denominados de larga estancia, también conocidos como invisibles, de “difícil adopción”, no adoptables, especiales, veteranos, etc., son aquellos que por su edad, condición física, problemas de comportamiento (derivados de situaciones de maltrato o falta de cuidados), o raza, tardan mucho en encontrar una familia y se convierten en invisibles a ojos de todo el mundo. Son estos mismos animales los que muchas veces no encuentran una familia y mueren en los mismos refugios. ¿Realmente vivir toda la vida en una jaula es una vida digna? La solución a esta pregunta no debería ser el sacrifico, sino intentar incrementar el esfuerzo de todos para que encuentren un hogar.

Como resultado de mi investigación para el posgrado en Antrozoología es que los colectivos más interesados para adoptar un perro menos “popular” son las mujeres, las personas sin hijos menores de edad, las que viven solas y las que viven en ambientes rurales. Las limitaciones que las personas han puesto para adoptar un perro de larga estancia son sobre todo, no poder asumir, por tiempo o economía, la situación del animal. Los adoptantes motivados aumentarían si se implementasen ayudas en la adopción que cubriesen total o parcialmente los gastos veterinarios, de mantenimiento y la propia tasa de acogida u adopción. La terapia comportamental si fuese necesaria también se valora de manera muy positiva.

Las medidas que propongo para reducir al máximo los índices de individuos de larga estancia serían, principalmente:

Marta Calcerrada

-Mejorar el enriquecimiento ambiental en las jaulas: da más posibilidades de interacción con el perro y las conductas derivadas del estrés pueden verse reducidas. También ejercen un estímulo estético positivo.

-Implementar programas de educación básica o rehabilitación: en la medida de lo posible, para ayudar a mejorar el comportamiento de aquellos animales que lo necesitan, de cara a una adopción. Esto también aumenta el contacto social entre ellos y con los voluntarios y adoptantes. Debemos pensar que el comportamiento del animal lo hace más atractivo que su propio físico

Aumentar las sesiones de “contacto humano-animal”, tanto por voluntarios como familias: Está demostrado que el contacto social con humanos es una necesidad vital por los perros, reduciendo así el estrés y mejorando su estado y comportamiento. También se ha visto que el proceso de adopción que empieza con estas sesiones suele hacerse más estable para el animal. ¿No estaría bien poder entrar a leer, acariciar, cepillar, simplemente “estar” con el animal y hacerse amigos, en la jaula? Ésto solo es posible si tiene una jaula en condiciones. 

Charlas de formación y concienciación a diferentes colectivos: para difundir y sensibilizar sobre el tema, así como formación básica de las enfermedades crónicas caninas más frecuentes, como la Leishmaniosis, para desmitificarlas y aclarar que se puede convivir perfectamente con el tratamiento adecuado.

-Tener personal específico para gestionar las adopciones: una muy buena opción sería que existiese esta figura que realizara exclusivamente difusión de los casos, diferenciándolo de los cuidadores del refugio y creando una buena comunicación entre todos. Siempre hay que pensar en campañas de ayuda económica o asistencial a adoptantes que decidan acoger indefinidamente un animal de larga estancia.

Desarrollar medidas económicas específicas para cada adopción: La idea sería en mostrar al adoptante (después de ver su perfil y decidir si es válido) aquellos animales que lo tienen más difícil, y ofrecer ayudas adaptadas según el caso del animal. Para poder obtener estas ayudas se debería ampliar el espectro de convenios con educadores caninos, etólogos, clínicas veterinarias, farmacéuticas o laboratorios que pudiesen ofrecer mejores precios para estos adoptantes.

Resumiendo, se trata de poner todas los esfuerzos para hacer que los perros de larga estancia sean más visibles, gestionar todas las adopciones que se puedan y crear programas a nivel individual, además de trabajar con la población para mejorar la concienciación sobre el abandono, la adopción y la tenencia responsable. 

Marta Calcerrada

Gatetes al poder: arriba la 6a edició del We Love Cats Market

 

L’any 2012 la Vanessa Carrasquilla i la Muntsa Casas van crear El We Love Cats Market amb la intenció d’ajudar els gats abandonats de Barcelona. De formació periodística, tant la Vanessa com la Muntsa compartien dos amors: els gatetes i l’artesania, així que van decidir fundar aquest mercat benèfic anual de creadors artesans locals. «Des d’aleshores, hem donat ja prop de 8.000€ a les entitats que cuiden i vetllen per la seguretat d’aquests animals», comenten les dues organitzadores. Les associacions afortunades han estat: El Jardinet dels Gats, UB Gats, Universigats, Gats de Gràcia i Gats lliures del Poblenou. L’entitat escollida aquesta edició és Rescat.

Per tal de poder recaptar diners per l’entitat gatera i alhora pagar les despeses d’organització, cada artesà paga una quota de participació de 130€. També es fa una rifa solidària en la que es sortegen alguns dels productes de la mostra. A més la bossa oficial del mercat está a la venta per 5€ i aquest any ha estat dissenyada per l’artista Dianayr.

Els beneficis de les ventes de les diferents paradetes són pels artesans i cal destacar que l’organització no té beneficis econòmics.

La llista dels artesans de l’edició 2017 és molt llarga i variada. Al mercat podem comprar roba, joieria, pintura, joguines, inclòs hi podem dinar i berenar. Us deixem l’enllaç per tal que pogueu mirar quins creadors podreu trobar i així anar fent boca del que veureu el cap de setmana: artesans

Com a novetat d’aquesta 6a edició, el mercat comptarà amb un stand del CAACB on es podrà demanar informació sobre els gats que estan al refugi esperant ser adoptats o que cerquen cases d’acollida.

Reino Unido no reconocerá la sentienza animal tal como lo hace la unión europea

 

La publicación, en el año 1964, del libro de Ruth Harrisson Animal Machines – The New Factory Farming Industry, acercó la realidad de las granjas de producción de carne a muchos británicos, promoviendo que solamente un año más tarde, en 1965, el gobierno creara la Comisión Brambell, que tenía por objetivo estudiar el bienestar de estos animales y que significó el reconocimiento de las cinco libertades, consideradas, hoy día, el mínimo exigible en materia de bienestar.

Además de las cinco libertades, el Reino Unido también es el país que vio nacer la primera legislación parlamentaria dedicada a proteger a los animales de producción, con la Cruel Treatment of Cattle Act, de 1822, y la primera organización dedicada a proteger a los animales, la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA), en 1824. El Reino Unido fue también pionero en la prohibición de arraigadas tradiciones que suponían un maltrato animal inaceptable para la mayoría de la sociedad, prohibiendo la caza del zorro en todo el territorio de Inglaterra y Gales desde el 18 de Febrero de 2005.

Desde su entrada en la Comunidad Económica Europea, embrión de la actual Unión Europea, el 1 de Enero de 1973, el Reino Unido ha sido uno de los principales impulsores de la importante cantidad de normativa aprobada a nivel comunitario para garantizar un nivel alto de bienestar animal, siendo incluso los primeros defensores de la necesidad de incluir la sentienza animal en la última modificación del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, conocido como el Tratado de Lisboa.

Todo este avance podría verse frenado de golpe, o incluso podría retroceder, a raíz de la votación que tuvo ligar el pasado 20 de Noviembre en el parlamento británico.

Desde que el Reino Unido acordó en referéndum salir de la Unión Europea, el llamado Brexit, el país se está preparando para esta salida, que tendrá lugar el 29 de Marzo de 2019 a las 22.59 horas (hora continental). El país debe adaptar toda su normativa, hasta el momento regulada desde Bruselas, y el bienestar animal es una de las materias que los Estados han cedido de forma más amplia a la Unión. La forma de hacerlo es votando toda aquella legislación que no adoptarán de forma automática, en la llamada EU Withdrawal Bill, entre la que se incluye el Tratado de Funcionamiento de la Unión.

El Reino Unido adoptará de forma automática mucha de la legislación referente a animales vigente hoy día en la Unión Europea, pero el reconocimiento de la sentienza animal, es decir, la capacidad de los animales de reconocer sentimientos y emociones debía pasar por votación al estar incluida en el artículo 13 del Tratado de Funcionamiento. La aceptación de la sentienza animal obtuvo 290 votos afirmativos y 313 votos negativos procedentes del Partido Conservador o Tory.

Durante el debate parlamentario, el Partido Conservador, actualmente en el gobierno, indicó que esta sentienza ya está reconocida en la Animal Welfare Act de 2006, pero debemos tener presente que esta ley de protección de los animales solamente cubre a los animales domésticos, dejando desprotegidos a los demás.

El gobierno británico prometió a sus ciudadanos que el Brexit no supondría ninguna disminución en la protección de los animales de la isla, que continuaría siendo referente en estándares de bienestar y ya han aparecido las primeras muestras de desacuerdo con los resultados de esta votación, provenientes tanto de científicos y veterinarios, incluyendo una manifiesto de la British Veterinary Association, como de las organizaciones proteccionistas, con un importante apoyo de la sociedad, que ya ha iniciado una recogida online de firmas liderada por Compassion in World Farming.

Estas reacciones han supuesto que este 23 de noviembre, Michael Gove, Secretario de Medio Ambiente, haya declarado que el Reino Unido continuará reconociendo la sentienza animal en su legislación después del Brexit, indicando que lo hará en una legislación apropiada, que según el Sr. Gove no pasa por reconocer el artículo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea en la EU Withdrawal Bill.

Se desconocen los motivos que han llevado al Partido Conservador a votar en contra de la adopción inmediata del artículo 13 del Tratado de Lisboa, del cual hasta el pasado lunes, el Reino Unido siempre ha sido un valedor. Podría responder a una, hasta cierto punto comprensible, aversión a todo aquello que suene a demasiado europeo de los partidos favorables al Brexit, como a futuras estrategias comerciales que permitan reducir el precio de la producción para cuando el país deba negociar, de tú a tú, con las grandes potencias americanas y asiáticas, con unos estándares de bienestar animal más bajos que los europeos.

Deberemos, pues, estar atentos a los próximos movimientos tanto del gobierno británico como de la sociedad en cuanto al bienestar animal en el país, pues la negativa del gobierno a reconocer esta sentienza, que podría poner en peligro el futuro próximo del bienestar animal en el Reino Unido, parece no contar con el apoyo de la mayoría de la sociedad, que se siente orgullosa de ser, desde siempre, un referente en cuanto a la protección de los animales.

 

Núria Murlà, asesora legal a Murlà & Contreras

Asociaciones en defensa de los animales y el ecosistema piden «una regulación estricta» de la caza

En Cataluña, sólo el 0.6% de la población tiene licencia de caza. Pero en temporada alta, hasta en el 90% del territorio permite la cacería. Más de 15 asociaciones han denunciado los desequilibrios que ello supone a la flora y fauna del país, a partir de una coalición de entidades llamada ‘La verdad de la caza’. «Más de un millón de animales mueren al año por culpa de la caza que, además, impide la autorregulación del ecosistema», explica Jaume Grau, portavoz de la nueva coalición.

La coalición de entidades reclama también que no se les margine en la elaboración de la futura ley de caza, que sustituirá la anterior aprobada durante el franquismo. Para las asociaciones, la futura ley, que hasta el momento sólo es un borrador, es mucho más cercana a los intereses de los cazadores que a los del «99% de la población» en palabras de Grau.

Las asociaciones subrayan que los animales son los principales perjudicados por la caza



Además de los 1.200.000 muertos, se estima que la cifra podría aumentar mucho más si se cuenta la caza furtiva. También critican el discurso del lobby de la caza, basado en la premisa de que «a más caza, menos problemas para el ecosistema». Grau se opone: «los datos demuestran muy claramente lo contrario, cuanta más cacería, más problemas para la flora y la fauna».

‘La verdad de la cacería’ denuncia que la caza está generando problemas para la vida humana. «Es una actividad incompatible con pasear por la naturaleza, con el excursionismo y con una interacción de las personas con el medio» explica el portavoz de la Coalición.

La Coalición se llama «La Verdad de la Cacería» y está formada por Ecologistas en acción de Cataluña, AnimaNaturalis, DEPANA, FAADA, Futuro animal, Galgos 112 y Libera y recibe el apoyo de 9 asociaciones más.

Entre líneas, la coalición intentará revertir la actual correlación de fuerzas entre el lobby de la caza y los defensores de la naturaleza. «La Generalitat y otras administraciones han escuchado mucho más los cazadores que a nosotros» se queja el portavoz de la coalición. «Hasta el punto que consideraron la caza una actividad ‘de interés social’ y que, por lo tanto, se debe preservar», se queja Grau.

El modelo propuesto por ‘La verdad de la caza’, basado en suprimir o limitar muy estrictamente esta actividad, se aplica a otras comunidades de Europa. El modelo ha resultado un éxito en Ginebra, donde zonas protegidas han visto como el ecosistema ganaba en biodiversidad y la relación entre personas y animales mejoraba sustancialmente.

Guillem Amatller

La vida de una anciana, a salvo gracias a su perra

Ocurrió ayer, cerca de plaza España. Una mujer que se encontraba en paradero desconocido fue encontrada por la policía que no pudo identificarla en primera instancia.

Uno de los agentes, tras no localizar a los familiares de la mujer, se percató del vínculo que esta tenía la perrita que paseaba. El agente pensó entonces en acceder a los datos del chip del animal en una tienda cercana, donde comprobaron que el animal estaba a nombre del hijo de la señora. La idea dio resultado y los familiares acudieron inmediatamente al establecimiento.

El can, una spitz de Pomerania, se encontraba desubicado en el momento en el que los encontraron. La mujer, muy mayor, también. Al parecer, la anciana no había logrado encontrar la ubicación que su hijo le había especificado. También resulta sorprendente el largo camino que hicieron dueña y animal, ya que ambos habían partido desde Vallcarca, hasta ser encontrados cerca de Plaza España. 

El caso pone de manifiesto la importante relación que existe entre animal y persona, pero es también un llamamiento a utilizar los llamados chips. También conocidos como trasponedores electrónicos, se pueden ubicar en gatos, perros, hurones y caballos. Estos dispositivos electrónicos están pensados para encontrar fácilmente al animal en caso de pérdida, pero, en esta ocasión, ha servido para garantizar la vuelta a casa de una persona en problemas. 

La identificación se llevó a cabo en la tienda Espai Animal, que colaboró en el proceso en todo momento. Maribel García Rius, miembro del local, se ha mostrado muy satisfecha con lo que ha considerado «su granito de arena» para que todo saliera bien. El equipo de Espai Animal colaboró en todo momento con los Mossos de Esquadra.

Los perros son considerados por muchos como los mejores amigos de las personas, siendo el vínculo entre ambos muy fuerte. Aun así, los espacios habilitados de los que disponen en las ciudades suelen ser limitados, un hecho que perjudica la interacción entre animales y personas.  

 

Guillem Amatller